Transcurrido mes y medio de la temporada, las piezas van cayendo por su peso y ya hay equipos que se sabe, aunque queden mucho camino por recorrer, que no van a ningún lado.

No hay manera humana de que los Miami Marlins, los Chicago White Sox, los San Francisco Giants, los Kansas City Royals o los Baltimore Orioles salgan de la mediocridad con que transcurren el 2019, sencillamente, porque no tienen con qué.

Incluso, los Washington Nationals, que en el papel lucían en condiciones de pelear en la disputada división Este de la Liga Nacional, se hunden cada vez más en el lodo y si no llegan al sótano es porque ese lugar estaba reservado de antemano por la novena miamense.

Entonces, a sus respectivas gerencias no le queda otra que estar cerca del teléfono, a la espera de ofertas para cambiar a ciertos jugadores que les será imposible retener para el futuro y por quienes es mejor canjear por prospectos que puedan controlar por los años venideros.

A su consideración presentamos cinco peloteros que deben tener desde ya sus maletas listas, para cuando tengan que irse al menos por los últimos meses de la temporada, a equipos necesitados de ayuda que ellos pueden aportar.

1.- Sergio Romo (Marlins)

Al igual que en su momento hizo el panameño Mariano Rivera, el mexicano Romo es de esos pitchers que lanzan avisado.

Slider, tras slider, tras slider, el cerrador de Miami sigue sacando outs y salvando juegos.

Un relevista con su experiencia, con 115 rescates, récord de 39-31 y efectividad de 2.93 de por vida, pero sobre todo, probado en grandes momentos y dueño de tres anillos de campeón de Series Mundiales, es alguien que puede aportar mucho a un equipo contendiente necesitado de ayuda en el bullpen.

Olvídense de que su efectividad ahora ande por 6.00. en su primera aparición con los Marlins permitió cuatro limpias en un tercio de inning y su promedio de limpias se disparó hasta 108.00.

Bajar eso entrada a entrada no es fácil, pero en situación de salvamento, está perfecto, de 6-6 y efectividad de 3.00.

Fue firmado como agente libre en el invierno por una sola temporada, así que lo más probable es que termine la campaña con otro uniforme.

Los Chicago Cubs y Los Angeles Dodgers han tenido dificultades con su bullpen y podrían ser de los equipos que llamen a Miami a interesarse en el experimentado mexicano.

2.- José Abreu (White Sox)

Abreu ha sido uno de los mejores bateadores en todo el béisbol desde que debutó en el 2014 y ganó de forma unánime el Novato del Año de la Liga Americana.

Pero al mismo tiempo, ha sido un talento desperdiciado todos estos años, en que el equipo ha tenido siempre récord perdedor, sin esperanzas de ir más allá del calendario regular.

Agente libre al finalizar la temporada, el cubano de 32 años es, sobre todo, un gran productor de carreras, con un promedio de 109 y 32 bambinazos por cada 162 partidos.

Su poderoso bate derecho sería bienvenido en equipos como Tampa Bay Rays y Minnesota Twins, que desde ya apuntan a incluirse en la postemporada y para él sería una oportunidad especial de probar su talento en esa etapa a la que nunca llegó con Chicago.

Getty ImagesDel 2017 para acá Madison Bumgarner exhibe un engañoso récord de 12-20, pero su efectividad sigue siendo de 3.40, con 261 ponches en 290.1 episodios.

3.- Madison Bumgarner (Giants)

Este es un caballo de mil batallas y al igual que Romo, luce en sus dedos tres anillos de campeón en las Series Mundiales del 2010, 2012 y 2014.

Del 2017 para acá exhibe un engañoso récord de 12-20, pero su efectividad sigue siendo muy buena, de 3.40, con 261 ponches en 290.1 episodios.

En medio de su undécima campaña, tiene balance de 112-84 y efectividad de por vida de 3.06.

Pero es en postemporadas donde su figura se agiganta (sino, pregúntenle a los Kansas City Royals) y esa capacidad no puede pasar por alto para quienes aspiren a jugar béisbol más allá de septiembre.

En 16 juegos de playoffs, 14 como abridor, tiene ocho triunfos y tres reveses, con promedio de limpias de 2.11. Sería ideal para reforzar a los New York Yankees, tan necesitados de abridores con ese extra que no se mide en números.

4.- Anthony Rendón (Nationals)

El tercera base de Washington es uno de los jugadores más subvalorados de todo el béisbol.

Pero año tras año, pone números ofensivos que sin llegar a ser extraordinarios, resultan sólidos, con un promedio de 22 jonrones, 43 dobletes y 90 carreras impulsadas cada 162 partidos.

Comenzó su carrera como segunda base y campocorto, pero desde que se mudó a la antesala, su defensa mejoró considerablemente y aunque no se compara con Nolan Arenado o Manny Machado, es un jugador por encima del promedio en su posición.

Próximo a cumplir 29 años, Rendón se apresta a llegar a la agencia libre al concluir la campaña, luego de que las conversaciones para una extensión contractual con los Nacionales se enfriaran con el inicio de la contienda. Los Milwaukee Brewers han tenido dificultades en la antesala desde que decidieron mover a Mike Moustakas a la intermedia y darle el trabajo a Travis Shaw, un bateador de .172 de average en el 2019.

También ajustaría bien en Minnesota, pues Miguel Sanó está en su estado natural lesionado y Marwin González ha dejado mucho que desear en su producción ofensiva.

5.- José Iglesias (Reds)

Se suponía que el paso del cubano Yasiel Puig por los Reds sería breve y el polémico jardinero sería canjeable.

Pero con su ofensiva actual, el Caballo Loco no es nada atractivo para ningún equipo contendiente, a diferencia de otro cubano que también juega en Cincinnati.

Uno de los mejores defensores del campocorto, José "Candelita" Iglesias se ha destapado además a batear, al punto de desplazar al venezolano Jose Peraza de la titularidad de una posición que le pertenecía.

Es un pelotero baratísimo, pues firmó por 2.5 millones por el 2019 con Cincinnati, así que tiene ese atractivo adicional, además de sus habilidades ofensivas y defensivas.

Puede también jugar en segunda y tercera bases, donde es igualmente seguro con el guante, como hizo el año pasado su compatriota Adeiny Hechavarría con los New York Yankees.

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En las últimas semanas de los entrenamientos primaverales y los primeros días de la temporada del 2019, nueve equipos comprometieron dos mil 61 millones de dólares en los contratos de diez jugadores.

Fue una danza millonaria nunca antes vista en tan breve lapso, luego de que la mayor parte del invierno el mercado se mantuviera estancado al punto de llegar a una amenaza de huelga por parte del Sindicato de Jugadores.

