De nada valieron las 102 victorias en la temporada regular, 22 de ellas de forma consecutiva.

Los Yankees de Nueva York Yankees completaron el improbable milagro y extendieron un año más la espera de unos Indios de Cleveland que una vez más nadaron para morir en la orilla.

Didi Gregorius
Gregory Shamus/Getty Images

Tres momentos definieron el partido.

Didi Gregorius le anunció temprano a Corey Kluber que por muy Cy Young que sea, no es un hombre grande en postemporadas.

En el primer inning le botó la pelota sin nadie en bases para darle a los Yankees rápida ventaja.

El propio Gregorius volvió a sacarla con Brett Gardner en circulación en el tercero para facilitarle las cosas a un C.C. Sabathia magistral.

Cuando llegó a la organización de los Yankees en el 2015, el holandés dejó en claro que no venía a sustituir a Derek Jeter, el gran capitán retirado un año antes, sino que venía a hacer su juego y a aportar lo mejor que pudiera.

Aroldis Chapman
Ken Blaze/USA TODAY Sports

¡Y sí que lo ha hecho!

Y ese turno de Gardner en el noveno, con dos corredores en circulación y dos outs, fue simplemente épico.

Foul tras foul, el jugador que más tiempo lleva en la plantilla de Nueva York tuvo el que quizás haya sido el turno más importante de su carrera.

En el duodécimo pitcheo de Cody Allen conectó su etrcer indiscutible de la noche para darle al cerrador Aroldis Chapman un colchón de tres carreras de ventaja.

Chapman volvió a tener otro salvamento de dos innings, con cuatro abanicados. Para eso lo trajeron de vuelta después de haberlo soltado a mitad de la temporada pasada. Para eso lo convirtieron en el relevista mejor pagado de la historia.

En seis innings y dos tercios que ha trabajado en cuatro apariciones de la postemporada, ha ponchado a 13 bateadores con sus rectas de humo y sus efectivos sliders.

Nueva York logró el milagro de remontar una desventaja de 0-2 en la serie para ganar tres seguidos.

Ya lo había hecho contra los Atléticos de Oakland en la serie divisional del 2001, pero aquellos eran los Yankees de Jeter, de Jorge Posada, Paul O´Neill, Roger Clemens, Mariano Rivera, Andy Pettitte y Orlando "El Duque" Hernández.

Esta pandilla de inexpertos como los dos Aaron, Judge y Hicks, los dominicanos Luis Severino y Gary Sanchez y Greg Bird, no estaba supuesta a llegar tan lejos. De hecho, pocos le daban oportunidades de viajar a los playoffs.

Pero aquí están, preparando ya sus maletas para viajar a Texas y comenzar el viernes la serie de campeonato de la Liga Americana contra los Astros.

El momentum es de los Yankees. Eso de salir al terreno sin la condición de favoritos que casi siempre acompaña a esta

franquicia es algo que los convierte en rivales peligrosamente inspirados.

Ya los Indios lo probaron en carne propia. Ahora, 'Houston, you have a problem'.

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El drama extradeportivo en torno a la decisión de quién debía abrir este miércoles por los Washington Nationals en el cuarto partido de la serie divisional ante los Chicago Cubs se solucionó de la mejor manera.

Michael Taylor
AP Photo/Nam Y. Huh

Stephen Strasburg tomó finalmente la pelota, tras acusar supuestos síntomas de gripe y recibir duras críticas por una presunta falta de compromiso, y superó su propia actuación del primer día, al abanicar a 12 bateadores en siete entradas y llevar a los Nacionales a triunfo de 5-0, con lo que se empató la serie a dos victorias por bando.

Hizo 106 lanzamientos, 72 por la zona de strikes, nada mal para alguien con su salud quebrantada.

Sólo el venezolano Willson Contreras y el puertorriqueño Javier Baez se salvaron de ser ponchados por Strasburg, quien dejó a la alineación de los campeones en tres imparables, uno de ellos por dentro del cuadro.

Nacionales victoria Juego 4 SDLN
AP Photo/Nam Y. Huh

La suspensión del juego por lluvia el martes le dio al manager Dusty Baker un día más, para poder usar a Strasburg con el debido descanso, en lugar del derecho Tanner Roark, quien era el abridor designado originalmente.

Ante los síntomas gripales de Strasburg, Baker estaba decidido a mantener su decisión respecto a Roark, pero los señalamientos al pitcher en varios medios de prensa, incluido el influyente The Washington Post, lo hicieron recapacitar y pedir la pelota.

Hizo bien el manager en cambiar de opinión. Si Roark venía en su mejor noche y dominaba a Chicago, Baker, frecuentemente criticado por sus erráticas decisiones, habría quedado como un genio.

Pero si por el contrario, el serpentinero recibía una lluvia de palos, posiblemente este hubiera sido el último juego que dirigía el mentor con los Nacionales.

Si Strasburg hubiera venido mal, nada se le podría criticar a Baker, pues decidió morirse con su mejor caballo disponible.

Entretanto, los Nacionales sacaron provecho de un error del campocorto Addison Russell para fabricar la primera carrera que hubiera sido suficiente para la victoria.

La defensa de Chicago lleva seis marfiladas en cuatro partidos, demasiados en una serie tan cerrada, que no se ha ido de un solo lado en ninguno de los encuentros.

El tiro de gracia lo dio Michael Taylor con su jonrón con bases llenas ante Wade Davis en el octavo.

El quinto y decisivo partido se jugará en el Nationals Park de Washington, cuyo ganador avanzará a enfrentar a Los Angeles Dodgers a la serie de campeonato de la Liga Nacional.

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La Madre Naturaleza alargó un día más la espera. Demasiada lluvia sobre la Ciudad de los Vientos obligó a posponer hasta el miércoles el cuarto partido de la serie divisional entre los Cachorros de Chicago y los Nacionales de Washington.

