Una máxima beisbolera reza que las Series Mundiales no se ganan en octubre, sino entre julio y agosto.

Y no le falta razón. Son esos los meses en que los equipos con aspiraciones de llevarse la corona suman piezas que pueden resultar decisivas en la postemporada.

En un cambio de último momento, los Astros de Houston adquirieron al derecho Justin Verlander, de los Tigres de Detroit, para reforzar una rotación abridora que venía cayéndose en pedazos en fechas recientes.

Si bien a sus 34 años Verlander ya no es aquel super pitcher que ganó en el 2011 los premios Cy Young y Jugador Más Valioso de la Liga Americana, sigue siendo un hombre confiable, que ha tomado un segundo aire en su carrera, después de perderse casi todo el 2015.

Verlander (10-8) llega a los Astros en su mejor momento de la temporada, con cinco victorias en sus últimas siete aperturas con los Tigres, con una derrota y otro partido en que salió sin decisión, lo cual le ha permitido mejorar su efectividad de 4.50 a 3.82, además de propinar 50 ponches en 49 episodios.

Sin dudas su llegada a Houston viene a apuntalar a una rotación que ha despertado demasiadas dudas en el último mes.

El zurdo Dallas Keuchel, con una primera mitad impecable (9-0, 1.67), apenas suma dos triunfos con tres derrotas en la segunda parte, con 23 limpias permitidas en 38.2 innings, para una efectividad de 5.28.

Mike Fiers (8-9, 4.55) perdió cuatro de cinco decisiones en agosto, con 27 limpias permitidas en 32.2 episodios.

Joe Musgrove tuvo que ser enviado al bullpen por inefectivo y Lance McCullers (7-3, 3.92) no lanzó en todo el mes de agosto por problemas en la espalda. McCullers podría incorporarse a mediados o finales de la semana próxima, lo cual, junto con la llegada de Verlander, pondría a los Astros nuevamente en condiciones de llegar lejos en la postemporada y quién sabe si hasta la Serie Mundial.

Mejor aún: para el entrante fin de semana está previsto el regreso del puertorriqueño Carlos Correa a la alineación, ya recuperado de la operación en el pulgar izquierdo. Su vuelta al juego le daría mayor impulso a una ofensiva que encabeza todas las Grandes Ligas en carreras producidas (735), promedio colectivo de bateo (.284), porcentaje de embasamiento (.347), slugging (.484), hits (1,315) y dobletes (277), en tanto va segunda en jonrones (204), apenas uno menos que los Orioles de Baltimore. Entretanto, los Tigres siguieron la limpieza de su casa, pues además de Verlander, se deshicieron del jardinero Justin Upton, transferido a Angelinos de Los Ángeles.

Semanas antes habían salido del jardinero J.D. Martínez, el cátcher Alex Ávila y el relevista Alex Wilson, el primero canjeado a los Diamondbacks de Arizona y los dos últimos a los Cachorros de Chicago.

Detroit ha decidido comenzar a reconstruir su equipo, luego de que el proyecto fabricado en torno al venezolano Miguel Cabrera fracasara sin haber podido ganar la Serie Mundial.

Dura tarea la que tiene por delante la gerencia, pues habrá que remodelar la plantilla a pesar del pesado fardo que representa el contrato de Cabrera, a quien le adeudan todavía 184 millones de dólares, cuando el venezolano parece haber entrado en la curva descendente de su carrera.

Pero por lo pronto ya se quitaron de arriba los 88.5 millones que quedan pendiente en el pacto con Upton hasta el 2021 y los 56 millones que cobrará Verlander hasta el 2020.
Si eres un lector atento notarás que el título que encabeza este blog dice "béisbol de playoff". Realmente todavía no es béisbol de postemporada, pero se siente como si lo fuera.

Los partidos del sábado en San Luis, San Francisco, Filadelfia, Seattle, Nueva York y Boston fueron sin duda llenos de tensión y drama. Cuatro de esos seis partidos se decidieron en la octava entrada o más tarde. El otro presentaba un novato haciendo su segunda apertura en su carrera venciendo a Clayton Kershaw. Los Mets aseguraron, y los Marineros fueron eliminados (la sequía más larga de playoffs en las mayores continúa).

Ahora tenemos que hacer todo de nuevo el domingo. Todavía hay esperanza de que sean necesarios criterios de desempate en ambas ligas, incluyendo un triple empate en la Liga Americana. (Tan apretadas como han estado estas carreras durante todo el mes, los dioses del béisbol es mejor que nos recompensen con al menos un partido 163).

