Bryce Harper and Matt Harvey
Getty ImagesBryce Harper no le ha logrado conectar hits a Matt Harvey. Y se medirán de nuevo el jueves en la noche.
Bryce Harper se medirá a Matt Harvey por novena ocasión en su carrera cuando los Mets de Nueva York jueguen ante los Nacionales de Washington el jueves en Nueva York.

Harper se ha ido de 20-0 con siete ponches ante Harvey. Eso es, por mucho, la mayor cantidad de turnos sin un hit ante cualquier lanzador en la carrera de Harper.

Las notas del Elias Sports Bureau indican que se encuentra a un turno sin hits de igualar la mayor cantidad de turnos sin imparable para cualquier bateador activo ante un lanzador activo.

Cómo Harvey le ha lanzado a Harper

Harvey le ha lanzado rectas a Harper en el 67 por ciento del tiempo. Entre los 28 jugadores que se han enfrentado a él 15 veces o más durante la temporada regular, solo Bartolo Colón le ha lanzado más rectas en más ocasiones a Harper (90 por ciento). Harper se ha ido de 12-0 con cinco ponches en turnos ante Harvey que han terminado en recta.

Harper vs Harvey Stats and Info ESPN Datos
En su carrera, Harvey ha lanzado rectas en el 60 por ciento del tiempo.

Sesenta por ciento de los lanzamientos hechos por Harvey a Harper han caido en el tercio exterior del plato o más allá. Cinco de los siete ponches de Harper han aterrizado en ese lugar.

Harper ha fallado en 15 de sus 49 swings de por vida ante Harvey (31 por ciento). En su carrera, Harvey ha provocado swings fallidos en el 27 por ciento del tiempo, y el promedio de Harper de por vida es de 26 por ciento.

Once de los swings fallidos de Harper han sido ante la recta de Harvey, la mayor cantidad de swings fallidos de Harper ante rectas de cualquier lanzador.

El dominio de Harvey sobre Harper ha llevado a la estrella de los Nacionales a tener promedio de pelotas bateadas duro de .100, en comparación con su promedio de por vida de .204.

Harper ha logrado llegar a conteo favorable para bateador ante Harvey (1-0, 2-0, 3-0, 2-1 o 3-1) en 10 de 23 apariciones en el plato. Los tres boletos de Harper ante Harvey han sido en ese tipo de situaciones.

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Como cualquiera que haya visto lanzar a Max Scherzer puede afirmar, a este chico le encanta el drama. En un deporte que sigue siendo estóico (lo siento, Bryce), en una posición donde el mejor tiende además a ser el más robótico, Scherzer es un cambio humano con tendencia a ser una bola de emociones que golpea su guante o puede patear el montículo cuando el momento lo requiere. Que fue, en caso que no hayan escuchado, lo que hizo en su más reciente salida: una victoria en la que consiguió empatar un record con 20 ponches y lanzó el partido completo ante los Tigres.

Así que, ¿qué puede hacer Scherzer para superar una actuación como esa? Bueno, estamos a punto de saberlo. El martes en la noche, el as de los Nacionales de Washington estará en el montículo por primera vez desde su histórica actuación de ponches. Mejor aún, se medirá a sus rivales divisionales Mets de Nueva York. En el partido inicial de una crucial serie de tres partidos. Y tendrá de frente a Noah Syndergaard abriendo por Nueva York.

Si llevan las anotaciones en su casa, eso es Mad Max vs. Thor - que es una pelea tan buena, y cuidado si mejor, que la de Batman vs. Superman. O Capitán América vs. Iron Man.

¿Alguien dijo drama?

Antes de que pongan a cocinar sus palomitas de maíz y pongan a vibrar su celular, les presentamos cuatro razones por la que los Mets podrían sufrir una larga noche (y una razón por la que podría no ser así):

Max Scherzer
G Fiume/Getty ImagesMax Scherzer sale al montículo por primera vez desde su histórica salida de 20 ponches, y será ante sus rivales divisionales Mets de Nueva York.
1. La historia está de lado de Scherzer. Antes de su festival de chocolates ante Detroit, ha habido solo cuatro ocasiones en las que un lanzador ha logrado 20 ponches en nueve entradas - una vez por Randy Johnson (2001), una vez por Kerry Wood (1998) y dos veces por Roger Clemens (1986 y 1996). Esos tres serpentineros se mantuvieron encendidos luego de esas cuatro salidas, combinándose para lograr marca de 3-0 y efectividad de 1.20 en sus siguientes salidas. En 30 entradas, ellos lograron 43 ponches y solo permitiendo apenas 17 hits.

2. Sin cuidado la carga de trabajo. Sí, los 119 lanzamientos de Scherzer fueron la mayor cantidad que ha hecho en casi un año. Sí, eso lo coloca empatado con la quinta mayor cantidad de pitcheos para un abridor de Grandes Ligas en esta temporada. No, no va a importar. ¿Por qué? Porque Mad Max tiene una gran estámina. Desde el 2009, ha lanzado 119 pitcheos o más en 17 ocasiones. Una de esas llegó en el día final de la temporada, así que para propósitos de evaluar su elasticidad, ignoraremos esa. Pero en 16 aperturas luego de esas salidas con alto conteo de lanzamientos, Scherzer tiene marca de 9-4 con efectividad de 2.07 y WHIP de 0.86, mientras ha promediado 10.3 ponches por cada nueve entradas.

3. Dominio de los Mets. Como demostró en su histórica actuación ante su ex equipo (Detroit), Scherzer es un adicto a la adrenalina que le encantan los juegos grandes. Y en estos días en la División Este de la Liga Nacional, no hay una rivalidad que suba más la temperatura que la de los Nacionales y los Mets. Para sorpresa de nadie, desde que llegó a D.C., el derecho de 31 años ha sido dominante ante Nueva York. En cuatro aperturas, tiene tacaña efectividad de 1.82, un minúsculo WHIP de 0.64, y una asombrosa tasa de ponches a boletos de 41-3.

4. Furia como visitante. Mad Max ha sido dominante contra los Mets, pero como visitante ha sido absolutamente demoledor. Desde que comenzó a utilizar el uniforme de los Nacionales, el ex ganador del Cy Young ha hecho dos salidas en el Citi Field. En su primera apertura en mayo pasado, permitió una carrera y cinco hits en siete entradas, ponchando a 10 y otorgando apenas un boleto. Y esa fue la salida mala. ¿Cuál fue la buena? Esa fue el partido sin hits que tiró en el día final de la temporada 2015. Ustedes saben, el juego en el que ponchó a 17 rivales sin dar un solo boleto, empatando el record de Nolan Ryan de mayor cantidad de ponches en un partido sin hits.

Dicho todo esto, si Scherzer tiene una debilidad en estos días, es el batazo largo. En esta temporada, ya ha permitido 11 jonrones, empatado en el liderato en ese departamento en la Liga Nacional. Además ha permitido 28 cuadrangulares desde el receso del Juego de Estrellas del año pasado, la mayor cantidad en las Mayores y cinco más que el que le sigue en esa lista. En noticias relacionadas, los Mets han tronado sus bates con autoridad: sus 53 cuadrangulares son la segunda mayor cantidad en la Liga Nacional. Así que es enteramente posible que Scherzer se convierta en el primer miembro del club de los 20 ponches que sea apaleado en su siguiente salida luego de hacer historia.

De acuerdo, suficiente con las previas. Es hora de pasar a la acción.

Que alguien ponga a cocinar las palomitas de maíz.

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WASHINGTON - Dado todo el alboroto que ha habido en D.C. en estos últimos días, habría sido fácil olvidarse de Max Scherzer. Pero en cambio, él nos recordó el miércoles que sigue siendo uno de los mejores lanzadores en el deporte.

Enfrentándose a su ex equipo, los Tigres de Detroit, y el único que no había podido vencer, Scherzer ponchó a 20 contrarios, empatando el record de Grandes Ligas para más ponches en un partido de nueve entradas.