Las cosas se destrabaron cuando el 21 de febrero, los San Diego Padres se llevaron al agente libre Manny Machado por 300 millones y diez temporadas.

A partir de ahí se produjo un efecto dominó que terminó cuando, ya iniciada la campaña, los Atlanta Braves anunciaron el 2 de abril una extensión de contrato por 100 millones para el jovencito venezolano Ronald Acuna Jr. por ocho años.

Entre la firma de Machado y la extensión a Acuña, estos fueron los otros que también aseguraron su futuro financiero:

Nolan Arenado pactó el 26 de febrero una extensión con con los Colorado Rockies por otras ocho contiendas y 260 millones.

El 2 de marzo, los Philadelphia Phillies anunciaron la contratación del agente libre Bryce Harper por 13 campañas y 330 millones. El 20 de marzo, Los Angeles Angels sacudieron los cimientos del béisbol al convertir a Mike Trout en el deportista mejor pagado de la historia: 426.5 millones por 12 temporadas. Dos días después, los Houston Astros aseguraron por otros seis años los servicios de su antesalista Alex Bregman por 100 millones y 24 horas más tarde, los Boston Red Sox y los St. Louis Cardinals le extendieron sus respectivos contratos al lanzador zurdo Chris Sale y al primera base Paul Goldschmidt.

El pacto de Sale con Boston es por cinco contiendas y 145 millones, mientras que el de Goldschmidt con los Cardenales es de 130 millones por el mismo tiempo. El 26 de marzo, los New York Mets le garantizaron a su estrella Jacob deGrom 137.5 millones por cinco años más y el 1 de abril, ya con la temporada andando, los Red Sox acordaron una extensión con su campocorto arubeño Xander Bogaerts por siete temporadas y 132 millones.

A punto de cumplirse el primer mes del calendario regular, ¿cómo han ido estas inversiones que totalizan los dos mil 61 millones?

Después de ver esa cifra global que supera el Producto Interno Bruto de muchos países, uno se imaginaría que esos diez peloteros deberían estar encabezando los liderazgos de los principales departamentos, tanto ofensivos, como de pitcheo, que para eso se les paga y mucho.

Sin embargo, no todo lo que brilla ha sido oro, al menos, en este arranque del 2019.

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1.- Mike Trout (A)

No sólo es el mejor pagado. Es el mejor. Punto. El jardinero de los Angels muestra una línea ofensiva de .317 de average, .522 de promedio de embasamiento (OBP) y slugging de .667, con seis jonrones y 14 carreras impulsadas.

Es Trout siendo Trout, consistente, estable, aunque su juego no se refleja en los resultados de su equipo, último en el oeste de la Liga Americana (9-15).

2.- Paul Goldschmidt (A)

Comenzó lento, pero ya va agarrando su paso normal. Todavía su average anda por .269, pero su OBP es de .358 y su slugging de .581.

Suma nueve cuadrangulares y 19 impulsadas, cuarto y quinto, respectivamente, en la Liga Nacional.

Por cierto, sus Cardenales están en primer lugar de la división central de la Liga Nacional.

3.- Alex Bregman (A)

El antesalista de los Astros (.315-.429-.534) tiene cuatro vuelacercas y 12 carreras remolcadas en 21 juegos, lo que le da una proyección ligeramente inferior al 2018, cuando botó 31 pelotas y empujó 103 carreras.

Pero aun así, su desempeño es encomiable y sigue siendo un factor clave en Houston, ubicado segundo en el Oeste del joven circuito.

Cortesía

4.- Ronald Acuña Jr. (A)

Para el jardinero venezolano de los Braves (.304-.421-.582), el cielo parece ser su límite.

Ya acumula seis palos de vuelta completa y 16 impulsadas, con una proyección para superar todos los números del 2018, cuando fue el Novato del Año de la Liga Nacional.

5.- Jacob deGrom (B)

El ganador del premio Cy Young del 2018 comenzó la temporada como un extraterrestre, al apuntarse dos victorias en igual número de salidas sin permitir carreras en 13 innings.

Pero de repente comenzó a ser bateado y en las dos siguientes aperturas fue castigado con nueve limpias y cinco jonrones en nueve episodios, señal de que algo andaba mal.

Y sí andaba. El codo empezó a dolerle y deGrom fue a parar a la lista de lesionados. Por ahora no parece nada grave, pero cuando el río suena...

6.- Xander Bogaerts (B)

Boston sorprendió al extenderle contrato primero a Bogaerts que a Mookie Betts.

El arubeño (.286-.371-.500) viene de la mejor temporada de su carrera, cuando por primera vez remolcó más de 100 carreras y despachó 23 jonrones.

Por ahora anda por cuatro cuadrangulares y 13 impulsadas y una proyección parecida, más-menos, a sus números del año pasado.

7.- Nolan Arenado (C)

Sempiterno aspirante al MVP de la Liga Nacional, el tercera base de los Rockies es posiblemente el mejor jugador defensivo de todo el béisbol, sin distinción de posición.

Sin embargo, su inicio de temporada lo tiene con los números ofensivos más bajos de su carrera: .269-.324-.462, muy inferiores a sus promedios de .291-.346-.537 desde que debutó en las Mayores en el 2013.

Lleva hasta el momento cuatro jonrones y 14 impulsadas, con una proyección de 27 y 95, que representaría un bajón considerable para quien promedia 34 y 114 por temporada en su carrera.

¿Será coincidencia la baja ofensiva de Arenado y el último lugar en que se encuentra Colorado en el Oeste del viejo circuito?.

Bryce Harper
Al Bello/Getty Images

8.- Bryce Harper (C)

En sus cuatro primeros juegos con los Phillies, Harper bateó cuatro jonrones e impulsó cinco carreras. Desde el 3 de julio se enfrió y apenas ha conseguido otro bambinazo y nueve remolques en 19 partidos.

Su línea ofensiva de .262-.398-.512 va de acuerdo con sus promedios históricos, nada extraordinario para quien es uno de los peloteros más sobrevalorados de la actualidad.

Lo peor es que ha comenzado a expresar sus frustraciones en público, como cuando se hizo expulsar por protestar un conteo de bolas y strikes que ni siquiera era el suyo, lo cual le valió duras críticas de su compañero Jake Arrieta.

Semejante distracción dentro del clubhouse puede ser sumamente peligrosa en un equipo que apostó 330 millones por él, con la esperanza de verlo repetir cada año sus números del 2015, cuando fue el Jugador Más Valioso de la Nacional.

Manny Machado
Sean M. Haffey/Getty ImagesManny Machado has no reason to look back after deciding his future belonged in San Diego.

9.- Manny Machado (C)

El Ministro de la Defensa ha sido el mismo con el guante, pero no con el bate en San Diego.