De todos modos, la versión corta: Si los Azulejos, Orioles y Gigantes ganan, ellos clasifican, y los juegos de comodín serían Baltimore en Toronto y San Francisco en Nueva York. Aquí está la guía domingo, con todos los juegos comenzando a las 3:05 o 3:10 ET.

Azulejos vs Medias Rojas (en Boston), Aaron Sánchez versus David Price

Kevin Gausman, Aaron Sanchez
USA Today SportsLos lanzadores Kevin Gausman y Aaron Sánchez son los encargados de asegurar el boleto comodín a los playoffs para Orioles y Azulejos.
Lo que está en juego: Los Azulejos tenían una ventaja de 3½-juego en el inicio de la semana, pero ahora se ven obligados a abrir con Sánchez en lugar de salvarlo para el juego de comodín. Ganan y clasifican, además recibirán el juego de comodín no importa lo que hagan los Orioles; pierden y todavía están en la postemporada; si pierden y los Tigres ganan van a tener que esperar y ver lo que hacen los Tigres el lunes. Sánchez tiene una efectividad de 5.19 en tres aperturas contra los Medias Rojas, quienes han hecho un buen trabajo siendo pacientes contra él, consiguiendo 10 boletos en 17S entradas. Price, que lanzó para Toronto en la postemporada del año pasado, tiene una efectividad de 2.66 en tres aperturas contra los Azulejos.

Los Medias Rojas siguen jugando por la siembra No. 2 y la ventaja de jugar en casa contra los Indios. Están a medio juego detrás, pero si ganan y pierden los Indios, van a jugar en casa no importa lo que hagan los Indios el lunes en un potencial juego de maquillaje. Si los Medias Rojas pierden necesitarían que los Indios pierdan el domingo y el lunes para conseguir la sede en el Juego 1 de la Serie Divisional.

Orioles vs. Yankees (Nueva York), Kevin Gausman versus Luis Cessa

Lo que está en juego: Mire encima. Ganan y ellos están dentro. Pierden y muchas cosas pueden suceder. Quizás Buck Showalter usará a Zach Britton en este juego. Incluso si está empatado en la octava entrada. Gausman ha sido uno de los pitchers más encendidos en la liga pero ha permitido cuatro cuadrangulares en sus dos últimas aperturas.

Tigres vs. Bravos (en Atlanta), Justin Verlander versus Julio Teherán

Lo que está en juego: Los Tigres necesitan ganar y obtener algo de ayuda ya sea con una derrota de Azulejos o de los Orioles. Si eso pasa, ellos entonces jugarían el partido pendiente del lunes contra los Indios, necesitando una victoria para forzar un juego de desempate. Tienen al tipo indicado apostando a Verlander, quien ha permitido dos o menos carreras en siete de sus últimas ocho aperturas (y permitió tres en el otro partido). Los Bravos pueden estar en la última posición, pero este no será un partido fácil: ellos lideran las mayores en OPS en septiembre y son terceros en carreras anotadas, y tendrán en la loma a su mejor abridor, el colombiano Julio Teherán.

Dodgers vs. Gigantes (en San Francisco), Kenta Maeda versus Matt Moore

Lo que está en juego: Con una victoria los Gigantes pueden reservar su boleto para volar a Nueva York donde Madison Bumgarner enfrentaría a Noah Syndergaard en el que sería el mejor partido, por mucho, entre comodines. Si ellos pierden y los Cardenales ganan el juego de desempate sería el lunes en San Luis y probablemente se enfrentarían Jeff Samardzija contra Mike Leake. Los Gigantes abrieron con Ty Blach el domingo porque los Dodgers tienen el peor OPS en las mayores contra zurdos y usarán otro zurdo con Moore, aunque él permitió siete hits y seis carreras en un inning contra los Dodgers hace dos aperturas.

Piratas vs. Cardenales (en San Luis), Ryan Vogelsong versus Adam Wainwright

Lo que está en juego: Los Cardenales tienen que ganar y los Gigantes perder para forzar un juego 163. El último choque de desempate se desarrolló en 2013 en la Liga Americana, cuando Price tiró un juego completo para los Rays sobre los Rangers. Wainwright ha ido a menos con 13 carreras y seis jonrones permitidos en 16T entradas en sus últimas tres aperturas.

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Justin Verlander y Félix Hernández son ganadores del Cy Young, pero nunca han chocado entre ellos luego de ganar sus premios Cy Young. Aunque ambos han estado en la Liga Americana desde 2006, el choque del miércoles en la noche entre los Tigres de Detroit y los Marineros de Seattle será apenas su cuarto entre ellos y el primero desde abril de 2009-antes de que alguno de ellos ganara el premio.

