La pausa por el Juego de las Estrellas, que marca el paso de la primera a la segunda parte de la temporada, es también momento de pasar balance de lo ocurrido en los primeros tres meses y fracción del calendario.

El énfasis se hace en aquellos que han sobresalido y desde ya son candidatos a los diferentes premios que se entregarán después de la Serie Mundial.

Pero también ha habido jugadores cuyas actuaciones han decepcionado y muchos de ellos han perdido su categoría de estrellas, para pasar a ser estrellados.

Estos son, posición por posición, los peloteros menos destacados de la primera parte del 2019.

Receptor: Yadier Molina

AP Photo/Jeff Roberson
Los años comienzan a hacer mella en el mejor cátcher de la última década.

Aunque Molina sigue siendo una garantía detrás del plato para los St. Louis Cardinals, ofensivamente ya no despierta mucho temor en la caja de bateo.

En 71 juegos batea para .261, con un promedio de embasamiento de .286 y un slugging de .368.

Apenas acumula cuatro jonrones, muy pocos para quien ha promediado 19 bambinazos en las dos últimas campañas, con sólo 36 carreras impulsadas.

1B: Jesús Aguilar

El venezolano de los Milwaukee Brewers, autor de 35 vuelacercas y 108 empujadas e invitado al Juego de las Estrellas del 2018, ha sido punto menos que inexistente en el 2019.

En 79 partidos tiene línea ofensiva de .225-.327-.481, con ocho cuadrangulares y 32 fletadas al plato.

La buena noticia para Milwaukee es el cierre que tuvo antes del descanso del Juego de las Estrellas: en sus últimos tres encuentros bateó tres de sus ocho jonrones e impulsó seis carreras.

2B: Robinson Canó

Dada la manera en que el segunda base dominicano empezó su aventura con los New York Mets (jonrón en su primer turno), parecía que tendría un renacer en la ciudad donde comenzó su carrera.

Pero desde entonces, ha añadido solamente tres cuadrangulares más y tiene 18 remolques, con average de .240, OBP de .287 y slugging de .490.

Lo peor es que el equipo aceptó tragarse gran parte de los 120 millones pendientes de su contrato de 240 que firmó con los Seattle Mariners en el 2014, con tal de obtener en el canje al relevista puertorriqueño Edwin Díaz, salvador de 57 juegos en el 2018. Pero de este hablaremos más adelante.

3B: José Ramírez

Sue Ogrocki/AP
El antesalista de los Cleveland Indians ha quedado tercero en la votación por el Jugador Más Valioso de la Liga Americana en el 2017 y 2018, pero tal parece que quitaron a uno y pusieron a una copia mala.

Ramírez dejó una línea ofensiva de .218-.308-.344, con siete batazos de vuelta completa y 35 empujadas.

Se suponía que sería el tercera base titular del equipo del joven circuito en el Juego de las Estrellas disputado este martes en su casa, pero tuvo que conformarse con verlo por TV.

SS: Brandon Crawford

El campocorto de los San Francisco Giants parece haber envejecido repentinamente, como la mayoría de sus compañeros de la generación campeona de 2010, 2012 y 2014.

Tan cerca como el 2018, Crawford estuvo en su segundo Juego de Estrellas, mientras que en 2017, 2016 y 2015 ganó Guantes de Oro consecutivos, más un Bate de Plata.

Hoy es un recuerdo del estelar que fue, con .223-.290-.344, cinco bambinazos y 28 impulsadas.

A la defensa, acumula diez errores, la cuarta mayor cifra en todas las Mayores.

Jardinero izquierdo: Giancarlo Stanton

Jim McIsaac/Getty Images
Desde que el año pasado se enfundó el traje a rayas de los New York Yankees, Stanton no ha sido el mismo bateador temible, el mayor rompecercas de las Grandes Ligas, el que dejaba a todo el mundo con la boca abierta con batazos kilométricos.

Ahora ni siquiera ha aparecido, con apenas nueve juegos y 13 ponches en 31 turnos, con un solo jonrón.

Su ausencia, sin embargo, no se ha hecho notar, gracias al trabajo de sus compañeros menos encumbrados que contra todo pronóstico llevaron a los Yankees al tope de la Liga Americana, pero es innegable que Stanton ha perdido el estatus de estrella y ha pasado a ser uno más dentro del roster.

Jardinero central: Odúbel Herrera

El patrullero de los Philadelphia Phillies pareció en un momento ser la figura en torno a la cual se reconstruiría el equipo.

Pero esa aureola se desvaneció, a pesar de que este año no tendría esa presión de liderazgo, por la llegada de Bryce Harper y la maduración de Rhys Hoskins.

Average de .222, OBP de .228, slugging de .341, con un jonrón y 16 impulsadas fueron algunos de los números que dejó Herrera antes de ser suspendido por el resto de la temporada debido a un incidente de violencia doméstica, como si no bastara su pobre rendimiento.

Jardinero derecho: Carlos González

Mientras estuvo en la altura de Denver, el venezolano Carlos Gonzalez fue una estrella rutilante, a pesar de que en sus últimos años con los Colorado Rockies tuvo que batallar contra varias lesiones.

Pero arrancó el 2019 con los Indios, que lo dejaron en libertad tras 30 partidos y recaló con los Chicago Cubs, donde le ha ido incluso peor.

Entre Cleveland y Chicago batea para .200, con OBP de .306 y slugging de .300. Solamente ha despachado tres pelotas fuera del parque y suma diez fletadas al plato.

Próximo a cumplir 33 años, su carrera parece al borde del precipicio.

Bateador designado: Kendrys Morales

El cubano tuvo una buena carrera, a pesar de tantos accidentes y obstáculos, pero parece que ese tanque se quedó sin gasolina.

Desde que arrancaron los entrenamientos primaverales, Morales ha pasado por tres equipos, los Toronto Blue Jays, que lo cambiaron a los Oakland Athletics el día antes de comenzar la temporada, los que a su vez lo dejaron libre, para tener una breve e infructuosa estadía en los Yankees, que también lo despidieron.

En total, entre Oakland y Nueva York, el habanero dejó una línea ofensiva paupérrima de .194 de average, OBP de .320 y slugging de .242, con dos vuelacercas y 12 impulsadas.

Pitcher abridor: Chris Sale

Chris Sale
AP Photo/Winslow Townson
El zurdo de los Boston Red Sox ha expresado públicamente su decepción y frustración consigo mismo. En 18 aperturas tiene récord de 3-8 y efectividad de 4.04, aunque sigue teniendo la misma capacidad ponchadora de siempre y lleva 153 abanicados en 107 episodios.

Pero el descontrol ha sido uno de sus principales enemigos. Mientras que en el 2018 completo regaló 34 pasaportes en 27 salidas, ya este va por 26, con proyección para terminar con 47, que sería la segunda mayor cantidad de su carrera (51 en el 2012).

Además, ha recibido 16 bambinazos, después de aceptar solamente 11 en todo el año pasado.

Relevista: Edwin Díaz

Ya lo habíamos mencionado antes. Por conseguir los servicios de quien recató 57 partidos en el 2018, los Mets aceptaron recibir a Robinson Canó, con su pesada carga económica, o al menos, gran parte de ella.