Machado (.241-.337-.410) tiene cuatro jonrones y nueve carreras impulsadas, cuando a esta altura del año pasado ya había sacado el doble de cuadrangulares y remolcado 17.

Bateador de más de 30 bambinazos en sus últimas cuatro campañas, la proyección del dominicano con los Padres es de 27 vuelacercas y 61 empujadas, cifras mediocres para quien gana 30 millones por temporada.

10.- Chris Sale (F)

Hasta ahora, el zurdo de los Red Sox no ha justificado ni un centavo de su millonaria extensión contractual.

Su recta ha perdido unas cuatro millas de velocidad y en cinco aperturas tiene balance de 0-4 y efectividad de 7.43.

En 158 innings en el 2018 permitió solamente 11 jonrones y ponchó a 237 rivales, a 1.5 abanicado por episodio.

En lo que va del 2019 ya ha recibido seis vuelacercas y suma 24 chocolates en 23 innings, a un promedio de 1.04.

Y al mismo ritmo que su as van los campeones de la última Serie Mundial, que andan bien abajo en la tabla de posiciones del Este de la Americana, con 9-15.

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Todo el mundo da por descontado que ciertos equipos, entiéndanse los Boston Red Sox, los Yankees de New York, los Houston Astros o Los Angeles Dodgers, estarán jugando béisbol en octubre, cuando la mayoría ya se fue de vacaciones.

Otros candidatos a avanzar a la postemporada no la tendrán tan fácil por pertenecer a divisiones tan parejas que se hace complicado cualquier pronóstico.

Pero siempre hay espacio para las sorpresas, como las que dieron un año atrás los Bravos de Atlanta en la Liga Nacional y los Oakland Athletics en la Americana.

¿Cuáles serían esos dos equipos, uno por cada circuito, que podrían avanzar a la postemporada contra todo pronóstico, dejando en el camino a algún poderoso?

Sergio Romo mirando al cielo con Rays (MLB)
AP Photo/Jim Mone

Liga Americana: Rays de Tampa Bay

En realidad, si los Rays clasifican a la postemporada, no sería tanto una sorpresa por ellos, sino por sus rivales directos.

Ya en el 2018 la novena de Tampa Bay, con su innovador manager Kevin Cash, dio señales de grandeza y si no consiguió colarse en los playoffs con su récord de 90-72 fue porque los Medias Rojas (108-54) y los Yankees (100-62) juegan en su misma división Este de la Liga Americana y los Atléticos sorprendieron al mundo con sus 97 triunfos y 65 reveses.

Pero estos Rays del 2019 están mejores, sobre todo por la adquisición del veterano derecho Charlie Morton, quien conformará una dupla de abridores de lujo con el zurdo Blake Snell, premio Cy Young del joven circuito el pasado año. Ryan Yarbrough, usado por Cash como "opener" en su año de novato, debe tener seguro un puesto en la rotación, tras archivar 16 triunfos con seis derrotas y efectividad de 3.91, junto a Tyler Glasnow, mientras que Jake Faría podría ser el quinto abridor, si es que el manager no acude a un relevista como el venezolano Yonny Chirinos para comenzar partidos.

El también venezolano José Alvarado debería ser el cerrador, tras rescatar ocho partidos a finales de la pasada campaña, cuando el equipo se deshizo de Alex Colomé y vio partir al mexicano Sergio Romo a la agencia libre.

Un Avisail García saludable puede aportar mucho a la ofensiva, al igual que el cubano Yandy Díaz, capaz de desempeñarse en ambas esquinas del cuadro interior.

Le falta poder a la alineación de los Rays, que perdió a C.J. Cron (30 jonrones), reclamado de waivers por los Mellizos de Minnesota . De sus jugadores en el roster actual, ninguno llegó a 20 vuelacercas en el 2018 y le tocará al manager hacer el juego pequeño, basado en la velocidad.

Pero Cash ya sabe lo que tiene y cómo sacarle el mejor provecho.

Liga Nacional: Rojos de Cincinnati

Getty Images

Los Rojos fueron últimos de la división central del viejo circuito e incluso bordearon las 100 derrotas, al terminar con balance de 67-95.

Sin embargo, el Cincinnati del 2019 ha cambiado mucho en relación con el del año pasado y será un equipo muy ofensivo, con la llegada de los jardineros Matt Kemp y Yasiel Puig, para reforzar una alineación que ya cuenta con Joey Votto, Scott Schebler, Scooter Gennett y los venezolanos Eugenio Suaárez y Jose Peraza.

También sumaron como utility a Derek Dietrich, capaz de desempeñarse en casi todas las posiciones, aunque sin ser un estelar a la defensa, pero es un bate bastante sólido para cubrir cualquier hueco cuando a los titulares les toque descanso.

La principal incógnita de los Rojos es el pitcheo abridor, que también sufrió cambios notables y ahora tendrá en la parte de arriba de la rotación a Sonny Gray, el zurdo Alex Wood y Tanner Roark.

Está por verse si Gray, a quien le quedaron inmensas las célebres rayas de los Yankees de New York, vuelve a ser el mismo que brilló en sus primeros años de carrera con los Atléticos de Oakland, pero su presencia, junto a la de Wood y Roark, le cambia por completo el rostro a un cuerpo de lanzadores que en el 2018 fue el segundo peor de la Liga Nacional, con una efectividad de 4.63 y 228 jonrones permitidos, cifra tope en el circuito.

Anthony DeSclafani y el dominicano Luis Castillo estarían entonces en la parte baja de la rotación, sin la presión de ser 1-2 y sobre todo, sin enfrentarse a 1-2 de los equipos rivales.

El cubano Raisel Iglesias, que salvó 30 juegos en 34 oportunidades en el 2018, podría tener muchas más opciones de rescates este año, mientras que en el bullpen también sobresalen los veteranos derechos Jared Hughes y David Hernández y el zurdo Zach Duke.

Es cierto que la división central de la Nacional está complicada, sobre todo por la presencia de los Cachorros de Chicago , los Cerveceros de Milwaukee y los siempre peligrosos Cardenales de St. Louis .

Sólo los Piratas de Pittsburgh se ven descartados de antemano, tras haber perdido más de lo que sumaron en el invierno.

Pero el material con que cuenta el debutante manager David Bell es suficiente para dar pelea y sorprender a sus encumbrados rivales.

Por cierto, que Bell llevará el número 25 en su uniforme, el mismo que usaron su abuelo Gus y su padre, Buddy, cuando pasaron por esta franquicia en los años 50 y 80, respectivamente.

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Faltan 100 días para el inicio de la temporada de Grandes Ligas del 2019 y Bryce Harper y Manny Machado siguen sin trabajo.