Justin Verlander
Harry How/Getty Images
Ellos se encuentran de nuevo en puntos interesantes en sus carreras. La carrera de Verlander aparenta estar en una encrucijada luego de su mediocre campaña en el 2014 y su mal arranque en el 2015, ya que su alguna vez intimidante recta ya no lo es tanto. Pero terminó con fuerza en el 2015 y ha seguido de igual forma en esta temporada. No, ya no lanza a 100 mph, pero los resultados se asemejan al Verlander del 2011. Está segundo entre los abridores de la LA con promedio de los rivales de .214 y está quinto en tasa de ponches. El resurgir de los Tigres desde finales de junio ha sido gracias a Verlander, quien tiene marca de 5-0 y efectividad de 1.85 en sus últimas siete aperturas.

La velocidad de Hernández también ha bajado en años recientes y el promedio de su recta esta temporada anda por las 90.2 mph. Eso ha llevado a dos problemas: (1) Está lanzando menos rectas. Cuando ganó el Cy Young en 2010, lanzó la recta en el 63 por ciento del tiempo, pero este año esa tasa ha sido del 46 por ciento, y cuando la lanza no tiene mucho control de ella, lo que lo ha llevado a la peor tasa de boletos de su carrera; (2) su cambio, que luce más como una recta de dedos separados ya que la lanza en las altas 80 mph, se ha convertido en menos dominante, ya que tiene una tasa de ponches del 30 por ciento en comparación con el 52 por ciento en el 2010. Sigue siendo una buena arma - los bateadores le conectan para .187 - pero ya no es el arma dominante e imbateable que alguna vez fue.

Aun así, se las ha arreglado para tener efectividad de 3.55 (se perdió casi dos meses por lesión de la pantorrilla), y si los Marineros tienen alguna oportunidad de competir por uno de los comodines, ellos necesitan que el Rey Félix esté en su mejor forma.

He aquí una pregunta: ¿Pertenencen Verlander y Hernández al Salón de la Fama? Sus records de por vida:

Verlander: 169-103, 3.52 ERA, 50.8 fWAR

Hernandez: 149-105, 3.13 ERA, 50.4 fWAR

Felix Hernandez
Jonathan Daniel/Getty Images
Hay dos maneras de mirar sus oportunidades para el Salón de la Fama. Según los duros estándares de la BBWAA, ambos se encuentran cortos en la actualidad. Mike Mussina ni siquiera llegó al 30 por ciento del voto y tiene 270 victorias y 82.2 fWAR en su carrera. Curt Schilling apenas superó en apoyo a Mussina y tiene 216 victorias, 79.8 fWAR y el reconocimiento como uno de los mejores lanzadores en la historia de la postemporada. Por alguna razón, la BBWAA ha trazado una dura línea para elegir a lanzadores abridores. El grupo cedió en el estándar de las 300 victorias para Pedro Martínez y John Smoltz, aunque Pedro tuvo el valor pico más alto en la historia para un lanzador, y Smoltz pareció recibir crédito extra por sus años como relevista, así que no estoy seguro de que sus casos sean demasiado ilustrativos.

La otra manera de mirar las carreras de Verlander y Hernández es que ellos son claramente dos de los mejores lanzadores de su generación. Daniel Marks escribió recientemente un artículo en el portal Bill James Online titulado, "¿Estamos frente a algún Lanzador del Salón de la Fama?"

Marks hace un examen de la historia y analiza cuántos lanzadores del Salón de la Fama estuvieron activos en un año cualquiera. Las dos mejores temporadas en ese aspecto fueron 1925 y 1966, y en ambos estuvieron activos 15 futuros miembros de Cooperstown. La menor cantidad - hasta el 2009 -- fue 1944, con apenas dos inmortales. Por supuesto, ese es el resultado de tener varios lanzadores como Bob Feller, Warren Spahn y otros en el ejército sirviendo en la Segunda Guerra Mundial. En 2008, Greg Maddux, Tom Glavine y Smoltz terminaron sus carreras (al igual que Mussina); en 2009, Pedro y Randy Johnson lanzaron su última temporada.

Así que ¿quiénes son los futuros lanzadores del Salón de la Fama desde 2010?