Esta actuación prolífica viene luego de una de las peores salidas de Scherzer en su carrera en las mayores, en la que permitió cuatro jonrones y siete carreras limpias a los Cachorros de Chicago. Además viene en medio de una tormenta de ruido blanco en Washington.

El lunes, el actual JMV Bryce Harper fue expulsado en el partido inicial de la serie ante Detroit por discutir con el oficial del plato Brian Knight,y luego le gritó algunas palabrotas a Knight mientras celebraba el cuadrangular conectado por su compañero Clint Robinson para dejar tendido al rival. Al día siguiente, los Nacionales anunciaron una extensión de contrato por siete años y $175 millones al lanzador Stephen Strasburg. Entonces el miércoles, poco antes del partido final de la serie, MLB anunció que Harper había sido suspendido por sus acciones el lunes.

Dos horas más tarde, Scherzer se trepó en el montículo y de alguna forma hizo que todo el mundo se olvidara de eso. Cada persona. Porque eso es lo que hacen los ponches.

"Poder ponchar a 20 rivales", dijo Scherzer luego de la victoria, "es algo sexy."

Es además algo histórico.

El derecho de 31 años se convirtió en apenas el cuarto serpentinero en la historia en retirar 20 bateadores por la vía del ponche en un juego de nueve entradas, uniéndose a Roger Clemens, Kerry Wood y Randy Johnson. Él es el primer lanzador en lograr dicha hazaña desde Johnson, miembro del Salón de la Fama, que lo hizo en 2001.

"Ese es un grupo muy exclusivo", dijo Scherzer, quien además se unió a John Lackey como los únicos lanzadores activos en haber vencido a los 30 equipos de MLB. Portando una camiseta gris y roja de los Nacionales, el as de Washington habló con los medios luego del partido desde el mismo podio en el que, un día antes, Strasburg habló sobre su acuerdo de $175 millones. "Todavía no lo registro, pero es un logro asombroso".

¿Cuán asombroso?

Desde que Johnson lo lograra, hace casi 15 años exactos (8 de mayo de 2001), han ocurrido 46 partidos sin hits. Dos de ellos fueron de la autoría de Scherzer, quien logró un par de partidos sin imparables la pasada temporada, su primera con Washington luego de firmar un acuerdo de siete añs y $210 millones en enero de 2015. A pesar de eso, Scherzer pareció estar en estado de asombro luego de su actuación el miércoles.

"Porque el 20 es un número increíble", dijo Scherzer, cuya cifra máxima anterior en su carrera fueron los 17 que logró en su partido sin hits ante los Mets de Nueva York en octubre pasado. "Hay algo sobre el 20 en este juego. Veinte ponches, 20 victorias - esos son números grandes. El poder salir allá afuera esta noche y lograr uno de esos números, es una hazaña grande".

Y fue más grande aun por el rival que enfrentó.

"Esta noche fue un juego emocional", dijo Scherzer, quien pasó cinco temporadas en Detroit, incluyendo la del 2013, en la que ganó el Cy Young de la Liga Americana. "El poder enfrentar a un ex equipo y a todos esos chicos a quienes respeto mucho por la forma en que juegan y que compiten. Realmente pienso que la forma en que ellos salen allá afuera y juegan el juego, y tener un juego como este ante el calibre de bateadores en ese lado, realmente le pone la cereza al pastel".

Además le pone una carga de electricidad adicional a una multitud de más de 35,000 fanáticos - la segunda más grande en D.C. desde el Día Inaugural - que pasó la mayor parte de las últimas tres entradas de pie, vitoreando cada lanzamiento de Scherzer.

En la séptima entrada, con Washington en ventaja 2-1 y un out y corredores en segunda y tercera leugo de imparables consecutivos, y con la canción del grupo Rush "Tom Sawyer" sonando a todo volume en los altoparlantes del estadio entre cada lanzamiento, el Nationals Park vibró cuando Scherzer ponchó a James McCann y Anthony Gose para cerrar la amenaza y llegar a 15 K's.

En la octava, cuando Scherzer sacó los tres outs por la vía del ponche por tercera ocasión en la noche para llegar a los 18, el nivel de decibeles del estadio aumentó un par de peldaños.

En la novena, cuando Scherzer ya tenía 19 K luego de ponchar a Miguel Cabrera, cuando el primera base Ryan Zimmerman se quedó sin espacio en terreno de foul y falló por poco el atrapar un batazo de Justin Upton que aterrizó en las gradas para poner el conteo en 0-2, la concurrencia pareció alegrarse, sabiendo que el 20 seguía a su alcance. Un pitcheo más tarde, cuando Upton falló en alcanzar un slider de 85 mph, la capital de la nación tembló d emoción.

Para el momento en que todo estaba dicho y hecho, habían muchas K en el pizarrón del estadio, y parecía como si el operador de la misma se hubiese quedado dormido encima de la letra "K" en el teclado.

Luego de eso, Scherzer estaba tan eufórico que pudo bromear sobre permitir otro par de cuadrangulares, elevando su total permitido en la temporada a 11, cifra máxima en la Liga Nacional.

"Pienso que esta será la única vez en la que pueda hablar sobre haber permitido dos jonrones y que tenga una sonrisa tan grande en mi rostro", dijo.

Porque eso es lo que hacen los ponches. Especialmente cuando logras 20 de ellos.

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Strasburg
Brad Mills-USA TODAY SportsStrasburg cuadró una extensión de contrato de 7 años y $175 millones con los Nacionales de Washington.
Tony Gwynn se inscribió en la Universidad de San Diego State en el otoño de 1977 y realmente nunca se fue de allí. Fue seleccionado en el sorteo por los Padres, y Gwynn eligió jugar toda su carrera en San Diego, firmando en ocasiones extensiones de contrato por menos dinero que lo que habría conseguido en otro equipo, una elección que dijo que le causó problemas con líderes de la unión que hubiesen preferido que se fuese al mercado.

Pero Gwynn valoraba la felicidad que sentía al vivir en San Diego y criar a sus hijos allí. Tuvo el mismo casillero en la misma esquina del camerino, conversó con el mismo guardia de seguridad en la puerta del Jack Murphy Stadium y conocía a todos los empleados del terreno por su nombre. Luego de retirarse de las Grandes Ligas, volvió a San Diego State para ser entrenador, y su mejor en su tiempo allí fue un lanzador derecho llamado Stephen Strasburg, con el que habló con respeto y afecto. Él respetaba los esfuerzos de Strasburg por mejorar, y pensaba que Strasburg era un chico maduro, que no estaba realmente interesado en buscar la fama.

Así que si Gwynn hubiese estado vivo en su cumpleaños el lunes, probablemente habría asentido con convicción y en señal de aprobación al conocer que Strasburg había dejado pasar la oportunidad de hacer más dinero como agente libre y en cambio se quedaba en un lugar que conoce y en el que se siente cómodo. A unos meses de tener la oportunidad de llegar a la agencia libre y convertirse en el mejor lanzador disponble en el mercado, Strasburg acordó una extensión de contrato por siete temporadas y $175 millones con los Nacionales.

Los amigos de Strasburg hablan de cómo a él le encanta la estabilidad, y cuando se anuncie oficialmente el acuerdo este martes, él explicará exactamente por qué aceptó la oferta de los Nacionales en vez de esperar para conseguir más dinero. Si Strasburg hubiese jugado de esa forma, guiado por su agente Scott Boras, es posible que hubiese conseguido ofertas de más de $200 millones, a pesar de haber sido sometido a una cirugía Tommy John. Para cualquier equipo de mercado grande que buscara mejorar su rotación en el invierno próximo, Strasburg habría sido la única opción importante.

Pero Strasburg optó por tomar el acuerdo con mucho dinero ahora, en vez de esperar por más dinero. "Es difícil rechazar una oferta como esa en mayo", dijo un evaluador rival.

La eliminación de Strasburg significará que el mejor abridor en el mercado de agentes libres podría ser R.A. Dickey, o quizás Bartolo Colón. Significa que cualquier equipo que quiera mejorar su rotación de forma significativa debe tomar la ruta de la vieja escuela y comenzar a mirar el mercado de cambios.

