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Andy Reid está en su elemento

ST. JOSEPH -- Está más feliz ahora. La presión de Philadelphia se quitó de sus hombros. Las expectativas, las demandas, la política. Todo se fue.

Andy Reid puede respirar de nuevo.

No es tan obvio para Reid; cómo se desarrolla su sentido del humor en su entrenamiento de los Kansas City Chiefs, cómo se conectan sus jugadores nuevos con él en una forma que quizá los últimos equipos de los Philadelphia Eagles no pudieron. Reid está más involucrado, Es una decisión consciente. Está esquematizando con sus asistentes otra vez, instalando la ofensiva en la forma que lo hizo cuando se convirtió en entrenador en jefe en 1999. Ya no está a cargo del personal. Ha vuelto a sus raíces, a lo que ama, a lo que lo llevó al éxito.

Para aquellos que han estado con él a lo largo de su carrera como entrenador en jefe, el cambio de Reid en los últimos siete meses ha sido impactante.

"He visto que le regresa la vida", dijo el coordinador ofensivo de los Chiefs, Doug Pederson, quien jugó y entrenó bajo Reid en los Eagles.

"Tiene demasiada energía. Es atemorizante", dijo el preparador de los Chiefs, Rick Burkholder, quien tuvo el mismo puesto en los Eagles durante las 14 temporadas de Reid en Philadelphia.

"Simplemente veo un tipo rejuvenecido, ¿saben?", dijo el asistente de entrenador en jefe, David Culley, quien fue asistente durante todo el período de Reid allá. "Y es bueno verlo, especialmente con todo lo que sucedió el año pasado".

Todo lo que sucedió. Hubo demasiado --remontándose realmente a la temporada de huelga en 2011-- con nada más triste e inesperado que la muerte del hijo mayor de Reid, Garrett, por una sobredosis de heroína el 5 de agosto pasado en el campamento de entrenamiento de los Eagles en Bethlehem, Pennsylvania. Hubo tantas pérdidas en el campo, en la directiva, en el vestuario. Y apareció la aplastante presión de las expectativas no alcanzadas.

Los Eagles se quedaron muy cerca de ganar un Super Bowl en la décadas de los 2000, alcanzando cinco juegos de Campeonato de la NFC y un Super Bowl, que nada importaba más que un Trofeo Lombardi. No importaban los títulos divisionales. Las victorias de doble dígito no importaban.

Así que los Eagles comenzaron a alcanzar, y Reid se desvió de un plan que le había atraído demasiado éxito. En lugar del equipo, estaba el Equipo Soñado. En lugar del proceso día a día, estaba el intento por saltar una barrera que se mantenía fuera de alcance.

La temporada pasada, Philadelphia colapsó la bajo presión de ganar suficientes partidos para salvar el puesto de Reid. El personal se quemó. El resultado final fue desastroso: una marca de 4-12 que le costó el puesto que sostuvo, de forma asombrosa, durante 14 años.

Cuatro días después que el dueño de los Eagles, Jeffrey Lurie, despidiera a Reid el 31 de diciembre, el dueño de los Chiefs, Clark Hunt, lo contrató. Cuatro días. Probablemente Reid se pudo haber ido a donde quisiera. San Diego, Arizona. Pero el personal de Kansas City voló a Philadelphia, entrevistó a Reid y rápidamente le ofrecieron una oportunidad para volver a comenzar.

"Le ha regresado ese fuego", dijo Culley.

Reid es una persona de procesos. Cuando llegó a Philadelphia desde Green Bay en 1999, llegó con una gruesa carpeta que delimitaba con detalles confusos su plan para lidiar con cada aspecto de su equipo de fútbol americano cada día del año. Había planes sobre cómo lidiar con la agencia libre, el draft, las prácticas de temporada baja, la temporada regular y la postemporada. Había planes para los coordinadores, las posiciones de entrenador, preparadores, utileros, baloneros y personal de apoyo.

Y su núcleo: el proceso se trataba de disciplina y detalle.

Ese es el proceso que Reid ha traído de vuelta en Kansas City.

"Hemos reinado en nuestro proceso otra vez", dijo Burkholder. "Regresamos al fútbol americano de Andy Reid: disciplina, y todo es fútbol americano".

Incluso para Reid. En las últimas cuatro o cinco temporadas en Philly, Reid entrenaba al equipo, pero permitía que sus entrenadores de posición y coordinadores entrenaran a los jugadores. Reid dibujaba jugadas y esquemas y veía los videos, pero lo hacía en la privacidad de su oficina. Dejaba que el coordinador ofensivo Marty Mornhinweg mandara las jugadas.