En principio, parecería que la suspensión beneficiaría más a los Nacionales, que tendrían disponible y descansado al derecho Stephen Strasburg para iniciar en lugar del menos calificado Tanner Roark.

Lluvia en Wrigley Field
AP Photo/Nam Y. Huh

Pero el manager Dusty Baker decidió mantener su elección inicial, a pesar de la gran actuación de Strasburg en el primer juego de la serie, con diez ponches en siete entradas.

Baker, cuyas malas decisiones tienen a Washington contra la pared, explicó que Strasburg no se siente bien de salud, aparentemente por un incipiente estado gripal.

El dirigente dijo que Roark cuenta con toda la confianza del equipo para encarar el decisivo compromiso.

A juzgar por la historia, a Roark (13-11, 4.67) no le ha ido mal en su carrera ante los Cachorros, contra quienes ha trabajado siete veces, seis como abridor, con saldo de 4-2 y efectividad de 4.06.

Este año, en una salida ante Chicago, lanzó seis y un tercio, con dos carreras permitidas, para apuntarse el éxito.

La lluvia entonces beneficia a los Cachorros, pues le da un día extra de descanso al abridor Jake Arrieta, relegado primero al tercer puesto y luego al cuarto turno de la rotación por molestias en el tendón de la corva de su pierna derecha.

El director Joe Maddon dijo que trató de darle todo el descanso posible para que se recuperara, aunque, más allá de su reconocida calidad como lanzador, el largo tiempo de inactividad y el estado real en que se encuentre la lesión son factores que pueden jugar en su contra.

No las ha tenido todas consigo frente a los Nacionales en su carrera. En nueve aperturas tiene balance de 1-2 y efectividad de5.48, la segunda peor ante cualquier equipo de la Liga Nacional, detrás de los Rockies de Colorado, ante quienes trabaja para promedio de limpias de 6.11.

En el 2017 tuvo una salida contra Washington y fue castigado con seis carreras, cinco de ellas limpias, en cuatro capítulos, en los que regaló seis bases por bolas.

Un triunfo de Chicago provocaría la repetición de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional del pasado año ante Dodgers de Los Ángeles, que barrieron en tres juegos a los Diamondbacks de Arizona y esperan por rival.

De paso, para Washington sería su cuarta participación en series divisionales sin haber podido jamás avanzar a la siguiente ronda de los playoffs.

Si ganan los Nacionales, entonces el quinto y decisivo encuentro se disputaría el jueves en la capital del país.

Entonces habrá qué esperar hasta el miércoles para saber en realidad a cuál de los dos equipos benefició más el día extra.

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Jonathan Daniel/Getty ImagesA Anthony Rizzo le gustaría que se acortara la duración de la temporada.
Oigan, un juego es mejor que ninguno. Luego de la cuádruple cartelera del lunes en la que vimos a los Astros ponchar su boleto a la siguiente fase con drama, a los Yankees mantenerse con vida y entonces a los Dodgers completar la barrida a los Diamondbacks, nos quedamos con los Nacionales y los Cachorros - pero hay suficiente drama para saciar nuestro apetito de béisbol.

La cosa más importante del día: Jake Arrieta lanzó apenas 10S entradas en septiembre mientras se recuperaba de una lesión en la corva sufrida a principios del mes. Su última aparición ocurrió el 26 de septiembre, cuando permitió cinco carreras y dos jonrones a los Cardenales en tres entradas.

Juego 4 SDLN: Nacionales en Cachorros (Cachorros en ventaja 2-1)

Tanner Roark (13-11, 4.67) vs. Jake Arrieta (14-10, 3.53), 5:30 p.m. ET (TBS)

Lo que está en juego: ¿Les hemos mencionado en este espacio que Dusty Baker nunca ha ganado una Serie Mundial? ¿O que los Nacionales intentan evitar una cuarta derrota en la serie divisional en seis temporadas sin haber siquiera llegado a la Serie de Campeonato de la LN? Los Nacionales han bateado apenas para .121/.200/.231 en los primeros tres juegos, y a pesar de lo doloroso que fue perder el Juego 3 luego que Baker sacara a Max Scherzer y dejara a Sammy Solis y Óliver Pérez permitir los hits para empatar y perder el juego sin que Ryan Madson o Sean Doolittle pudiesen entrar al juego, la ofensiva anotó apenas una carrera y esa entró gracias a un elevado que cayó entre tres.

Si los Nacionales ganan: Tendrían el derecho de volver a casa, donde batean mucho mejor (con OPS de 83 puntos mayor), con Stephen Strasburg en el montículo con cinco días de descanso. Incluyendo su apertura en el Juego 1, Strasburg tiene efectividad de 0.78 en 11 aperturas desde el receso del Juego de Estrellas mientras sus rivales promedian .166.

Si los Cachorros ganan: Se echarían champaña unos encima de los otros y celebrarían su cuarta victorias consecutiva en una serie de playoffs.

Una estadística clave que deben conocer: La temporada de Arrieta tuvo sus altas y sus bajas pero parecía haber llegado a su mejor momento en julio y agosto con efectividad de 2.25 y 1.21, respectivamente. Pero sus mejores meses fueron abril y mayo y su peor fue julio. Su tasa de dejados en base fue terrible en la primera mitad, y mucho mejor en la segunda. Se puede decir esto de casi todos los lanzadores, pero todo se trata del comando de la recta: Los bateadores tuvieron slugging de .429 y .526 ante su recta en abril y mayo, .263 y .293 en julio y agosto. Arrieta tuvo grandes diferencias en sus números ya que los zurdos tuvieron un OPS de 228 puntos mayor. Baker debería considerar poner a Adam Lind en el jardín izquierdo para tener un bate zurdo extra ahí.