Y significa que cualquier equipo que tenga en su rotación a un lanzador joven con valor debe por lo menos sopesar la posibilidad de aprovechar las condiciones del mercado y las ofertas en el terreno. Como se menciónó en este mismo espacio hace unas semanas, el resto del mundo del béisbol se pregunta cómo y cuándo Oakland hará disponible en el mercado a Sonny Gray (quien ha tenido un pésimo arranque de temporada, con efectividad de 6.00 luego de ser apaleado por Boston el lunes, como escribe Susan Slusser).

La hambruna por abridores en el mercado podría provocar que los Mets, que están repletos de pitcheo, ponderen la posibilidad de hacer disponible en el mercado Matt Harvey, quien será elegible para la agencia libre luego de la temporada 2018, a ver que consiguen por él a cambio. Parece poco probable que los Marlins se queden con José Fernández más allá del 2018, cuando se puede convertir en agente libre; podría ser inteligente para ellos colocarlo en el mercado en este verano. Los Indios discutieron la posibilidad de intercambiar uno de sus abridores en el pasado invierno, pero no se sintieron motivados por las ofertas recibidas; escuchar ofertas por Danny Salazar podría hacer el mayor de los sentidos en el invierno que viene, porque contrario a Corey Kluber o Carlos Carrasco, él no tiene un contrato a largo plazo y no va a ser elegible para arbitraje hasta la próxima temporada baja. Muchas cosas le han salido mal a los Bravos en el arranque de esta temporada, pero las fuerzas del mercado probablemente hayan fortalecido sus probabilidades de conseguir algo bueno en un cambio por Julio Teherán, quien está amarrado a un contrato que estará vigente hasta el 2019, con una opción de $12 millones para 2020.

En teoría, los Rays tienen un superavit de abridores, especialmente Blake Snell esperando en las menores porque se abra un puesto en la rotación y Alex Cobb trabajando en su regreso de la cirugía Tommy John. (Los problemas del zurdo Matt Moore podrían alterar los planes del equipo).

AP Photo/Carlos OsorioEl abridor zurdo Rich Hill tiene efectividad de 2.39 y WHIP de 1.17 para los Atléticos, con 46 ponches en 37.2 entradas.
Rich Hill, que está lanzando bien de nuevo, podría convertirse en una opción interesante para cambios a mediados de la temporada para algún equipo. Juan Nicasio tiene contrato de una temporada con los Piratas, y a medida que Pittsburgh siga integrando algunos de sus mejores lanzadores prospectos en las mayores en las semanas venideras, podrían explorar el valor de Nicasio como ficha de cambio. Los Filis tienen a Jeremy Hellickson. Los Padres están mercadeando a Andrew Cashner, dicen evaluadores rivales.

El nuevo contrato de Strasburg es un recordatorio de cuánto se valora el pitcheo abridor en el béisbol - y lo escaso de dicho material a principios del 2016.

La extensión de Strasburg es asombrosa, pero hace sentido, según escribe Barry Svrluga.

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Los Nacionales de Washington tenían las bases llenas con dos outs en la séptima entrada, los Marlins estaban en ventaja en el marcador 2-0 y con Bryce Harper al bate. El conteo estaba en 2-1. El relevista de los Marlins Chris Narveson tuvo una rápida reunión con su receptor J.T. Realmuto, y yo me imagino que la reunión debe haber sido algo como esto:

Narveson: "¿Qué tu crees?"

Realmuto: "¿Quieres lanzarle una recta o un pitcheo quebrado?"

El siguiente lanzamiento fue un slider, y Harper no lo falló, depositando la pelota en las gradas del jardín derecho central, a 413 pies de distancia del plato. Un swing hermoso. Fue el segundo cuadrangular con bases llenas de la temporada para Harper en su segunda oportunidad con los senderos repletos. Eso le da 20 carreras impulsadas en 13 juegos. Fue su quinto cuadrangular en seis partidos, su séptimo en total. Batea .333/.429/.867 y tiene más boletos que ponches. Él está tan enfocado en el plato, que uno se tiene que preguntar si va a comenzar a recibir pronto un tratamiento similar al de Bonds: muchos boletos intencionales no intencionales, y tal vez incluso una base por bolas intencional con las bases llenas en algún momento.

Al igual que Bonds, el problema con tratar de sacar de out a Harper es que él es demasiado bueno cubriendo todo el plato.

Yo no estaba seguro de que Harper pudiese ser mejor luego de su monstruosa temporada en el 2015, pero él ha logrado mejorar su tasa de contacto cuando hace swing, de 73.1 por ciento en 2015 a un 81.1 por ciento, y ha logrado recortar su tasa de swings a lanzamientos fuera de la zona de strike. Quizás tiene una pequeña debilidad con pitcheos bajitos y pegados o altos y pegados. OK, pero uno necesita un lanzador que tenga el control para localizar allí la pelota y preferiblemente con gran velocidad.

Harper despuntó en el plato la temporada pasada en parte porque comenzó a batear más elevados y a halar más la pelota. Este año, esos números han seguido aumentando, ya que su tasa de elevados ha subido de 34 por ciento a 49 por ciento. Ha halado seis de sus siete jonrones, y el restante fue hacia el jardín central; el año pasado, haló 20 de sus 42 jonrones. Buena suerte.
Bryce Harper
Steve Mitchell/USA TODAY SportsBryce Harper sigue atrás contra Mike Trout en cuanto al WAR de por vida, pero esta temporada ha tenido un gran arranque que podría sugerir que él ya es el mejor jugador en todo el béisbol.
Mientras Harper aterroriza a los lanzadores rivales y Mike Trout tiene un lento inicio de temporada, yo me pregunto: ¿Acaso Harper ha sobrepasado sin duda a Trout como el mejor jugador del deporte? Ahora, quédense quietos todos ustedes que odian a Harper. Yo sé que solo llevamos dos semanas en esta temporada, y obviamente Trout va a mejorar sus números de .220/.333/.340, los que incluyen apenas un cuadrangular. Yo comprendo que Harper se haya aprovechado de los Marlins, Bravo y Filis, gracias al fácil calendario de arranque de los Nacionales. Yo comprendo que hayan lectores allá afuera como A.J. en Virginia, a quienes les gusta señalar que Harper ha lucido de forma mucho menos heroica ante los Mets:

2015-2016

vs. Filis: .366/.477/.873

vs. Marlins: .342/.446/.767

vs. Bravos: .322/.438/.701

vs. Mets: .254/.359/.493

Por supuesto, me sospecho que casi todos los bateadores no batean buenos lanzamientos tan bien como cuando batean malos lanzamientos. ¡Por eso son buenos lanzamientos!

De todos modos, esto amerita una investigación más exhaustiva. Pero volviendo a Harper versus Trout. Cuando ambos eran novatos en 2012, cuando Harper se convirtió en un Todos Estrellas a los 19 años y Trout en un fenómeno a los 20 años, este era un debate divertido: ¿A quién preferirías tener? Ese debate cesó de existir en las siguientes dos temporadas, cuando Trout se transformó en el Willie Mays o el Mickey Mantle de esta generación y Harper lució bien pero se perdió algo de tiempo de juego por lesiones. Hasta el 2014, Trout simplemente aplastó a los contrarios:

Trout, 2012-2014: 27.9 WAR

Harper, 2012-2014: 9.9 WAR

Pero entonces Harper se convirtió en el JMV unánime en la Liga Nacional en el 2015:

Harper: 9.9 WAR

Trout: 8.9 WAR

Una razón para que guste el bate de Harper un poco más que el de Trout es su control de la zona de strike. Aunque se ponchó par de veces contra Adam Conley el martes, Harper sigue con más boletos que ponches esta temporada, 9 contra 6. Trout tiene nueve boletos pero 16 ponches. El año pasado, Trout tuvo 66 ponches más que boletos, mientras que Harper tuvo apenas siete ponches más que boleto. Esa es la razón por la que Harper pudo lograr un porcentaje de embasamiento de .460 en comparación con el .402 de Trout. Ahora, algo de eso queda mitigado por el efecto de estadio -- Trout juega en un buen estadio para lanzadores - y quizás la calidad de los rivales, pero si Harper termina colocando más pelotas en juego, eso va a llevar a más hits y algunos jonrones adicionales.

