Los diez mejores peloteros de Grandes Ligas

FECHA
26/06
2017
por Buster Olney | Escritor Senior de ESPN.com
Machado
G Fiume/Getty Images
Aaron Judge ha sido el mejor jugador de la MLB en los primeros tres meses de la temporada 2017, sorprendiendo a evaluadores rivales con su mejoría desde el final de la temporada 2016. Pero todavía tiene menos de 100 partidos en las Grandes Ligas, razón por la cual no está clasificado entre los 10 mejores jugadores de las Grandes Ligas. Como hemos visto con Kyle Schwarber, los ajustes son necesarios incluso por los bateadores más talentosos, y con el tiempo, vamos a saber si los lanzadores pueden encontrar una manera de atacar la amplia zona de strike de Judge.

Por ahora, he aquí mi lista de los 10 mejores jugadores de las mayores - sin el tipo que actualmente lidera las grandes ligas en WAR.

Nota: Todas las estadísticas son hasta el viernes 23 de junio.

10. Corey Seager, SS, Dodgers de Los Ángeles

Seager, de 23 años, se ha convertido en el mejor jugador de los Dodgers, después de anotar 105 carreras y compilar 26 jonrones la temporada pasada. Sólo Kris Bryant clasificado más alto en WAR en la última temporada de la Liga Nacional.

9. Joey Votto, 1B, Rojos de Cincinnati

Un ejecutivo rival sobre Votto: "Es tan bueno, y lo loco es que en realidad ha mejorado".

Votto .601 porcentaje de slugging es el mejor de su carrera, y todavía tiene una tasa de ponches de sólo 11,2 por ciento, una combinación increíble en una época dominada por los ponches. Tenga en cuenta: él usualmente ha sido un mejor bateador en la segunda mitad de la temporada que la primera.

8. Manny Machado, 3B, Orioles de Baltimore

Tal vez su día de 4-4 contra los Indios la semana pasada señaló el inicio de un cambio de 2017 para Machado, que ha tenido problemas este año. Pero el total de su carrera ha sido extraordinario, y estará bien compensado cuando llegue a la agencia libre al final de la próxima temporada. Machado pronto cumple 25 años, y ya ha tenido tres top-10 en la carrera de MVP. Se perdió la mitad de una temporada con una lesión en la rodilla en 2014, y sólo cuatro jugadores están por delante suyo en carreras defensivas salvadas desde que irrumpió en las Grandes Ligas.

7. Clayton Kershaw, pitcher zurdo, Dodgers de Los Ángeles

Él tiene el mejor ERA+ ajustado entre todos los lanzadores abridores de todos los tiempos, y en las últimas seis temporadas, ha ganado tres premios Cy Young y tuvo un segundo, un tercero y un quinto lugar. Kershaw ya ha permitido más jonrones esta temporada que en cualquier otra temporada de su carrera, y su ERA es su más alta desde 2010. Pero en un momento en que un montón de equipos de forma rutinaria sacan a sus abridores la tercera vez que el orden de bateo de los contrarios está en turno, Kershaw está entre los líderes de la MLB en entradas y ponches.

6. Nolan Arenado, 3B, Rockies de Colorado

Algunas de las analíticas avanzadas no son amables con el tercera base de los Rockies, y al igual que todos los jugadores de Colorado, él nadará siempre en contra de la pregunta de cuánto de su producción ofensiva es creada por las favorables condiciones de bateo en Coors Field. Pero los evaluadores han llegado a creer que esto trata sobre el Arenado multitalentoso e intenso: es un jugador que puede ser el ancla de un equipo ganador. Él es un importante jugador que marca la diferencia.

5. Max Scherzer, pitcher derecho, Nacionales de Washington

Scherzer tiene la oportunidad de convertirse en la más rara de las especies: Scherzer está bien en su camino para justificar plenamente una inversión a largo plazo, de gran dinero en un lanzador de agente libre. En sus primeras 78 aperturas con los Nacionales, Scherzer tiene 705 ponches y 114 boletos en 564 2/3 entradas - y una efectividad de 2.73 mientras que promedia unas siete entradas por inicio.

Entrando en el fin de semana pasado, Scherzer lideró a la Liga Nacional en las tres categorías de la Triple Corona -ERA, entradas y ponches- en el arranque de lo que ha sido la mejor temporada de su carrera.

4. Chris Sale, pircher zurdo, Medias Rojas de Boston

¿Recuerda la temporada pintoresca de Sale en 2016, cuando él era toda sobre la eficacia de pitcheo y provocando rolatas? Bueno, olvídate de eso: Sale ha ponchado a 12.2 bateadores por nueve entradas esta temporada, lo que le ubicaría entre los 10 mejores promedios de todos los tiempos si puede permanecer en el mismo rango durante la temporada. Tiene un FIP de 1.97 y el único lanzador titular activo que se ha ido mejor en una temporada es Clayton Kershaw, a 1.811 en 2014. Sale tiene la oportunidad de acumular algo en el rango de los 330 ponches esta temporada; Nunca ha tenido más de 274. Es uno de los mejores, y está en su mejor momento en 2017.

3. Mookie Betts, RF, Medias Rojas de Boston

"Cuando ustedes tienen esa conversación sobre quién es el mejor jugador joven -[Mike] Trout, [Bryce] Harper o [Manny] Machado- es mejor que incluyan Mookie Betts", dijo un gerente.

Betts terminó detrás de Trout para el Premio MVP de la Liga Americana en 2016, pero todavía está construyendo su consistencia ofensiva. Ya está considerado como uno de los mejores jugadores en el corrido de las bases, así como el mejor jardinero derecho defensivo.

"Es el mejor jardinero derecho que he visto", dijo un evaluador.

"¿El mejor ahora?" Yo pregunté.

"No -el mejor de todos los tiempos", respondió. Nunca he visto a nadie cubrir tanto terreno delante de él. Ni siquiera de cerca".

2. Paul Goldschmidt, 1B, Diamondbacks de Arizona

El primera base de Arizona ha terminado segundo en el MVP de la Liga Nacional votando dos veces ya, pero esta podría ser la temporada en la que Goldschmidt finalmente recibirá la aclamación personal que muchos de sus compañeros creen que merece hace mucho tiempo. Él está entre los primeros en todos los departamentos. Goldschmidt lidera a las mayores en carreras y remolcadas; y su porcentaje de embasamiento esta temporada está cerca de .450, lo mejor de su mejor carrera. Él se clasifica entre los cinco primeros en la métrica de eficiencia en el corrido de bases. Y él es un defensor superlativo, quizás el mejor entre aquellos en su posición que lanzan con la mano derecha.

1. Mike Trout, CF, Angelinos de Los Ángeles

Ha perdido alrededor de un mes esta temporada debido a lesiones en el músculo isquiotibial y el pulgar, y sin embargo los únicos jugadores que clasificaron más alto que Trout en WAR a partir del 23 de junio fueron Aaron Judge y Paul Goldschmidt. Ése es apenas un número entre los muchos que demuestran la preeminencia de Trout en el deporte. Trout estaba teniendo la mejor temporada en una joven carrera repleta de éxito sin precedentes, con un OPS de 1.203, y espera volver a estar de vuelta para el receso por el Juego de las Estrellas. Él podría recolectar su hit número 1,000 y el cuadrangular No. 200 en torno al tiempo en que cumpla 26 años en agosto.

Omisiones más difíciles: Buster Posey y Carlos Correa

La desastrosa temporada de los Gigantes oscurece lo que ha sido una espectacular temporada ofensiva para Posey, que tiene la oportunidad de unirse a la muy corta lista de receptores que han ganado títulos de bateo. Entre los receptores que tienen al menos 200 apariciones en plato esta temporada, Posey lidera en wRC + con 159 -y está en un universo diferente al de todos los demás. Brian McCann es segundo en 124. Los Gigantes tienen muchos problemas, pero tienen el jugador preeminente en una posición Premium.

Correa ha dado un gran paso adelante este año, en una temporada en la que su atención al detalle ha crecido. Trabajó diligentemente en su defensa, especialmente en los batazos rodados a su derecha, y Correa ha estudiado video de su corrido en las bases. Lo más obvio es que continúa aprendiendo a batear en las Grandes Ligas. Aún con apenas 22 años de edad, Correa está bateando .303, con 14 jonrones de cara a los juegos del viernes.

"Todo el mundo habló de que tuvo un año bajo [en 2016]", dijo un evaluador. "Él tuvo - ¿qué?- 20 jonornes y 96 RBI a la edad de 21 años? Tomaré eso".

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Hay un poco del Bambino en Aaron Judge

FECHA
13/06
2017
por Buster Olney | Escritor Senior de ESPN.com
Aaron Judge está a dos meses de completar su primer año de servicio en Grandes Ligas, y no ha sido electo a un solo equipo Todos Estrellas ni ha ganado un gran premio. Mark Reynolds y Steven Souza Jr. y muchos otros han logrado más en sus respectivas carreras que Judge, quien es tan nuevo en el deporte que sigue aprendiendo cómo navegar por los pasillos de los estadios para llegar a los camerinos visitantes.