El choque que más importa: Roark versus los bates zurdos de los Cachorros, Anthony Rizzo y Kyle Schwarber. Roark es el típico lanzador de cinco pitcheos con una recta de cuatro costuras, una de dos costuras, más un slider, una curva y un cambio. Sin embargo, tiene grandes diferencias en sus números:

vs. LHP: .284/.362/.474
vs. RHP: .223/.277/.341

Con eso en mente, esperen que el manager de los Cachorros Joe Maddon rellene su alineación de zurdos, lo que probablemente signique que veremos a Jon Jay en los jardines y Ben Zobrist en la segunda base (o quizás le dé a Ian Happ una oportunidad titular). Noten que los Cachorros tienen en su roster de la serie a 14 jugadores de posición, lo que le dá a Maddon más flexibilidad en su banca en caso que Baker traiga a uno de sus relevistas zurdos.

La predicción: Arrieta es una especie de incognita con su salud, pero este podría ser un partido en el que ambos managers tengan que recurrir a su bullpen. Maddon tiene a John Lackey en reserva. Esperen algo más de ofensiva, pero los Cachorros utilizarán su ventaja de estar en casa para terminar la serie con una victoria 5-4. Sí, otra derrota por una carrera para los Nacionales.

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Por segunda ocasión en tres partidos, los abridores de los Nacionales de Washington mantienen sin hit a los Cachorros de Chicago por los primeros cinco o seis innings y luego el equipo termina perdiendo.

Max Scherzer no parecía el pitcher que venía de una lesión y por espacio de seis episodios tuvo a los actuales campeones en un puño.

En el séptimo, después de un out, Ben Zobrist rompió el encanto del no-hitter con un doblete.

Fue entonces que el manager Dusty Baker entró en pánico y con 98 lanzamientos a su haber, le pidió la pelota a Scherzer.

Nacionales Cachorros Juego 3 SDLN
Jonathan Daniel/Getty Images

Cuestionable la decisión. Si bien es cierto que el derecho había tenido molestias en la espalda por las que tuvo Baker que retrasar hasta el tercer juego su uso y 98 envíos es una cifra considerable, el estelar derecho merecía un voto de confianza después de semejante alarde de dominio.

Con la pizarra con ventaja mínima de 1-0, el manager trajo al rescate a Sammy Solís... ¡Sammy Solís! No estamos hablando de Mariano Rivera o de Trevor Hoffman.

Solís vino a intentar preservar la minúscula diferencia, pero el cubanoamericano Albert Almora Jr, de emergente por Kyle Schwarber, lo recibió con cañonazo remolcador del empate.

El siguiente hombre que enfrentó, Jason Heyward, también le pegó imparable, como para reconfirmarle al manager de los Nacionales el error monumental que cometió al sacar a su as.

Pero no pararon ahí los disparates del estratega de los Nacionales.

Con el juego empatado 1-1 en el octavo, la primera desocupada y corredor en segunda con la potencial carrera de la ventaja, prefirió lanzarle a Anthony Rizzo, el mejor bateador de los Cachorros, que había impulsado cuatro de las siete carreras fabricadas por su equipo en la serie.

Para ello trajo al veterano mexicano Óliver Pérez, por la manida costumbre del ''zurdo contra el zurdo''.

Es Óliver Pérez, no Aroldis Chapman...

Rizzo, quien esperaba que lo transfirieran intencionalmente, le disparó a Pérez imparable remolcador y al llegar a la inicial gritó a viva voz: ''¡A mí se me respeta!''.

Baker no respetó las jerarquías, ni de su abridor Max Scherzer, ni del toletero Anthony Rizzo y ahora Washington queda, una vez más, al borde de la eliminación en series divisionales, fase de la que nunca ha podido avanzar más allá.

El cuarto juego será en el Wrigley Field de Chicago y los Nacionales tendrán enfrente a Jake Arrieta, mientras por los visitantes subirá a la lomita Tanner Roark, quien al menos en el papel, no le llega a los tobillos a su más encumbrado rival.

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La ofensiva de los Nacionales de Washington lo dejó todo para el octavo inning, para vencer 6-3 a los Cachorros de Chicago y respirar en la Serie Divisional de la Liga Nacional.

Los poderosos bates de los Nacionales habían estado dormidos por espacio de 16 episodios, con apenas una carrera, producida por jonrón solitario de Anthony Rendón en el primer inning del segundo partido.

El abridor zurdo Jon Lester había continuado el dominio de su compañero Kyle Hendricks y Chicago amenazaba con limpiar completo a Washington en el Nationals Park, antes de que las acciones se trasladaran al Wrigley Field, en la Ciudad de los Vientos.

Bryce Harper batea con Nacionales
AP Photo/Pablo Martínez Monsiváis

Pero Bryce Harper convirtió el parque capitalino en un manicomio con su cuadrangular de dos carreras que igualó las acciones en el octavo, en mismo inning en el que Ryan Zimmerman definió con otro bambinazo con dos hombres en circulación.

Aquí salió a relucir la diferencia entre el pitcheo abridor y el relevo intermedio de los actuales campeones.

El puente entre los iniciadores y el cerrador Wade Davis tiene demasiadas fisuras, que se evidenciaron en el juego de este sábado.

Primero Carl Edwards Jr, que permitió el jonrón del empate de Harper, y luego Mike Montgomery, que toleró el de la ventaja de Zimmerman, no pudieron preservar el bien trabajo de Lester para entregarle el juego en bandeja de plata al cerrador Davis.

El manager Joe Maddon debería preocuparse también por la ofensiva de su equipo, que no ha estado muy productiva, apenas tres carreras en cada uno de los encuentros.

Si Stephen Strasburg y Gio González no se llevaron el triunfo en sus respectivas aperturas fue por falta de apoyo de sus compañeros, pues ambos serpentineros tuvieron sólidas salidas.

El lunes se reanuda la serie en Chicago, con Max Scherzer y el colombiano Jose Quintana, por los Nacionales y los Cachorros, respectivamente.

Por ahora, la tropa de Dusty Baker espantó el fantasma del fracaso, luego de que Washington haya quedado eliminado siempre en la primera ronda de los playoffs las tres veces anteriores que avanzó a la postemporada, en el 2012, 2014 y 2016.