Clayton Kershaw es la respuesta fácil, a pesar que solo tiene 125 victorias en su carrera (pero ya tiene un 52.5 fWAR). Técnicamente, todavía no es elegible, ya que solo ha jugado nueve temporadas (necesitas estar activo en 10 temporadas para ser considerado para la boleta). Asumamos que supera su actual lesión y que tiene muchas más temporadas grandiosas en su futuro. Pero necesitamos más de un lanzador del Salón de la Fama de esta generación.

Por eso es que pienso que los votantes eventualmente aprenderán a ajustar sus estándares. El criterio de selección "automática" por las 300 victorias necesita ser descartado. Y no debes tener que llegar a las alturas de un Pedro o un Kershaw para poder entrar. Quizás Verlander y Hernández no han llegado ahí, pero estarían cerca con algunas temporadas adicionales sólidas. Es poco probable que alcancen las 300 victorias, quizás ni siquiera lleguen a las 250. Es duro ganar tantos juegos en esta era con temporadas de 32 aperturas y relevistas dominantes que limitan las entradas y las decisiones. Sin embargo, ellos son dos de los mejores lanzadores que hayamos visto.

Disfruten el juego del miércoles. Es un choque que no se da a menudo.

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Tigres con razones para el optimismo en el 2016

FECHA
09/01
2016
por Buster Olney, Escritor Senior de ESPN.com
Miguel Cabrera
Mark Cunningham/MLB Photos via Getty ImagesPor primera vez en tres años, Miguel Cabrera ha estado saludable toda la temporada baja.
El primera base de los Tigres de Detroit Miguel Cabrera se topó con el actor/ex luchador The Rock y lucía bastante emocionado por ello, si nos dejamos llevar por su mensaje en Instagram. Pero quizás lo mejor sobre dicha foto es que el futuro miembro del Salón de la Fama - hablamos de Cabrera - aparece en la misma con su ropa de entrenamiento.

Ya fuese que iba camino a un gimnasio o que estaba en el gimnasio o que salía de uno, esa ha sido la rutina de Cabrera en este invierno, la primera temporada baja en la que ha podido hacer sus ejercicios de acondicionamiento físico rutinarios por primera vez en tres años. Cabrera fue sometido a una cirugía en su área abdominal luego de la temporada 2013, y luego de la temporada 2014, fue sometido a una cirugía en el tobillo, un procedimiento que resultó mucho más complicado que lo anticipado, y luego de una larga temporada baja de rehabilitación, los Tigres no estaban realmente seguros de cuán listo estaba Cabrera para el pasado mes de abril.

Pero por ahora -- "Hay que tocar madera, porque uno nunca sabe lo que puede pasar", dijo el gerente de los Tigres Al Avila -- Cabrera parece estar saludable, igual que cualquiera de los otros jugadores importantes de Detroit que han tenido que lidiar con lesiones en el pasado.

"Esa es parte de la razón por la que tenemos tantas esperanzas en estos momentos", dijo Avila.

Detroit terminó último en la División Central de la LA la pasada temporada, con record de 74-88, y se ha enfocado en mejorar su cuerpo de lanzadores en este invierno, al añadir a Jordan Zimmermann a la rotación y a Francisco Rodríguez al bullpen para ser su cerrador.

Pero la salud de los jugadores centrales del equipo podría ser más importante que los brazos que han añadido. Aunque se vio limitado el año pasado - apenas jugó en 119 juegos, la menor cantidad de una temporada completa desde que fue ascendido a Grandes Ligas en el 2003 -- Cabrera se las arregló para ganar el título de bateo de la Liga Americana, con promedio de .338. Pero luego de un invierno de aurdio trabajo de rehabilitación, no tuvo el poder acostumbrado, al conectar apenas 18 jonrones y 28 extrabases.

Ahora Cabrera está trabajando sin limitaciones, dijo Avila, bateando en una jaula diariamente con J.D. Martínez -- y como muestra la foto con The Rock, Cabrera se ha mantenido relativamente esbelto, comparado con lo pesado que se veía en 2008 o 2009.

Justin Verlander Tigers
Duane Burleson/Getty ImagesJustin Verlander tuvo efectividad de 2.27 en las últimas 14 salidas de la temporada 2015.
Justin Verlander no tuvo mucha salud durante gran parte de la pasada temporada luego de lastimarse el hombro en los entrenamientos primaverales, y no fue hasta las últimas nueve semanas de la temporada regular que Verlander pudo lanzar de forma efectiva, de acuerdo a sus propios estándares, que ya son bastante altos.

