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Reclutar un mariscal de campo es muy riesgoso en el draft este año

Johnny Manziel es uno de los mariscales que podrían ser elegidos en la parte alta del draft. AP

BRISTOL -- Es tan subjetivo elegir a un mariscal de campo en el draft de la NFL, más que cualquier otra posición. Todo se reduce a preferencia personal, con qué se puede vivir y lo que uno cree que puede enseñar.

El éxito o fracaso de un mariscal de campo no depende enteramente de su capacidad atlética o su ética de trabajo, tampoco. Hay mucho más, incluso más allá de lo que el propio jugador puede controlar. ¿Es bueno el entrenador de mariscales de campo de su equipo? ¿Sabe en verdad su coordinador ofensivo cómo enseñar los secretos de la posición? ¿Qué tipo de ofensiva ejecutará su equipo?

¿Cómo luce la línea ofensiva de su equipo? ¿Podrá mantenerlo de pie? ¿Quiénes son los receptores a su disposición? ¿Su equipo tiene un ataque terrestre adecuado para quitarle un poco de presión de sus hombros? ¿La defensiva es lo suficientemente buena para mantener el marcador lo suficientemente cerrado para que así no tenga que hacer demasiado?

¿Llega en una situación similar a la de Russell Wilson hace dos años, en la que el equipo está relativamente cargado de talento a ambos lados del balón? ¿O llega a una franquicia en transición, en la que quizás el entrenador en jefe es nuevo y por lo tanto el programa no está establecido?

El contexto importa.

Habiendo dicho eso, esto es lo que un gerente general de la NFL que ha encontrado un mariscal de campo franquicia en el draft me dijo recientemente acerca de los prospectos de este año: "Me alegro de que no necesitemos un pasador. No creo que ninguno de ellos valga una selección de primera ronda".

Para los equipos que necesitan un mariscal franquicia, ese es un gran problema.

Una de las cosas fascinantes acerca del draft de la próxima semana será ver qué sucede con los pasadores. No hay una selección que obvia.

Para los espectadores, eso hará divertida la primera ronda. Para quienes están considerando utilizar una selección de primera ronda en un jugador que podría no firmar el segundo contrato de su carrera con ese equipo, lo hará peligroso.

Yo no lo haría.

Claro, si uno puede conseguir a Johnny Manziel de Texas A&M, o Blake Bortles de Central Florida, Derek Carr de Fresno State o Teddy Bridgewater de Louisville en la segunda ronda --o más tarde-- sería bueno. O si pudiesen adquirir a Jimmy Garoppolo de Eastern Illinois, Tom Savage de Pittsburgh o A.J. McCarron de Alabama en la tercera ronda --o después-- eso tendría sentido.

Sin embargo, elegir a un mariscal de campo en la primera ronda este año parece ser el paso previo para que alguien, el gerente general o el entrenador en jefe o posiblemente ambos, sea despedido. Cuando uno apuesta y falla con un mariscal franquicia en la primera ronda, eso es lo que sucede generalmente.

No es como si alguno de estos chicos fuera Andrew Luck, Robert Griffin III o Cam Newton. Estos jugadores merecían ser elegidos en la parte alta de su respectivo draft. Para los Indianapolis Colts, Washington Redskins y Carolina Panthers, esas fueron decisiones obvias.

Para los equipos que necesitan un mariscal en este draft --y hay hasta nueve, dependiendo de cómo vean los St. Louis Rams a Sam Bradford-- eso hace que el proceso sea alarmante.

Para mayor contexto, le pregunté a una fuente confiable de la NFL que ha construido su carrera sacando lo mejor de los mariscales de campo, qué es lo que pensaba del grupo de este año.

"Uno puede destrozar a todos ellos", indicó la fuente.

Dijo que Manziel tiene "pies de Brett Favre y se desprende del balón como John Elway, aunque no cuenta con el brazo de ninguno de ellos, y tiene la capacidad para escaparse de Fran Tarkenton, pero hay otras preocupaciones [ajenas al campo]".

Espera que Bortles, quien es un mariscal prototipo de la NFL, se vaya primero. Acerca de Bridgewater, la fuente indicó, "No me gusta tanto como algunas personas".

Señaló que Savage podía "lanzar el balón". Expresó que Carr "puede jugar y lanzar el balón y es atlético para la posición", y "no me sorprendería si se va más alto de lo que la gente cree"

Refirió que le preocupa la manera en la que Garoppolo, quien jugó en una universidad pequeña, reaccionaría a jugar frente al público de la NFL. "Para cualquier novato que juega frente a 80,000 aficionados, es un gran salto", expresó la fuente. "Para él, es un doble salto. Si recordamos a mariscales de escuelas pequeñas, en muchos casos se requieren de tres a cuatro años".

Sobre McCarron, la fuente indicó que es "mejor de lo que la gente piensa".

Todo esto es para señalar que no hay un talento que sobresalga entre ellos, así que, ¿por qué molestarse en la primera ronda? ¿Por qué no esperar, ser paciente, adquirir el mejor valor y después bajar las expectativas?

Hay muchas cosas que deben salir bien para que un mariscal tenga éxito, incluso más allá de su control, que cuando las cosas que se pueden controlar son interrogantes, se reducen las posibilidades de tener éxito en el siguiente nivel.

Hay una razón por la que el 50 por ciento de las selecciones de primera ronda, independientemente de la posición, son fiascos. Es difícil proyectar lo bien que un jugador hará la transición al siguiente nivel.

Teniendo en cuenta quién está disponible en la posición de mariscal de campo, no me molestaría en elegir uno en la primera ronda. Hay demasiado en juego y hay muchas interrogantes sobre cada uno de ellos para hacernos pensar que el riesgo valdrá la recompensa.