Pero Díaz no ha sido ni la sombra del cerrador dominante del año pasado con los Marineros.

Tiene 19 salvamentos en 23 oportunidades y ha desperdiciado la misma cantidad de ocasiones del 2018.

El problema es que su efectividad anda por 5.50, su WHIP se duplicó prácticamente, de 0.79 el año pasado a 1.56 en lo que va de 2019 y los rivales le conectan para average de 2.83.

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Cada año, antes de que abran los campos de entrenamientos primaverales, escogemos diez peloteros que por diferentes razones, serían interesantes de seguir en la temporada.

En la lista deberían aparecer Bryce Harper y el dominicano Manny Machado, pero al momento de elaborar esta selección, ni se sabía que el primero firmaría con los Philadelphia Phillies y el segundo terminaría con el uniforme de los San Diego Padres.

1.- Vladimir Guerrero Jr: C

No se recuerda un pelotero que haya llegado a las Grandes Ligas con tanta fanfarria.

Quizás por ser hijo del miembro del Salón de la Fama Vladimir Guerrero, pero lo cierto es que el prospecto número uno de todo el béisbol no ha sido en sus primeros 61 juegos en Las Mayores el súper fenómeno que se esperaba.

Average de .249, OBP de .328, slugging de .413, ocho cuadrangulares y 25 impulsadas son cifras que no deslumbran a nadie.

Hasta ahora, el despliegue de poder en el Derby de Jonrones le viene salvando la temporada a Vlad Jr.

Getty Images Vladimir Guerrero Jr. tiene promedio de .249, OBP de .328, slugging de .413, ocho cuadrangulares y 25 impulsadas.

2.- Fernando Tatis Jr: A

Si Fernando Tatis Jr. no se hubiera lesionado y perdido todo el mes de mayo y parte de junio, posiblemente Pete Alonso no tuviera tan fácil en el bolsillo el premio de Novato del Año de la Liga Nacional.

Desde que puso un pie en un terreno de Grandes Ligas, sin tantos focos como Vladimir Guerrero, el hijo de Fernando Tatis fue una estrella inmediata.

No se trata sólo de números, muy buenos por cierto, sino de la energía que aporta, ese intangible que no se mide en cifras y que consigue con un atleticismo envidiable.

Mientras que con el bate suma average, OBP y slugging de .327-.393-.620, con 14 jonrones y 33 carreras impulsadas en 55 partidos, también es velocísimo y ya acumula 13 bases robadas en 16 intentos, mientras que con el guante nos regala jugadas espectaculares.

3.- Shohei Ohtani: A

Sabíamos que no va a lanzar hasta el 2020, pero queríamos ver a Ohtani como bateador más o menos a tiempo completo, después que le regalaran el Novato del Año que merecía el dominicano Miguel Andujar.

El bateador designado japonés de Los Angeles Angels ha demostrado que puede batear y bastante en el mejor béisbol del mundo.

Hasta ahora, en 53 juegos, lo hace para .303-.353-.571, con 14 jonrones y 38 carreras empujadas y debería superar los números que consiguió el año pasado en 104 partidos.

4.- Willians Astudillo: C

Las lesiones han limitado el tiempo de juego de Astudillo, receptor de los Minnesota Twins que parece sacado de un videojuego.

Antes de empezar la temporada del 2019, Astudillo había disputado 638 juegos como profesional en diferentes niveles de las Menores, la LVBP y con los Mellizos, con los que hizo su debut en Grandes Ligas en el 2018.

En total sumaba 2.981 turnos al bate, con apenas 99 ponches, con un promedio de un abanicado cada 30 veces.

Por ahora, en 133 ocasiones se ha tomado cinco chocolates, uno cada 26.6, pero salvo esa habilidad para chocar con la pelota, no ha sido nada atractivo, con su average de .263, tres jonrones y OBP de .282.

5.- Blake Snell: F

Decepcionante ha sido la labor del zurdo de los Tampa Bay Rays, quien fue el mejor lanzador de todas las Grandes Ligas en el 2018 y una de las principales razones por las que su equipo, débil en el papel, tuviera una sorprendente temporada ganadora de 90-72.

En 18 aperturas, Snell presenta récord de 5-7, con una efectividad de 4.70, números que contrastan demasiado con sus 21 victorias con sólo cinco derrotas y promedio de 1.89 del año pasado.

6.- Miles Mikolas: F

El derecho de los St. Louis Cardinals ha vuelto a ser el mismo que era antes de irse a jugar tres años a Japón: cinco victorias, nueve derrotas y efectividad de 4.53.

Mikolas escribió una de las páginas más interesantes de la temporada pasada, tras pasar tres campañas con los Gigantes de Yomiuri, en la liga profesional nipona.

Regresó a las Grandes Ligas por la puerta ancha, con récord de 18-4 y efectividad de 2.83, mientras que en su estancia anterior a su aventura japonesa, sus números con los Padres y los Texas Rangers siempre fueron de mediocres para malos.

Al parecer, lo del 2018 fue una casualidad, un golpe de suerte o como quieran llamarlo.

7.- Miguel Cabrera: D

El venezolano ha sido, desde su debut en el 2003 con los Florida Marlins, uno de los mejores bateadores de todo el béisbol en lo que va de siglo XXI, pero a los 35 años de edad ha entrado en su declive natural.

Su coordinación ojos-brazos para darle a la pelota la mantiene y de ahí el average de .304 que exhibe en 80 partidos, pero ha perdido velocidad en el swing y por ende, han disminuido drásticamente los batazos de largometraje.

Cinco vuelacercas en 283 turnos son muy pocos para quien promedia 32 bambinazos por temporada en una carrera gloriosa de 17 años.

8.- Aaron Judge: C

El Juez tiene calidad de estrella, pero salud de cristal. Sus números en 33 partidos son bastante buenos, con average de .271, nueve cuadrangulares y 20 remolcadas, pero se ha perdido por lesiones 55 juegos.

Si sus ausencias no se han hecho notar tanto, es por el histórico desempeño de sus compañeros menos encumbrados, que contra viento y marea han mantenido a los New York Yankees en el tope del Este de la Liga Americana.

9.- Yusei Kikuchi: D

El lanzador zurdo de 27 años estaba llamado a ser la próxima estrella japonesa en las Grandes Ligas. Al menos eso creían los Seattle Mariners cuando lo firmaron por tres temporadas y 43 millones de dólares.

Hasta ahora, está más cerca de Hideki Irabu y Kei Igawa, que de Hideo Nomo o Masahiro Tanaka.

En 19 aperturas tiene récord de 4-6 y efectividad de 4.94. En 98.1 entradas ha permitido 19 cuadrangulares.

10.- Yasiel Puig: B

Puig sigue siendo divertido de ver. Da lo mismo que tenga el uniforme azul de los Dodgers o el rojo de Cincinnati. Sin tantos focos sobre sí como en Los Angeles, el cubano empezó lento el año, pero cerró la primera parte de la temporada a todo vapor, aunque sin llegar a esa explosión de todo su potencial que ya no sabemos si algún día sucederá.

Por primera vez en su carrera llegó a 20 cuadrangulares antes del Juego de las Estrellas y su proyección lo pone en camino de 37 bambinazos y 97 impulsadas, números nada despreciables para quien entrará con 28 años a la agencia libre.