Trout sigue teniendo la ventaja al jugar en una posición importante a la defensiva, y Harper todavía tiene que probar que puede seguir siendo duradero temporada tras temporada. Ciertamente, en cuanto a valor total en su carrera ahora mismo, no es una pelea cerrada. Pero ¿de cara al futuro? Bryce Harper no es solo la cuchara que menea la sopa, el tipo de carácter impetuoso que no tiene miedo de desafiar el status quo, el jugador más interesante y que más hay que observar en el deporte. Es posible que ya sea el mejor jugador en todo el béisbol.

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Juan Marichal
AP Photo/Julian C. WilsonEl dominicano Juan Marichal es uno de los lanzadores con movimiento más poco ortodoxo en la historia de las Grandes Ligas.
Si pudieramos viajar atrás en el tiempo unos 150 años, casi al inicio del béisbol profesional, ¿cómo luciría el deporte?

Se podría reconocer, pero rápidamente veríamos algo marcadamente diferente: Los lanzadores tirando por debajo del brazo. Échenle una mirada a este escrito llamado "Grand Match for the Championship at the Elysian Fields, Hoboken, New Jersey (Gran Choque por el Campeonato en Elysian Fields, Hoboken, New Jersey)". La Biblioteca del Congreso lo tiene con fecha de 1866, cinco años antes de que la Asociación Nacional comenzara a jugar como la primera liga profesional en 1871. En particular, noten como el lanzador tira la pelota.

Lanzadores ortodoxos 1800Buyenlarge/Getty Images
Como escribieron Rob Neyer y Bill James en su libro "The Neyer/James Guide to Pitching (La Guía Neyer/James del Pitcheo)" acerca de los primeros días del béisbol, "En los inicios del béisbol de Grandes Ligas en 1871, no se suponía que los lanzadores fueran el centro de atención del juego. El trabajo de un lanzador era tirar la pelota, comenzar la acción - pero no para sacar de out al bateador". Las primeras reglas requerían que el lanzador tirara la bola con la muñeca y el codo derechos. El historiador del béisbol John Thorn escribió sobre la evolución del pitcheo en su blog Our Game (Nuestro Juego):

Primero, vemos que el lanzador hace su movimiento por debajo del brazo, con el brazo rígido y la muñeca rigida, un movimiento que se tomó prestado de los primeros días del cricket - un modo de lanzar muy parecido al que vemos hoy en el juego del boliche. Segundo, vemos el desdén de los "caballerosos Knickerbockers de Nueva York para ese tipo de lanzamiento tosco, que caracterizó el tipo de béisbol que floreció en Nueva Inglaterra hasta la Guerra Civil. (De hecho, el término lanzador ha sido erroneo en el béisbol desde mediados de los 1860s, cuando el conocido modo - pero no legal - de lanzar torciendo la muñeca transformó el pitcheo respetable en un tiro bajo). Y tercero, vemos que el lanzador no estaba obligado a lanzar strikes en lugar de bolas (el primer término fue creado en 1858, el segundo en 1863), pero en cambio debía lanzar hacia el bate: En otras palabras, él y el bateador no eran adversarios sino casi aliados, cada uno haciendo todo lo posible para poner la pelota en juego hacia los valientes jardineros que jugaban con las manos vacías sin guantes. De todas las posiciones en el diseño original del juego en 1845, solo el jardinero derecho era menos exigente y menos prestigiosa que la del lanzador.

Como indica Thorn, pronto los lanzadores probaron los límites de las reglas hasta el límite. Ellos podían lanzar más duro torciendo sus muñecas y comenzaron a modificar el movimiento de ser uno estrictamente por debajo del brazo a uno más submarino: Un deporte lleno de jugadores como Brad Ziegler. Alegadamente los Brooklyn Excelsiors le pagaron por debajo de la mesa a un lanzador llamado Jim Creighton en la década de los 1860, convirtiéndolo en el primer jugador profesional y sugirieron que los lanzadores - o al menos alguno de ellos - no solo estaban poniendo la pelota para que el bateador la pudiese conectar. Sin embargo, al igual que en el softbol, los partidos en los primeros días del béisbol eran choques de alga anotación. En la primera temporada de la Asociación Nacional, los equipos anotaron un promedio de 10.3 carreras por juego.

Para el momento en el que comenzó a funcionar la Liga Nacional en 1876, los lanzadores - combinado con la baja calidad en la construcción de las pelotas - comenzaron a tener un mayor dominio y el promedio de carreras por juego descendió a 5.9. George Bradley de San Luis logró 16 blanqueadas, aunque parece ser que solía aplastar las pelotas en una prensa de carpinteros para suavizarlas. No está claro el tipo de envío que usaba Bradley, pero aparentemente él lanzaba duro y le gustaba intimidar a los bateadores con una "mueca" cuando lanzaba.

En ese entonces, no existía una goma de lanzar, sino una caja - la que le permitía a los lanzadores comenzar a correr para hacer sus envíos. Y los modos de lanzar por debajo y por el lado del brazo gradualmente fueron dándole paso al modo de lanzar por encima del brazo. A mediados de los 1870, según reporta Thorn, Tommy Bond comenzó a levantar su modo de lanzar por el lado del brazo ligeramente por encima de su cintura y "solo era cuestión de tiempo hasta que 'de cualquier modo' se convirtiera en el estándar. Los lanzadores comenzaron a utilizar el modo de lanzar a tres cuartos, 'desde el hombro' a principios de los 1880". Tony Mullane fue otro serpentinero que puso a prueba las reglas y que retó a los árbitros a que lo sancionaran. Para 1883 las reglas permitían que un lanzador tirara desde la altura del hombro. Charlie Sweeney de Providence poncharía a 19 contrarios en un juego ese año, record que se mantuvo hasta que Roger Clemens lo rompió en 1986.

Finalmente, en 1893, la caja de los lanzadores fue eliminada y se colocó un pedazo de goma a una distancia de 60 pies, 6 pulgadas. Había nacido el béisbol moderno.

Como se puede ver en este pietaje de Christy Mathewson, el mejor lanzador del béisbol en la primera década del siglo 20, su movimiento no era muy diferente a lo que vemos hoy en día:

Walter Johnson, catalogado por muchos como el que más duro ha tirado en la historia, tenía un modo de lanzar por el lado del brazo, parecido a una especie de látigo:

Yo no estoy seguro de que Johnson lanzara tan duro como los lanzadores de hoy en día; quizás sí lo hacía. James especuló que Johnson fue el primero en lanzar duro cada pitcheo, lo que tenía el efecto de que se viera más rápido que otros lanzadores. Mathewson, en su libro "Pitching in a Pinch", escribió sobre tener que ahorrar tu mejor repertorio para momentos importantes. En la era de la pelota muerta, antes de 1920, sin que existiera tanta amenaza de que un jugador te conectara un cuadrangular, eso era más posible.

Una vez la ofensiva comenzó a despertar en la década de los años 20, los lanzadores tuvieron que comenzar a tirar duro todo el tiempo. El modo de lanzar como un gran molino - vean a Bob Feller en acción - la teoría, supongo, es que le añadía más poder. Por supuesto, ese modo de lanzar conllevaba el uso de muchas partes movibles; quizás no por casualidad, Feller y los lanzadores de su era eran bastante salvajes. Feller llegó a otorgar 208 boletos en una temporada (aunque su control fue mejorando a medida que se hizo más viejo) y el promedio de boletos por juego llegó a un máximo de 4.04 por cada nueve entradas en 1949. Los Yankees de 1949 tuvieron a Tommy Byrne (179 boletos), Vic Raschi (138 boletos) y Allie Reynolds (123 boletos)... y ganaron la Serie Mundial.