Victor Martínez fue sometido a una cirugía de rodilla en el invierno pasado y cojeó desde el inicio de la temporada 2015, y debido a los problemas de ser bateador ambidiestro desde el lado izquierdo del plato, eventualmente Martínez fue enviado a la lista de lesionados. Chris Walter es el coordinador de fuerza y acondicionamiento de los Tigres, y ha visitado personalmente a cada uno de los jugadores que se están recuperando de lesiones, y recientemente le reportó a Avila que Martínez ya no tiene dolor en la rodilla y que está haciendo todo lo que normalmente haría en esta etapa de la temporada baja.

Aníbal Sánchez perdió velocidad la pasada temporada, y fue inactivado luego de lastimarse un músculo pectoral, pero ahora él ya está lanzando, igual que otros serpentineros, en preparación para los entrenamientos primaverales. Él, Verlander, Zimmermann y Mike Pelfrey conformarán cuatro quintas partes de la rotación, y el puesto restante de abridor probablemente recaiga en manos de un lanzador que los Tigres adquirieron en el pasado verano: Daniel Norris o Matt Boyd, que llegaron al equipo como parte del cambio de David Price a los Azulejos, o Michael Fulmer, el que Detroit obtuvo un día después de los Mets a cambio por Yoenis Céspedes. Fulmer es visto como el mejor de los prospectos de los Tigres.

El dueño de los Tigres Mike Ilitch es conocido por sus movidas sorpresivas y agresivas en la agencia libre, como ocurrió con Magglio Ordóñez y Víctor Martínez, pero podría ser que Detroit ya haya terminado con la mayor parte de sus movimientos en el invierno. Cameron Maybin está pautado para jugar en el jardín central con Anthony Gose en el izquierdo, y quizás los Tigres busquen alto de profundidad complementaria de segundo nivel en los jardines, como el agente libre Ryan Raburn, quien tuvo un OPS de 1.004 ante lanzadores zurdos la pasada temporada.

Pero no hay adición que los Tigres puedan hacer que sea más importante para ellos que la salud de Cabrera, Verlander, Martínez y Sánchez, mientras Detroit intenta volver a la cima de su división.

Pero un Tigre ha tenido que lidiar con una enfermedad: Bruce Rondón, el talentoso relevista joven que fue enviado a su casa al final de la pasada temporada debido a la frustración del equipo con su esfuerzo, recientemente estuvo postrado en cama por un caso de chikungunya, un virus que se contrae por una picada de mosquito. Pero Avila indicó que espera que Rondón se pueda recuperar por completo, y que pueda viajar a los EEUU para retomar su preparación para los entrenamientos primaverales.

En cuanto a Cabrera, va a cumplir 33 años en abril, y en este año podría sobrepasar el total de jonrones de por vida de Mike Piazza (Cabrera tiene 408 vuelacercas, 19 menos que Piazza); alcanzar los 2,500 hits (tiene 2,331); quizás llegar a los 1,000 extrabases (tiene 916); y sobrepasar las 1,500 impulsadas (tiene 1,445) y 1,300 anotadas (tiene 1,229).

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LAKELAND, Fla. -- Uno es el lanzador que es el caballo de batalla de su generación, y el otro es un científico que ha pasado toda su vida profesional intentando entender mejor la razón de porqué los lanzadores se lastiman.

Por un lado, tenemos a Justin Verlander, quien tiene una teoría que compartió esta semana, que muchos lanzadores se están lastimando en las Grandes Ligas porque son "mimados" en las ligas menores.

Justin Verlander Tigres
Rob Carr/Getty ImagesEl derecho de los Tigres Justin Verlander ha promediado 33 aperturas y 223 entradas por temporada desde el 2007.
Por el otro lado, tenemos a Dr. Glenn Fleisig, quien con todo respeto argumenta en el otro extremo: que ningún lanzador está destinado a terminar en una sala de operaciones algún día.

No hay una verdad absoluta en este debate. Ni tampoco una mentira absoluta. Lo que más importa es que seis lanzadores de Grandes Ligas en esta primavera están a punto de ser sometidos a la cirugía Tommy John o ya fueron sometidos a ella - y el béisbol está lleno de gente con teorías sobre por qué.

Uno de ellos es Verlander. Estuvo ocupado disectando su más reciente salida primaveral para los Tigres de Detroit el otro día cuando el tema de conversación se movió hacia el desfile de lanzadores que ya han sido inactivados en esta primavera. Es una tendencia que lo sorprende - a él y a todos los demás.

"Sí, algo loco", dijo, pero no se detuvo ahí.