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El dominicano Albert Pujols se convirtió oficialmente en el tercer pelotero en la historia de las Grandes Ligas con dos mil carreras impulsadas y lo hizo de la mejor manera posible: con un cuadrangular.

Pujols se unió a Hank Aaron (2,297) y a Alex Rodríguez (2,086) como los únicos miembros oficiales de tan exclusivo club, para sedimentar aún más su camino hacia el Salón de la Fama de Cooperstown.

Los historiadores tiene discrepancias sobre el selecto grupo y algunos incluyen también a Babe Ruth (2,214) y a Cap Anson (2,075), tras un minucioso estudio de las hojas de anotaciones de los juegos antes de 1920, el año en que comenzó a compilarse de manera oficial las carreras impulsadas como estadística.

Albert Pujols batea (Los Angeles Angels)
AP Photo/Orlin Wagner

Resulta que antes de ese año, el Bambino remolcó 224 carreras cuando jugaba para los Boston Red Sox, mientras que Anson lo hizo en el siglo XIX, en los anales del béisbol, con los desaparecidos Rockford Forest Citys, los Atléticos de Filadelfia y los Chicago Cubs.

Lo cierto es que da lo mismo que el club sea de tres o de cinco, pues la cifra no le resta exclusividad.

Y al igual que Pujols, Aaron y ARod lograron la cifra redonda con sendos bambinazos.

Para más curiosas, el dominicano consiguió sus dos primeros remolques con el primer vuelacercas de su carrera, el 6 de abril del 2001, frente a Armando Reynoso, lanzador mexicano de los Arizona Diamondbacks.

Entonces Pujols jugaba para los St. Louis Cardinals y le tomó poco más de cuatro años para llegar a 500 empujadas y lo hizo con sencillo ante Chris Gissell, de los Colorado Rockies, el 26 de septiembre del 2004.

El millar llegó el 25 de abril del 2009, también por la vía del jonrón, al botarle la pelota con bases llenas a David Patton, de los Cachorros.

Ya con e uniforme de Los Angeles Angels, Pujols sumó su impulsada 1,500 el 8 de abril del 2014, también con bambinazo, frente al zurdo canadiense James Paxton, de los Seattle Mariners.

Y así hasta este jueves, cuando le sacó la pelota al Ryan Carpenter, de los Detrot Tigers, para su número 2,000.

Teniendo en cuenta que al dominicano le restan dos temporadas más de su contrato, es posible suponer, si la salud lo acompaña, que podrá sobrepasar a Alex Rodríguez e instalarse oficialmente en la segunda posición de los empujadores de todos los tiempos.

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Transcurrido mes y medio de la temporada, las piezas van cayendo por su peso y ya hay equipos que se sabe, aunque queden mucho camino por recorrer, que no van a ningún lado.

No hay manera humana de que los Miami Marlins, los Chicago White Sox, los San Francisco Giants, los Kansas City Royals o los Baltimore Orioles salgan de la mediocridad con que transcurren el 2019, sencillamente, porque no tienen con qué.

Incluso, los Washington Nationals, que en el papel lucían en condiciones de pelear en la disputada división Este de la Liga Nacional, se hunden cada vez más en el lodo y si no llegan al sótano es porque ese lugar estaba reservado de antemano por la novena miamense.

Entonces, a sus respectivas gerencias no le queda otra que estar cerca del teléfono, a la espera de ofertas para cambiar a ciertos jugadores que les será imposible retener para el futuro y por quienes es mejor canjear por prospectos que puedan controlar por los años venideros.

A su consideración presentamos cinco peloteros que deben tener desde ya sus maletas listas, para cuando tengan que irse al menos por los últimos meses de la temporada, a equipos necesitados de ayuda que ellos pueden aportar.

1.- Sergio Romo (Marlins)

Al igual que en su momento hizo el panameño Mariano Rivera, el mexicano Romo es de esos pitchers que lanzan avisado.

Slider, tras slider, tras slider, el cerrador de Miami sigue sacando outs y salvando juegos.

Un relevista con su experiencia, con 115 rescates, récord de 39-31 y efectividad de 2.93 de por vida, pero sobre todo, probado en grandes momentos y dueño de tres anillos de campeón de Series Mundiales, es alguien que puede aportar mucho a un equipo contendiente necesitado de ayuda en el bullpen.

Olvídense de que su efectividad ahora ande por 6.00. en su primera aparición con los Marlins permitió cuatro limpias en un tercio de inning y su promedio de limpias se disparó hasta 108.00.

Bajar eso entrada a entrada no es fácil, pero en situación de salvamento, está perfecto, de 6-6 y efectividad de 3.00.

Fue firmado como agente libre en el invierno por una sola temporada, así que lo más probable es que termine la campaña con otro uniforme.

Los Chicago Cubs y Los Angeles Dodgers han tenido dificultades con su bullpen y podrían ser de los equipos que llamen a Miami a interesarse en el experimentado mexicano.

2.- José Abreu (White Sox)

Abreu ha sido uno de los mejores bateadores en todo el béisbol desde que debutó en el 2014 y ganó de forma unánime el Novato del Año de la Liga Americana.

Pero al mismo tiempo, ha sido un talento desperdiciado todos estos años, en que el equipo ha tenido siempre récord perdedor, sin esperanzas de ir más allá del calendario regular.

Agente libre al finalizar la temporada, el cubano de 32 años es, sobre todo, un gran productor de carreras, con un promedio de 109 y 32 bambinazos por cada 162 partidos.

Su poderoso bate derecho sería bienvenido en equipos como Tampa Bay Rays y Minnesota Twins, que desde ya apuntan a incluirse en la postemporada y para él sería una oportunidad especial de probar su talento en esa etapa a la que nunca llegó con Chicago.

Getty ImagesDel 2017 para acá Madison Bumgarner exhibe un engañoso récord de 12-20, pero su efectividad sigue siendo de 3.40, con 261 ponches en 290.1 episodios.

3.- Madison Bumgarner (Giants)

Este es un caballo de mil batallas y al igual que Romo, luce en sus dedos tres anillos de campeón en las Series Mundiales del 2010, 2012 y 2014.

Del 2017 para acá exhibe un engañoso récord de 12-20, pero su efectividad sigue siendo muy buena, de 3.40, con 261 ponches en 290.1 episodios.

En medio de su undécima campaña, tiene balance de 112-84 y efectividad de por vida de 3.06.

Pero es en postemporadas donde su figura se agiganta (sino, pregúntenle a los Kansas City Royals) y esa capacidad no puede pasar por alto para quienes aspiren a jugar béisbol más allá de septiembre.

En 16 juegos de playoffs, 14 como abridor, tiene ocho triunfos y tres reveses, con promedio de limpias de 2.11. Sería ideal para reforzar a los New York Yankees, tan necesitados de abridores con ese extra que no se mide en números.

4.- Anthony Rendón (Nationals)

El tercera base de Washington es uno de los jugadores más subvalorados de todo el béisbol.

Pero año tras año, pone números ofensivos que sin llegar a ser extraordinarios, resultan sólidos, con un promedio de 22 jonrones, 43 dobletes y 90 carreras impulsadas cada 162 partidos.