Los dos agentes libres que se esperaba reventarían el mercado durante el invierno no han logrado convencer a los equipos de que valen el precio que han puesto en sus etiquetas.

Los rumores van y vienen. Que si los Yankees de Nueva York, que si los Medias Blancas de Chicago o los Phillies de Philadelphia.

Pero al final, nada de nada.

Charlie Morton
AP Photo/Michael WykeEl derecho Charlie Morton se incorpora a Tampa Bay para hacer un tándem considerable con el zurdo Blake Snell a la cabeza de la rotación.

De igual manera, está trancado el mercado de cambios por el receptor J.T. Realmuto, quien le pidió un canje a los Marlins de Miami porque no quiere seguir en un equipo al que no le ve futuro.

Los Marlins, en control del jugador, están pidiendo inteligentemente la Meca y la Ceca, a la espera de que algún equipo necesitado en extremo del estelar cátcher, muerda el anzuelo.

Entretanto, a menos de dos meses para que abran los campos de entrenamientos primaverales, ya hay varios equipos que han venido encajando las piezas que les faltaban para encarar la próxima contienda.

Los grandes ganadores hasta ahora

Sin mucho ruido, los Rays de Tampa Bay son de los mayores ganadores en esta pausa invernal.

El equipo floridano añadió a sus filas al derecho Charlie Morton para hacer un tándem considerable con el zurdo Blake Snell a la cabeza de la rotación.

También sumó al enmascarado Mike Zunino y al jardinero cubano Guillermo Heredia en intercambio con los Marineros y a Yandy Díaz, también de la Mayor de Las Antillas, procedente de los Indios de Cleveland, en tanto están tras los pasos del poderoso bateador designado dominicano Nelson Cruz, que le daría a la alineación una solidez que comienza a ser peligrosa para los rivales.

Los Yankees tienen ya completa su rotación abridora, tras recontratar a los zurdos C.C Sabathia y J.A Happ y conseguir vía canje con los Marineros de Sseattle a James Paxton, también lanzador del llamado brazo equivocado.

Ellos se unirán a los derechos Luis Severino y Masahiro Tanaka para plantarle batalla a sus archirrivales Medias Rojas de Boston Red, campeones de la última Serie Mundial.

En la otra acera de la Gran Manzana, los Mets de New York presentarán una cara distinta a la del 2018, con la llegada del quisqueyano Robinson Canó y el puertorriqueño Edwin Díaz desde Seattle.

Foto: Getty.CC Sabathia

Díaz será el cerrador y tendrá un preparador del octavo inning de lujo, pues los Mets trajeron de vuelta al dominicano Jeurys Familia, quien fuera el encargado de rescatar los juegos del equipo hasta que fue cambiado a los Oakland Athletics a mitad de la pasada campaña.

Y todo indica que el equipo no saldrá del derecho Noah Syndergaard, quien estuvo en rumores de canje por Realmuto, pues Nueva York consiguió los servicios del experimentado venezolano Wilson Ramos, quien aportará no sólo sabiduría detrás del plato, sino también un bate sólido para una alineación que tuvo muchas dificultades para producir carrera en el 2018.

Los Mets quieren volver a pelear en la división Este de la Liga Nacional, como también pretenden hacer los Filis, uno de los equipos dispuestos a abrir la billetera de par en par por Bryce y Machado juntos.

Por lo pronto, ya sumaron al campocorto dominicano Jean Segura y al veterano jardinero Andrew McCutchen, pero se sabe que irán por más, para evitar quedarse cortos como le sucedió la pasada temporada.

Los que van perdiendo

Y mientras unos se fortalecen, otros se debilitan.

Los Marineros han desmantelado el equipo al punto de que han salido de sus filas nueve peloteros de su plantilla del 2018 y todo indica que al menos por unos cuantos años más extenderán su sequía de playoffs, que comenzó en el 2002.

Y los Astros de Houston, campeones del 2017, ahora se ven vulnerables, tras perder a tres de sus cinco integrantes de una rotación abridora que daba envidia: Morton y el zurdo Dallas Keuchel en la agencia libre y el derecho Lance McCullers Jr. debido a una operación Tommy John del codo que lo tendrá fuera de acción hasta el 2020.

Hasta el momento, los Astros no han podido sumar los brazos que ayuden al uno-dos formidable de Justin Verlander y Gerrit Cole.

Así, más o menos, se mueve el mundo, a la espera de que firmen Machado y Harper y empiecen a caer las restantes fichas con un efecto dominó.

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Getty ImagesBlake Snell será el número uno indiscutido en la rotación de Rays para 2019.
Si yo fuera el gerente general de los Rays de Tampa Bay me metería la mano en el bolsillo para invertir un poco de dinero como premio al trabajo que hicieron los muchachos bajo el mando del joven manager Kevin Cash.

No es que sobre la plata por Tampa y menos ahora que la prioridad es construir un nuevo estadio en el área de Ybor City, el cual debe estar listo para la temporada del 2023, pero lo que se logró en el 2018 con un equipo sin muchos nombres no será cosa de todos los días.

Cuando todo el mundo apostaba porque los Rays serían últimos en su división, el equipo terminó con 90-72, el mismo récord con el que los Atlanta Braves ganaron la división Este de la Liga Nacional.

Entonces, hay que salir al mercado para cubrir los principales huecos y poder competir en el 2019 frente a los campeones Medias Rojas de Boston y los siempre poderosos Yankees de Nueva York.

1.- Pitcheo abridor

Introdujeron el concepto del "opener" para iniciar partidos con un relevista que trabajara uno o dos innings y disfrutaron de resultados asombrosos.

Ryan Yarbrough y Ryne Stanek fueron los mejores iniciadores en este experimento y ambos superaron sus expectativas en el 2018, por lo que es de suponer que Cash seguirá su misma estrategia en el 2019.

Getty ImagesBlake Snell será el número uno indiscutido en la rotación de Rays, que contará también con Tyler Glasnow y Jake Faria.

Blake Snell será el número uno indiscutido en la rotación, que contará también con Tyler Glasnow y Jake Faria.

Un devorador de entradas sería una adición bienvenida para no abusar del concepto del iniciador y depender cada cinco días de un abridor que camine profundo en el juego.

El veterano James Shields, un producto original de los Rays y que promedia 219 entradas por temporada, sería una buena opción, al igual que Jeremy Hellickson, otro que comenzó su carrera y disfrutó de sus mejores años en Tampa Bay.

No se trata de lanzadores de élite, sino de abridores de categoría B, cuyos precios podrían ajustarse al presupuesto de la franquicia.

2.- Un bate de poder: Nelson Cruz

Los Marineros de Seattle están en modo reconstrucción y no parecen interesados en volver a firmar al dominicano Nelson Cruz.