"Saben, tengo mis teorías sobre esto", prosiguió. "Yo pienso que el béisbol mima a estos muchachos tanto que se retrasa lo inevitable. Pienso que la razón por la que vemos tantos jugadores de grandes ligas lastimándose a temprana edad es porque se habrían lastimado antes. Pero ahora los equipos limitan tanto los conteos de pitcheos, incluso a nivel de Grandes Ligas, que ahora un chico en su segundo o tercer año se lastima, cuando pudo haber ocurrido en liga menor.

"Antes", continuó diciendo, "cuando no se enfatizaba tanto en conteos de pitcheos, pienso que ellos habrían sido descartados. Entonces, habrían sido sometidos a cirugía [en las menores]. Y entonces, habrían vuelto, y entonces, habrían llegado a Grandes Ligas".

Obviamente, Verlander no ha sido uno de esos chicos. Ciertamente nunca ha sido "mimado". Nunca ha pasado ni un solo día en la lista de lesionados de Grandes Ligas. Y desde el 2007, se ubica en el puesto No. 1 en todo el béisbol en partidos abiertos, lanzamientos hechos y pitcheos por apertura. De hecho, solo un lanzador en todo el deporte (James Shields) se encuentra a 2,000 pitcheos de él en ese periodo.

"Pienso que hice más lanzamientos en una etapa temprana de mi carrera que lo que muchos jóvenes hacen ahora", dijo Verlander. "Esa es la manera en que ha cambiado el juego. Yo estuve justo en medio de esa transición [en ese punto], y tuvimos un manager de la vieja escuela en Jim Leyland, quien me dejaba salir allá afuera a lanzar, y me siento agradecido de ello. Logré probarme a mí mismo y a todos de que podía manejar una gran carga de trabajo".

Desde el 2007, él es uno de apenas tres lanzadores que han trabajado más de 200 entradas cada temporada. (Los otros son Shields y Mark Buehrle). Y en el proceso, dijo Verlander, esencialmente ha logrado demostrarse a sí mismo que es posible mantenerse saludable a pesar de tener esa monstruosa carga de trabajo.

"En este deporte, uno hace lo que está capacitado para hacer", dijo. "Si entrenas tu cuerpo para ir allá afuera a lanzar 200 entradas, probablemente lo vas a hacer. Luego de mi año de novato, al año siguiente lancé 200 entradas, y no he mirado hacia atrás desde ese entonces. Si tengo que hacerlo, salgo allá afuera a lanzar. Y lo logras".

Pero cuando se le preguntó si existe una moraleja, para los otros equipos y los otros lanzadores, en su historia y como fue llevado, Verlander dio un paso atrás y reconoció que hubo otros factores involucrados.

"Solo pienso que depende de cómo los equipos quieren manejarlo", dijo. "No creo que mi opinión sea necesariamente la correcta. Esa es solo mi opinión, pero pienso que con la cantidad de dinero que se mueve en este negocio ahora mismo, una organización no se puede correr el riesgo de dejar que un chico salga allá afuera sin alguna guía. Y si algo sucede, si un chico deja de lanzar en una temporada luego de trabajar en más o menos 190 entradas, la organización va a recibir muchas críticas por ello. Y no puedes darte el lujo de permitir esto".

Pero eso no es todo lo que las organizaciones no pueden darse el lujo de hacer, dijo Fleisig, director de desarrollo del Instituto Estadounidense de Medicina Deportiva Dr. James Andrews. Lo que realmente no pueden darse el lujo de permitirse es hacer cosas como las hacían antes, antes de que la ciencia de la biomecánica llegara a enseñarles que hay una mejor manera de hacer las cosas.

"Primero que todo", dijo Fleisig, "le tengo mucho respeto a Justin Verlander. Usted y yo no somos Justin Verlander. Nunca hemos lanzado 200 entradas en las Grandes Ligas, o siquiera una sola entrada. Así que él tiene una perspectiva diferente a la que tenemos nosotros. Pero además yo tengo una perspectiva diferente. Yo tengo la ciencia".

En los círculos de la medicina deportiva muchos reconocen que nadie ha pasado más tiempo al estudio de la cirugía Tommy John y sus causas que Fleisig. Así que él entiende que la combinación de habilidades que tiene Verlander - su velocidad, su habilidad de lanzar duro en la parte final de los partidos - es casi única para él. Es algo raro. Es verdadera para él. Pero no es verdadera para todo el mundo".

Y la investigación de Fleisig le dice que no es el "mimar demasiado" lo que está llevando a todas estas cirugías Tommy John. La mayor causa son los lanzadores que están llegando al punto de fatiga pero que siguen lanzando hasta que se lastiman.