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¿Debería la MLB y la Asociación de Peloteros explorar la cuestión de que las bases puedan estar compuestas de mejores materiales?

Cal Ripken jugó cada partido de su equipo por más de 16 años, y uno de sus managers, Davey Johnson, reflexionó sobre cómo Ripken de alguna manera evitó lesiones graves a pesar de la gama de riesgos inherentes al juego: pelotazos en sus manos y muñecas, deslizamientos agresivos mientras defendía la segunda base. Y tal vez la amenaza más consistente a la racha de juegos, reflexionó Johnson en 1996, era el hábito de Ripken de delizarse en la primera base mientras corría por la línea a toda velocidad.

Si Ripken aterrizaba sobre la elevación de la base o en la parte posterior de la pierna del primera base, podía torcerse el tobillo, dijo Johnson, o romper su Aquiles, o recibir daño de alguna otra manera. Era la torpeza de los atletas de más de 200 libras corriendo a través de superficies planas cambiantes a lo que se refería Johnson.

Esto causa lesiones anualmente, con Bryce Harper el ejemplo más reciente y más prominente. En su esfuerzo por alcanzar un hit, se abalanzó a la primera base, y en condiciones húmedas, su pie se deslizó a través de la almohadilla, su rodilla se hiperextendió y luego se dobló. Por tal razón tuvo que ser ayudado a salir del campo. A principios de esta temporada, los Nacionales perdieron por todo el año a Adam Eaton por una lesión de rodilla y tobillo en una jugada parecida en la primera base; de manera similar, Mike Trout salió herido al deslizarse de manos en la segunda base, desgarrándose su pulgar.

Una pregunta que valdría la pena para MLB y el sindicato explorar: En tiempos de tecnología avanzada, ¿podría existir una composición mejor y más segura para las bases, especialmente la del primer cojín?

Es una pregunta tan simple y tan natural como si hay una máscara facial mejor para los receptores, o un mejor casco para los bateadores.

Algunos entrenadores han notado en los últimos años que las bases son más rígidas de lo que solían ser. Algunos equipos intercambian las bases durante el transcurso de la acción del juego y venden las viejas como ya utilizadas en el juego, quizás contribuyendo a que la flexibilidad de las mismas no disminuya.

¿Es real o es una percepción? Es difícil decirlo sin más examen.

La composición de las bases ha cambiado a través de los años, de los tipos más suaves que Ty Cobb usó para deslizarse al modelo que Rickey Henderson alzó después de romper el récord de Cobb de bases robadas -aparentemente más plano que las bases de hoy.

¿Podría encontrarse una superficie mejor en la parte superior de la base, que sea menos resbaladiza para evitar lo que le ocurrió a Harper en la noche del sábado? ¿Sería beneficioso si las bases fueran más planas y más bajas? ¿Se podría utilizar la electrónica de alguna manera, para reducir la necesidad de una base elevada? ¿Hay algo que podría mejorarse?

Estas son todas las preguntas que vale la pena explorar.

Cuando MLB presionó por un cambio en las reglas de colisión del receptor, esto alteró la forma en que se juega el béisbol, en nombre de la seguridad (protegiendo al mismo tiempo las inversiones financieras de los equipos en sus jugadores). Lo mismo ocurrió cuando se establecieron las nuevas reglas para proteger a los defensores de la intermedia (segunda y campocorto); ahora los jugadores realizan el doble play sin el temor de ser barridos por un corredor que se aproxima.

Pero simplemente alterar la composición de las bases no puede afectar la forma en que se juega el béisbol , y podría ayudar a mantener a jugadores como Eaton, Trout y Bryce Harper en el campo.

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Es posible que la serie del pasado fin de semana entre los Cachorros de Chicago y los Nacionales de Washington no haya sido la previa de la Serie Divisional de la Liga Nacional que todo el mundo pensaba que iba a ser.

Después de todo, los quisquillosos Cerveceros de Milwaukee están apenas a medio juego de los Cachorros y podrían terminar quedándose con el banderín de la Central LN. Y sin mencionar a esos quisquillosos Marlins de Miami están apenas a 13 juegos de los Nacionales y podrían terminar ganando el Este LN (es broma).

Incluso si los Cachorros y los Nacionales hacen lo que se espera y se llevan sus respectivas divisiones, los Dodgers de Los Angeles se caigan por un precipicio y jueguen para .300 en el resto del camino, en cuyo caso Washington sería el primer sembrado y tendríamos un choque Chicago-L.A. en la SDLN (de nuevo es broma). O quizás un choque Chicago-Colorado o Chicago-Arizona (sigue siendo broma).

OK, así que es posible que la serie Cachorros-Nats haya sido de hecho un atisbo de lo que nos espera en el otoño. Si le creemos a FanGraphs, que actualmente le da a Chicago un 86 por ciento de probabilidades de ganar la Central y a Washington un 99.9 por ciento de ganar el Este, entonces la probabilidad de una serie divisional entre Cachorros y Nacionales es de un... 86 por ciento.

Así que nos vamos con eso y echaremos un vistazo a lo que los pasados tres días en Wrigleyville nos dijeron en torno a las contiendas por los banderines en la Liga Nacional. Aquí les traemos cinco puntos clave:

1. El mes de agosto en MLB puede parecerse mucho al mes de agosto en la NFL

El football de pretemporada no significa nada porque los chicos que están en la duela en agosto no son, en su mayoría, los que estarán en septiembre. Este fin de semana en Chicago fue algo bien parecido a eso. Ninguno de los tres mejores abridores de Washington lanzó porque Stephen Strasburg está en la lista de lesionados, Max Scherzer tenía dolores en el cuello y Gio González se ausentó ante el nacimiento de su segundo hijo.