Pero al analizar el potencial de mercadeo de Judge en la forma en que uno podría crear un pronóstico del clima, se podría derivar algunas lecciones de uno de los mejores de todos los tiempos en el béisbol: Babe Ruth, una estrella transformadora que elevo el deporte al estatus de pasatiempo nacional en su época.

Photo by Elsa/Getty ImagesEn su primera temporada completa con los Yankees, Aaron Judge se ha convertido en una estrella gracias a su rara combinación de poder y producción.
Ruth se convirtió en una leyenda debido a algunos de estos factores que capturaron la imaginación de los fanáticos de su tiempo:

Con 6 pies 2 pulgadas y 215 libras, Ruth dejaba pequeños a la mayoría de los jugadores de esa época. Ty Cobb medía 6-1 y pesaba 175 libras, el intermedista miembro del Salón de la Fama Eddie Collins medía 5-9 y pesaba 175 libras, y Walter Johnson - conocido como el "Gran Tren" - medía 6-1, y pesaba 200 libras. Con su gruesa parte superior del cuerpo, Ruth no se parecía a otros jugadores de béisbol.

Podía batear la pelota más lejos que sus compañeros y batear más cuadrangulares que cualquier otro. En 1920, Ruth lideró la Liga Americana con 54 jonrones - más que cualquier otro equipo.

Ruth jugó en el mayor mercado del béisbol en un estadio adaptado a sus habilidades particulares como bateador de poder - con una corta distancia de la cerca en el jardín derecho - al grado que el Yankee Stadium se conocía como la Casa Que Ruth Construyó.

Era el mejor jugador en la liga, logrando números que no se habían visto antes, bateando la pelota a donde nadie la había bateado antes.

Y cuando Ruth venía al plato, no se le podían quitar los ojos de encima. Como decía uno de sus compañeros, incluso sus ponches eran épicos, con Ruth abanicando la pelota tan duro que se caía. En el medio de su carrera - e incluso después de ella - los fanáticos se reunían para verlo tomar prácticas de bateo, para ver la fuerza y el poder.

¿Acaso algo de eso les suena familiar?

Hasta hoy, Judge lidera las mayores en jonrones y está en la delantera en las categorías que conforman la Triple Corona en la LA... para los Yankees... quienes juegan en un estadio relativamente nuevo que recompensa a los toleteros derechos que pueden batear la pelota hacia la banda contraria... como Judge.

Desde el inicio de los entrenamientos primaverales, fanáticos y compañeros y rivales se detienen dondequiera que estén para ver a Judge tomar sus prácticas de bateo, porque se preguntan lo que va a hacer próximamente, y cuán lejos podría batear el siguiente lanzamiento - haciendo cosas que ellos no habían visto antes. "Este chico es de otro planeta", dijo Pablo Sandoval en el camerino de los Medias Rojas luego del cuadrangular de 496 pies de Judge el domingo.

A Ruth le encantaba ser el centro de atención y estar en el gran escenario. Judge no parece tener la misma personalidad atrayente de Ruth, dentro y fuera del terreno; es muy discreto y de forma reflexiva desvía la atención.

Pero para un deporte y para un equipo que anda en búsqueda de una estrella, Judge ha dado grandes pasos hacia esa meta. Por lo menos él tiene algunos de los elementos de la fórmula que elevó a Ruth al estatus de ícono.

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Luego de meses de negociaciones sobre el nuevo acuerdo colectivo, el documento está completo y en manos de los impresores, dicen las fuentes. Esto limpia el camino para las conversaciones sobre el ritmo de juego entre las Grandes Ligas y la Asociación de Jugadores que están destinadas a tener un impacto duradero en un juego que siempre se ha destacado por su atemporalidad.

Los oficiales del béisbol y los jugadores podrían terminar aceptando - o confrontando - dos palabras que parecían inimaginables hace cinco o 10 años: reloj de pitcheo. Y a medida que el sindicato y MLB intercambien ideas en los próximos meses, algunos jugadores esperan en privado que parte de la solución sea la llegada de una zona electrónica de strike, la que ellos creen que podría servir para mover los juegos tanto como un límite de tiempo entre lanzamientos.

Habrán cambios entre ahora y el inicio de la temporada 2018, pero bajo los términos del nuevo acuerdo, MLB solo puede hacer cambios de forma unilateral si no puede llegar a un acuerdo con la unión. El poder de alterar las reglas para acelerar el ritmo del juego - o para forzar la negociación de las alteraciones que quieren imponer - está contenido en el Artículo XVIII del nuevo acuerdo colectivo, página 77.

Se piensa que la redacción es un viejo resquicio de los años 70, y aunque no está claro por qué esa sección fue agregada en ese momento en particular, es práctica ahora para el comisionado Rob Manfred mientras que él se esfuerza por acelerar la manera en que se juega el deporte, para reflejar mejor los tiempos de atención de esa era: "El derecho de los equipos de hacer cualquier cambio en las reglas no se verá afectado o limitado de ninguna manera", en tanto y en cuanto MLB le notifique a la unión con una temporada de antelación - algo que ya ha hecho. Las áreas de enfoque para MLB son los tiempos entre lanzamientos y el creciente número de reuniones entre lanzadores, receptores y jugadores del cuadro.

La preferencia de ambas partes es una solución negociada - que encuentren un terreno común en las conversaciones y el intercambio de ideas. Manfred habló sobre esto en marzo, sobre cómo él quiere tener más diálogo con los jugadores, más retroalimentación sobre cómo mejorar el ritmo de los partidos. Pero algunos jugadores reconocen que, de una manera u otra, los cambios a las reglas van a llegar. Un jugador le dijo recientemente a sus compañeros que es mejor que se vayan acostumbrando a la idea de un reloj de pitcheo "porque es inevitable".

Entre los rangos y las filas de la unión, el concepto quizás no sea visto como algo tan radical como antes porque la inmensa mayoría de los jugadores en MLB han competido en juegos donde a los lanzadores se les da 20 segundos entre lanzamientos. Ese cambio en la regla fue implementado antes de la temporada 2015 en Doble A y Triple A, y como nos dice Sarah Langs de ESPN Datos, un impresionante 74 por ciento de los 1,047 jugadores en rosters activos o lista de lesionados en MLB jugaron en estos dos niveles desde el inicio de la temporada 2015, algunos por asignación de rehabilitación por lesiones.

El tiempo promedio de juego en MLB bajó en seis minutos en el 2015, pero esos avances desaparecieron en el 2016, cuando el tiempo promedio de un juego de nueve entradas aumentó de 2 horas, 56 minutos a 3 horas. Este año, el tiempo promedio de los juegos a nueve entradas es de 3 horas 4 minutos, y de 3:08 para todos los juegos. Algunos oficiales de los equipos están convencidos que el paso más deliberado es debido a los hábitos cambiantes de los jugadores.

Entre los 88 jugadores que calificaron para el título de efectividad en 2008, solo tres promediaron más de 25 segundos entre lanzamientos; Josh Beckett fue el más lento con 26.7 segundos. Sesenta y seis de los 88 lanzadores promediaron 22 segundos o menos.

En 2017, solo 21 de los 87 lanzadores abridores de Grandes Ligas están promediando 22 segundos o menos entre lanzamientos. Los lanzadores que trabajan más rápido suelen atrapar el tiro de regreso del receptor mientras retroceden por la pendiente delantera del montículo, casi nunca dándoles la espalda al plato mientras intentan crear un ritmo. Carlos Martínez de los Cardenales de San Luis promedia apenas 19.2 segundos entre lanzamientos; R.A. Dickey de los Bravos de Atlanta promedia 19.1 segundos. Pero 12 promedian más de 25 segundos. Interesantemente, cinco de los 10 más lentos pasaron sus años formativos con los Rays de Tampa Bay -- Matt Andriese (28.4), Alex Cobb (26.4), Chris Archer (26.3), Jason Hammel (25.6) y Jeremy Hellickson (25.2).

Charlie Riedel/AP PhotoJason Hammel promedia 25.6 segundoa entre lanzamientos, uno de los más lentos en MLB esta temporada.
Algunos lanzadores veteranos tienen preocupación de que sus rutinas dentro de los partidos se vean afectadas. Los lanzadores quieren asentarse en el montículo antes de hacer cada lanzamiento, lo que tiene el potencial de alterar la trayectoria del lanzamiento. Los bateadores se salen de la caja de bateo, se ajustan sus guantillas, compran algunos segundos para pensar sobre lo que el lanzador y el receptor planifican hacer después.