A sus 38 años, Cruz se ríe del almanaque y sigue siendo un bateador poderosísimo, pero sobre todo, oportuno.´

Añadir a un bateador designado que promedia 37 bambinazos y 104 remolques por temporada sería una movida inteligente para los Rays, sobre todo, porque dada su edad, el dominicano no estaría buscando un pacto a largo plazo.

3.- Un primera base

Inexplicablemente, los Rays colocaron en asignación a C.J. Cron, su máximo jonronero (30) y remolcador (74) del 2018, en control del equipo hasta el 2021.

Matt Adams o Lucas Duda, ambos bateadores zurdos, están disponibles en el mercado y cualquiera de ellos podría ser el complemento de Nelson Cruz en la tarea de producir carreras para los Rays.

Duda ya tuvo una breve estadía en Tampa en el 2017 y conoce la organización, pero es casi tres años mayor que Adams, por lo que sería más factible firmar a este último con un pacto de al menos dos o tres temporadas.

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Lo único seguro hasta ahora en Grandes Ligas es que Medias Rojas de Boston y Indios de Cleveland ganaron sus divisiones en la Liga Americana y que 13 clubes ya están oficialmente eliminados de las posibilidades de alcanzar la postemporada.

Fuera de eso, hay muchos cabos sueltos entrando al penúltimo fin de semana del calendario regular de la campaña del 2018 en el béisbol mayor de Estados Unidos.

En uno de sus torneos menos competido de la historia, la Liga Americana ya tiene dos monarcas divisionales y otros tres potenciales invitados a los playoffs que arrancarán en la primera semana de octubre. Boston (104-49) y Cleveland (85-67) ganaron las divisiones Este y Central, respectivamente, por tercer año consecutivo, y Boston virtualmente garantizó terminar con el mejor récord de MLB y la ventaja de la casa para todas las series que disputen.

En el Oeste, los campeones Astros de Houston (95-57) superan por 3.5 juegos a los Atléticos de Oakland (92-61) y tienen el número mágico en dos para asegurar al menos un puesto comodín a la postemporada. Houston intenta conquistar banderines divisionales consecutivos por primera vez desde que se mudó de la Liga Nacional a la Liga Americana en el 2013. Los Astros ganaron tres años seguidos la Central del viejo circuito de 1997 a 1999.

Los Yankees de Nueva York (93-59) tienen ventaja de 1.5 juegos sobre Oakland en la batalla por el primer comodín y la ventaja de la casa para el juego de muerte súbita del miércoles 3 de octubre. En caso de que Nueva York y Oakland terminaran empatados en el primer comodín, con ambos clasificados, los Yankees serían locales en el choque de Wild Cards debido a su mejor récord intradivisional, que es el segundo criterio para desenredar empates.

Los sorprendentes Rays de Tampa Bay (85-67) y los Marineros de Seattle (84-58) han tenido buenos desempeños, pero están muy lejos (a 6.5 y 7.5 juegos de Oakland) con tan poco espacio (10 juegos) para maniobrar. En resumen: En el joven circuito es cuestión de tiempo para que Astros, Yankees y Atléticos se unan a Indios y Medias Rojas en el cuadro de postemporada.

En la Liga Nacional es todo lo contrario: Nada está decidido y nueve de 15 equipos siguen en la carrera por llegar a la tierra prometida.

Los que se encuentran en la situación más cómoda son los Bravos de Atlanta (85-68), que tienen ventaja de 6.5 juegos sobre los Filis de Filadelfia (78-74) en la División Este. Los Bravos, que tienen el número mágico en cuatro para atrapar su primer banderín divisional desde el 2013 y el segundo en 13 años, solamente necesitan ganar dos de tres a Filadelfia en el fin de semana, para coronarse.

En la División Central, Cachorros de Chicago (89-63), Cerveceros de Milwaukee (87-66) y Cardenales de San Luis (84-69) pelean el banderín al tiempo que dominan las dos plazas comodines del viejo circuito. Los Cachorros tienen el número mágico en ocho para conquistar la división, pero una cómoda ventaja de siete juegos sobre los Rockies de Colorado en el segundo Wild Card de la liga.

La misión de Milwaukee es acosar a los Cachorros y mantener la ventaja de la casa para el potencial encuentro de comodines. Cerveceros y Cardenales jugarán una serie decisiva entre ellos de lunes a miércoles de la próxima semana en e Busch Stadium, mientras que Cachorros y Cardenales cerrarán la vuelta regular con una serie de tres encuentros en el Wrigley Field.

Tras ser barridos en Dodger Stadium comenzando la semana, Colorado (82-70) se alejó a 2.5 juegos de los Dodgers de Los Angeles (85-68) en la recia batalla por el banderín de la División Oeste, en tanto que los Diamondbacks de Arizona se encuentran a seis de Los Angeles y a cinco de San Luis en el segundo comodín.

Los Dodgers, que tienen el número mágico en ocho para quedarse con su sexto banderín consecutivo, enfrentan a los Padres de San Diego en el fin de semana y luego visitarán a sus acérrimos enemigos Diamondbacks y Gigantes de San Francisco para concluir la temporada regular.

Colorado recibe a Arizona en el fin de semana y terminará la campaña jugando en Filadelfia y Washington, en tanto que los Diamondbacks cerrarán el año en San Diego.

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Entrando al antepunúltimo fin de semana de la serie regular de Grandes Ligas, los cinco puestos a playoffs de la Liga Americana lucen estar prácticamente decididos, contrario a la Liga Nacional, donde hay batallas muy cerradas en todos menos uno, creando las condiciones apropiadas para que se produzcan empates en divisiones o puestos comodines.

En la Americana: Medias Rojas de Boston (101-46) ya clasificó a postemporada y tiene el número mágico en seis para ganar su tercer título consecutivo de la División Este; Indios de Cleveland (82-64) posee la mayor ventaja de un líder divisional (15.0 juegos) y tiene el número mágico en 3 para ganar el centro, mientras que los Astros de Houston (92-54) están muy cerca de garantizar u n puesto comodín y dominan por 3.5 juegos el sector oeste.

Los Yankees de Nueva York (90-56) y Atléticos de Oakland (89-58) batallan ferozmente la ventaja de casa para el partido de comodines, pero no están en real peligro de quedarse fuera de la postemporada. Los Marineros de Seattle (80-66) están a 8.5 juegos del segundo Wild Card.

