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Jelena Dokic prepara su vuelta

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BUENOS AIRES -- De promesa a realidad. De jugadora de elite a luchadora del circuito alternativo de la ITF. De croata a australiana; y también serbia-montenegrina para volver a defender la bandera océanica. De físico privilegiado a un sinfín de lesiones. De sobreprotegida a disputa -y problemas varios- con su padre. De operación a la posibilidad del retiro. Y ahora, tras dos meses de entrenamientos, su retorno a las canchas. Su carrera tuvo idas y vueltas; varias, muchas, más de las pensadas. Pero aún está ahí. Hoy, a meses de cumplir los 31 años, un nuevo desafío para Jelena Dokic.

El sueño que desvela sus noches es su vuelta al circuito. Los días de espera van llegando a su ocaso. Ya ha pasado más de un año y medio de su última aparición, en abril de 2012, en Charleston, donde se vio obligada a dejar la cancha por una lesión en la muñeca derecha. La misma que unos meses después, en noviembre, la llevó al quirófano por dolores insoportables. El diagnóstico: quistes en las articulaciones y una necesidad de reconstrucción del tendón en tres dedos.

Dokic no se derrumbó. Nunca. Jamás. Ni siquiera cuando horas después de pasar por la cirugía sentía la imposibilidad de mover su mano. "Hasta tres meses después todavía no podía incluso escribir", le explicaba al sitio ABC de su país, en octubre. ¿Qué la mantuvo en la pelea? "Creo que lo mismo de siempre. El amor por el juego", no dudaba en señalar la australiana como la principal razón por la cual vio luz al final del túnel.

La adversidad, es cierto, no era un terreno desconocido. Por fin todos esos años de sufrimientos personales y malos momentos, también en lo deportivo, tenían un fruto positivo. Ella sabía cómo levantarse. Si había podido recuperar -en parte- su relación con su padre era capaz de cualquier cosa. Había dejado atrás los papelones de su progenitor en los torneos (tiene prohibido el ingreso por sus reacciones violentas), su propia acusación de abuso físico -luego dijo que sólo la maltrató- y hasta verlo preso durante 15 meses por haber realizado una amenaza al embajador australiano para Serbia teniendo armas ilegales en su poder. Todo eso.

"Evito hablar del pasado, porque me es muy difícil. Todo lo que pasó fue culpa mía. No podía entender algunas cosas. Era una niña de 15 años y se fue a vivir sola. Pensé que era una locura. Si yo hubiera entendido algunas cosas... Pero ¿sabes qué? Yo estaba equivocado, ahora ya no hay vuelta atrás ", apostilla Damir Dokic al diario serbio Kurir, en el que aclaró que se retiró de la vida pública y ahora atraviesa una época tranquila en su granja en Fruska Gora, en una montaña en el norte de Syrmia, zona lindera a Croacia. "El paso para recomponer la situación lo dio ella", aclara desde las tierras de Novak Djokovic. Sí, Jelena fue la encargada de dar vuelta la página.

Ella fue la que se hizo cargo de la historia. Al igual que con cada una de sus lesiones. El duro problema en la muñeca no era el primero. Antes tuvo dolores en la espalda, en los hombros, en el Talón de Aquiles, en los isquiotibiales y hasta una fiebre glandular. "La gente ni se imagina los inconvenientes físicos que tuve este último tiempo", remarca Dokic, quien tocara su punto más alto en la WTA en 2002 al alcanzar el N°4 del mundo. Dueña de seis títulos (cinco de ellos en 2001-02 y el restante en 2011) y de ocho finales (siete en el ciclo 2001-03 y la última, también, en 2011), la australiana sueña con las épocas doradas.

Teniendo en claro que no será sencillo su retorno, Jelena prepara su vuelta para los próximos días -del 9 al 15 de diciembre- en los playoffs australianos que otorgan un wild card para el Abierto de Australia. No será un lugar extraño para ella, dado que ya fue parte del certamen en tres ocasiones y con buenos resultados. Siempre logró su cometido: ingresar al main draw del primer Grand Slam del año. Aunque, es cierto, lo consiguió por distinta vía. En 2006 y 2009, año en el que alcanzó los cuartos de final, ganó la plaza al vencer a sus rivales; mientras que en 2011 cayó en la final, pero de todas maneras le cursaron una invitación por el buen nivel que mantuvo. Ahora su deseo es otro. Va más allá de los triunfos. Su objetivo es sumar minutos de acción y ritmo de partido de cara al 2014. Y ese plan, además, contempla ir como suplente a la Copa Hopman y jugar las clasificaciones de los torneos de Brisbane y Sídney.

Un paso importante para su reinserción en el circuito es su actual buena relación con la federación australiana. Hace unas semanas que se entrena junto a Todd Woodbridge -no es su coach, pero sí colabora con ella- y se encuentra promocionando el deporte por todo el país. Hace unos días estuvo en Perth al frente de una campaña sin ir más lejos. Así, los pasos firmes que habían comenzado con su presencia en la Fed Cup -en 1998, con sólo 15 años- y su cuarto puesto en los Juegos Olímpicos de Sídney en 2000 (cayó ante Monica Seles por la medalla de bronce) taparon los nueve años sin representar a Australia en el torneo por equipos por excelencia y su paso de dos años en la competencia bajo la bandera de Serbia y Montenegro, en 2004 y 2005. Otro borrón y cuenta nueva.

Una vez más, Jelena Dokic busca su lugar en el circuito. De aquel soñado 2002, con presencia en el Masters de fin de año, al pozo en los torneos ITF. De su nueva explosión en 2009, justamente en el Grand Slam australiano, a la vuelta a los certámenes de menor rango. De su retorno a los éxitos en 2011 a las difíciles lesiones. Ahí va de nuevo, a meses de los 31 años. Ya demostró que puede, ¿podrá otra vez?