Solo uno de los tres mejores abridores de Chicago estuvo en el montículo porque, hay cinco chicos en una rotación estándar de Grandes Ligas y algunas veces ellos se toman un descanso. Así que los Nacionales saltaron el turno de Jake Arrieta y José Quintana. En otras palabras, olvídense del grano de sal: Dados los choques en el Wrigley Field, el hecho que Washington ganó dos de tres partidos para ganar la serie del fin de semana y la serie de temporada regular (4-3) tiene que ser tomado con un envase completo de NaCl.

Matt Weiters
Quinn Harris/Icon SportswireUna alineación que incluye a Anthony Rendón, Daniel Murphy y Matt Wieters, quien conectó grand slam el domingo, podría convertir a los Nacionales en un equipo difícil de vencer en octubre.

2. La ofensiva de Washington está hecha para octubre

Independientemente de cuando sea el regreso de Strasburg y si se puede mantener saludable en la recta final, los Nacionales van a ser un out difícil en los playoffs - en realidad, unos 27 outs difíciles - porque su alineación es más profunda que la voz de Barry White. Olvídense de las 5.5 carreras por juego que ellos están anotando este año (la mejor marca en la LN). Olvídense de los números que están logrando los chicos que conforman la edición moderna y ampliada de la Fila de Asesinos, Bryce Harper, Ryan Zimmerman, Daniel Murphy y Anthony Rendón. Todo lo que tienen que hacer es mirar lo que ocurrió en la parte final del partido que resultó en victoria viniendo de atrás para Washington 9-4 el domingo.

Abajo en el marcador 4-3 en la parte alta de la octava entrada, Harper abrió con sencillo dentro del cuadro ante el relevista Carl Edwards Jr. Le siguió Zimmerman, quien conectó largo doble a la parte más lejana del jardín central. Con corredores en segunda y tercera sin outs, el manager de los Cachorros Joe Maddon eligió que el derecho Edwards le diera boleto intencional al zurdo Murphy, una opción completamente defendible... hasta que consideramos que el hombre que venía a batear luego de Murphy (Rendón) lidera a Washington en WAR. OK, así que quizás no tienes que ser candidato al JMV para conectar un lanzamiento quebrado - lo que Rendón terminó haciendo con el primer ofrecimiento que recibió de parte de Edwards para empatar el marcador - pero el simple hecho que Edwards hizo un lanzamiento rompiente con los sacos congestionados te dice todo lo que necesitas saber sobre lo peligroso que Rendón es y ha sido toda la temporada. En el siguiente lanzamiento, el 7º bateador Matt Wieters abrió el partido con un cuadrangular. Así que, sí, la alineación de los Nacionales puede batear. Y como lo sabe todo el mundo, el bateo viene bien en el otoño.

3. De repente el bullpen de Chicago está lleno de interrogantes

Con el debido respeto a Brian Duensing, cuando él es el relevista más efectivo en tu equipo - lo que fue Duensing ante Washington en este fin de semana - tienes problemas. Podrá ser que Wade Davis lleve de 23-23 en salvamentos en esta temporada, pero en las últimas ocho semanas, él ha logrado un WHIP de 1.80 y ha otorgado 12 boletos en sus pasadas 16T entradas. Dos de esos boletos fueron el sábado, cuando Davis tuvo una novena entrada de 30 lanzamientos y cayó atrás en el conteo en cuatro de los cinco bateadores que enfrentó. El zurdo Justin Wilson, quien era uno de los relevistas más calientes en el mercado de cambios, también tuvo problemas el sábado y ahora ha permitido siete corredores en las bases en tres entradas desde que llegó desde Detroit. Y entonces está Edwards, quien fue bateado el domingo y ahora ha permitido un total combinado de 10 carreras limpias en las últimas 6 1/3 entradas de trabajo.

Ya que los relevistas se han convertido en una parte crítica de las luchas en la postemporada, si Maddon no logra resolver los problemas en su bullpen, su escuadra podría tener un corto mes de octubre. Eso es, si logran sobrevivir el embate de Milwaukee (y San Luis y Pittsburgh) en agosto y septiembre.

Ryan Madson
Quinn Harris/Icon SportswireRyan Madson ha ayudado a solificar el alguna vez débil bullpen de Washington, lanzando siete entradas en blanco desde que llegó antes de la fecha límite de cambios.

4. De repente el bullpen de Washington está lleno de respuestas

No, en serio. Comparado con los grandes nombres que cambiaron los bullpens la temporada pasada -- Aroldis Chapman, Andrew Miller y Mark Melancon -- los chicos que el gerente de Washington Mike Rizzo añadió en la fecha límite de cambios de este año (Ryan Madson, Sean Doolittle, Brandon Kintzler) tienen todo el chisporroteo de un tazón frio de gazpacho.

Afortunadamente para los Nacionales, el chisporroteo no es una estadística cuantificable. Sin embargo, los boletos y los hits sí lo son. Y el monstruo de tres cabezas mejor conocido como Madlitzler se combinó para permitir apenas tres hits y un boleto en 5 2/3 entradas en blanco ante los Cachorros. Eso se traduce a un minúsculo WHIP de 0.71. Madson ha estado especialmente dominante; en siete apariciones desde que se unió a Washington, el derecho de 36 años ha lanzado siete entradas en cero, permitiendo apenas cuatro hits y un boleto con 11 ponches. El bullpen de los Nacionales, cuya efectividad de 5.20 era la peor en el béisbol durante la primera mitad de la temporada, ha compilado efectividad de 4.66 desde el receso del Juego de Estrellas. Y 4.26 desde que Madson y Doolittle se unieron al equipo. Y 3.65 desde que llegó Kintzler.

De donde yo vengo, eso se llama una tendencia - una que, de continuar, podría ayudarle a los Nacionales a conseguir la primera victoria en su historia en una serie postemporada.