"Estoy de acuerdo que si un lanzador tiene una mecánica pobre y lanza mucho, sus posibilidades de lastimarse van a ser mayores que un chico con buena mecánica", dijo Fleisig. "Pero no estoy de acuerdo en que si ese es el caso, se debería simplemente dejarlo lanzar y ver qué sucede.

"Con la biomécanica, ahora podemos identificar quien tiene una mala mecánica, y hay muchas organizaciones progresivas que están modificando la mecánica de los chicos en liga menor luego de ser seleccionados en el sorteo y mientras se desarrollan".

Lo que esas organizaciones están haciendo es intentando arreglar la mala mecánica de esos chicos antes de que eso lleve a problemas más serios. Y están adaptando los conteos de lanzamientos y los límites de entradas en forma individual, dependiendo de cómo respondan los lanzadores.

Es un gran paso en la dirección correcta, pero aun así los lanzadores se siguen lastimando - a un ritmo que sigue desafiando la comprensión.

"Comparto las frustraciones de todo el mundo con el número de lesiones que están ocurriendo", dijo Fleisig. "Eso me molesta. Hemos hecho muchos progresos en la parte científica, pero queda mucho por hacer. Esto lleva a más lanzadores a tirar con más velocidad, pero también lleva a que más lanzadores sean empujados más allá del límite de sus cuerpos".

Así que Fleisig, junto con un sinnúmero de otras personas astutas y curiosas tanto en el béisbol como en la medicina deportiva, siguen en búsqueda de respuestas. Es una búsqueda que bien vale la pena, pero hay días, a medida que la lista de los sometidos a la cirugía Tommy John sigue aumentando cada vez más, en los que todo el mundo desearía que se puedan encontrar más lanzadores como Justin Verlander.

"Respeto totalmente su perspectiva", dijo Fleisig sobre Verlander. "Él sabe lo que siente su cuerpo. Pero él es único. Básicamente, es un tamaño de muestra de uno".

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Justin Verlander Tigres DetroitAP Photo/Chris O'MearaVerlander insiste que sus problemas eran mecánicos, no físico. Y parece que tenía razón.
El tema era Justin Verlander, y los dos bateadores veteranos que lo habían enfrentado este año hablaron en su caseta del ganador del Cy Young con gran respeto, pero también con honestidad profesional.

"Él ya no es el mismo", dijo uno de los jugadores.

El otro concordó: "Ni siquiera cerca".

Ellos hablaron de cómo la recta de Verlander en 2013 era menor a lo que usualmente solía ser, y cómo esto cambió todo en el reto de batearle. Porque él no lanzaba tan duro como en el pasado, él se apoyaba más en sus lanzamientos de poca velocidad. "Ahora tiene que engañarte", dijo uno de los bateadores. "Nunca tenía que hacer eso antes".

El diagnóstico inicial de estos dos jugadores en particular acerca de Verlander fue compartido por muchos de los evaluadores: todas esas entradas trabajadas, todos esos partidos donde realizó más de 120 lanzamientos, como el mejor pitcher del juego, finalmente lo habían alcanzado.

Bueno... ni tanto.

Verlander había dijo todo el verano que él sentía que debía hacer ajustes mecánicos, pequeños giros para que su envío tuviera de nuevo eficiencia máxima, y aparentemente los hizo, porque al final de lo que ha sido un año menos dominante, estuvo excepcional, de nuevo.

Él controló por completo a Oakland en el quinto juego de la Serie Divisional de la Liga Americana la noche del jueves, lanzando duro; el primero de dos imparables que permitió ocurrió en la séptima entrada.

Dado su nivel de confianza usual, yo creo que él comenzó a pensar acerca de un posible juego perfecto alrededor de la quinta entrada. O quizá antes.

"Sí, pensamos en la posibilidad de un sin hit", le dijo a la prensa después del partido. "Pero me quité esos pensamientos rápido. Pienso que ustedes ven a lanzadores con juegos sin hit en el último tercio del partido, permiten un imparable y todo se desmorona, te vuelves errático, eso se ve todo el tiempo.

"Siendo ese el caso, me hubiera gustado lanzar un juego sin hit, y lo tenía presente, pero no puedes dejar que eso ocurra en este caso. El juego es muy grande. Hay muchas cosas que pasan, que no puedes permitir que un hit sobre el final del partido cambie tu enfoque. Me bajé de la lomita y me dije a mí mismo que recuperara la concentración y ejecutara. Esas fueron las palabras del día para mí en la cabeza, 'relajarme' y 'ejecutar'".