Comenzó su carrera como segunda base y campocorto, pero desde que se mudó a la antesala, su defensa mejoró considerablemente y aunque no se compara con Nolan Arenado o Manny Machado, es un jugador por encima del promedio en su posición.

Próximo a cumplir 29 años, Rendón se apresta a llegar a la agencia libre al concluir la campaña, luego de que las conversaciones para una extensión contractual con los Nacionales se enfriaran con el inicio de la contienda. Los Milwaukee Brewers han tenido dificultades en la antesala desde que decidieron mover a Mike Moustakas a la intermedia y darle el trabajo a Travis Shaw, un bateador de .172 de average en el 2019.

También ajustaría bien en Minnesota, pues Miguel Sanó está en su estado natural lesionado y Marwin González ha dejado mucho que desear en su producción ofensiva.

5.- José Iglesias (Reds)

Se suponía que el paso del cubano Yasiel Puig por los Reds sería breve y el polémico jardinero sería canjeable.

Pero con su ofensiva actual, el Caballo Loco no es nada atractivo para ningún equipo contendiente, a diferencia de otro cubano que también juega en Cincinnati.

Uno de los mejores defensores del campocorto, José "Candelita" Iglesias se ha destapado además a batear, al punto de desplazar al venezolano Jose Peraza de la titularidad de una posición que le pertenecía.

Es un pelotero baratísimo, pues firmó por 2.5 millones por el 2019 con Cincinnati, así que tiene ese atractivo adicional, además de sus habilidades ofensivas y defensivas.

Puede también jugar en segunda y tercera bases, donde es igualmente seguro con el guante, como hizo el año pasado su compatriota Adeiny Hechavarría con los New York Yankees.

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En las últimas semanas de los entrenamientos primaverales y los primeros días de la temporada del 2019, nueve equipos comprometieron dos mil 61 millones de dólares en los contratos de diez jugadores.

Fue una danza millonaria nunca antes vista en tan breve lapso, luego de que la mayor parte del invierno el mercado se mantuviera estancado al punto de llegar a una amenaza de huelga por parte del Sindicato de Jugadores.

Las cosas se destrabaron cuando el 21 de febrero, los San Diego Padres se llevaron al agente libre Manny Machado por 300 millones y diez temporadas.

A partir de ahí se produjo un efecto dominó que terminó cuando, ya iniciada la campaña, los Atlanta Braves anunciaron el 2 de abril una extensión de contrato por 100 millones para el jovencito venezolano Ronald Acuna Jr. por ocho años.

Entre la firma de Machado y la extensión a Acuña, estos fueron los otros que también aseguraron su futuro financiero:

Nolan Arenado pactó el 26 de febrero una extensión con con los Colorado Rockies por otras ocho contiendas y 260 millones.

El 2 de marzo, los Philadelphia Phillies anunciaron la contratación del agente libre Bryce Harper por 13 campañas y 330 millones. El 20 de marzo, Los Angeles Angels sacudieron los cimientos del béisbol al convertir a Mike Trout en el deportista mejor pagado de la historia: 426.5 millones por 12 temporadas. Dos días después, los Houston Astros aseguraron por otros seis años los servicios de su antesalista Alex Bregman por 100 millones y 24 horas más tarde, los Boston Red Sox y los St. Louis Cardinals le extendieron sus respectivos contratos al lanzador zurdo Chris Sale y al primera base Paul Goldschmidt.

El pacto de Sale con Boston es por cinco contiendas y 145 millones, mientras que el de Goldschmidt con los Cardenales es de 130 millones por el mismo tiempo. El 26 de marzo, los New York Mets le garantizaron a su estrella Jacob deGrom 137.5 millones por cinco años más y el 1 de abril, ya con la temporada andando, los Red Sox acordaron una extensión con su campocorto arubeño Xander Bogaerts por siete temporadas y 132 millones.

A punto de cumplirse el primer mes del calendario regular, ¿cómo han ido estas inversiones que totalizan los dos mil 61 millones?

Después de ver esa cifra global que supera el Producto Interno Bruto de muchos países, uno se imaginaría que esos diez peloteros deberían estar encabezando los liderazgos de los principales departamentos, tanto ofensivos, como de pitcheo, que para eso se les paga y mucho.

Sin embargo, no todo lo que brilla ha sido oro, al menos, en este arranque del 2019.

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1.- Mike Trout (A)

No sólo es el mejor pagado. Es el mejor. Punto. El jardinero de los Angels muestra una línea ofensiva de .317 de average, .522 de promedio de embasamiento (OBP) y slugging de .667, con seis jonrones y 14 carreras impulsadas.

Es Trout siendo Trout, consistente, estable, aunque su juego no se refleja en los resultados de su equipo, último en el oeste de la Liga Americana (9-15).

2.- Paul Goldschmidt (A)

Comenzó lento, pero ya va agarrando su paso normal. Todavía su average anda por .269, pero su OBP es de .358 y su slugging de .581.

Suma nueve cuadrangulares y 19 impulsadas, cuarto y quinto, respectivamente, en la Liga Nacional.

Por cierto, sus Cardenales están en primer lugar de la división central de la Liga Nacional.

3.- Alex Bregman (A)

El antesalista de los Astros (.315-.429-.534) tiene cuatro vuelacercas y 12 carreras remolcadas en 21 juegos, lo que le da una proyección ligeramente inferior al 2018, cuando botó 31 pelotas y empujó 103 carreras.

Pero aun así, su desempeño es encomiable y sigue siendo un factor clave en Houston, ubicado segundo en el Oeste del joven circuito.

Cortesía

4.- Ronald Acuña Jr. (A)

Para el jardinero venezolano de los Braves (.304-.421-.582), el cielo parece ser su límite.

Ya acumula seis palos de vuelta completa y 16 impulsadas, con una proyección para superar todos los números del 2018, cuando fue el Novato del Año de la Liga Nacional.

5.- Jacob deGrom (B)

El ganador del premio Cy Young del 2018 comenzó la temporada como un extraterrestre, al apuntarse dos victorias en igual número de salidas sin permitir carreras en 13 innings.

Pero de repente comenzó a ser bateado y en las dos siguientes aperturas fue castigado con nueve limpias y cinco jonrones en nueve episodios, señal de que algo andaba mal.

Y sí andaba. El codo empezó a dolerle y deGrom fue a parar a la lista de lesionados. Por ahora no parece nada grave, pero cuando el río suena...

6.- Xander Bogaerts (B)

Boston sorprendió al extenderle contrato primero a Bogaerts que a Mookie Betts.

El arubeño (.286-.371-.500) viene de la mejor temporada de su carrera, cuando por primera vez remolcó más de 100 carreras y despachó 23 jonrones.

Por ahora anda por cuatro cuadrangulares y 13 impulsadas y una proyección parecida, más-menos, a sus números del año pasado.

7.- Nolan Arenado (C)

Sempiterno aspirante al MVP de la Liga Nacional, el tercera base de los Rockies es posiblemente el mejor jugador defensivo de todo el béisbol, sin distinción de posición.

Sin embargo, su inicio de temporada lo tiene con los números ofensivos más bajos de su carrera: .269-.324-.462, muy inferiores a sus promedios de .291-.346-.537 desde que debutó en las Mayores en el 2013.