Getty ImagesIndios de Cleveland (82-64) posee la mayor ventaja de un líder divisional (15.0 juegos) y tiene el número mágico en 3 para ganar el centro.
En la Liga Nacional: Lo único que luce casi decidido es la División Este, donde los Bravos de Atlanta (82-64) dominan por 7.5 juegos a los Filis de Filadelfia (74-71). En el centro, los Cachorros de Chicago superan apena por 1.5 juegos a los Cerveceros de Milwaukee (84-63) y por 4.5 a los Cardenales de San Luis (81-66). En el oeste, los Rockies de Colorado (81-65) van 1.5 arriba de los Dodgers de Los Angeles (80-67) y 4.5 por encima de los Diamondbacks de Arizona (77-70).

Milwaukee y San Luis ocupan las plazas de comodides del viejo circuito, pero Los Angeles, Arizona y Filadelfia están a uno, cuatro y seis juegos. Para poner las cosas más sabrosas, Dodgers y Cardenales juegan una serie de fin de semana, cuyos resultados impactarán las divisiones central y oeste y los comodines.

Con las diferentes modificaciones que ha sufrido el sistema de determinar el campeón de la temporada, la pelota estadounidense se ha visto en la necesidad de hacer variaciones a las reglas de resolver embotellamiento en la tabla de lugares a lo largo de sus más de 140 años de historia.

Al principio todo era muy básico. Entre 1876 y 1900, el equipo que más victorias acumulaba durante la temporada regular era declarado campeón de la Liga Nacional y del béisbol (recordando que las ocho series que se jugaron entre los campeones de la Liga Nacional y la Asociación Americana entre 1884 y 1892 fueron considerados eventos de exhibición).

No fue hasta la creación de la Serie Mundial en 1903, por un título máximo entre los campeones de la Nacional y la nueva Liga Americana (fundada en 1901), que nació oficialmente la postemporada de Grandes Ligas.

Hasta 1968, los dos mejores clubes de cada liga iban directo al clásico de otoño. En 1969 se crearon dos divisiones en cada liga y se agregaron las Series de Campeonato para decidir los dos finalistas. En 1994 emergió la figura del Wild Card (comodín) y se creó una tercera ronda en los playoffs, las Series Divisionales, y en 2012, cuando agregaron un segundo comodín, se estableció el formato actual de cuatro instancias.

Desde entonces, los dos mejores equipos de cada liga que no ganaron sus divisiones, juegan un partido de muerte súbita para determinar el rival del conjunto con el mejor récord de liga en las Series Divisionales. La inclusión del segundo comodín también obligó a que se cambiaran algunas reglas en el sistema de definir empates de temporada regular.

EMPATES DE DOS EN DIVISIÓN O COMODINES

Un partido extra de desempate se juegan cuando dos equipos queden empatados con el mismo récord en una de las tres divisiones o el segundo puesto comodín de la liga. Estos partidos se jugarán el día posterior a la finalización de la temporada, en la casa del club que obtuvo la ventaja de local, que se determina usando una serie de criterios que citaremos más adelante.

Desde la implementación de la figura del comodín en 1994 hasta el final de la temporada del 2011, se implementó una regla diferente. Dos equipos empatados para una división no jugaron un desempate si sus récords eran mejores que todos los ganadores fuera de su división en su liga. Básicamente, si dos estaban empatados en la división y como sea estaban clasificados a los playoffs, se usaban varias consideraciones cuál era campeón divisional y cual era comodín. Punto y bolita.

Sin embargo, con la adopción de un segundo puesto de comodín y un juego entre comodines desde el 2012, el ganador de la división con el mejor récord de la liga enfrentaría una posible eliminación en el primer día de la postemporada, lo que obligó a variar las reglas.

Con las nuevas reglas de desempate, si dos equipos quedan empatados en la división, tendrán que jugar un partido extra incluso si ambos equipos ya se han clasificado para la postemporada. El equipo que pierde el juego de desempate ahora calificará para un puesto de comodín solo si su récord de temporada regular se encuentra entre los dos mejores récords de la liga que no ganaron una división. Esto quiere decir que empatar en la divisió no garantiza nada, más allá del juego de desempate.

Si ese equipo está empatado en el segundo puesto de comodín, entonces se jugará un segundo juego de desempate. Si el empate es en el primer comodín, no es necesario un juego extra, sino que ambos avanzan y la ventaja de la casa se determina con los criterios de desempate establecidos. Tampoco se necesita un juego extra para definir el mejor récord de la liga entre dos ganadores de división que terminen con la misma foja.

Para determinar cuál equipo tendrá la ventaja de la casa en un partido extra, tanto para desempatar una división y el segundo comodín y la ventaja de la casa como mejor récord de la liga son:

El equipo con ventaja en la serie particular, el equipo con el mejor récord global en juegos intradivisionales, el equipo con el mejor récord global en juegos intraligas, el equipo con el mejor récord en los últimos 81 juegos de la temporada, ignorando los partidos interligas, el equipo con el mejor récord en los últimos 82 partidos de la temporada (siempre que el juego agregado no esté entre los equipos empatados), se extiende hacia atrás hasta que se rompe el empate (los juegos de interliga se omiten e ignoran en este proceso).

JUEGOS DE DESEMPATE

En la historia de Grandes Ligas, en 14 ocasiones se ha necesitado jugar un partido (10 ocurrencias) o una miniserie (cuatro ocurrencias) para resolver empates de de serie regular. El fenómeno se repitió cuatro veces entre el 2007 y el 2013, pero no fue necesario en las cuatro temporadas anteriores.

En 1946, Dodgers y Cardenales debieron chocar en una serie al mejor de tres juegos para decidir el campeón de la Liga Nacional. San Luis ganó en dos choques y avanzó a la Serie Mundial, donde venció a los Boston Red Sox.

En 1948, Cleveland derrotó a Boston en un juego extra para definir el monarca de la Liga Americana y siguió inspirado para vencer a los Bravos de Boston en el clásico de otoño. En 1951, cuando Dodgers y Gigantes de Nueva York empataron en la cima del viejo circuito, se juegó una serie de tres encuentros, que terminó con el famoso jonrón de tres carreras del 3B Bobby Thomson al derecho Ralph Branca en la novena entrada para dejar a los Dodgers en el terreno en el Polo Grounds de Manhattan.

El campeón de la Nacional también se decidió en mini series después de la serie regular en 1959 (Dodgers venció a Milwaukee) y 1962 (Gigantes superó otra vez a Dodgers).

Boston y Nueva York quedaron empatados en la División Este de la Americana con 99-63 en 1978 y se tuvo que jugar un partido extra, que ganaron los Yankees 5-4 en el Fenway Park. Dos años después, Houston y Dodgers empataron en el oeste de la Nacional con 92-70 y en el juego de muerte súbita, los Astros superaron a los Dodgers en Dodger Stadium. En 1995, los Marineros ganaron a Anaheim en un encuentro por desempatar el oeste de la Americana.