Para la década de los 60, el movimiento de molino había desaparecido casi por completo. Sin embargo, por suerte, los movimientos únicos siguen existiendo en el juego. Desde la patada alta de Juan Marichal -- ¿cómo lograba mantener su balance? - a la mirada al cielo que echaba Fernando Valenzuela al movimiento inusual de detenerse de Carter Capps, inusual pero legal, podemos identificar a muchos lanzadores simplemente por la forma en que lanzan.

Sí, las formas de lanzar se han uniformado y limpiado bastante en estos días, sin demasiados movimientos excesivos, y esas mecánicas de lanzamiento ciertamente han llevado a tener mejor control y mejor pitcheo, lo que quizás haya ayudado a crear esta generación de lanzallamas. Por supuesto, si nos preocupáramos porque los lanzadores se hayan vuelto demasiado buenos, siempre podemos volver a las reglas en la década de los 1860: Lanzar por debajo del brazo con el brazo rígido.

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El viernes es el Día de Jackie Robinson en todo el béisbol y siempre es importante recordar su contribución al deporte y al movimiento de Derechos Civiles. Aunque Robinson debutó para los Dodgers de Brooklyn el 15 de abril de 1947, hubo muchas cosas que ocurrieron antes de ese día. Su camino hasta romper la barrera racial no fue directo desde la oficina de Branch Rickey hasta el Ebbets Field. De hecho, comenzó en Montreal, donde pasó la temporada de 1946 jugando para el equipo afiliado a los Dodgers en la Liga Internacional.

En realidad, nos estamos adelantando a la historia aquí.

Jackie Robinson
AP PhotoJackie Robinson firmó con los Reales de Montreal el 23 de octubre de 1945.
Antes de los Dodgers, antes de Montreal, hubo una prueba con los Medias Rojas de Boston. Luego de servir en el ejército, Robinson había firmado con los Kansas City Monarchs en las Ligas Negras para la temporada de 1945, En abril, luego de apenas tres semanas con los Monarchs, Robinson fue invitado al Fenway Park junto con Sam Jethroe y Marvin Williams. El escritor deportivo Wendell Smith había seleccionado los jugadores, junto con su diario, el Pittsburgh Courier, cubriendo los gastos. Los tres jugadores estaban en sus medianos 20 años, en el pico de su forma física, pero la selección de Robinson lució algo extraña dada la poca experiencia que tuvo en las Ligas Negras. Quizás Smith vio algo especial en Robinson. En el nuevo libro de Danny Peary "Jackie Robinson in Quotes (Jackie Robinson en Citas)", él cita un discurso que dio Aaron Stilley en el Museo de las Ligas Negras en 2013 en el que especula que quizás Robinson fue invitado debido al reconocimiento de su nombre.

Sin embargo, he aquí el asunto: La prueba era una farsa. Los Medias Rojas no tenían intenciones de firmar un jugador negro. En ese tiempo, existía una ley en Boston que prohibía el béisbol los domingos, así que cada año los Medias Rojas y los Bravos tenían que pedir un permiso especial para poder jugar. El concejal Isadore Muchnick amenazó con bloquear dicho permiso a menos que le permitieran al equipo que un jugador negro hiciera una prueba con ellos. Un par de entrenadores condujeron la prueba, pero el manager Joe Cronin no estuvo presente. Ni Smith ni los jugadores escucharon algún comentario posterior de parte de los Medias Rojas, equipo que fue el último en integrar un jugador negro, en 1959.

Así que Robinson volvió a los Monarchs y rapidamente se estableció como uno de los mejores jugadores en la liga. En junio, el diario New York Times lo catalogó como "uno de los mejores torpederos en el béisbol". Luego de un partido en el Yankee Stadium el 17 de junio, el New York Amsterdam reportó que "es una de las mejores adiciones al deporte en años recientes... y se encamina a ser una estrella".

Mientras tanto, Rickey ya estaba tramando su plan para firmar jugadores negros para los Dodgers. Luego de enviar a sus escuchas a ver jugar a Robinson - y para estudiar su historial -- Rickey se reunió con Robinson en su oficina del 28 de agosto. Aparentemente sus primeras palabras a Robinson en su reunión de tres horas fueron, "¿Tienes alguna pareja?" Cuando de hecho Robinson le dijo que sí tenía una, Rickey le aconsejó, "Bueno, es mejor que te cases con ella de inmediato. Cuando terminemos hoy con esto es posible que quieras llamarla y decírselo, porque hay ocasiones en las que un hombre necesita tener una mujer a su lado".

Esa historia alimenta la percepción de Robinson sobre las intenciones de Rickey. Pero como le dijo Rachel Robinson - ella se casaría con Jackie en febrero de 1946 - a Jules Tygiel en su libro "Baseball's Great Experiment (El Gran Experimento del Béisbol)", "Las cosas que se han reportado sobre esto lo hacen parecer como muy paternalista de parte del Sr. Rickey, como si él dirigiera todo. En realidad no hubo más que una actitud de ser colaboradores y conspiradores. ... Hubo una alianza entre ellos y una especie de respeto mutuo".

Robinson llegaría a un acuerdo para un contrato ese mismo día antes de irse de la oficina de Rickey - un bono de $3,500 y un salario de $600 mensuales por jugar con Montreal. Le hicieron jurar que lo mantendría en secreto. Inicialmente, Rickey esperaba firmar a otros jugadores. Rickey le escribió una carta a principios de octubre a un escritor llamado Arthur Mann diciéndole, "Además, puede que no sea bueno el firmar a Robinson habiendo otros jugadores sin firmar que puedan ser mejores".

Rickey no consideró a otras leyendas de las Ligas Negras como Satchel Paige o Josh Gibson. Ellos eran demasiado viejos y no tenían la personalidad que Rickey andaba buscando.

Rickey iba a esperar hasta la temporada de football, pero al final le ordenó a Robinson que viajara a Montreal. El 23 de octubre, Robinson firmó para jugar con los Reales para la temporada de 1946 y convertirse en el primer jugador negro en el béisbol organizado desde el siglo 19. (Don Newcombe y Roy Campanella firmarían luego también con los Dodgers, y pasaron la temporada de 1946 para el equipo Clase B Nashua de la Liga de Nueva Inglaterra. Rickey además firmó al lanzador veterano de las Ligas Negras Roy Partlow, quien jugaría para el equipo Trois-Rivieres de la Clase C y Montreal en 1946, aunque nunca llegó a las mayores; y a John Wright, otro lanzador que tampoco llegó a las mayores).

De acuerdo con el libro de Peary, Clay Hopper, manager de Montreal, le dijo a Rickey, "Sr. Rickey, por favor no me haga esto. Yo soy un hombre blanco, he vivido en Mississippi toda mi vida. Si me hace esto, me va a forzar a tener que mudarme de Mississippi". El jardinero de Brooklyn Dixie Walker dijo, "A él lo firmaron para jugar con el equipo de Montreal, y mientras no esté con los Dodgers, no me preocupo". El gran Buck O'Neil estaba estacionado en las Filipinas cuando se anunció la firma de Robinson. En su libro "I Was Right on Time (Yo Estaba Justo a Tiempo)", él escribió que tomó el altoparlante de una oficina y gritó, "'¡Escuchen esto! ¡Escuchen esto! ¡Los Dodgers acaban de firmar a Jackie Robinson!' Deben escuchar la celebración. En el lado contrario del mundo de Brooklyn, nosotros comenzamos a celebrar y a disparar nuestras armas al aire". Un escucha de los Medias Rojas llamado George Digby le dijo a United Press, "Personalmente, pienso que es lo peor que le puede pasar al béisbol organizado".