Ahora, Reid está en las reuniones ofensivas. Abre las juntas. Cierra las juntas. Hace esquemas, planea y evalúa justo al lado de Pederson y Culley --quien también funge como entrenador de receptores-- y el resto del personal. De los seis entrenadores ofensivos, todos menos el coach de la línea, Andy Heck, tuvieron una conexión con Reid en Philadelphia. El coach de alas cerradas Tom Melvin, al igual que Culley, pasó 14 temporadas en el personal de Reid con Eagles. El ex entrenador de Minnesota, Brad Childress, alguna vez coordinador ofensivo de Philly, está en el personal como analista de juego abierto. El ex esquinero Al Harris de los Eagles está como asistente de coach de backs defensivos. Dos preparadores de fuerza y acondicionamiento de los Eagles se fueron a los Chiefs, al igual que Mike Frazier, coordinador de análisis estadístico.

Todos saben cómo opera Reid. Reid no tiene que entrenar a sus entrenadores. Se puede enfocar en los jugadores.

En febrero y marzo, antes que los jugadores se reportaran a los ejercicios de temporada baja, Reid estaba en las reuniones de evaluación de entrenadores de posición, analizando video de la temporada anterior para darse una idea de dónde arrancar ésta.

"Estuvo en todas esas juntas con nosotros, en donde no había estado durante los últimos cuatro o cinco años", dijo Culley.

Durante la primera práctica de campamento de entrenamiento con pasadores, novatos y algunos veteranos, Reid se paró con Burkholder para ver un ensayo de pase. Revisó a todos los agrupados en ofensiva y defensiva, luego se estableció con la ofensivo, aconsejando al nuevo mariscal de campo titular, Alex Smith, en todo desde trabajo de pies hasta visión.

En el núcleo, Reid es un entrenador ofensivo. Aunque no se le permitió hacer cambios significativos a su perfil de esta temporada a las pasadas, sus asistentes dicen que su atención a los detalles es un cambio bienvenido. Reid también está implementando un tipo de "ofensiva acelerada que siempre ha querido", compartió Culley. Y mientras Pederson, coordinador por primera vez, dijo que está enviando las jugadas en los entrenamientos para que los pasadores se acostumbren a su voz, será Reid quien mande las jugadas una vez que arranque la temporada, algo que también será un cambio.

"Le encanta mandar las jugadas", expresó Culley. "Le encanta. No hay duda. Ha hecho diagramas todo el tiempo. Mucho de lo que hacíamos cuando no estaba en las juntas directamente --enviar jugadas -- siempre tuvo su aportación. Ahora, ha vuelto a ello. Está allí dentro, y es bueno ver eso de vuelta en él".

Mike Holmgren pensó que Reid debía alejarse. Después de que Garrett murió durante el campamento de entrenamiento y compañeros asistieron a Philadelphia al funeral dos días más tarde, Holmgren le dijo a Lurie que pensaba que Reid debía dar un paso al costado en la temporada.

"No tiene que hacer esto", indicó Holmgren al propietario de los Eagles.

Reid no estaba de acuerdo.

"Muchas veces, me escuchaba", expresó Holmgren, quien le dio a Reid su primera oportunidad en la NFL en 1992 con los Green Bay Packers y es uno de sus amigos más cercanos. "Esa vez, no lo hizo".

Dos días más tarde, Reid estaba de vuelta en las laterales dirigiendo a los Eagles en su primer partido de pretemporada.

Reid no quiere hablar acerca de Garrett o cómo lidia con el dolor. Quiere mirar hacia adelante, no hacia atrás. Después hizo lo que pensaba que Garrett le hubiese gustado: dirigir.

En algún momento se volvió obvio que su estancia con los Eagles estaba cerca de terminar, Reid y su esposa, Tammy, discutieron si debía continuar dirigiendo en otro equipo o tomar una temporada de descanso. Fue una conversación breve.

"Esto es lo que disfruto hacer", refirió Reid, de 55 años de edad. "Creo que recibes una ventana en tu vida en donde puedes hacer esto, y después eres demasiado viejo. Eres muy afortunado de hacerlo. Eres uno de apenas 32 personas en todo el mundo. Y después, se va rápido. Esos 14 años en Philadelphia pasaron así [hace sonar sus dedos]. Y no me hago más joven. Al alejarte un año, dejas pasar la oportunidad de hacer esto otro año. Lo veo como un privilegio, así que sentí que todavía tenía la energía, la pasión, todas esas cosas para hacerlo. No iba a ir hacia otro lado".