5. Hay buena oportunidad de que nada de esto importe

Independientemente de quien gane el choque en serie divisional entre el segundo y tercer sembrado en la LN, hay gran oportunidad de que los Dodgers estén esperando por ellos. ¿Por qué? Porque el porcentaje de victorias de L.A. en los pasados dos meses (.863) es casi 200 puntos más alto que el porcentaje de victorias de los Nacionales en los pasados tres días (.667). Ese dato es correcto. Con otra victoria el domingo, los Dodgers llegaron a record de 44-7 en sus últimos 51 juegos. Cuarenta y siete.

El momento de la racha de los Dodgers tampoco es coincidencia: El primero de esos 51 partidos llegó el 6 de junio, cuando L.A. venció a los Nacionales en el juego final de una serie de tres partidos en Tinseltown. Al día siguiente, Justin Turner -- quien es, um, bastante bueno en el béisbol - volvió luego de perderse tres semanas por una dolencia en la corva. Y desde ese entonces todo ha sido miel sobre hojuelas para ellos. ¡Y eso a pesar de de haber perdido a su as Clayton Kershaw por las pasadas dos semanas!

Por supuesto, el hecho de que el equipo de Dave Roberts lleve ritmo para conseguir 115 victorias en la temporada regular no garantiza nada en la postemporada. Solo pregúntenles a los Marineros de 2001, los que establecieron marca de victorias en temporada regular con record de 116-46, solo para perder en la Serie de Campeonato de la Liga Americana. Y entonces está esto: De los 21 equipos que han logrado 100 victorias en una temporada desde el inicio de la era del comodín, solo siete de ellos han llegado a la Serie Mundial. Así que quizás haya algo de esperanza para los Nacionales. O los Cachorros. O los Cerveceros. O los Marlins.

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AP Photo/Nick WassBryce Harper y los Nacionales esperan seguir su camino para chocar contra los Cachorros en la postemporada.
CHICAGO - Quizás sea un poco prematuro el catalogar la serie de este fin de semana entre los Cachorros de Chicago y los Nacionales de Washington como una previa de un choque de primera ronda en playoffs, pero si hay alguna serie a inicios de agosto en la temporada 2017 que se pueda definir de esa manera, es esta.

Los Nacionales tiene ventaja de doble dígito en la cima de la División Este de la Liga Nacional, pero tienen poca oportunidad de atrapar a los Dodgers de Los Angeles con el mejor record en la Liga Nacional. Eso significa que Washington está básicamente asegurado con el puesto No. 2. Mientras tanto, los Cachorros han logrado sacar a los Cerveceros de Milwaukee del puestp No. 3 y entran al partido del viernes con ventaja de 1½ juegos sobre sus rivales en la División Central LN. De todos modos, los Cachorros siguen siendo los favoritos para repetir como campeones divisionales, yFiveThirtyEight le da a Chicago un 79 por ciento de probabilidades de ganar la división mientras le da a los Cerveceros cerca de 10 por ciento de probabilidades vencer a los Cachorros.

Con eso en mente, veamos lo que puede importar en este fin de semana - y de nuevo en octubre, cuando los Cachorros y los Nacionales se vuelvan a medir, y con más cosas en juego.

Justin Wilson vs. Bryce Harper/Daniel Murphy

Los Cachorros dijeron todas las cosas correctas luego de adquirir a Wilson, un relevista zurdo desde los Tigres de Detroit en torno al papel que jugará en ayudarles a volver a la postemporada, pero quedan pocas dudas de que su valor real podría llegar en la postemporada. Los zurdos Brian Duensing y Mike Montgomery podrían medirse al peligroso dúo de bateadores zurdos de Washington temprano en los partidos, pero cuando las millas cuenten, esperen que los Cachorros traigan a juego a Wilson.

De acuerdo a ESPN Datos, la recta de Wilson ha sido clave para el lanzador de 29 años esta temporada, en particular ante los zurdos, quienes se han ido de 27-6 (.222) en los turnos que terminan en ese pitcheo. Él dice que su secuencia y variedad de lanzamientos son los elementos que han hecho la diferencia.

"Yo usaba bien mi recta de cuatro costuras, pero con eso, he logrado dominar a los bateadores un poco más con un slider más lento, lo que ha ayudado", dijo Wilson a principios de esta semana. "Es otro lanzamiento por el que ellos se tienen que preocupar, lo que hace lucir mucho mejor a mi recta".

Y donde Wilson puede ser más útil ante esos zurdos es cuando los hace abanicar y fallar. Se ubica 7º en todo el béisbol en esa categoría (mínimo de 25 apariciones como relevista), provocando que fallen en el 38.7 por ciento del tiempo. Para ponerlo en perspectiva, el promedio de la liga es de un 25.2 por ciento ante los zurdos. Wilson también ha dominado a los zurdos, consiguiendo un ponche en el 65.5 por ciento de las veces cuando llega a dos strikes. El promedio de MLB en esa categoría es de 42.5 por ciento.

De forma combinada, Harper y Murphy se han medido a Wilson un puñado de veces, sin éxito (7-0), pero esos choques van a aumentar en este fin de semana.

Cachorros vs. pitcheo derecho

Los Cachorros lucen grandiosos ante pitcheo zurdo, con record de 18-7 ante ellos en esta temporada, pero siguen teniendo problemas ante los mejores derechos de la liga. En general, están cuatro juegos por debajo de los .500 cuando abre un derecho. Ellos saben que van a ver al derecho Tanner Roark el viernes, pero no está claro si Max Scherzer (cuello) lanzará en este fin de semana, y Stephen Strasburg (brazo) no va a volver para esta serie.

Los Cachorros andan en el puesto 14 en la Liga Nacional con promedio de bateo de .240 ante los derechos en esta temporada. Su porcentaje de embasamiento no es mucho mejor, rondando el puesto 13 en la LN. Los Cachorros tienen varios jugadores clave - piensen en Kyle Schwarber y Javier Báez -- con porcentajes de embasamiento por debajo de los .300 ante pitcheo derecho. La disciplina en el plato podría ser clave ante los derechos este fin de semana, y en octubre.