Dijo Bob Melvin, mánager de Oakland: "No conseguíamos buenos swings frente a él. Pensé que conforme obscureció, logramos tener mejores swings, pero él seguía lanzando rectas. No he revisado el video para ver si él se mantuvo en las esquinas toda la noche. Sorprendente el hecho de cuántas rectas nos lanzó y abanicamos, porque usualmente somos un equipo que batea bien las rectas".

En las últimas cuatro aperturas de Verlander, él ha permitido cero carreras, 15 hits y ha concedido seis pasaportes en 27 innings, con 43 ponches. En la serie ante Oakland, los cuatro pitchers abridores de Detroit -- Verlander, Max Scherzer (quien entró de relevo en el Juego 4), Aníbal Sánchez y Doug Fister -- lanzaron 34 entradas y un tercio de 44 innings posibles, y poncharon a 41 bateadores.

David Ortiz Medias Rojas
Greg Fiume/Getty ImagesLa tropa de John Farrell le ha causado más problemas a los abridores de Detroit que a ningún otro equipo.
Pero eso fue contra Oakland, un equipo que es relativamente joven y agresivo, como Josh Donaldson, quien parecía determinado a hacer el swing independientemente de qué lanzamiento efectuara Verlander, o hacia dónde lo hiciera. Ese reto cambia ante Boston, porque los Medias Rojas tienen un hábito de sacar a los pitchers abridores de los juegos, incluso al cuarteto de élite de Detroit.

Verlander promedió 6 entradas y un tercio en sus 33 aperturas contra otros equipos; ante Boston, su única salida duró 5 entradas y 112 lanzamientos.

En una temporada que probablemente le dará a Scherzer un Premio Cy Young, él tuvo dos aperturas contra los Medias Rojas, trabajando siete entradas en cada una; ganó uno, perdió el otro. Fister promedió 6 entradas y un tercio en 32 aperturas, y trabajó 10 innings y un tercio en dos salidas ante Boston, siendo maltratado a inicios del verano y luego colgando el cero por espacio de siete episodios a principios de septiembre. Sánchez no enfrentó a Boston este año.

El staff de los Tigres recuerda al de los Bravos de Atlanta en los años 90, que tenía profundidad, muchas estrellas, pero un bullpen muy delgado. Los Rays sacaron a un zurdo tras otro del bullpen en la Serie Divisional de la Liga Americana ante Boston, una oleada humana de zurdos. Detroit tiene dos zurdos -- Drew Smyly, y José Álvarez, quien tiene nueve apariciones como relevista en las Mayores.

Durante el transcurso de la temporada regular, los bateadores de los Medias Rojas vieron 1,300 lanzamientos más que cualquier otro equipo, y esa habilidad particular nunca será más importante de lo que debe ser en esta serie, contra esta rotación, contra el revitalizado Justin Verlander.

Que es el mismo hombre.

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Del Departamento de Estadísticas e Información de ESPN, más acerca de Verlander:

• Verlander generó 24 swings abanicados, que igualó su máxima cifra de cualquier apertura en las últimas cinco temporadas. Él obtuvo 18 swings abanicados con su recta, la mayor cantidad de cualquier inicio en las últimas cinco campañas. Eso lo empata en el primer sitio de más swings abanicados ante una recta en un inicio de postemporada durante ese periodo, igualando los 18 de Tim Lincecum de los Gigantes de San Francisco contra los Bravos de Atlanta en 2010.

• Verlander también dijo luego del partido "es la primera ocasión después de un buen periodo que mi cambio ha estado bien". Tenía razón. Verlander maniató a los bateadores zurdos de Oakland, que se fueron de 20-1 el jueves, algo que fue ayudado por lanzar 12 de 17 cambios para strikes contra ellos.

Fue el promedio más alto de cambios que resultan en strikes contra bateadores zurdos en casi dos meses (el último promedio que había sido igual de bueno fue el 11 de agosto contra los Yankees --81.3%).

• Verlander tiene récord de 4-0 con efectividad de 1.24 y promedio de bateo del rival de .156 ante Oakland en postemporada. Contra todos los demás, tiene foja de 3-4 con 5.14 de efectividad.

• También tiene la racha más extensa de innings sin permitir carrera para un pitcher contra un equipo en la historia de la postemporada de Grandes Ligas:

2012-13 Justin Verlander: 30 IP vs. los Atléticos
1905-11 Christy Mathewson: 28 vs. los Atléticos
1957 Lew Burdette: 24 vs. los Yankees
1991-92 Steve Avery: 22 .1 vs. los Piratas
1930 George Earnshaw: 22 vs. los Cardenales

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