Lleva hasta el momento cuatro jonrones y 14 impulsadas, con una proyección de 27 y 95, que representaría un bajón considerable para quien promedia 34 y 114 por temporada en su carrera.

¿Será coincidencia la baja ofensiva de Arenado y el último lugar en que se encuentra Colorado en el Oeste del viejo circuito?.

Bryce Harper
Al Bello/Getty Images

8.- Bryce Harper (C)

En sus cuatro primeros juegos con los Phillies, Harper bateó cuatro jonrones e impulsó cinco carreras. Desde el 3 de julio se enfrió y apenas ha conseguido otro bambinazo y nueve remolques en 19 partidos.

Su línea ofensiva de .262-.398-.512 va de acuerdo con sus promedios históricos, nada extraordinario para quien es uno de los peloteros más sobrevalorados de la actualidad.

Lo peor es que ha comenzado a expresar sus frustraciones en público, como cuando se hizo expulsar por protestar un conteo de bolas y strikes que ni siquiera era el suyo, lo cual le valió duras críticas de su compañero Jake Arrieta.

Semejante distracción dentro del clubhouse puede ser sumamente peligrosa en un equipo que apostó 330 millones por él, con la esperanza de verlo repetir cada año sus números del 2015, cuando fue el Jugador Más Valioso de la Nacional.

Manny Machado
Sean M. Haffey/Getty ImagesManny Machado has no reason to look back after deciding his future belonged in San Diego.

9.- Manny Machado (C)

El Ministro de la Defensa ha sido el mismo con el guante, pero no con el bate en San Diego.

Machado (.241-.337-.410) tiene cuatro jonrones y nueve carreras impulsadas, cuando a esta altura del año pasado ya había sacado el doble de cuadrangulares y remolcado 17.

Bateador de más de 30 bambinazos en sus últimas cuatro campañas, la proyección del dominicano con los Padres es de 27 vuelacercas y 61 empujadas, cifras mediocres para quien gana 30 millones por temporada.

10.- Chris Sale (F)

Hasta ahora, el zurdo de los Red Sox no ha justificado ni un centavo de su millonaria extensión contractual.

Su recta ha perdido unas cuatro millas de velocidad y en cinco aperturas tiene balance de 0-4 y efectividad de 7.43.

En 158 innings en el 2018 permitió solamente 11 jonrones y ponchó a 237 rivales, a 1.5 abanicado por episodio.

En lo que va del 2019 ya ha recibido seis vuelacercas y suma 24 chocolates en 23 innings, a un promedio de 1.04.

Y al mismo ritmo que su as van los campeones de la última Serie Mundial, que andan bien abajo en la tabla de posiciones del Este de la Americana, con 9-15.

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Los Chicago White Sox vienen de perder 100 juegos por cuarta vez en su historia y primera desde que en 1970 sufrieron 106 fracasos.

En una división que se ha abierto después de los canjes realizados por los Cleveland Indians, que han debilitado a la Tribu, los Medias Blancas están en condiciones de reforzarse lo suficiente como para revertir la infame campaña del 2018.

De hecho, ya han venido agregando algunas piezas con el objetivo de hacerse competitivos, pero todavía le faltan algunas más, con las que pudieran incluso partir como favoritos, teniendo en cuenta el panorama de los Minnesota Twins, los Detroit Tigers y los Kansas City Royals.

Si yo fuera el Gerente General de los Medias Blancas...

1.- Firmaría a Manny Machado o a Bryce Harper

Chicago tiene dinero para gastar en los dos principales agentes libres disponibles en el mercado, el jugador de cuadro dominicano Manny Machado y el jardinero Bryce Harper.

Firmarlos a ambos sería una jugada demasiado riesgosa, teniendo en cuenta los alrededor de 300 millones de dólares que cada uno está buscando.

Bryce Harper
AP Photo/Manuel Balce Ceneta
Gastarse 600 millones en solamente dos peloteros podría hipotecar el futuro financiero de la franquicia, pues nadie puede garantizar que los dos rendirán a plena capacidad por los próximos diez años.

Pero ir por uno de ellos no estaría mal y casualmente, los Medias Blancas necesitan tanto a Machado en el campocorto, como a Harper en los jardines.

Ahora mismo, el encargado de las paradas cortas es Tim Anderson, probablemente el peor defensor de esa posición en todas las Grandes Ligas.

En 393 juegos en su carrera ha cometido 62 errores, lo que le da un promedio de 26 marfiladas por cada campaña de 162 partidos.

Moverlo a la antesala, donde requerirá menos desplazamiento, para cederle el campocorto a Machado no sería una mala idea, pues Anderson, al tener menos presión defensiva, podría incrementar sus números ofensivos, que ya en el 2018 depararon 20 cuadrangulares.

Pero igualmente, Chicago tiene huecos en los jardines.

Daniel Palka parece tener un puesto asegurado en una de las esquinas y los otros candidatos son Nicky Delmonico y el fenomenal prospecto dominicano Eloy Jimenez, quien podría finalmente hacer su debut en las Mayores.

Pero Adam Engel, si bien es un fildeador espectacular en la pradera central, su ofensiva deja bastante que desear en un equipo que quiere darle un vuelco drástico a una de las peores temporadas de su historia.

Manny Machado
Orlando Ramirez/USA TODAY Sports
Yo me inclinaría más por Machado, quien tiene razones familiares para decidirse por Chicago.

El equipo recientemente adquirió en canje con los Indios al primera base cubano Yonder Alonso, cuya hermana está casada con el cotizado agente libre dominicano.

De hecho, la movida de Alonso ha sido vista como una estrategia de la gerencia de los Medias Blancas para atraer a Manny a sus filas.

2.- Firmaría a Yasmani Grandal

Chicago tiene al dominicano Welington Castillo como su ctacher titular para el Día Inaugural del 2019, último año del contrato por dos temporadas que firmó en el invierno pasado.

Pero Castillo apenas jugó 49 partidos en el 2018, debido a lesiones y a una suspensión de 80 juegos por consumo de sustancias prohibidas.

El cubano Yasmani Grandal es el más notable de los receptores disponibles en la agencia libre y además, el más joven, con 30 años de edad, lo cual resulta un atractivo adicional para firmarlo con un pacto de al menos tres o cuatro campañas.

3.- Buscaría un abridor más

La adquisición de los dominicanos Ivan Nova y Alex Colome le dan al equipo solidez en la rotación abridora y en el bullpen, con un cerrador de élite.

Nova refuerza el staff que ya cuenta con el quisqueyano Reynaldo Lopez, el cubano Carlos Rodon y Lucas Giolito.

El derecho Dylan Covey podría ser el quinto abridor, pero sus números del 2018 (5-14, 5.18) dejan demasiadas dudas sobre su capacidad para iniciar partidos cada cinco días.

O podría recibir su primera oportunidad en las Mayores el también diestro Dylan Cease, que entre clase A y Doble A el pasado año dejó balance de 12-2 y efectividad de 2.40 en 23 salidas, con 160 ponches en 124 entradas.