El bullpen de los Cachorros vs. el bullpen de los Nacionales

Justin Wilson -- Chicago Cubs
Jon Durr/Getty ImagesEl relevista zurdo Justin Wilson podría ser pieza clave en el bullpen de los Cachorros ante los peligrosos bateadores zurdos de Washington.
Uno está mejorando mientras el otro ha ido mostrando algunas grietas desde el receso del Juego de Estrellas. No hay un grupo de relevistas que fuese peor en la primera mitad que los empleados por Washington. Ellos se ubicaban últimos en varias categorías - incluyendo efectividad - por un amplio margen. Pero desde la llegada vía cambio de Sean Doolittle y Ryan Madson, los Nacionales han ido mejorando.

Antes del cambio, el bullpen de Washington tenía efectividad de 5.31. Desde ese entonces, los Nacionales se ubican octavos en la LN con 4.35. Mientras tanto, los Cachorros todavía están en segundo puesto general con efectividad de su bullpen de 3.36, pero como demostró el partido del jueves, ha tenido sus rachas de inconsistencia. Los relevistas de Chicago lucieron grandiosos ante Milwaukee el pasado fin de semana, pero antes y después de esa serie, han caminado por senderos rocosos.

Lo que en algún momento era una clara ventaja en favor de los Cachorros podría estarse desvaneciendo lentamente con la llegada a Washington de otro relevista, el derecho Brandon Kintzler, casi al mismo tiempo que Chicago añadió a Wilson. Ambos equipos deben fortalecerse con esas movidas.

El juego del gato y el ratón entre ambas novenas comienza el viernes y podría continuar por par de meses adicionales, e incluso aunque no veamos los choques de lanzadores que podríamos ver en la postemporada, de todos modos debe ser una serie electrizante: dos equipos poderosos practicando para el baile de coronación en octubre.

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Anthony Rendon
Geoff Burke-USA TODAY SportsAnthony Rendón de los Nacionales es candidato en el proceso de Voto Final para el Juego de Estrellas. Pero antes de que emitan su voto, échenle un vistazo al daño que ha causado en uniforme de los Nacionales.
Aunque no es un Todos Estrellas - por lo menos no todavía -- Anthony Rendón estuvo ahí en espíritu cuando los Nacionales de Washington tuvieron su conferencia de prensa de Todos Estrellas el lunes.

Estuvo ahí trasbastidores detrás del podio, donde el lema de #VoteRendón estaba a lo largo y ancho de una plétora de monitores de video. Estuvo ahí en la camiseta de Max Scherzer, que tenía una imagen de la cara de Rendón y las palabras, "Anthony es mi jugador favorito". Estuvo ahí cuando se le preguntó a Daniel Murphy por qué su compañero debía ganar el premio del Voto Final para decidir el último espacio en la escuadra de la Liga Nacional.

Murphy dijo: "¿Has ido a FanGraphs?"

Entre la montaña de estadísticas, se puede encontrar esto en FanGraphs: Hasta el final de junio, Rendón era uno de cuatro jugadores de la Liga Nacional con más boletos que ponches. Los otros tres son Buster Posey y Joey Votto, los que han ganado un JMV, y Anthony Rizzo, quien todavía no lo ha ganado pero ha terminado entre los primeros cinco en las votaciones en los pasados dos años. Todavía queda por verse si Rendón tiene algún galardón de JMV en su futuro. Pero por ahora, se puede alegar que en una escuadra repleta de talento de los Nacionales que ha puesto en ridículo al resto de la Liga Nacional hasta ahora, él ha sido el jugador más valioso de su equipo.

En los primeros tres meses de la temporada, Washington lideró la Liga Nacional en prácticamente todas las categorías ofensivas importantes, gracias en parte a un Escuadrón del Pánico moderno que provocaría celos a los Yankees del 1927. El ocupante del tercer turno en la alineación Bryce Harper está luciendo como en el 2015 cuando se agenció el premio de JMV. El limpiabases Ryan Zimmerman, que está teniendo la mejor temporada de su carrera, está en la corta lista de candidatos para el 2017. Detrás de él está Murphy, quien ha retomado las cosas donde las dejó el año pasado, cuando terminó segundo en la votación del JMV. Pero a pesar de lo importante que han sido esos tres para el éxito en la primera mitad de los Nacionales, su sexto bateador podría el más peligroso de todos.

Para entender el por qué, consideren un turno al bate a finales de junio ante los Cachorros. Con los actuales campeones en ventaja 2-1 en la parte baja de la séptima entrada y con corredor en primera, Rendón se paró en la baja de bateo para medirse a Carl Edwards, un relevista derecho con buen repertorio que antes de ese partido había permitido apenas 13 hits en 31 entradas. Con el conteo igualado en 2-2, Edwards disparó una recta a 95 mph en la esquina de afuera del plato. Un pitcheo perfecto para un lanzador, pero Rendón lo arruinó con un movimiento de muñeca en el último segundo, conectándolo de foul hacia el lado derecho. Entonces Edwards envió una bola rápida a 96 mph justo por encima de la parte superior de la zona, la que Rendón conectó de foul hacia atrás. Luego de dejar pasar una curva que cayó en el terreno para lleva el conteo a cuenta completa, Rendón conectó el octavo pitcheo del turno - otro rectazo a 96 - y la llevó lejos al jardín izquierdo central, donde aterrizó a 416 pies de distancia para darle ventaja a los Nacionales 3-2. Fue el tipo de pelea a muerte que sus compañeros y los fanáticos en D.C. suelen esperar de parte de Rendón.

"Él es mi chico", dijo el coach de bateo Rick Schu. "Si la Serie Mundial está en juego y uno necesita un golpe y a alguien que exprima un turno al máximo, él es el hombre".

Tengan en cuenta que los Nacionales - quienes han perdido tres veces en tres apariciones en la primera ronda de la postemporada - siguen en búsqueda de su primera aparición en un Clásico de Otoño. Pero si ellos llegan lejos este año, sin duda Rendón será uno de los responsables.