Robinson tendría que pasar por los entrenamientos primaverales con los Reales en el sur del país - comenzando en Sanford, Florida. Robinson y Wright no podían estar en el hotel del equipo, así que se quedaron en una residencia privada en Sanford, junto con Rachel, el periodista Smith, y un fotógrafo. Hopper superó sus preocupaciones y le estrechó la mano a Robinson en la primera práctica del equipo. Robinson escribió en su autobiografía que los fanáticos negros que llegaron hasta Sanford a observar sus prácticas "lo vitoreaban hasta cuando me inclinaba para atar mis zapatos". El campo de entrenamiento luego se movería a Daytona, donde de nuevo Jackie y Rachel tendrían que mantenerse separados del resto del equipo.

Jackie Robinson
AP PhotoJackie Robinson conectó uno de sus tres jonrones que logró con los Reales esa temporada en el Día Inaugural ante los Gigantes de Jersey City en 1946.
Cuando el equipo eventualmente llegó a Montreal, la familia Robinson encontró una recepción diferente. Ellos vivían en un vecindario francocanadiense. "Allí sentimos realmente que pocas personas pensaron que estábamos molestando", dijo Rachel en 1951. "Incluso los chicos, quienes nunca antes habían visto personas negras, no nos hicieron sentir que fueramos diferentes". El compañero de equipo George Shuba estuvo en la primera foto conocida de un jugador blanco celebrando con un jugador negro. "Nosotros eramos jugadores", dijo. "No importaba de qué color era él. Estrechar su mano era lo correcto".

Pero más importante aún, Robinson demostró que podía jugar. Bateó .349 para Montreal para ser el líder de la liga, consiguió 92 boletos y se robó 40 bases. No demostró mucho poder - solo tres jonrones - pero recuerden que él había jugado muy poco béisbol fuera de UCLA y apenas una temporada con los Monarchs. Spider Jorgensen, compañero de equipo en Montreal y Brooklyn, le dijo a Peter Golenbock en su libro "Bums," que "la mayoría de los jugadores más viejos... nunca pensaron que él podía batear, porque era un jugador con poco físico. Ellos solían lanzarle rectas pegadas, y él siempre las peleaba... pero siempre podía batear los lanzamientos quebrados".

Quizás el béisbol era la parte más fácil. Antes del primer juego de Montreal, el presidente de la Liga Internacional Frank Shaughnessy le advirtió a Rickey que no trajera a Robinson a Jersey City o "vas a causar un disturbio racial". (Eso no ocurrió). Los fanáticos en Baltimore amenazaron con boicotear si los Reales colocaban en juego a Robinson. (El estadio se llenó). El manager de Baltimore Tommy Thomas, ex lanzador de Grandes Ligas, le ordenó a sus lanzadores que golpearan a Robinson. (Lo hicieron). El libro de Tygiel reporta que el equipo de Newark de los Yankees también intentó golpear a Robinson. (Fue golpeado siete veces esa temporada, lo que lo ubicó cuarto en ese renglón en la liga). Tuvo que lidiar con el abuso de parte de los fanáticos. Wright, quien comenzó la temporada con Montreal, no pudo lidiar con la presión y fue enviado al equipo Clase C antes de volver a las Ligas Negras en 1947.

Los Reales ganaron el banderín con 19 partidos de ventaja. En la Pequeña Serie Mundial, Montreal venció a Louisville por el campeonato, siendo Robinson el líder del camerino. La victoria final llegó en Montreal. Los fanáticos le hicieron una ovación de pie y pidieron que saliera del camerino, estallando en aplausos cuando salió al terreno. Cuando finalmente volvió al camerino y salió del estadio, tuvo que lidiar con otra multitud de seguidores antes de que un motociclista finalmente lo rescatara y lo llevara a su hotel. "Fue probablemente el único día en la historia que un hombre negro tuvo que salir corriendo para evitar una multitud que lo adoraba, en vez de querer lincharlo", según escribió Sam Maltin del diario Pittsburgh Courier.

Él estaba listo para las Grandes Ligas.

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Babe Ruth and Stephen Curry
Getty Images
Los Golden State Warriors establecieron una nueva marca de victorias en temporada regular en la NBA con 73, superando a los Chicago Bulls de 1995-96 por un victoria. ¿Acaso son los Warriors el mejor equipo de la historia en la NBA? Yo le dejo esa evaluación a los expertos en el básque, pero quizás valga la pena mencionar que la marca de 72-10 de los Bulls ocurrió en una temporada de expansión.

Los Warriors terminaron con porcentaje de victorias de .890. Por supuesto, eso nunca ha ocurrido en el béisbol debido a la naturaleza diferente de ambos deportes. Los Warriors jugaron en una liga donde siete equipos terminaron con porcentaje de victorias por debajo de .400. El porcentaje de victorias más alto en MLB desde 1900 pertenece a los Cachorros de Chicago de 1906, quienes tuvieron marca de 116-36 para porcentaje de .783. Los Marineros de Seattle de 2001 terminaron empatados con los Cachorros con 116 victorias, pero terminaron con marca de 116-46 para porcentaje de .716. Incluyendo la postemporada, los Yankees de 1998 terminaron con record de 125-50, porcentaje de .714.

En otras palabras, sería imposible que un equipo de MLB termine con un record similar al de los Warriors. A menos que: ¿Qué tal si juntamos un equipo de leyendas de todos los tiempos? ¿Cuán bueno sería ese equipo? Utilizando el juego de simulación de Diamond Mind, construe un equipo de 25 grandes del deporte. Cada jugador está representado por su mejor nivel de actuación (que no es necesariamente su mejor temporada en su carrera). Entonces coloqué este equipo en la Liga Americana en la temporada 2015 y le puse por nombre los "Yankees de Nueva York".

He aquí mi equipo:

Bateadores: C Josh Gibson, C Mike Piazza, 1B Lou Gehrig, 1B Albert Pujols, 2B Rogers Hornsby, 2B Joe Morgan, SS Honus Wagner, 3B Mike Schmidt, 3B/SS Alex Rodríguez, LF Barry Bonds, LF Ted Williams, CF Willie Mays, CF Mickey Mantle, RF Babe Ruth, RF Hank Aaron.

Lanzadores: Walter Johnson, Lefty Grove, Satchel Paige, Sandy Koufax, Roger Clemens, Greg Maddux, Randy Johnson, Pedro Martínez, Hoyt Wilhelm, Mariano Rivera

Veamos que ocurre. Corrí cinco temporadas simuladas con este equipo:

Temporada 1: 148-14 (.914)

Carreras anotadas: 1,435

Carreras permitidas: 463

Margen: 972

Números colectivos: .322/.411/.647, 468 jonrones, efectividad de 2.61

Datos sobresalientes: Ruth bateó .321 con 80 jonrones, 224 impulsadas; Bonds bateó 73 jonrones, anotó 229 carreras; Williams bateó .365 con 54 jonrones; Martínez tuvo marca de 22-1 con efectividad de 2.19; Koufax tuvo marca de 24-1 aunque con efectividad de 3.50; Maddux tuvo números de 24-2, 2.55; Randy Johnson tuvo números de 17-1, 2.05, ponchó a 262 en 176 entradas.

Temporada 2: 147-15 (.907)

Carreras anotadas: 1,468

Carreras permitidas: 409

Margen: 1,059

Números colectivos: .322/.408/.640, 453 jonrones, efectividad de 2.35

Datos sobresalientes: Bonds, Ruth y Williams conectaron cada uno 60 jonrones, siendo Bonds el líder con 65; Hornsby bateó .347; Gibson conectó 38 jonrones, remolcó 112 carreras en apenas 117 juegos; Maddux tuvo marca de 28-0 y efectividad de 2.26 ERA; Randy Johnson tuvo números de 26-1, 1.53 con 303 ponches en 206 emtradas; el equipo tuvo rachas de 32 y 33 victorias consecutivas.