Pero un serpentinero adicional, al nivel del zurdo Brett Anderson o el derecho Matt Shoemaker, no estaría de más para ayudar a los Medias Blancas a sacudirse las 100 derrotas del 2018.

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Faltan 100 días para el inicio de la temporada de Grandes Ligas del 2019 y Bryce Harper y Manny Machado siguen sin trabajo.

Los dos agentes libres que se esperaba reventarían el mercado durante el invierno no han logrado convencer a los equipos de que valen el precio que han puesto en sus etiquetas.

Los rumores van y vienen. Que si los Yankees de Nueva York, que si los Medias Blancas de Chicago o los Phillies de Philadelphia.

Pero al final, nada de nada.

Charlie Morton
AP Photo/Michael WykeEl derecho Charlie Morton se incorpora a Tampa Bay para hacer un tándem considerable con el zurdo Blake Snell a la cabeza de la rotación.

De igual manera, está trancado el mercado de cambios por el receptor J.T. Realmuto, quien le pidió un canje a los Marlins de Miami porque no quiere seguir en un equipo al que no le ve futuro.

Los Marlins, en control del jugador, están pidiendo inteligentemente la Meca y la Ceca, a la espera de que algún equipo necesitado en extremo del estelar cátcher, muerda el anzuelo.

Entretanto, a menos de dos meses para que abran los campos de entrenamientos primaverales, ya hay varios equipos que han venido encajando las piezas que les faltaban para encarar la próxima contienda.

Los grandes ganadores hasta ahora

Sin mucho ruido, los Rays de Tampa Bay son de los mayores ganadores en esta pausa invernal.

El equipo floridano añadió a sus filas al derecho Charlie Morton para hacer un tándem considerable con el zurdo Blake Snell a la cabeza de la rotación.

También sumó al enmascarado Mike Zunino y al jardinero cubano Guillermo Heredia en intercambio con los Marineros y a Yandy Díaz, también de la Mayor de Las Antillas, procedente de los Indios de Cleveland, en tanto están tras los pasos del poderoso bateador designado dominicano Nelson Cruz, que le daría a la alineación una solidez que comienza a ser peligrosa para los rivales.

Los Yankees tienen ya completa su rotación abridora, tras recontratar a los zurdos C.C Sabathia y J.A Happ y conseguir vía canje con los Marineros de Sseattle a James Paxton, también lanzador del llamado brazo equivocado.

Ellos se unirán a los derechos Luis Severino y Masahiro Tanaka para plantarle batalla a sus archirrivales Medias Rojas de Boston Red, campeones de la última Serie Mundial.

En la otra acera de la Gran Manzana, los Mets de New York presentarán una cara distinta a la del 2018, con la llegada del quisqueyano Robinson Canó y el puertorriqueño Edwin Díaz desde Seattle.

Foto: Getty.CC Sabathia

Díaz será el cerrador y tendrá un preparador del octavo inning de lujo, pues los Mets trajeron de vuelta al dominicano Jeurys Familia, quien fuera el encargado de rescatar los juegos del equipo hasta que fue cambiado a los Oakland Athletics a mitad de la pasada campaña.

Y todo indica que el equipo no saldrá del derecho Noah Syndergaard, quien estuvo en rumores de canje por Realmuto, pues Nueva York consiguió los servicios del experimentado venezolano Wilson Ramos, quien aportará no sólo sabiduría detrás del plato, sino también un bate sólido para una alineación que tuvo muchas dificultades para producir carrera en el 2018.

Los Mets quieren volver a pelear en la división Este de la Liga Nacional, como también pretenden hacer los Filis, uno de los equipos dispuestos a abrir la billetera de par en par por Bryce y Machado juntos.

Por lo pronto, ya sumaron al campocorto dominicano Jean Segura y al veterano jardinero Andrew McCutchen, pero se sabe que irán por más, para evitar quedarse cortos como le sucedió la pasada temporada.

Los que van perdiendo

Y mientras unos se fortalecen, otros se debilitan.

Los Marineros han desmantelado el equipo al punto de que han salido de sus filas nueve peloteros de su plantilla del 2018 y todo indica que al menos por unos cuantos años más extenderán su sequía de playoffs, que comenzó en el 2002.

Y los Astros de Houston, campeones del 2017, ahora se ven vulnerables, tras perder a tres de sus cinco integrantes de una rotación abridora que daba envidia: Morton y el zurdo Dallas Keuchel en la agencia libre y el derecho Lance McCullers Jr. debido a una operación Tommy John del codo que lo tendrá fuera de acción hasta el 2020.

Hasta el momento, los Astros no han podido sumar los brazos que ayuden al uno-dos formidable de Justin Verlander y Gerrit Cole.

Así, más o menos, se mueve el mundo, a la espera de que firmen Machado y Harper y empiecen a caer las restantes fichas con un efecto dominó.

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Getty Images

Todavía no hemos terminado de digerir el pavo del Día de Acción de Gracias, pero es hora de salir de compras en el Viernes Negro.

Supongamos que los agentes libres están en rebaja sólo por este día y los equipos van en busca de las mejores ofertas. No hablamos de Bryce Harper o Manny Machado, las dos joyas de la agencia libre. Esos no bajarán sus precios y sólo firmarán por lo que dicte el mercado.

Pero hay otros jugadores que pudieran conseguirse a un costo más bajo del esperado.

He aquí cinco de ellos: un cátcher, un jugador de cuadro, un jardinero, un pitcher abridor y un relevista.

1.- Yasmani Grandal

Se equivocó el cubano al rechazar la oferta calificada de 17.9 millones de dólares que le hicieron Dodgers de Los Angeles. Sus problemas defensivos y su casi nulo rendimiento ofensivo en la postemporada lo expusieron negativamente a los ojos del mundo y ello podría haber bajado su valor en el mercado.

Sin embargo, hay necesidad de receptores en muchos equipos y ello podría favorecerlo con un contrato de unos tres años, pero con un salario promedio por temporada inferior al que le ofrecieron los Dodgers por la campaña del 2019.

2.- Ian Kinsler

El veterano segunda base todavía puede aportar a un equipo que esté urgido de un pelotero de su posición. Su defensa sigue siendo sólida, aunque su rango de desplazamiento ha disminuido con la edad.

Sus 36 años y un decrecimiento gradual de sus números del 2018 en comparación con las dos campañas precedentes lo abaratan sobremanera.

Sería una buena adquisición por uno o dos años, a la espera de que algún prospecto de la organización que lo firme esté lo suficientemente maduro como para hacerse cargo de la titularidad de la intermedia.

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3.- Nick Markakis

Con 35 años recién cumplidos, Markakis viene de una temporada en la que ganó el Guante de Oro y el Bate de Plata.

Además, participó en los 162 encuentros de los Bravos de Atlanta en el 2018 y solamente en dos de sus 13 temporadas en las Mayores ha jugado en menos de 150 partidos.

Es un tipo saludable, pero su edad hace que quizás nadie se arriesgue a darle un contrato de más de tres campañas.

Si bien es un bateador consistente, toma bastantes bases por bolas y se poncha poco, tampoco sus números son de MVP, pues promedia 14 cuadrangulares y 78 carreras impulsadas por temporada, así que no debería ser muy caro contratar sus servicios por todos esos factores.