Hubo desempates por el puesto comodín en 1998 (Cachorros sobre Gigantes), 1999 (New York Mets sobre Cincinnati Reds), 2007 (Colorado sobre San Diego Padres) y 2013 (Tampa Bay Rays ganó a Texas Rangers), en tanto que la División Central de la Americana necesitó un día extra en 2008 (Medias Blancas de Chicago derrotó a Mellizos de Minnesota) y 2009 (Minnesota doblegó a Tigres de Detroit).

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El zurdo Chris Sale y el derecho Max Scherzer han estado al frente de las carreras por el premio Cy Young de ambas ligas mayores desde el inicio de la segunda mitad de la temporada, pero cuando se acerca el inicio del último mes de la temporada, las disputas se han cerrado tanto que aparentemente habrá que recurrir a los sistemas "Photo Finish" o "TV replay" para determinar los ganadores.

De lo que no hay mucha duda es acerca de que el derecho Jacob deGrom, de los Mets de Nueva York, es probablemente el pitcher más valioso del verano, y que eso probablemente no le garantizaría un trofeo de la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA) en noviembre.

Sale, quien solamente ha realizado una apertura en un mes, tiene marca de 12-4, efectividad de 1.97 y 219 ponches en 146 entradas en el 2018. Pese a que ha estado dos veces en la lista de lesionados por asuntos relacionados al hombro, todavía el "Ace" de los Medias Rojas de Boston encabeza a todos sus colegas de la Liga Americana en WAR (6.5 en ESPN/Baseball-Reference y 6.1 en Fangraphs), pero la distancia cada vez es menor.

El derecho Trevor Bauer, de los Indios de Cleveland, (5.6 WAR en ESPN/Baseball-Reference y 5.9 en Fangraphs) le pisa los talones, pese a que no ha podido aportar mucho recientemente por estar en lista de lesionados debido a un golpe que recibió en la pierna derecha el 11 de agosto. Bauer tiene foja de 12-6, efectividad de 2.22 y 214 ponches en 166 innings.

El dominicano Luis Severino, de los Yankees de Nueva York, y el veterano Justin Verlander, de los Astros de Houston, no han aprovechado al máximo el parón laboral de Sale y Bauer, quienes podrían regresar en algún punto después de la primera semana de septiembre.

Severino (4.5 WAR en ESPN/Baseball-Reference y Fangraphs) lidera las Grandes Ligas con 17 triunfos, pero ha dañado sus promedios de dominio en la segunda mitad de la temporada, mientras que Verlander (4.5 WAR en ESPN/Baseball-Reference y 4.6 en Fangraphs) mantiene números excepcionales (13-8, 2.72 y 229 ponches en 175.2 innings) aunque bajó recientemente.

Los que sí han ascendido en la carrera son el derecho Blake Snell, de los Rays de Tampa Bay, y el cerrador puertorriqueño Edwin Díaz, de los Marineros de Seattle. Snell, quien tiene 16-5, 2.05, acumula 5.5 WAR en ESPN/Baseball-Reference y 3.3 en Fangraphs, en tanto que "Sugar" Díaz, el líder de salvamentos de las ligas mayores, ya tiene 50 rescates y podría convertirse en el tercer cerrador de la historia con 60 en una temporada.

En la Liga Nacional hay una batalla sin cuartel que se pelea en tres frentes diferentes actualmente.

Por un lado está Scherzer, quien ganó el premio en las dos temporadas anteriores y tiene tres estatuillas de ese tipo en su carrera, incluyendo la de la Liga Americana del 2013. El caballo de los Nacionales de Washington (8.1 WAR en ESPN/Baseball-Reference y 5.8 en Fangraphs) lidera el circuito en triunfos (16), ponches (249) y entradas (186.2) y es segundo en efectividad (2.22) para mantenerse en el liderato de la pugna.

Pero el derecho Aaron Nola, de los Filis de Filadelfia, viene empujando fuerte, y deGrom puede gritar a los cuatro vientos que ha sido el lanzador menos bateado del béisbol desde el día inaugural de la temporada.

Nola (9.2 WAR en ESPN/Baseball-Reference y 5.7 en Fangraphs) ha superado a Scherzer en duelos particulares dos veces una semana y tiene foja de 15-3, efectividad de 2.10 y 177 ponches en 176 entradas.

Mientras que el flaco de los Mets es el #1 en efectividad de ambas ligas mayores con un microscópico promedio de 1.68 y va segundo del viejo circuito en entradas (182.0) y ponches (224) y es tercero en WHIP (0.98). De acuerdo a Fangraphs, deGrom lidera a todos los lanzadores del béisbol con 6.9 WAR, mientras que ESPN/Baseball Reference lo ubica tercero con 8.0, detrás de Nola y Scherzer.

DeGrom tiene una modesta marca de ganados y perdidos (8-8), pero después de tirarle ocho entradas de una carrera y 10 ponches a los Cachorros de Chicago el martes, extendió su liderato de aperturas de siete o más innings y una o menos carreras (11) en la actual temporada de Grandes Ligas.

Mejor aún, en su carrera deGrom tiene 60 aperturas de una o ninguna carrera, la mayor cantidad en las primeras 133 presentaciones de un lanzador desde 1913. No descarten al derecho de los Mets de la carrera por el Cy Young simplemente por ser el pitcher menos apoyado del juego.

Para finalizar, deGrom lidera a todos los lanzadores de Grandes Ligas en valor probable en dinero por su desempeño en el campo, de acuerdo a una fórmula que usa Fangraphs, que se basa en el gasto anual de los clubes en salarios y el valor final de cada WAR (siglas de Victoria Sobre Nivel Reemplazo en inglés).

De acuerdo a esa tabla, en el 2018 una WAR le sale a los clubes en $7,7 millones de dólares.

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Siete managers en la cuerda floja

FECHA
29/08
2018
por Jorge Morejón | ESPN Digital
En lo que va de temporada, solamente dos managers ha perdido su trabajo.

El primero fue Bryan Price, de los Rojos de Cincinatti , despedido sorpresivamente apenas tres semanas después de iniciada la campaña, cuando el equipo exhibía récord de 3-15.

David Kohl-USA TODAY SportsBryan Price fue el primer manager despedido de la temporada por los Rojos de Cincinatti.

Y el 15 de julio, durante la pausa del Juego de las Estrellas, los Cardenales echaron a Mike Matheny en su séptima campaña al frente del equipo.

A falta de poco más de un mes para completar el calendario regular, lo más probable es que los equipos esperen hasta el final antes de tomar decisiones sobre sus dirigentes.

Hay varios de ellos en la cuerda floja, incluidos dos que recién se estrenaron en esas funciones este año, en lo que podría ser debut y despedida.