Seleccionado en la primera ronda del sorteo procedente de Rice University, el antesalista de 27 años ya tiene WAR de 3.7 (de acuerdo al portal web favorito de Murphy), líder entre todos los antesalistas y el segundo mejor en la Liga Nacional detrás de Paul Goldschmidt de Arizona. Para estar seguros, parte del valor de Rendón viene de su juego seguro en la esquina caliente, donde sus siete carreras salvadas por la defensiva lo ubican tercero en dicha posición en la LN y cuarto en todo el béisbol. Pero el grueso de su valor viene gracias a su bate, donde se ha convertido en uno de los outs más difíciles en todo el deporte.

"Yo solo intento hacer que el lanzador trabaje más", dijo Rendón, quien en mayo tuvo una batalla campal de 14 lanzamientos ante el nudillista de los Bravos R.A. Dickey que terminó en un boleto y que lo ubica empatado con la aparición en el plato más larga en esta temporada en la Liga Nacional.

Esta temporada, está promediando 4.50 pitcheos por aparición en el plato, la mayor tasa en las mayores. Su habilidad para agotar a los serpentineros rivales viene de la rapidez de sus manos combinada con su trabajo micro enfocado en la caja de bateo. En cualquier día, Rendón tomará de 20 a 25 swings de práctica desde un 'tee'. De todos esos, casi la mitad serán pelotas que él coloca fuera de la zona de strike, cerca de 3 pulgadas fuera de la zona (el diámetro de una pelota). Algunas veces lo coloca arriba y pegado, otras veces abajo y afuera, duplicando las localizaciones que más podría ver en conteo de dos strikes.

"Ese es un tema común para los lanzadores", dijo.

Max Scherzer
Patrick McDermott-USA TODAY Sports¿Se merece Anthony Rendón un viaje a Miami? Max Scherzer nos da una pista de su opinión en su camiseta.
El tema común para Rendón es turnos al bate de calidad que duran tanto, que sus compañeros han tenido que recalibrar por completo sus relojes de juego. El receptor Matt Wieters, quien jugó los primeros ocho años de su carrera en Baltimore, ahora batea detrás de Rendón en Washington. Con los Orioles, Wieters solía pasar los primeros tres pitcheos en el círculo de espera haciendo swing con un bate con pesas. Antes del cuarto lanzamiento, le quitaba la pesa al bate y tomaba su bate regular para prepararse para su turno. Pero en D.C., con Rendón bateando frente a él, rápidamente se dio cuenta que cambiar de bate luego de tres lanzamientos no valía la pena.

"Estaba tomando mi bate regular y no hacía nada con él por un tiempo", dijo Wieters, "así que ahora espero cuatro lanzamientos. Pero ese es un buen problema".

Es mucho mejor que el problema que el ex receptor de Baltimore solía tener con respecto a Rendón.

"Tenía que intentar varios lanzamientos ante él, y era difícil encontrar un pitcheo para poder dominarlo".

Recientemente, ha sido más difícil aún.

Debido a que las manos de Rendón son tan rápidas y su swing es tan compacto, los lanzadores suelen evitar retarlo con lanzamientos pegados que podrían dominar a otros bateadores. De hecho, el 53 por ciento de los ofrecimientos que Rendón ha visto este año han sido en la parte de afuera de la zona, la segunda mayor marca entre bateadores derechos en la Liga Nacional. Así que en el medio de mayo, antes de una serie de tres juegos en Atlanta, Schu sugirió que su carga se debía mover más cerca del plato. De ese modo, esas pelotas en la mitad exterior estarían mucho más cerca del mango del bate, más fácil de halar. Sobre esto Schu dice: "Puede hacer mucho más daño".

Y más daño es exactamente lo que Rendón ha estado haciendo. En su primer juego luego de irse de Atlanta, el toletero que suele hablar pausado llevó consigo un gran madero, al conectar par de jonrones ante Seattle. Le siguió a eso con cuadrangulares en cada uno de sus próximos dos juegos ante los Marineros. Luego de conectar cinco jonrones en sus primeros 41 juegos de la temporada, Rendón se ha ido para la calle 11 veces en sus últimos 36 juegos. Su OPS de 1.117 desde el 23 de mayo es el segundo mejor en la Liga Nacional. Quizás lo más impresionante es que lo ha podido hacer sin abandonar su paciencia sobrenatural.

"Parece tan relajado, tan despreocupado en la caja de bateo", dijo el antesalista de los Cachorros y actual JMV Kris Bryant, quien vio a Rendón lograr seis hits durante la serie de Washington ante Chicago. "Muchos lanzamientos en el borde de la zona, los toma con facilidad y simplemente los ve irse. Todo le sale tan fácil".

¿Cuál es la cosa que no le está saliendo fácil a Rendón? Un viaje al Juego de Estrellas. A pesar de su temporada sobresaliente, cuando se anunciaron los rosters para el Clásico de Mitad de temporada, el antesalista de los Nacionales no apareció en el listado debido a la amplia presencia de talento en su posición, un listado que incluye a Nolan Arenado de Colorado como titular y Jake Lamb de Arizona como reservista. Como resultado de eso, no recibió una invitación para la conferencia de presna del Todos Estrellas el lunes en D.C.

"Es realmente duro para mí el darme cuenta que él no está en esa mesa ahora mismo", dijo Scherzer. "Pienso que está teniendo ese tipo de año. Es uno de los mejores antesalistas en el deporte, y cuidado si no el mejor. Así que es realmente duro para mí sentarme aquí y decirles que no merece ir".

Queda por verse si los fanáticos piensan que Rendón se merece estar ahí. Junto con Bryant, él es uno de cinco jugadores que compiten por el puesto final en el roster de la LN. Los resultados de la votación se anunciarán una vez concluya el proceso el jueves en la tarde. En el interín, Rendón solo puede sentarse y ser paciente.

Afortundamente, él es bien bueno en eso.

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