Algunos lanzadores y bateadores trabajan lentamente. El relevista de los Dodgers de Los Angeles Pedro Báez atrajo mucha atención durante la postemporada del año pasado por sus hábitos laboriosos. Y el jardinero de los Filis de Filadelfia Odúbel Herrera, quien promedia 30 segundos entre lanzamientos, tiene el ritmo lento más deliberado en las Grandes Ligas. Probablemente Abraham Lincoln pronunció su famoso Discurso de Gettysburg en menos tiempo que lo que le toma a Herrera terminar un turno al bate de cinco o seis lanzamientos.

"Es algo ridículo", dijo un jugador veterano sobre los turnos de Herrera. "Los lanzadores reciben la mayoría de las críticas por la gran cantidad de tiempo que se toman, pero durante mucho tiempo, han sido los bateadores quienes están haciendo las cosas más lentas".

Un reloj de pitcheo ayudaría a resolver eso, aunque se tendría que crear una capa adicional de regulaciones para las situaciones cuando hayan corredores en base, para cuando los lanzadores se salgan de la goma de lanzar, y para cuando los bateadores se salgan de la caja de bateo - vestigios de la atemporalidad única del béisbol. Después de todo, el mariscal de campo de los Patriots Tom Brady tiene que pedir tiempo fuera si quiere tiempo adicional para estudiar la defensa de un rival, y el estelar jugador de los Cavaliers LeBron James no puede detenerse a conversar con un compañero sobre cómo ejecutar un movimiento más efectivo de pick-and-roll sin consumir un tiempo fuera.

Pero MLB quiere un mecanismo formal para mejorar aún más el ritmo de los partidos, y al tener el poder de cambiar las reglas a su voluntad, se encuentra en una posición fuerte para negociar los términos de un reloj de pitcheo y restringir el número de visitas al montículo entre compañeros.

A través de la negociación, los jugadores estarían en posición de conseguir algo a cambio, y en semanas recientes algunos han mencionado en privado que su esperanza es que la unión empuje por la creación de una zona automatizada de strikes, en la que las bolas y los strikes se canten electrónicamente. Eso eliminaría el debate constante sobre las decisiones de la zona de strike, de acuerdo con los jugadores.

"Eso aceleraría tanto el juego como el reloj de pitcheo", dijo un jugador. "Piensen en lo que sucede ahora: Tienes un pitcheo pegado, y el bateador se sale para preguntarle al árbitro del plato. O el receptor se vira para preguntarle al árbitro. O el lanzador dice algo, y se tarda más tiempo porque está frustrado con una decisión. Las bancas le gritan al árbitro, y el árbitro se vira para gritarles.

"Todo eso se eliminaría. No se tendría que decir nada. Sería una bola o un strike, y todo el mundo seguiría para el siguiente lanzamiento".

MLB y la unión tendrían que sentirse cómodos con que la tecnología sea lo suficientemente buena para replicar lo que hacen los árbitros, ya que algunos de los resultados recogidos son actualmente recalibrados por MLB antes de ser presentados en las evaluaciones debido a las imperfecciones. Sin embargo, un jugador notó que MLB ya tiene suficiente confianza en la tecnología para medir el rendimiento de los árbitros utilizando resultados electrónicos.

Algunos jugadores creen que los jugadores están dispuestos a hacer concesiones importantes como esta en las conversaciones del ritmo de los partidos, sabiendo que los oficiales de béisbol se dedican a racionalizar un producto que sea más adecuado para una audiencia más joven.

"Pienso que esto va a ser bueno para ambas partes", dijo un jugador veterano.

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¿Cuánto vale Bryce Harper AHORA?

FECHA
05/06
2017
por Eddie Matz, Escritor Senior de ESPN
Bryce Harper
Brad Mills-USA TODAY Sports
Las actuaciones pasadas no son garantía de resultados futuros.

Es una advertencia que cualquiera que haya invertido o incluso pensado invertir en el mercado de valores ha escuchado. Cuando se trata de invertir en jugadores de béisbol, aplica la misma advertencia. Por eso es que, cuando el año pasado Bryce Harper tuvo una temporada 2016 muy por debajo de lo esperado luego de su extraordinaria campaña 2015, comenzaron a surgir cuestionamientos sobre su valor a largo plazo.

Al final de la temporada 2015, hubo comentarios sobre que cuando Harper llegara a la agencia libre en el otoño de 2018, podría convertirse en el primer hombre de $400 millones en MLB. Quizás incluso llegar a los $500 millones si se alinean los planetas. Y por buenas razones. Después de todo, la superestrella de los Nacionales de Washington acababa de terminar una temporada para la historia, una en la que el ex primer seleccionado en el sorteo dio el salto al estrellato, con promedio de .330, 42 jonrones y WAR de 9.9 en ruta a convertirse en el JMV unánime más joven en la historia. Es esa última parte - la parte del más joven - que tiene a todo el mundo proyectando una recompensa histórica en la agencia libre. Porque, ¿con cuánta frecuencia un jugador de calibre JMV como Harper, un hombre niño que debutó con los Nacionales a los 19 años, llega al mercado libre a mediados de sus 20 años con un número aparentemente infinito de buenos años en él? Casi nunca.

Vamos adelante en el tiempo a febrero de 2016, cuando el actual JMV se sentó en el dugout de primera base en los entrenamientos primaverales, y haciéndole una mueca al brillante sol de Florida, le dijo lo siguiente a los reporteros: "Todo el mundo dice que el cielo es el límite. Pero hemos estado en la luna". Por un lado, Harper pudo haber estado hablando de su producción en el terreno e implicando que su gran temporada 2015 fue apenas la punta del témpano. Pero de nuevo, quizás sus comentarios tuvieron más que ver con su potencial de recompensas futuras. Pero algo gracioso ocurrió en el camino a la agencia libre.

Bryce Harper
Brad Penner/USA TODAY SportsEl 13 de mayo, Harper y los Nacionales acordaron un contrato de un año por valor de $21.625 millones para la temporada 2018, el año final de su actual contrato.
Luego de un gran inicio en la temporada 2016 y ser nombrado el Jugador del Mes en la Liga Nacional para abril, Harper cayó por el barranco. Luego de una serie a inicios de mayo en el Wrigley Field en la que los Cachorros le dieron aproximadamente 4,000 boletos, comenzó a ponerse impaciente en el plato y a sentir presión. Luego de perderse cinco juegos en agosto por problemas de cuello, comenzaron a surgir reportes de que Harper no había estado al 100 por ciento de condición física durante gran parte de la temporada. Terminó el año con promedio de .243, casi 100 puntos por debajo de su promedio de 2015, y tuvo un WAR de 1.6, que representó la baja más grande para un reinante JMV. Ya sea por el maratón de boletos en Wrigley Field, su salud o simplemente los dolores de crecimiento que llegan con el hecho de ser un ligamayorista de apenas 23 años, de repente Harper no parecía como una cosa segura. De repente, esos $400 millones parecían comentarios de un loco.

Pero luego de dos meses en la temporada 2017, el toletero de 24 años está encendido nuevamente. Hasta el final de mayo, Harper se ubicó entre los mejores cinco en la LN en bateo (.328), jonrones (15), RBIs (43), anotadas (44), slugging (.655) y OPS (1.093), y fue una de las principales razones para que los Nacionales se asentaran en la cima del Este LN con el segundo mejor record en todo el béisbol. En resumen, luce como el JMV de antaño, lo que levanta la siguiente pregunta: Cuando se trata del valor a largo plazo de Harper, ¿cuánto influye la pasada temporada en las mentes del personal de las oficinas centrales?

"Algo olvidado", dijo un gerente de la Liga Americana sobre los problemas de Harper en 2016. "El año pasado, de todos modos tuvo una tasa de boletos clásica, así que uno sabe que las cosas le estaban ocurriendo de forma positiva para él, y uno sabe que había algo pasando en el renglón de las lesiones. Por dos de los últimos tres años, si no ha sido el mejor jugador en la Liga Nacional, ciertamente ha sido uno de los mejores. Es uno de los mejores jugadores en el mundo. Es uno de los jugadores más jóvenes en el béisbol, y es uno de los más laureados".

Antes de que nos demos cuenta, va a ser uno de los más ricos también. Dijo el gerente: "Va a recibir mucho dinero. Mucho, muchísimo dinero".

En relación a su actual contrato, Harper ya está recibiendo "muchísimo dinero". El 13 de mayo, él y los Nacionales acordaron un contrato de un año por valor de $21.625 millones para la temporada 2018, el año final de su actual contrato. El acuerdo fue una anomalía en dos frentes. Primero, típicamente los jugadores que son elegibles para arbitraje no resuelven su situación contractual con tanto tiempo de antelación; usualmente esas negociaciones se llevan a cabo luego de la temporada. Segundo, y más importante, el acuerdo estableció un record para el contrato de un año otorgado a un jugador elegible a arbitraje. El record anterior pertenecía al lanzador David Price, quien firmó un contrato de un año y $19.75 millones con los Tigres en 2015. ¿El poseedor del record antes de Price? Ese era el serpentinero Max Scherzer, quien recibió $15.525 millones (además con Detroit) para la temporada 2014. Vale la pena señalar que tanto Price (siete años, $217 millones) y Scherzer (siete años, $210 millones) pasaron luego a firmar grandes contratos en la agencia libre el año después de haber acordado esos contratos record. En otras palabras, en un ambiente de negociación donde prevalecen los precedentes, parece que Harper está bien encaminado a un gran día de pago. Pero ¿cuán grande?