Dave Roberts

Si Los Dodgers de Los Angeles no logran clasificar a la postemporada, probablemente sea Roberts el primer manager despedido tan pronto terminen las acciones regulares el 30 de septiembre.

Harry How/Getty ImagesDave Roberts

Como estratega es de lo peor que hay en la Mayores, con todo y el premio de Manager del Año de la Liga Nacional que recibió en el 2016.

Y no le echen la culpa a las lesiones, porque en una temporada tan extensa, todos los equipos pasan por eso.

Roberts es malo, muy malo, con uno de los mejores equipos posibles en sus manos, con el que no pudo ganar la Serie Mundial del 2017 debido en gran medida por sus errores de juicio.

Buck Showalter

Todo indica que después de nueve años, el camino de Showalter al frente de los Orioles de Baltimore se acabará con el último out de la campaña regular.

Tenía en las manos un equipo con posibilidades de plantar batalla en la competitiva división Este de la Liga Americana, con todo y el favoritismo de los Medias Rojas de Boston y los Yankees.

Pero los Orioles son hoy el peor conjunto de todo el béisbol, con una proyección para terminar con 115 derrotas.

Después de 20 campañas al frente de los Yankees, los Diamondbacks de Arizona , los Rangers de Texas y Baltimore, ni siquiera llegó a una Serie Mundial.

Mike Scioscia

Con un título de Serie Mundial en el 2002, Mike Scioscia lleva 19 temporadas al frente de Angelinos de Los Angeles, toda una rareza en estos tiempos de poca paciencia de las gerencias.

Pero Scioscia parece haber agotado su largo ciclo, encaminándose a su tercera campaña negativa consecutiva.

Mike Scioscia
Matt Brown/Angels Baseball LP/Getty ImagesMike Scioscia

Aunque el veterano estratega ha negado rumores de que vaya a renunciar después de esta temporada, cuando el río suena, piedras trae y para los Angelinos sería conveniente un cambio.

Ned Yost

No tenía mucho con qué competir Yost, tras perder de golpe a varias piezas claves del núcleo del equipo que fue a dos Series Mundiales seguidas en el 2014 y 2015, con trofeo incluido en la última de estas.

Pero la reconstrucción iniciada por los Reales de Kansas City podría requerir nueva dirección y según la prensa local, el equipo está mirando para el 2019 hacia Matheny, el despedido manager de los Cardenales.

Dave Martínez

"Ya no sé qué más hacer". Así lo reconoció el manager de los Nacionales de Washington el pasado 14 de agosto, en medio de una racha perdedora de su equipo.

Y con esa frase se puso él solo la soga al cuello.

Si un conjunto partió como superfavorito para arrasar en su división, ese fue el de Washington, que a duras penas coquetea con récord de .500.

Luego de años a la sombra de Joe Maddon, primero en los Tampa Bay y luego en los Cachorros de Chicago, Martínez recibió en el 2018 su primera oportunidad para dirigir...y no ha podido hacerlo peor.

USA TODAY SportsDave Martínez

Mickey Callaway

Otro debutante en el 2018, Callaway no ha podido sacarle jugo a los Mets, el equipo llamado a luchar con los Nacionales por la división Este de la Liga Nacional.

Tan mal lo han hecho los Mets, que en cierto momento llegaron a estar en el último lugar de su grupo, por debajo incluso de los Marlins de Miami , conjunto que acababa de sufrir una profunda reestructuración.

Don Mattingly

Los jóvenes Marlins necesitan un verdadero líder para llevar adelante el proceso de reconstrucción que planea Derek Jeter.

Ese líder no es Mattingly, cuya personalidad aparentemente indiferente y conformista exaspera a los reporteros que cubren día a día sus ruedas de prensa en el Marlins Park.

Ha tenido récord perdedor en cada una de las tres temporadas que lleva en Miami y sus constantes errores en el ABC del béisbol lo hacen blanco permanente de críticas de la fanaticada.

Su posible reemplazo sería un viejo conocido de Miami, Joe Girardi, quien ganó el premio de Manager del Año en el 2006, cuando debutó como director con los Marlins, a pesar de lo cual, el entonces dueño Jeffrey Loria lo despidió por diferencias con él.

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Aficionados y Fanáticos al "Rey de los Deportes": Son 4 temporadas consecutivas con más derrotas que victorias para los Rays de Tampa Bay, y a juzgar por los movimientos durante el invierno, difícilmente podrán poner punto final a esa racha negativa.

No solo los cambios del equipo, que dejó ir a tres piezas importantísimas, sino los movimientos de los rivales de división, específicamente los Yankees de Nueva York, Medias Rojas de Boston y hasta Azulejos de Toronto, que mejoraron mucho respecto a lo que tenían el año pasado.

Los Rays sentenciaron un año difícil en el 2018 con tres bajas de elementos que han sido básicos en cada línea. Dejaron ir al pelotero insignia de la organización en la década reciente: Evan Longoria partió a San Francisco, llevándose con él casi todos los records ofensivos en la historia de los Rays, que se quedaron sin su capitán, sin su hombre más importante en el terreno.

Chris Archer
John Raoux/AP PhotoCon la salida de Evan Longoria, Chris Archer queda con el líder de mayor presencia en la plantilla de los Rays.
Además de la partida de Longoria, Alex Cobb, el abridor con más victorias en 2017 (12) y con mejor efectividad (3.66) también dejó de ser parte de la organización al convertirse en agente libre, dejando a Chris Archer y Jake Odorizzi con toda la responsabilidad de encabezar al cuerpo de abridores.

Para colmo, tampoco regresa Jim Hickey, por más de una década el coach de pitcheo del equipo, quien se fue a Chicago a reunirse con Joe Maddon, junto a quien logró llegar a aquella Serie Mundial del 2008 con los Rays, en donde Hickey fue considerado clave en el desarrollo de tantos buenos lanzadores que han pasado por esta organización desde poco antes de que alcanzaran aquel Clásico de Otoño.

Dentro del negro panorama para los Rays en la temporada que se avecina, al menos tendrán dos caras nuevas que pueden hacer mucho por el equipo: la de Denard Span, que aportará su experiencia a un jardín en el que junto a Kevin Kiermaier y Steven Souza Jr. pueden llegar a hacer cosas interesantes; asi como la incorporación del cubano Adeiny Hechavarria, un consentido de la afición de la zona y que viene a tratar de aliviar las otras penas que tendrá el equipo durante el calendario regular.

Kevin Cash viene a su cuarta temporada como manager del equipo. A pesar de las carencias y la falta de inversión de su directiva, ha podido hacer papel decoroso en cada una de las anteriores. Hoy se ve más complicado que nunca, cuando los Rays traten al menos de hacer el milagro de dejar atrás su cadena de temporadas consecutivas abajo de .500

¡No hay nada mejor!

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