4.- James Shields

En cierto momento su autonombró “el hombre de los grandes juegos”, aunque la realidad sobre el terreno, a la hora cero, fue totalmente distinta.

Cumplirá 37 años en diciembre y viene de una campaña con los Medias Blancas de Chicago en la que fue líder en juegos perdidos, con 16, aunque su efectividad de 4.53 mejoró en comparación con la de 5.23 que tuvo en el 2017.

Pero es un devorador de innings, que en diez de sus 13 temporadas ha superado las 200 entradas de actuación, incluida la más reciente, cuando trabajó en 204 y dos tercios.

Un hombre así, en la parte baja de la rotación, siempre es bienvenido, pues le dará descanso al cuerpo de relevista.

5.- Zach Britton

De haber llegado a la agencia libre hace dos campañas atrás, el zurdo Zach Britton hubiera conseguido quizás un contrato similar al del cubano Aroldis Chapman, el relevista mejor pagado de la historia.

En el 2016, Britton, con los Orioles de Baltimore, salvó 47 juegos en igual número de oportunidades y dejó un promedio de efectividad de 0.54 en 69 salidas a la lomita.

Pero una serie de lesiones, incluida una grave ruptura en el tendón de Aquiles, limitaron su trabajo en el 2017 y apenas pudo regresar en junio del 2018.

Será el 2019 su primera temporada completa (si se mantiene saludable) y es bastante joven (cumplirá 31 el 22 de diciembre).

Pero la pausa que significó en su carrera la lesión del tendón de Aquiles y los números comunes y corrientes que tuvo en la pasada contienda deberían convertirlo en una ganga en el mercado.

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Getty Images
Lo único seguro hasta ahora en Grandes Ligas es que Medias Rojas de Boston y Indios de Cleveland ganaron sus divisiones en la Liga Americana y que 13 clubes ya están oficialmente eliminados de las posibilidades de alcanzar la postemporada.

Fuera de eso, hay muchos cabos sueltos entrando al penúltimo fin de semana del calendario regular de la campaña del 2018 en el béisbol mayor de Estados Unidos.

En uno de sus torneos menos competido de la historia, la Liga Americana ya tiene dos monarcas divisionales y otros tres potenciales invitados a los playoffs que arrancarán en la primera semana de octubre. Boston (104-49) y Cleveland (85-67) ganaron las divisiones Este y Central, respectivamente, por tercer año consecutivo, y Boston virtualmente garantizó terminar con el mejor récord de MLB y la ventaja de la casa para todas las series que disputen.

En el Oeste, los campeones Astros de Houston (95-57) superan por 3.5 juegos a los Atléticos de Oakland (92-61) y tienen el número mágico en dos para asegurar al menos un puesto comodín a la postemporada. Houston intenta conquistar banderines divisionales consecutivos por primera vez desde que se mudó de la Liga Nacional a la Liga Americana en el 2013. Los Astros ganaron tres años seguidos la Central del viejo circuito de 1997 a 1999.

Los Yankees de Nueva York (93-59) tienen ventaja de 1.5 juegos sobre Oakland en la batalla por el primer comodín y la ventaja de la casa para el juego de muerte súbita del miércoles 3 de octubre. En caso de que Nueva York y Oakland terminaran empatados en el primer comodín, con ambos clasificados, los Yankees serían locales en el choque de Wild Cards debido a su mejor récord intradivisional, que es el segundo criterio para desenredar empates.

Los sorprendentes Rays de Tampa Bay (85-67) y los Marineros de Seattle (84-58) han tenido buenos desempeños, pero están muy lejos (a 6.5 y 7.5 juegos de Oakland) con tan poco espacio (10 juegos) para maniobrar. En resumen: En el joven circuito es cuestión de tiempo para que Astros, Yankees y Atléticos se unan a Indios y Medias Rojas en el cuadro de postemporada.

En la Liga Nacional es todo lo contrario: Nada está decidido y nueve de 15 equipos siguen en la carrera por llegar a la tierra prometida.

Los que se encuentran en la situación más cómoda son los Bravos de Atlanta (85-68), que tienen ventaja de 6.5 juegos sobre los Filis de Filadelfia (78-74) en la División Este. Los Bravos, que tienen el número mágico en cuatro para atrapar su primer banderín divisional desde el 2013 y el segundo en 13 años, solamente necesitan ganar dos de tres a Filadelfia en el fin de semana, para coronarse.

En la División Central, Cachorros de Chicago (89-63), Cerveceros de Milwaukee (87-66) y Cardenales de San Luis (84-69) pelean el banderín al tiempo que dominan las dos plazas comodines del viejo circuito. Los Cachorros tienen el número mágico en ocho para conquistar la división, pero una cómoda ventaja de siete juegos sobre los Rockies de Colorado en el segundo Wild Card de la liga.

La misión de Milwaukee es acosar a los Cachorros y mantener la ventaja de la casa para el potencial encuentro de comodines. Cerveceros y Cardenales jugarán una serie decisiva entre ellos de lunes a miércoles de la próxima semana en e Busch Stadium, mientras que Cachorros y Cardenales cerrarán la vuelta regular con una serie de tres encuentros en el Wrigley Field.

Tras ser barridos en Dodger Stadium comenzando la semana, Colorado (82-70) se alejó a 2.5 juegos de los Dodgers de Los Angeles (85-68) en la recia batalla por el banderín de la División Oeste, en tanto que los Diamondbacks de Arizona se encuentran a seis de Los Angeles y a cinco de San Luis en el segundo comodín.

Los Dodgers, que tienen el número mágico en ocho para quedarse con su sexto banderín consecutivo, enfrentan a los Padres de San Diego en el fin de semana y luego visitarán a sus acérrimos enemigos Diamondbacks y Gigantes de San Francisco para concluir la temporada regular.

Colorado recibe a Arizona en el fin de semana y terminará la campaña jugando en Filadelfia y Washington, en tanto que los Diamondbacks cerrarán el año en San Diego.

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Entrando al antepunúltimo fin de semana de la serie regular de Grandes Ligas, los cinco puestos a playoffs de la Liga Americana lucen estar prácticamente decididos, contrario a la Liga Nacional, donde hay batallas muy cerradas en todos menos uno, creando las condiciones apropiadas para que se produzcan empates en divisiones o puestos comodines.

En la Americana: Medias Rojas de Boston (101-46) ya clasificó a postemporada y tiene el número mágico en seis para ganar su tercer título consecutivo de la División Este; Indios de Cleveland (82-64) posee la mayor ventaja de un líder divisional (15.0 juegos) y tiene el número mágico en 3 para ganar el centro, mientras que los Astros de Houston (92-54) están muy cerca de garantizar u n puesto comodín y dominan por 3.5 juegos el sector oeste.

Los Yankees de Nueva York (90-56) y Atléticos de Oakland (89-58) batallan ferozmente la ventaja de casa para el partido de comodines, pero no están en real peligro de quedarse fuera de la postemporada. Los Marineros de Seattle (80-66) están a 8.5 juegos del segundo Wild Card.