"Cuatrocientos millones es poco", dijo el gerente. "Va a ser más que eso. Si logran firmarlo con un contrato de 15 años, se puede lograr. Yo diría que va a estar en el rango de los $35 millones anuales, quizás cercanos a los altos 30. Podría llegar a los 40 millones por año".

Esos números no se los está inventando. Basado en el valor promedio anual, el jugador mejor pagado hoy en día es el derecho Zack Greinke, cuyo contrato con los Diamondbacks le genera más de $34 millones por temporada. Por un lado, Harper no es un lanzador como Greinke (o Price o Scherzer). Por otro lado, él (A) ya tiene un JMV en su résumé, (B) está en la conversación para otro trofeo, (C) ni siquiera ha llegado a su pico, y (D) está representado por el superagente Scott Boras. Todo eso sugiere que la idea de que Harper sea el jugador mejor pagado en el deporte no es una alocada. En cuanto a valor total del contrato, eso va a depender de cuánto estén ambas partes a comprometerse.

Dado el hecho que Giancarlo Stanton es el único jugador en la actualidad en MLB con un contrato de más de una década de duración (13 años, $325 millones), ese pacto de 15 años antes mencionado parece escandaloso - hasta que se considera que Harper va a cumplir apenas 26 años cuando comience la guerra de ofertas. Un acuerdo de 15 años lo llevaría hasta la temporada con 40 años, la misma edad que tendrá Miguel Cabrera cuando expire su contrato de ocho años y $248 millones con Detroit. Así que realmente es cuestión de ver por cuánto tiempo se quiere atar Harper. Si fuese solo por 10 años (Troy Tulowitzki, Joey Votto, Robinson Canó y Albert Pujols todos tienen acuerdos de 10 años), entonces su acuerdo podría caer en el rango de los $350-400 millones. Sin embargo, sí él se abre a la idea de un acuerdo similar al de Stanton (o mayor), entonces la multiplicación simple nos dice que Harper podría estar buscando los $500 millones o incluso más, dependiendo de cómo se mueva el mercado.

"Cuando estás haciendo una presentación a los dueños", dijo otro gerente de la Liga Americana, "la pregunta que uno espera recibir es, una vez que convirtamos a este jugador en el mejor pagado de la historia, ¿cuánto más que la mayor cantidad tendremos que poner?" Más que probable, la respuesta será dictada por las leyes de oferta y demanda.

Se espera que los Yankees, Filis y Dodgers estén en la contienda. Los Nacionales - como sugiere su acuerdo record a Harper el mes pasado -harán todo lo que puedan para mantener la cara de la franquicia en D.C. También es posible ver a uno o más equipos sorpresa en la mezcla. "Algunos dueños se van a retirar", dijo el segundo gerente, "porque ellos piensan que convertirse en el jugador mejor pagado debería ser suficiente. Tener que subir un 10, 20, 30 por ciento por encima de eso va a ser cada vez más difícil para las personas que son mega exitosos en sus negocios".

Aunque el precio podría ser un punto importante para tales magnates, luego de dos meses en la temporada 2017, parece que las actuaciones pasadas no lo son.

"Cuando estamos hablando de un chico de menos de 25 años", dijo el primer gerente, "un año atrás es noticia vieja".

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¿Qué le está pasando a Manny Machado?

FECHA
01/06
2017
por Eddie Matz, Escritor Senior de ESPN
Manny Machado
Matthew Hazlett/Getty ImagesManny Machado, un todos Estrellas y candidato al JMV en las pasadas dos temporadas, temrinó el mes de mayo con promedio ligeramente por encima de los .200.
Para alrededor de esta fecha la temporada pasada, Manny Machado lucía como uno de los mejores jugadores en el béisbol, y Bryce Harper lucía perdido. Un año más tarde, es como si Machado y Harper fueran los protagonistas de otra versión de la cinta de Disney "Freaky Friday" (Viernes Raro).

Hasta el final de mayo, Harper, toletero de los Nacionales de Washington, es el que está de líder de jonrones en la Liga Nacional y está entre los seis mejores en remolcadas, anotadas, boletos, slugging y OPS. Luce muy parecido como el chico que en el 2015 se convirtió en el JMV unánime más joven de la historia. Mientras tanto, justo al norte de la carretera en Baltimore, Machado está teniendo problemas como nunca antes.

Luego de los primeros dos meses de la temporada, el promedio de Machado de .205 lo ubica en el puesto 80 entre 86 bateadores calificados en la Liga Americana. Su porcentaje de embasamiento de .286 está entre los 10 peores, y su OPS de .691 estaba entre los 20 peores. El martes ante los Yankees, se ponchó cuatro veces, apenas su segundo 'sombrero dorado' (4 ponches en un partido) en su carrera y su primero desde la temporada 2014. Luego de recibir 16 boletos en abril, solo logró seis boletos en mayo y se ponchó 31 veces, siete más que en cualquier otro mes en su carrera. Todo esto viene luego de una gran temporada 2016 en la que bateó .294 con 37 jonrones y terminó dentro de los primeros cinco en la votación del JMV de la LA por segunda temporada seguida.

Todo esto levanta la pregunta de "Freaky Friday": ¿Qué rayos está pasando en el mundo?

"Ahora mismo, está sintiendo presión", dijo un cazatalentos de la Liga Americana que observa a Machado con regularidad. "Está intentando hacer demasiado".

No le ayuda el hecho que la ofensiva de los Orioles está luciendo por debajo de lo esperado, anotando 4.5 carreras por juego, y el equipo está perdiendo, con record de 5-14 desde el 10 de mayo. No le ayuda el hecho que los que batean detrás de él no están produciendo como lo han hecho en el pasado: Chris Davis lleva ritmo para terminar con más de 250 ponches, y Mark Trumbo lleva ritmo para terminar con la mitad de los jonrones que tuvo la temporada pasada, cuando bateó 47. Además tampoco le ayuda que el que batea delante de él está golpeado; Adam Jones se acaba de perder cuatro juegos por problemas de cadera y hombro. Y no le ayuda que el mismo Machado no está acostumbrado a malas rachas prolongadas desde el inicio.

Machado, un tres veces Todos Estrellas y seleccionado en la primera ronda, tuvo un gran arranque el año pasado al batear .344 en abril y ganó el premio de Jugador del Mes en la LA. El año antes de eso, comenzó frio antes de calentarse por completo a finales de abril, mes en el que levantó su promedio 120 puntos en tres semanas. ¿Este año? No tanto.

"Él nunca ha tenido que lidiar con algo como esto", dijo el cazatalentos. "Es algo que se puede meter en tu cabeza".

Los problemas de Machado también están presentes en las mentes de los serpentineros rivales.

"Estos son los mejores lanzadores en el mundo", dijo el manager de los Orioles Buck Showalter cuando se le preguntó por la mala racha de Machado. "Ellos te van a pisotear en el cuello cuando estás caído, porque ellos saben que estás acabado e intentarán hacerte daño de nuevo".

En el caso de Machado, pararse en su cuello significa aumentar la dosis del pitcheo que le ha causado más problemas. Batea de por vida .253 ante los sliders, pero esta temporada batea apenas .171 ante dicho lanzamiento. En noticias relacionadas, ha estado viendo más sliders que nunca antes; 22 por ciento, un aumento en comparación al 17 por ciento registrado en las pasadas dos temporadas. El único problema es que realmente no las está viendo.

"No está viendo bien el giro de la pelota", dijo el cazatalentos sobre Machado, cuya tasa de abanicadas y falladas ante sliders esta temporada es de 46 por ciento, un gran aumento en comparación al 33 por ciento en su carrera al entrar a la temporada 2017.

El slider no es el único lanzamiento con el que está teniendo problemas. Luego de batear .345 ante las rectas el año pasado, Machado ha bajado a .179 esta temporada, la tercera peor marca en las mayores.

A pesar de los problemas, ha podido producir. Machado tiene 25 impulsadas y 10 jonrones, a uno del líder del equipo en ambas categorías. Quizás lo más importante para Baltimore es que Machado, ex ganador del Guante de Platino, ha lucido igual de estelar en la tercera base, algo que su manager no ha pasado por alto.