Temporada 3: 148-14 (.914)

Carreras anotadas: 1,416

Carreras permitidas: 451

Margen: 965

Números colectivos: .314/.406/.633, 470 jonrones, efectividad de 2.59

Datos sobresalientes: Mantle fue colocado como titular en el jardín central y bateó .335 con 54 jonrones, 198 anotadas y 146 impulsadas; Bonds bateó 74 jonrones, anotó 202 carreras; Ruth despachó 68 bambinazos mientras se ponchaba 220 veces (Mantle se ponchó 198 veces - nuestras superestrellas se ponchan mucho jugando en la era moderna); Walter Johnson se unió a la rotación y tuvo marca de 27-1 y efectividad de 2.94; Grove abrió por primera vez y tuvo record de 26-3 con 297 K's; Randy Johnson abanicó a 342 rivales mientras el equipo completo ponchó a 1,690 contrarios (los Cachorros fueron los líderes en las mayores con 1,431 K's); el equipo logró 39 victorias en fila desde el 22 de agosto hasta el 3 de octubre antes de que Chris Tillman de los Orioles finalmente venciera a Satchel Paige.

Temporada 4: 153-9 (.944)

Carreras anotadas: 1,447

Carreras permitidas: 425

Margen: 1,022

Números colectivos: .313/.405/.630, 461 jonrones

Datos sobresalientes: Ruth conectó 74 vuelacercas, remolcó 192 carreras; Mantle bateó .331 con 62 jonrones, 188 anotadas, 175 RBIs; Williams tuvo números de .352/.454/.727 con 54 jonrones; Randy Johnson hizo 32 aperturas y tuvo marca de 30-0 con ocho blanqueadas, un partido sin hits, seis partidos en los que ponchó a 15 contrarios y 364 ponches en total; Maddux tuvo marca de 26-1, 2.61 mientras Pedro terminó con 22-1, 2.30; Rivera logró salvar 26 partidos con efectividad de 1.53; el equipo abrió la temporada con una increíble racha de 56 victorias consecutivas; Garrett Richards de los Angelinos finalmente cortó la misma con una victoria 7-4.

Temporada 5: 149-13 (.920)

Carreras anotadas: 1,363

Carreras permitidas: 478

Margen: 885

Números colectivos: .306/.394/.631, 477 jonrones

Datos sobresalientes: Aaron fue nombrado titular en el jardín derecho y bateó .327 con 49 jonrones, 160 anotadas y 153 impulsadas; Gehrig bateó 58 bambinazos y remolcó 173 carreras; relegado a labores de bateador designado, Ruth sacó 70 pelotas del parque; Morgan se robó 73 bases y anotó 153 carreras como primer bate; Pedro tuvo marca de 25-1, efectividad de 2.28, y permitió un raquítico promedio a los contrarios de .173; Rivera tuvo record de 10-0 con 28 salvamentos; la Gran Unidad ponchó a 370; la racha de victorias más extensa fue de apenas 34 juegos.

Así que ahí lo tienen. Se necesitaría un equipo de leyendas en el béisbol para igualar o superar el porcentaje de victorias de los Warriors.

Además construí un equipo de los mejores jugadores del 2015 y los puse en la Liga Americana. También les puse por nombre los "Yankees de Nueva York".

¿Qué les parece un equipo con una rotación de Clayton Kershaw, Jake Arrieta, Zack Greinke, Dallas Keuchel y David Price? ¿Con una alineación que incluya a Mike Trout, Bryce Harper, Paul Goldschmidt, Josh Donaldson, Buster Posey, Yoenis Céspedes y José Altuve? ¿Con Francisco Lindor y Carlos Correa dividiéndose el tiempo de juego en el campocorto? ¿Con Joey Votto y Andrew McCutchen compartiendo las tareas como bateador designado? ¿Con Lorenzo Cain, Russell Martin and Ben Zobrist saliendo de la banca? ¿Con un bullpen que presente a Wade Davis, Aroldis Chapman, Dellin Betances, Andrew Miller, Zach Britton y Craig Kimbrel?

Ese equipo también lució muy bien en la simulación. Terminó con marca de 144-18.

Un porcentaje de victorias de .889.

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Yoenis Cespedes and Terry Collins
Ron Vesely/MLB Photos/Getty Images
Comenzamos con el calendario de principio de temporada de la Liga Americana, hoy desvelamos la segunda parte de nuestro ranking: el programa en la Liga Nacional. Estos se clasifican del más difícil hasta el más sencillo, y reflejan cuan notablemente polarizada estará la Liga Nacional, con una gran cantidad de equipos que se espera que sean muy buenos y una gran cantidad de equipos que se espera que realmente den pelea.

1. Bravos de Atlanta

Juegos en casa: 19 de sus primeros 41 juegos son en casa.

Partidos contra equipos con marcas de .500 o mejores en 2015: 28 de 41 partidos.

Notable: Atlanta está reconstruyendo y todo el mundo lo sabe, pero los primeros clavos podrían ser colocados en su temporada 2016 en las primeras seis semanas debido a la cantidad de grandes equipos con los que juegan. Sus primeros nueve juegos son contra los Nacionales y Cardenales, y para mediados de mayo, también van a tener tres series contra los últimos protagonistas de la Serie Mundial, Mets y Reales, y que también se enfrentan a los Dodgers, Cachorros, Piratas y Diamondbacks. Si ellos están enterrados temprano, que en realidad no va a ser malo para la oficina principal, que rápidamente puede enfocarse en comercializar a sus veteranos -el torpedero Erick Aybar, el jardinero Ender Inciarte y tal vez otros- por más prospectos. El año pasado ellos sobrecumplieron temprano, y eso probablemente complicó un poco su toma de decisiones.

2. Padres de San Diego

Juegos en casa: 25 de sus primeros 44 juegos son en casa.

Partidos contra equipos con marcas de .500 o mejores en 2015: 28 de sus primeros 44.

Notable: Ellos no se han mostrado tanto como algunos otros equipos, aunque los Padres han reconocido oficialmente que están reconstruyendo; dada la estructura de su calendario, probablemente se enterarán de lo que son en el campo de cualquier manera. Dieciocho de los primeros 44 juegos de San Diego son en contra de los Dodgers o Giants. 18 de 44.

3. Rojos de Cincinnati

Juegos en casa: 23 de sus primeros 42 partidos son en casa.

Partidos contra equipos con marcas de .500 o mejores en 2015: 29 de sus primeros 42.

Notable: Los Rojos ven a Piratas, rival divisional, mucho a principios de esta temporada -nueve de sus primeros 35 juegos son contra Pittsburgh- y luego los dos equipos no vuelven a verse de nuevo hasta el 5 de agosto.

4. Diamondbacks de Arizona

Juegos en casa: 22 de sus primeros 41 juegos son en casa.

Partidos contra equipos con marcas de .500 o mejores en 2015: 25 de sus primeros 41.

Notable: Los D-backs tendrán la mayor parte de sus juegos contra los Gigantes en la primera mitad; 14 de los 19 serán jugados para el receso del Juego de las Estrellas. Por otra parte, van a tener 13 partidos por jugar contra los Dodgers después del Juego de Estrellas. Los Diamondbacks también tendrán que viajar mucho: tienen un viaje de 10 partidos en abril y un viaje de nueve partidos en mayo.

5. Rockies de Colorado

Juegos en casa: 19 de sus primeros 42 choques son en casa.

Partidos contra equipos con marcas de .500 o mejores en 2015: 23 de sus primeros 42.

Notable: Los Rockies no tienen que ir muy lejos a principios de la temporada -todos, menos seis de sus juegos, son bien su patio o en el horario del Pacífico- y juegan ante los Diamondbacks mucho al principio, con nueve juegos antes del 12 de mayo y cuatro series en la primera mitad.

6. Cerveceros de Milwaukee

Juegos en casa: 24 de sus primeros 42 choques son en casa.

Partidos contra equipos con marcas de .500 o mejores en 2015: 25 de sus primeros 42.