Getty ImagesIndios de Cleveland (82-64) posee la mayor ventaja de un líder divisional (15.0 juegos) y tiene el número mágico en 3 para ganar el centro.
En la Liga Nacional: Lo único que luce casi decidido es la División Este, donde los Bravos de Atlanta (82-64) dominan por 7.5 juegos a los Filis de Filadelfia (74-71). En el centro, los Cachorros de Chicago superan apena por 1.5 juegos a los Cerveceros de Milwaukee (84-63) y por 4.5 a los Cardenales de San Luis (81-66). En el oeste, los Rockies de Colorado (81-65) van 1.5 arriba de los Dodgers de Los Angeles (80-67) y 4.5 por encima de los Diamondbacks de Arizona (77-70).

Milwaukee y San Luis ocupan las plazas de comodides del viejo circuito, pero Los Angeles, Arizona y Filadelfia están a uno, cuatro y seis juegos. Para poner las cosas más sabrosas, Dodgers y Cardenales juegan una serie de fin de semana, cuyos resultados impactarán las divisiones central y oeste y los comodines.

Con las diferentes modificaciones que ha sufrido el sistema de determinar el campeón de la temporada, la pelota estadounidense se ha visto en la necesidad de hacer variaciones a las reglas de resolver embotellamiento en la tabla de lugares a lo largo de sus más de 140 años de historia.

Al principio todo era muy básico. Entre 1876 y 1900, el equipo que más victorias acumulaba durante la temporada regular era declarado campeón de la Liga Nacional y del béisbol (recordando que las ocho series que se jugaron entre los campeones de la Liga Nacional y la Asociación Americana entre 1884 y 1892 fueron considerados eventos de exhibición).

No fue hasta la creación de la Serie Mundial en 1903, por un título máximo entre los campeones de la Nacional y la nueva Liga Americana (fundada en 1901), que nació oficialmente la postemporada de Grandes Ligas.

Hasta 1968, los dos mejores clubes de cada liga iban directo al clásico de otoño. En 1969 se crearon dos divisiones en cada liga y se agregaron las Series de Campeonato para decidir los dos finalistas. En 1994 emergió la figura del Wild Card (comodín) y se creó una tercera ronda en los playoffs, las Series Divisionales, y en 2012, cuando agregaron un segundo comodín, se estableció el formato actual de cuatro instancias.

Desde entonces, los dos mejores equipos de cada liga que no ganaron sus divisiones, juegan un partido de muerte súbita para determinar el rival del conjunto con el mejor récord de liga en las Series Divisionales. La inclusión del segundo comodín también obligó a que se cambiaran algunas reglas en el sistema de definir empates de temporada regular.

EMPATES DE DOS EN DIVISIÓN O COMODINES

Un partido extra de desempate se juegan cuando dos equipos queden empatados con el mismo récord en una de las tres divisiones o el segundo puesto comodín de la liga. Estos partidos se jugarán el día posterior a la finalización de la temporada, en la casa del club que obtuvo la ventaja de local, que se determina usando una serie de criterios que citaremos más adelante.

Desde la implementación de la figura del comodín en 1994 hasta el final de la temporada del 2011, se implementó una regla diferente. Dos equipos empatados para una división no jugaron un desempate si sus récords eran mejores que todos los ganadores fuera de su división en su liga. Básicamente, si dos estaban empatados en la división y como sea estaban clasificados a los playoffs, se usaban varias consideraciones cuál era campeón divisional y cual era comodín. Punto y bolita.

Sin embargo, con la adopción de un segundo puesto de comodín y un juego entre comodines desde el 2012, el ganador de la división con el mejor récord de la liga enfrentaría una posible eliminación en el primer día de la postemporada, lo que obligó a variar las reglas.

Con las nuevas reglas de desempate, si dos equipos quedan empatados en la división, tendrán que jugar un partido extra incluso si ambos equipos ya se han clasificado para la postemporada. El equipo que pierde el juego de desempate ahora calificará para un puesto de comodín solo si su récord de temporada regular se encuentra entre los dos mejores récords de la liga que no ganaron una división. Esto quiere decir que empatar en la divisió no garantiza nada, más allá del juego de desempate.

Si ese equipo está empatado en el segundo puesto de comodín, entonces se jugará un segundo juego de desempate. Si el empate es en el primer comodín, no es necesario un juego extra, sino que ambos avanzan y la ventaja de la casa se determina con los criterios de desempate establecidos. Tampoco se necesita un juego extra para definir el mejor récord de la liga entre dos ganadores de división que terminen con la misma foja.

Para determinar cuál equipo tendrá la ventaja de la casa en un partido extra, tanto para desempatar una división y el segundo comodín y la ventaja de la casa como mejor récord de la liga son:

El equipo con ventaja en la serie particular, el equipo con el mejor récord global en juegos intradivisionales, el equipo con el mejor récord global en juegos intraligas, el equipo con el mejor récord en los últimos 81 juegos de la temporada, ignorando los partidos interligas, el equipo con el mejor récord en los últimos 82 partidos de la temporada (siempre que el juego agregado no esté entre los equipos empatados), se extiende hacia atrás hasta que se rompe el empate (los juegos de interliga se omiten e ignoran en este proceso).

JUEGOS DE DESEMPATE

En la historia de Grandes Ligas, en 14 ocasiones se ha necesitado jugar un partido (10 ocurrencias) o una miniserie (cuatro ocurrencias) para resolver empates de de serie regular. El fenómeno se repitió cuatro veces entre el 2007 y el 2013, pero no fue necesario en las cuatro temporadas anteriores.

En 1946, Dodgers y Cardenales debieron chocar en una serie al mejor de tres juegos para decidir el campeón de la Liga Nacional. San Luis ganó en dos choques y avanzó a la Serie Mundial, donde venció a los Boston Red Sox.

En 1948, Cleveland derrotó a Boston en un juego extra para definir el monarca de la Liga Americana y siguió inspirado para vencer a los Bravos de Boston en el clásico de otoño. En 1951, cuando Dodgers y Gigantes de Nueva York empataron en la cima del viejo circuito, se juegó una serie de tres encuentros, que terminó con el famoso jonrón de tres carreras del 3B Bobby Thomson al derecho Ralph Branca en la novena entrada para dejar a los Dodgers en el terreno en el Polo Grounds de Manhattan.

El campeón de la Nacional también se decidió en mini series después de la serie regular en 1959 (Dodgers venció a Milwaukee) y 1962 (Gigantes superó otra vez a Dodgers).

Boston y Nueva York quedaron empatados en la División Este de la Americana con 99-63 en 1978 y se tuvo que jugar un partido extra, que ganaron los Yankees 5-4 en el Fenway Park. Dos años después, Houston y Dodgers empataron en el oeste de la Nacional con 92-70 y en el juego de muerte súbita, los Astros superaron a los Dodgers en Dodger Stadium. En 1995, los Marineros ganaron a Anaheim en un encuentro por desempatar el oeste de la Americana.

Hubo desempates por el puesto comodín en 1998 (Cachorros sobre Gigantes), 1999 (New York Mets sobre Cincinnati Reds), 2007 (Colorado sobre San Diego Padres) y 2013 (Tampa Bay Rays ganó a Texas Rangers), en tanto que la División Central de la Americana necesitó un día extra en 2008 (Medias Blancas de Chicago derrotó a Mellizos de Minnesota) y 2009 (Minnesota doblegó a Tigres de Detroit).

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