"Estoy realmente impresionado con la forma en que él ha manejado algunos de sus retos este año", dijo Showalter sobre Machado, quien fue acusado de un deslizamiento sucio ante los Medias Rojas en el Camden Yards a finales de abril y luego se convirtió en el foco de atención de una intensa guerra de pelotazos que lo siguió en su visita a principios de mayo.

Durante esa serie de cuatro partidos, Machado conectó tres jonrones y lucía a punto de recuperar el buen camino en su carrera. Pero desde ese entonces ha tenido problemas y además ha tenido que lidiar con molestias en un dedo que lo dejó fuera de la alineación en un partido reciente ante los Tigres. Con el regreso de Boston a la Ciudad Encantadora para una serie de cuatro juegos con grandes implicaciones para la tabla de posiciones en el Este LA, las probabilidades de que Machado se encuentre a sí mismo en la banca nuevamente son aproximadamente equivalentes a las probabilidades de que el brócoli retenga el calor - lo que equivale aproximadamente a las probabilidades de que la mala racha de Machado dure mucho más tiempo.

"Todos sabemos que él es un mejor bateador que eso", dijo el cazatalentos. "Va a recuperarse".

Dado el reciente éxito de Machado ante Boston, no sería sorpresa verlo salir de su mala racha este fin de semana.

Incluso quizás en un Viernes Raro.

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Temprano en esta temporada, el jardinero central de Toronto Kevin Pillar hizo algo fuera de lugar, gritando un insulto antigay al jugador de los Bravos Jason Motte luego que Motte le lanzara demasiado rápido y Pillar se ponchara. Menos de 24 horas después, los Azulejos colaboraron con las Grandes Ligas en la cuestión de la disciplina y suspendieron a Pillar por dos juegos. Pillar asumió responsabilidad complete por lo que ocurrió, y la rendición de cuentas fue crucial.

Es un ejemplo que las buenas personas que corren los Gigantes de San Francisco deben considerar,, mientras ponderan sus opciones de cómo limpiar el ridículo incidente que uno de sus jugadores provocó el lunes. Luego que Hunter Strickland golpeara a Bryce Harper con una recta de 98 mph - y luego que Harper saliera corriendo al montículo e intercambiara golpes con Strickland - el lanzador le dijo a los reporteros que solo estaba intentando lanzar pegado y no golpeó a Harper a propósito. Pero un chico de 4 años con su cara llena de chocolate y que alega inocencia al ver un envase vacío de galletas de chocolate se vería más convincente.

Los Gigantes saben más que eso, porque ellos conocen el historial entre Strickland y Harper, ya que el lanzador le permitió dos monstruosos cuadrangulares al toletero durante la corrida campeonil de San Francisco en 2014. Y los oficiales de Grandes Ligas y el personal de los Gigantes saben que si esta situación sigue en su trayectoria típica, uno de sus jugadores - quizás Buster Posey, quizás Brandon Crawford -- va a ser golpeado, por la viejas reglas de compromiso que suelen entrar en vigor cuando algo así sucede. Y luego del partido del lunes, el manager de Washington Dusty Baker dijo, "Estamos aquí para ganar el juego. Pero tampoco nos vamos a quedar de brazos cruzados... no comenzamos nada, pero no nos vamos a quedar quietos".

Bryce Harper, Hunter Strickland
AP Photo/Ben MargotBryce Harper arremetió contra Hunter Strickland el lunes luego de ser golpeado por un lanzamiento en la cintura.
Los Gigantes podrían tomar acción preventiva para tratar de alterar el curso de los eventos y suspender o disciplinar a Strickland por cuenta propia, para demostrarle a los Nacionales - a todo el mundo - lo que muchos de ellos ya creen de todos modos: que las acciones de Strickland fueron increíblemente egoístas, peligrosas y bien, bien fuera de lugar, e inaceptables para la organización de San Francisco.

No solo eso sería lo correcto, pero además serviría para desactivar el potencial de cualquier tipo de represalia, porque el mensaje a los Nacionales sería: Entendemos completamente por qué están molestos; Strickland actuó solo, y tampoco estamos de acuerdo con él. Y quizás - solo quizás - esto podría reducir las posibilidades que Posey o algún otro jugador de los Gigantes sea golpeado con una recta, en aras de mantener el código del béisbol del quid pro quo.

Una respuesta similar ha sido tomada en el pasado por otros equipos. En 1995, Armando Benítez le permitió cuadrangular con bases llenas a Edgar Martínez de los Marineros, un momento de gran frustración para el tirador derecho, y Benítez golpeó al siguiente bateador, Tino Martínez. Benítez fue expulsado, y luego del juego, su casillero estaba vacío; Benítez le dijo al personal de los Orioles que iba a renunciar. Los Orioles lo enviaron a las menores por par de semanas. Tres años después, Benítez permitió cuadrangular de tres carreras a Bernie Williams de los Yankees, y Benítez - uno de los lanzadores que más duro tira en el deporte - lanzó la siguiente recta al próximo bateador, que casualmente era de nuevo Tino Martínez, desatándose una de las peores peleas en todo el béisbol. Por eso es que Martínez mantenía dos dedos en alto mientras los jugadores de los Orioles lo aguantaban, en referencia a las dos ocasiones que fue golpeado por Benítez, y por eso es que los jugadores de los Orioles reconocieron a los Yankees durante la pelea que Benítez estaba equivocado, de nuevo.

Es muy posible que los Gigantes ya hayan expresado su molestia a los Nacionales por las acciones de Strickland. Sin duda los jugadores de Washington han visto el video de Posey, capitán de facto de los Gigantes, manteniéndose en su posición en vez de moverse para interceptar a Harper cuando el bateador arremetió contra Strickland. Han visto cuánto tiempo le tomó a otros jugadores de los Gigantes llegar a Strickland, cómo el foco de los jugadores de San Francisco no fue el de ampliar la pelea y sacar a relucir otros viejos rencores; en cambio, un grupo de jugadores de los Gigantes se encargó de arrastar hacia el camerino a un enfurecido Strickland.

Pero la organización de San Francisco sería sabia en distanciarse del ridículo causado por Strickland al tomar algún tipo de medida disciplinaria, con algo sustantivo - quizás una suspensión. Y Strickland luciría astuto si verbaliza algún tipo de disculpa con los Gigantes, y asume la responsabilidad - en aras de su relación con sus compañeros, por lo menos. Porque al actuar motivado por un viejo rencor, sin duda puso a sus compañeros en gran riesgo de ser golpeados en represalia. Al final, podría ser Posey o algún otro compañero el que sufra las consecuencias de la decisión de Strickland.

Algunos oficiales de béisbol de la vieja escuela podrían argumentar que esto se debe dejar que se resuelva en manos de los jugadores, pero eso sería realmente estúpido. Ahora mismo, todo el mundo en el béisbol está bien consciente de la alta probabilidad que los Nacionales tomen algún tipo de represalia - y si la misma es ejecutada apropiadamente, una recta va a rebotar en la espalda o en el trasero de un jugador de los Gigantes. Pero también es posible que el lanzador que intente ejecutar la represalia falle su objetivo y en cambio golpee la mandícula, como casi le ocurrió a Matt Barnes cuando intentó golpear a Manny Machado el mes pasado.

Y como demostraron los Orioles y los Medias Rojas con su serie de pelotazos el mes pasado, no hay guías establecidas para una situación como esta. Equipos diferentes van a tener interpretaciones diferentes sobre lo que constituye una venganza apropiada. Eventualmente, el comisionado Rob Manfred se vio obligado a intervenir y a ordenarle a ambas partes que depusieran su actitud.

Antes de que las cosas lleguen a ese punto, los Gigantes deberían hacer algo. Sí, Hunter Strickland es su jugador, su compañero, pero eso no significa que deban sentarse cómodamente y pretender que lo que él hizo el lunes es remotamente aceptable.

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Bryce Harper muestra señales de madurez

FECHA
29/05
2017
por Eddie Matz, Escritor Senior de ESPN
WASHINGTON - La bomba que soltó Bryce Harper provocó otra bomba.

"Ese fue uno de los jod----- jonrones más largos que jamás haya visto", dijo el manager interino de los Nacionales de Washington Chris Speier luego de la victoria de su equipo 5-1 sobre los visitantes Padres de San Diego el viernes en la noche. El cuadrangular en cuestión fue un megabatazo de dos carreras en la séptima entrada que Harper depositó en el tercer nivel de las gradas. Fue apenas el sexto batazo que ha llegado al nivel superior del Nats Park. Aunque cinco de esos seis han salido del bate de Harper, este tuvo importancia adicional por lo que había ocurrido anteriormente en el juego.

En la parte baja de la tercera entrada, Trea Turner abrió el episodio con un doblete al jardín izquierdo central ante el abridor de San Diego Luis Perdomo. Entonces Jayson Werth conectó elevado al central, lo que trajo a Harper al plato. Luego que Perdomo cayera atrás en el conteo 2-0, el capataz de los Padres Andy Green decidió que no se iba a correr riesgos contra un tipo que batea .340 con un OPS de 1.123 que se ubica segundo en la Liga Nacional. Así que ordenó darle boleto intencional a Harper. Fue apenas la tercera vez en tres juegos que el toletero de los Nacionales recibió un boleto intencional. No es algo que importe demasiado, ¿correcto? Incorrecto.