Antes de decidir aceptar el puesto de los Chiefs, Reid dijo que habló con Holmgren, el veterano entrenador de la NFL, Dick Vermeil, y el legendario entrenador de Brigham Young, LaVell Edwards, y el entrenador en jefe de Salón de la Fama, John Madden.

"Ellos sabían cómo me sentía", confesó Reid. "Fueron buenos. Me dieron apoyo".

Sin embargo, Holmgren y su esposa, Kathy, le preguntaron de nuevo a Reid acerca de su decisión mientras se desarrollaban las reuniones de propietarios en Arizona en marzo.

"No, no", respondió Reid a Holmgren. "Mi manera de lidiar con eso es sumergirme en mi trabajo. Así es como soy".

Holmgren dijo: "Sé cómo es. Era así conmigo. Trabaja muy duro. Pero aún creía que tal vez era lo mejor para él".

Reid entiende las preocupaciones de Holmgren, pero también sabe que entiende su pasión. Los Cleveland Browns, bajo un nuevo propietario y una nueva administración, despidieron a Holmgren, su presidente la temporada pasada, dejándolo desempleado, sin un equipo al cual dirigir o un cargo que desempeñar.

"Esto, él lo conoce", indicó Reid acerca de Holmgren. "Sabía que se iba de Cleveland y cuánto extrañaría esto, y lo extraña. Es lo mismo. Si me alejo, lo extrañaré. Uno extraña lo que hace. Pude ver eso en él. No tuvo que decir una palabra".

Los otros cuatro hijos de Reid --Britt, Spencer, Crosby y Drew Ann-- han crecido. Él y Tammy, como dice Reid, son "un nido vacío". Así que compraron una casa en un vecindario de moda en Kansas City, cerca de las tiendas de lujo que llenan calle tras calle. Valentino. Tiffany & Co. Sur La Table. Lululemon. Tommy Bahama. Todas las tiendas están ahí.

También el nuevo restaurante favorito de Reid. Philadelphia tenía parrilladas. Kansas City tiene barbacoa. Reid ha probado todas, peri su favorita está en Fiorella's Jack Stack Barbecue. En su camino de casa al trabajo en la temporada baja, Reid llamaba y ordenaba, estacionaba su camioneta frente al lugar y alguien le daba su comida para llevar.

"¿Qué tan importante es eso?", dice Reid.

Una noche, Reid llevó a Smith a cenar ahí. Hablaron acerca de la rivalidad de BYU y Utah --Reid jugó en BYU, Smith en Utah-- acerca de sus vidas y del fútbol americano. Al igual que hacía con los mariscales de campo de los Eagles, Donovan McNabb, Kevin Kolb y Michael Vick, Reid estaba forjando un vínculo con Smith.

"Lo que realmente me llamó la atención fue lo mucho que se puede ver que disfruta el dirigir y enseñar, y no lo sabía", declaró Smith acerca de Reid. "Muchas veces, los entrenadores se alejan del salón y del campo. Muchas veces están haciendo cosas administrativas u otros asuntos. Pero fue muy bueno verlo en las instalaciones temprano, en el campo. Cuánto le gusta dirigir y enseñar, puede verse de inmediato".

Reid se divierte. Para el campamento, se ha cortado un poco el pelo y el bigote. Sabe que su equipo tiene huecos --tiene necesidad de un receptor abierto N° 2 y de cazamariscales-- pero tiene talento. Smith encaja a la perfección en la ofensiva de costa oeste de Reid. El corredor, Jamaal Charles, es una estrella. Dwayne Bowe es un receptor de élite. La línea ofensiva tiene potencial. La defensiva secundaria podría ser fantástica.

¿Cuántas victorias vale Reid? ¿Puede hacer que los Chiefs sean relevantes en noviembre? ¿Puede transformar a un equipo que terminó 2-14 la temporada pasada tan rápido como hizo con los Eagles, a quienes llevó a los playoffs en su segunda temporada?

"Creo que a veces el cambio es bueno", sentenció Reid. "Creo que será fantástico para Philadelphia. Creo que será bueno para los Chiefs. En lo personal, me siento bien. Lo estoy disfrutando. Es bueno ser desafiado. Cuando estás en un lugar por mucho tiempo, conoces la rutina, y a veces salir de esa rutina puede ser bueno. Trae un poco de energía".

Al avanzar, Reid también ha retrocedido. Ha descubierto de nuevo lo que lo hizo ser exitoso y eso lo ha hecho feliz. Eso es obvio.