Bryce Harper
Mitchell Layton/Getty ImagesLa noche de Bryce Harper incluyó un boleto intencional y un batazo de dos carreras que se sabía que sería cuadrangular desde que salió del bate. Fue su 15º bambinazo de la temporada, líder en la Liga Nacional.
La última vez que Harper recibió tantos boletos intencionales en un periodo tan corto de tiempo fue en mayo de 2016, durante la infame serie de cuatro juegos en Wrigley Field. Oficialmente, los Cachorros le dieron boleto intencional a Harper en tres ocasiones en el tercer juego y uno más en el juego final (sin mencionar otros nueve boletos en la misma serie que quizás fueron o no fueron intencionales). Como si eso no fuese suficiente, en cada uno de los siguientes dos partidos ante los Tigres, Harper recibió una base por bolas intencional. Todo ese pitcheo a su alrededor pareció haberle pasado factura a Harper, ya que el bateador, que usualmente es muy paciente en el plato como demostró en su histórica temporada de JMV en 2015 (y el principio de 2016) desapareció, y se convirtió en una sombra de sí mismo. De acuerdo, tres boletos intencionales en tres juegos no es lo mismo que hizo Joe Maddon el año pasado, pero aun así - dado el historial, no se le puede echar la culpa a Harper si esos últimos partidos comenzaron a causarle problemas en la cabeza. Sin embargo, hasta ahora, la abundancia de boletos gratis no parecen haberle afectado.

Luego de recibir dos boletos intencionales el miércoles ante Seattle, Harper se fue de 4-1 el jueves con un doble. En su primer turno el viernes, conectó línea a la banda contraria, una señal segura de un bateador que no está intentando hacer mucho. Entonces, en la séptima entrada, trabajó un turno de siete lanzamientos ante el relevista Kirby Yates, conectando dos batazos de foul antes de engarzar un slider de 86 mph para su 15º cuadrangular de la temporada, líder en la Liga Nacional. Fue el tipo de turno paciente en el plato que demuestra una gran madurez.

"Pienso que esa experiencia el año pasado le ayudó", dijo Speier. "Pienso que quizás haya crecido un poco".

A juzgar por lo duro que conectó Harper la pelota, parece que ha crecido mucho. De acuerdo con Estadísticas e Información de ESPN, la altura de ese batazo fue de 144 pies, el más alto de cualquier jonrón en su carrera. La pelota salió del bate a 112.2 mph, su tercera mayor velocidad esta temporada. Aunque el batazo "solo" fue medido en 414 pies por la inusual altura, sonó y pareció cuando salió del bate como que viajaría unos 514 pies.

"Casi la descosió", dijo el abridor Max Scherzer, quien lució brillante en 8 2/3 entradas, abanicando 13 rivales (cifra máxima en la temporada) y permitiendo apenas tres hits antes de dar paso al recién apuntado cerrador Koda Glover, quien terminó la labor. "Yo lo estaba mirando por TV, y sabía que esa cosa iba a terminar en el piso superior. Lo que él está haciendo por nuestro equipo es algo grande".

En cuanto a Harper, él dice que solo está intentando mantener las cosas simples, independientemente de cuánto los lanzadores rivales le estén evitando.

"Solo intento batear la pelota y tener buenos turnos. Solo intento mantenerme lo más enfocado posible. Solo intento mantener esa constante, mejorar y hacer lo que puedo hacer".

Ahora mismo, está haciendo muchas cosas.

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Antes de arrancar la temporada mencionamos a diez jugadores que por diferentes razones valía la pena seguir en la temporada del 2017.

¿Cómo les ha ido después de un mes?

Algunos han tenido un comienzo monstruoso, otros no tanto y algunos no han hecho el más mínimo ruido, aunque todavía queda mucho camino por recorrer y tiempo para recuperarse.

1.- Bryce Harper, Nacionales de Washington

Bryce Harper
Geoff Burke/USA TODAY Sports
Después de ganar el premio de Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en el 2015, los números de Harper cayeron considerablemente el año pasado, cuando el jardinero derecho de los Nacionales se vio aquejado de múltiples molestias.

Un Harper saludable y más maduro ha tenido un arranque devastador: average de .391 (tercero de todas las Grandes Ligas), nueve jonrones (quinto), 26 impulsadas (segundo), 32 anotadas (primero), 36 hits (segundo), ocho dobletes (noveno), 22 bases por bolas (primero), promedio de embasamiento de .509 (primero) y slugging de .772 (cuarto). Desde ya es candidato al MVP, si la salud lo acompaña.

Calificación: A+

2.- Andrew Benintendi, Medias Rojas de Boston

Andrew Benintendi
Maddie Meyer/Getty Images
Aclamado como el prospecto número uno de todo el béisbol, el jardinero izquierdo de los Boston Red Sox está en la que debe ser su primera temporada completa en las Mayores.

En su breve estancia en Grandes Ligas en el 2016, Benintendi cumplió con las expectativas y llevaba un paso ascendente, cuando una lesión lo sacó de juego desde el 25 de agosto hasta el 15 de septiembre.

En los primeros 23 juegos del 2017 disparó 30 hits en 90 turnos (.333), con 15 anotadas y 14 impulsadas, cuatro dobles y tres jonrones. Su OBP es de .392 y su slugging de .478.

Es una de las principales figuras ofensivas de los Boston Red Sox y desde ya gran aspirante al Novato del Año de la Liga Americana.

Calificación: A

3.- Gary Sánchez, Yankees de Nueva York

Gary Sanchez
Dan Hamilton/USA TODAY Sports
Bien, gracias. El cátcher dominicano de los New York Yankees se pasó casi todo el mes de abril en la lista de lesionados.

Apenas jugó cinco partidos y en 20 turnos disparó tres hits (.150).

Un desgarro en el bíceps derecho lo ha tenido fuera de la fiesta que están montando los Baby Bombers, de quienes Sánchez apunta a ser la nueva cara.

Calificación: F

4.- Greg Bird, Yankees de Nueva York

Greg Bird
Adam Hunger/Getty Images
Bien, gracias, segunda parte. El primera base de los Yankees, ausente por todo el 2016 debido a una lesión que sufrió en los entrenamientos primaverales del pasado año, no ha llenado als expectativas.

Seis hits en 56 turnos, para un anémico promedio de .107, es lo que ha conseguido hasta ahora Bird, quien se ha ponchado 21 veces.

Candidato a ser enviado a las Menores para que reajuste su swing, sino mejora en las próximas semanas.

Calificación: F

5.- Pablo Sandoval, Medias Rojas de Boston

Pablo Sandoval
Tom Szczerbowski/Getty Images
El venezolano Pablo Sandoval bajó de peso y se presentó en gran forma a los campos de entrenamientos.

Pero luego de una gran pretemporada, sus números en el primer mes de campaña han sido mediocres y decepcionantes.

Average de .213, tres jonrones y diez impulsadas es lo que dejó el Kung Fu Panda, quien el 25 de abril fue colocado en la lista de lesionados por problemas en un rodilla y no tiene fecha de regreso.

Calificación: D

6.- Eric Thames, Cerveceros de Milwaukee

Eric Thames
John Fisher/Cal Sport Media/AP Images
Después de desforrar pelotas por tres temporadas en la liga coreana, los Milwaukee Brewers le dieron a Thames una segunda oportunidad y hasta ahora el primera base no los ha hecho quedar mal a quienes confiaron en él.

Thames tuvo un paso fugaz e intrascendente por las Mayores (2011 y 2012), pero ahora ha vuelto como uno de los bateadores más temidos en todo el béisbol: con 11 cuadrangulares comparte con Ryan Zimmerman el liderazgo en ese departamento en ambos circuitos.

Además exhibe un alto average de .345 (de 84-29), seis biangulares, 28 anotadas y 19 remolcadas. Su slugging de .810 es el segundo mejor en ambas ligas.

Calificación: A+

7.- Yulieski Gurriel, Astros de Houston

Yulieski Gurriel
AP Photo/Gail Burton
No por gusto fue el pelotero cubano más codiciado por los cazatalentos en los últimos diez años.

Tras un inicio lento, que incluía la adaptación a su nueva posición de primera base, Gurriel hizo los ajustes necesarios y hoy exhibe el promedio más alto en la alineación de los Houston Astros (.329).

Ubicado en la parte baja de la alineación, sin la presión que implica estar entre tercero, cuarto o quinto, el cubano sin mucho ruido va demostrando que puede batear en el mejor béisbol del mundo, como ya lo hizo a su antojo en la liga profesional de Japón o en su país natal.

Al consumir 130 turnos, ni uno más, quedó justo en el límite para poder ser considerado en el 2017 al premio de Novato del Año.

Calificación: A

8.- Kris Bryant, Cachorros de Chicago

Caylor Arnold-USA TODAY Sports
El antesalista de los Cachorros de Chicago fue el mejor pelotero amateur del país en el 2013, el más sobresaliente de todas las ligas menores en el 2014, Novato del Año en la Liga Nacional en el 2015 y Jugador Más Valioso en el 2016, además de ganar la Serie Mundial y participar en los Juegos de las Estrellas en cada una de sus dos campañas en las Mayores.

Bryant, sin embargo, no ha comenzado a todo vapor en el 2017, aunque en la última semana de abril levantó un poco, como si ya fuera entrando en calor.

Average de .289, cuatro cuadrangulares, 18 anotadas y 14 empujadas en un mes son buenos números para la mayoría de los mortales, aunque inferiores para un jugador del calibre del antesalista de los Chicago Cubs.

Calificación: B

9.- Mike Trout, Angelinos de Los Angeles

Brian Rothmuller/Icon Sportswire
El mejor jugador de las Grandes Ligas en los últimos cinco años necesitaba 32 cuadrangulares para llegar a los 200. Ya suma siete y si consigue los 25 que le faltan antes de su cumpleaños, el 7 de agosto, se convertirá en apenas el octavo pelotero en alcanzar esa cifra antes de cumplir 26 años.

Además, ya superó en estos primeros 30 días de competencia las 500 remolcadas en su carrera y está a 47 imparables de los mil, a 16 dobletes de los 200 y a 52 bases robadas de las 200, pavimentando aún más su camino hacia Cooperstown.

Su arranque en el 2017 es uno de los mejores de su aún joven carrera. Va segundo en hits (36), cuarto en biangulares (9), décimo en vuelacercas (7), noveno en OBP (.443) y sexto en slugging (.707).

Calificación: A

10.- Yasiel Puig, Dodgers de Los Angeles

Kirby Lee/USA TODAY Sports
El jardinero derecho de los Dodgers comenzó impetuoso el 2017 y fue el primero en disparar tres cuadrangulares, cuando la temporada apenas había arrancado.

Pero el cubano ha sido inestable, con flashazos de grandeza, algún batazo enorme, un disparo certero desde los jardines, un buen corrido de bases.

Su inconsistencia puede ser resultado de la inestabilidad de la alineación de los Dodgers. Es díficl habituarse a batear cada día en un turno diferente de la tanda.

Calificación: C

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¿Es este el mejor Bryce Harper que hemos visto?

FECHA
27/04
2017
por Buster Olney | Escritor Senior de ESPN.com
Scott Cunningham/Getty ImagesBryce Harper ha vuelto a tomar sus prácticas de bateo al aire libre esta temporada, luego que en 2016 las tomara casi exclusivamente en interiores.
Bryce Harper tomó sus prácticas de bateo en interiores la pasada temporada, y la explicación para ello hacía mucho sentido. Habían cosas que él quería lograr en cada sesión, cosas que él sentía que necesitaba cumplir, y cuando llevaba a cabo esas prácticas fuera del terreno, todas las distracciones quedaban bloqueadas.

Encerrado en la jaula debajo de las gradas, no hay fanáticos gritándote - a favor o en contra. La reacción que se genera cada vez que lanzas una pelota hacia las gradas queda eliminada, lo que elimina la posibilidad de sentirte tentado a jugar para ellos. No hay reporteros que puedan interceptarte en esa área, ya que está restringido el acceso. Estás solo tú, tu coach de bateo y la tarea en tus manos; estás solo tú y tu trabajo.

Y quizás es menos divertido. Antes que los Nacionales de Washington terminaran su serie de fin de semana ante los Mets de Nueva York el domingo, Harper se encontraba entre sus compañeros tomando sus prácticas de bateo al aire libre, en el terreno. Eso es algo que ha estado haciendo este año.

"Quizás es porque se siente mejor", dijo un compañero especulando sobre el asunto con una mueca en su rostro.

Harper debe sentirse mejor - debe sentirse grandioso - porque los números sugieren que la versión del toletero en el 2017 es posible que sea el mejor Bryce Harper que hayamos visto - incluso quizás mejor que lo que vimos de él en el 2015, cuando ganó el JMV de la Liga Nacional.

El promedio de bateo de Harper está en .432, su porcentaje de embasamiento es de .548. Tiene 26 anotadas, 22 remolcadas y siete cuadrangulares en los primeros 21 juegos de Washington.

Pero si miramos más profundo dentro de sus estadísticas, los números nos sorprenden aún más.

Su tasa de abanicadas a lanzamientos fuera de la zona de strike es de 23.9 por ciento, de acuerdo con FanGraphs, la más baja y la mejor de su carrera.

La tasa de abanicadas y falladas está en 8.0 por ciento, la más baja y la mejor de su carrera.

Su tasa de contacto en pitcheos en la zona de strikes está en 92.1 por ciento, la más alta y la mejor de su carrera.

Adam Eaton es nuevo en el roster de los Nacionales este año, y como explicó en esta entrevista el domingo, Harper está tan bien preparado y ahora armado con suficiente experiencia que Eaton cree que el toletero sabe lo que el lanzador va a tirarle en su siguiente pitcheo - y cuando la pelota está en la zona de strike, Harper no está fallando el pitcheo.

Los números reflejan esto. Las tasas de contacto de Harper reflejan esto. Sus tasas de extrabases y de boletos a ponches temprano en esta temporada son sorprendentes para un bateador de poder.

El año pasado, Joey Votto se ubicó entre los mejores jugadores ofensivos en el béisbol, y logró 65 extrabases, 108 boletos y 120 ponches. David Ortiz, terminó su carrera con posiblemente su mejor temporada, logró 87 extrabases, 80 boletos y 86 ponches. Freddie Freeman lideró la Liga Nacional con 83 extrabases, 89 boletos y 171 ponches.

Hasta ahora en esta temporada, Harper tiene 15 extrabases, 19 boletos y 14 ponches. Para poner esto en perspectiva: Harper batea a un ritmo que lo podría llevar a terminar con 116 extrabases, 147 ponches y 108 ponches.

Las observaciones de Eaton son similares a lo que otros jugadores decían sobre Barry Bonds: A través de su lenguaje corporal, se podía saber cuál pitcheo Bonds había anticipado, y él veía la pelota tan bien que incluso antes que llegara a la zona del plato, su cuerpo se relajaba.

Por supuesto, Harper caerá en una mala racha, algo que le pasa a todos los bateadores, y su ritmo de producción será más lento. La temporada pasada, Harper tenía 15 extrabases, 17 boletos y 13 ponches en abril, antes que su producción comenzara a descender y terminara la temporada con 46 extrabases, 108 boletos y 117 ponches.

Pero algunos compañeros sienten que Harper ha logrado recopilar algunas lecciones de sus problemas en el 2016 que logrará aplicar, como hacen todos los grandes bateadores. La perspectiva puede ser muy útil.

Hace algunos años, el ex jardinero de los Filis Shane Victorino contó la historia de las prácticas de bateo en interiores en la temporada baja con un Harper mucho más joven. Era el mes de enero, varias semanas antes del primer pitcheo de la temporada, y Harper estaba totalmente enfocado en su trabajo, según recuerda Victorino, algo que es un elogio para Victorino, quien se distingue por hablar sumamente rápido, a un ritmo de 3,000 palabras por minuto.

Según Victorino observaba en las afueras de la jaula, Harper hacía swings viciosos en cada lanzamiento, llevando la pelota con fuerza hacia las redes protectoras. Basado en la trayectoria de cada línea bateada, Harper gritaba lo que se proyectaba que sería cada batazo: ¡Doble! ¡Sencillo! ¡Jonrón!

Eso fue en prácticas de bateo. En interiores. En enero.

Cuando finalizó la sesión, Victorino le dijo a Harper que debía tomas las cosas con un poco de más calma. La temporada de béisbol es larga, y el trabajo de las prácticas de bateo puede parecer interminable, especialmente si haces que sea de esa forma. Puede ser algo sin alegría, especialmente si eres un perfeccionista y el único resultado aceptable es la grandeza, y la rutina puede terminar tragándote por completo.

En 2017, Harper ha vuelto a salir al exterior, sintiéndose mejor, y bateando más que nunca.

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Stephen Strasburg
Eric Hartline/USA TODAY SportsStephen Strasburg espera que el trabajar exclusivamente desde la cintura aumente su durabilidad.
Es el 3 de abril de 2017, en Washington, D.C., y por primera vez en tres años, Stephen Strasburg es el abridor del Día Inaugural de los Nacionales. Pero eso no es todo lo que es diferente. A medida que Strasburg pisa la goma de lanzar en la parte alta de la primera entrada y se prepara para medirse al primer bate de los Marlins de Miami Dee Gordon, lo hace desde la cintura. Lejos quedó el movimiento que ha utilizado durante toda su carrera - el movimiento que él y la inmensa mayoría de los abridores de Grandes Ligas suelen utilizar cuando las bases están vacías. Retiró a los Marlins 1-2-3, tirando strikes en 13 de 17 lanzamientos. Los 17 envíos fueron desde la cintura.

No se equivoquen, Strasburg está preparado para hacer lo que sea para mantenerse saludable. Incluso si eso significa lanzar de esa manera siempre. Por primera vez en su carrera, Strasburg está lanzando exclusivamente desde la cintura. Es una decisión que tomó en el pasado invierno luego de otra temporada frustrante en la que su asombroso talento no pudo llegar de abril a octubre sin incidentes gracias a su perpetuamente adolorido cuerpo.

"Las lesiones son parte del béisbol, y yo he tenido mi buena cuota", dijo el serpentinero de 28 años, que el año pasado comenzó tan fuerte como pocos lanzadores en la historia del béisbol lo han hecho (se convirtió en el primer abridor de la Liga Nacional en más de un siglo en ganar sus primeras 13 decisiones), solo para quebrarse a medida que progresaba la temporada. Fue enviado en tres ocasiones diferentes a la lista de lesionados - una a finales de junio por molestias en la espalda alta, una a finales de agosto por dolencias en el codo, y una a principios de septiembre por una torcedura en un tendón que terminó con su temporada de forma prematura y por la que le tocó vivir desde lejos la eliminación de sus compañeros a manos de los Dodgers de Los Angeles en la SDLN. En la pasada temporada baja, con el mal sabor de boca de esa derrota todavía presente, decidió que era tiempo de hacer un cambio.

"Yo no estoy diciendo que lanzar desde la cintura va a curar todo", dijo Strasburg. "Pero yo creo que los chicos que se mantienen saludables, ellos son muy buenos repitiendo su mecánica. No hay compensación, no hay variación en donde ellos aterrizan, como su brazo va trabajando a través de su envío, si están cambiando la posición del brazo o cayendo demasiado o dejándolo abierto. Pienso que si sigo trabajando en ser tan consistente y eficiente posible con mi forma de lanzar, pienso que eso pone mi brazo en la mejor posición posible para recibir menos castigo. Esa es la mejor oportunidad de ser duradero".

La durabilidad es algo de lo que ha carecido la carrera de Strasburg. Un ex primer seleccionado procedente de San Diego State y posiblemente el prospecto universitario más aclamado en la historia del juego, él electrificó el deporte como novato en 2010 antes de desgarrarse el ligamento ulnar collateral y ser sometido a la cirugía Tommy John ese mes de septiembre. Aunque ha sido uno de los mejores abridores del béisbol cuando está saludable - desde su debut, se ubica octavo en efectividad (3.17), tercero en WHIP (1.09) y primero en ponches por cada nueve entradas (10.5) - es la parte de la salud la que ha sido traicionera.

En poco más de ocho temporadas en Grandes Ligas, Strasburg ha sido colocado nueve veces diferentes en la lista de lesionados. Aparte de la temporada 2014, en la que pudo lanzar cada cinco días por seis meses y lideró la Liga Nacional en ponches, él nunca ha tenido una temporada en la que haya abierto más de 30 partidos o trabajado más de 200 entradas. Quizás lo más importante, es que aunque Washington ha llegado a los playoffs en tres ocasiones en los últimos cinco años, Strasburg tiene un gran total de una apertura en postemporada en su carrera. En noticias relacionadas, los Nacionales siguen en búsqueda de su primera victoria en postemporada en su historia. Todo lo cual tiene a Strasburg en búsqueda de mantenerse alejado del cuarto de preparadores físicos.

"Yo soy un creyente de que realmente no importa como sea tu mecánica", dijo el derecho de 6 pies 4 pulgadas, quien firmó una extensión de contrato por siete temporadas y $175 millones en mayo pasado. "Todo el mundo se va a fijar en detalles sin importancia, especialmente chicos que se lastiman fácilmente. Es como que, oh, hay una falla en la mecánica. Pero uno ve a algunos jugadores a quienes no se les puede enseñar otra forma de tirar, y se las arreglan para mantenerse saludables. Son muy poco ortodoxos, pero son buenos haciendo lo mismo cada vez".

Así que en esta pasada temporada baja, Strasburg decidió que la forma más fácil para él hacer lo mismo cada vez era alejarse del movimiento completo del brazo. Solo que optó por no decirle a nadie. En febrero, cuando llegó a los entrenamientos primaverales en West Palm Beach, Florida, y lanzó sus primeras sesiones de bullpen (un modo de trabajar común en febrero donde cuatro lanzadores trabajan uno al lado del otro al mismo tiempo), el cambio pasó desapercibido. Cuando los Nacionales llevaron a cabo su primer partido intraescuadras y Strasburg trabajó una entrada enteramente desde la cintura, el coach de pitcheo Mike Maddux asumió que el lanzador estaba haciendo algunos ajustes. Mantenimiento de rutina en la primavera. Pero poco tiempo después, quedaba claro el cambio permanente en la forma de lanzar del pitcher. Justo así, Strasburg lanzaba desde la cintura, todo el tiempo. En lo que vale, el coach estuvo de acuerdo con el ajuste.

"Nos tomó a todos por sorpresa", dijo Maddux. "Pero una vez nos enteramos de lo que pensaba hacer, le di mi apoyo".

Es un camino que Maddux ha transitado antes. Un ex lanzador que pasó 15 años en las mayores, dejó de utilizar el movimiento completo a mediados de su carrera y trabajó desde la cintura hasta que se retiró. Junto con grandes abridores como Yu Darvish y Carlos Carrasco, quienes también suelen trabajar desde la cintura, Maddux está consciente de los beneficios de mantener las cosas simples. "Con el movimiento completo al plato, es difícil conseguir el punto de equilibrio. Nada ocurre hasta que logres ese punto de equilibrio. Todo lo demás no importa nada. Todo lo que importa es conseguir ese punto de equilibrio y entonces lo demás saldrá solo".

Sin embargo, llegar a ese punto de equilibrio ha demostrado ser cada vez más difícil para Strasburg. "A medida que envejezco", dijo el veterano de ocho temporadas, "sea mi transición, o poner mi pie en la misma posición cada vez, por la razón que sea se ha convertido en un problema el tener el mismo sentimiento en la goma de lanzar en cada turno. Conseguir ese punto consistente donde te sientas cómodo en la goma, para entonces levantar tu pierna y soltar la pelota".

Basado en las primeras muestras de la temporada 2017, Strasburg se ha sentido bastante cómodo. Por primera vez en su carrera, ha durado al menos siete entradas en cada una de sus primeras tres aperturas. En esas salidas, ha hecho un total de 301 lanzamientos - apenas la segunda ocasión que ha llegado a la marca de los 300 en sus primeros tres compromisos. Obviamente, queda por verse si el cambio en la mecánica se traducirá en durabilidad a largo plazo. En el interín, le está proporcionando beneficios adicionales.

"El bateo es cuestión de ritmo, y el pitcheo trata de alterar ese ritmo", dijo Maddux. "'Él está cambiando la forma en que luce, mezclando la patada alta con el paso lateral. Eso evita que los bateadores puedan enfocarse en lo que el lanzador hace cuando está con su movimiento. Está consiguiendo muchos swings favorables".

Los números respaldan la observación de Maddux: En sus primeras tres aperturas, la tasa de líneas permitidas por Strasburg de 13.8 por ciento estuvo entre las primeras 10 entre los abridores de la Liga Nacional y muy por debajo de su marca de por vida de 21.2 por ciento. En 21 entradas, tuvo una tasa de ponches a boletos de 19-5, y tuvo un WHIP de 1.00. Más aun, contrario a la percepción que menos movimiento equivale a menos poder, la velocidad de Strasburg sigue siendo tan buena como siempre: De acuerdo a Brooks Baseball, su recta está promediando 95.8 mph, la más alta en sus primeras tres aperturas en una temporada desde la campaña 2013. En otras palabras, cuando se habla del Proyecto re De Renovación Strasburg, hasta ahora, todo bien.

"En cuanto a la fortaleza de su brazo, el repertorio sigue ahí, y cuidado si mejor que antes", dijo Strasburg. "Realmente nunca me gusto el movimiento completo hacia el plato, el de la vieja escuela. Realmente no estaba intentando ganar momentum. Ese paso completo y la transición realmente no estaban generando nada. Para mí, cuando caigo en una posición cómoda y balanceada con la patada de mi pierna y tengo el movimiento bajo control, entonces al final lo dejo ir - eso es dejar que mi cuerpo haga su trabajo".

Los Nacionales solo pueden esperar que el cuerpo de Strasburg siga respondiendo.

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