Notable: El dueño Mark Attanasio ha dicho que respalda plenamente la reestructuración que está siendo realizada por la oficina central del equipo, y eso es una buena cosa, ya que parece posible que Milwaukee podría tener un duro abril. Sus primeros 16 juegos son contra equipos que se espera que compitan -los Gigantes, Astros, Cardenales, Piratas o los Mellizos- seguido poco después por una serie en Wrigley Field. No es fácil. Y pensemos en esto: los Cerveceros juegan a todos los juegos de 2016 que tienen contra los Nacionales, Mets, Dodgers y Gigantes antes de la pausa del Juego de Estrellas.

7. Filis de Filadelfia

Juegos en casa: 22 de sus primeros 45 choques son en casa.

Partidos contra equipos con marcas de .500 o mejores en 2015: 19 de sus primeros 45.

Notable: Doce de los primeros 22 juegos de Filadelfia son en contra de los Mets y los Nacionales. Los Filis ven a los Mets en dos series para el 20 de abril, a continuación, no los enfrentarán de nuevo hasta después del Juego de las Estrellas. Si usted está buscando un candidato entre los no contendientes en la Liga Nacional para sorprender con un inicio mejor de lo esperado, los Filis podría ser ese equipo debido a la cantidad de otros equipos mediocres que enfrentan a finales de abril y principios de mayo.

8. Dodgers de Los Ángeles

Juegos en casa: 22 de sus primeros 42 choques son en casa.

Partidos contra equipos con marcas de .500 o mejores en 2015: 21 de sus primeros 42.

Notable: Muchos de los juegos de los Dodgers contra equipos que no son del Oeste de la Nacional en mayo no serán fáciles: en Tampa Bay, en Toronto, en casa contra los Mets y los Cardenales, en la ruta ante los Cachorros. Para entonces, la rotación plagada de lesiones de los Dodgers podría ser más estable, dependiendo del progreso de Mike Bolsinger y Hyun-Jin Ryu.

9. Marlins de Miami

Juegos en casa: 18 de sus primeros 40 choques son en casa.

Partidos contra equipos con marcas de .500 o mejores en 2015: 20 de sus primeros 40.

Notable: Los Marlins tienen temprano series contra los tres equipos de élite del Oeste de la Nacional: Gigantes, Dodgers y Diamondbacks, así como 13 partidos contra los Nacionales antes de mayo 23. Si logran salir de esa ola de juegos bien, aparentemente los Marlins tienen la oportunidad de ascender con el asequible calendario que les sigue. Piense en esto: de los 99 juegos finales de Miami, 45 son contra los Filis (13), Bravos (12), Rojos (7), Rockies (7) y Padres (6).

10. Nacionales de Washington

Juegos en casa: 19 de sus primeros 44 choques son en casa.

Partidos contra equipos con marcas de .500 o mejores en 2015: 16 de sus primeros 44.

Notable: La primera vez que los Nacionales enfrentan un equipo que estuvo por encima de .500 el año pasado será el 22 de abril, cuando juegan Minnesota, y no juegan contra los Mets hasta mediados de mayo. Doce de los primeros 22 juegos de los Nacionales están en contra de los Filis y los Bravos. Sin embargo, Washington tiene un duro viaje de 10 partidos a través del Medio Oeste comenzando a finales de abril cuando sus Nacionales tendrán que ir a San Luis, Kansas City y el Wrigley Field.

11. Gigantes de San Francisco

Juegos en casa: 21 de sus primeros 43 choques son en casa.

Partidos contra equipos con marcas de .500 o mejores en 2015: 13 de 43.

Notable: Los Gigantes tienen temprano una tonelada de juegos frente a clubes que no se espera que sean contendientes (Cerveceros, Rockies, Padres, etc.). Sin embargo, su horario es inusual en términos de cómo tienen unos pocos días de descanso. San Francisco juega su primer partido el 4 de abril, y los Gigantes tendrán sólo dos días de descanso desde entonces y hasta el 15 de mayo (11 de abril y el 28 de abril). El picheo abridor de San Francisco se pondrá a prueba antes de tiempo.

12. Cardenales de San Luis

Juegos en casa: 28 de sus primeros 46 choques son en casa.

Partidos contra equipos con marcas de .500 o mejores en 2015: 18.

Notable: Los Cardenales tienen temprano en la temporada tres largas permanencias en casa de nueve, 10 y nueve partidos, respectivamente, pero tienen un zigzagueante y raro abril de viaje por carretera: en San Diego, en Arizona, a continuación, en Washington, antes de volver a casa, y luego tienen otra gira por la Costa Oeste a principios de mayo, pero al menos en ese, tienen seis juegos consecutivos en la misma área, contra los Angelinos y los Dodgers.

13. Piratas de Pittsburgh

Juegos en casa: 24 de sus primeros 48 choques son en casa.

Partidos contra equipos con marcas de .500 o mejores en 2015: 12 de 48.

Notable: La primera parte del programa de Pittsburgh está lleno de largas estancias, en casa, y en la carretera, con nueve y 10 juegos como local y recorridos por tres ciudades. Pero al principio de la temporada, van a jugar con una gran cantidad de equipos que no se espera que contiendan: 26 de sus primeros 45 juegos son contra los Rojos, Cerveceros, Rockies, Padres y Bravos.

14. Cachorros de Chicago

Juegos en casa: 22 de sus primeros 41 choques son en casa.

Partidos contra equipos con marcas de .500 o mejores en 2015: 15 de sus primeros 41. Notable: Al parecer, los Cachorros tendrán la oportunidad de tomar ventaja de la polarización de la mencionada Liga Nacional y ponerse en marcha rápidamente en 2016. Veintidós de los primeros 41 juegos de Chicago son en contra de Milwaukee, Cincinnati, San Diego, Atlanta y Colorado. Y del 11 de abril al 15 de mayo los Cachorros estarán en casa para 22 de 32 juegos.

15. Mets de Nueva York

Juegos en casa: 18 de sus primeros 40 choques son en casa.

Partidos contra equipos con marcas de .500 o mejores en 2015: 15 de sus primeros 40.

Notable: Después de que los Mets abran con dos juegos en Kansas City, se enfrentan a un horario favorable en las semanas que siguen, con 19 de sus próximos 28 partidos contra los Filis, Bravos, Rojos y Padres.

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BRISTOL -- Llegó el día esperado.

Los Rays de Tampa Bay se miden a una selección de peloteros cubanos en el estadio Latinoamericano de La Habana, en medio de la primera visita de un presidente de Estados Unidos a Cuba en casi 90 años.

Que los históricos acontecimientos políticos-deportivos levanten reacciones opuestas, es algo normal y comprensible. De acuerdo al filósofo griego Heráclito, el padre de la dialéctica: "la contradicción no paraliza, sino que dinamiza".

"Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz", dijo el ex presidente mexicano Benito Juárez, la principal figura del liberalismo de su país en el siglo XIX. Basándonos en la frase de Juárez, es fácil entender porque muchos cubanos, diseminados por el mundo, no aprueban el acercamiento del gobierno estadounidense y la oficina de las ligas mayores con las actuales autoridades de su país.

Después de todo, Cuba tiene un sistema de gobierno que no acepta oposición, elemento obligatorio en una sociedad democrática, y que ha provocado la separación de miles de familias en más de medio siglo de control absoluto de los movimientos y pensamientos de sus ciudadanos.

Para los cubanos en el exilio, un exilio compuesto mayormente por una generación que nació en los países donde recalaron sus ancestros, que Estados Unidos esté restableciendo relaciones diplomáticas con Cuba sin poner condiciones es una especie de traición. Así lo ven ellos. Es su derecho y hay que respetarlo.

Pero por otro lado, tenemos el punto de vista del "borrón y cuenta nueva" tan efectivo en el pasado para poner en la mesa del diálogo a antiguos enemigos y resolver diferencias políticas y hasta filosóficas de diferentes temas y materias.

Estadio Latinoamericano
AP Photo/Ramon EspinosaEl Estadio Latinoamericano, con capacidad para 55 mil fanáticos, será escenario del histórico juego entre Cuba y los Rays de Tampa Bay.
"Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes", dijo alguien hace mucho tiempo -- aunque se atribuye la frase al científico Albert Einstein, está más que demostrado que no es suya -- y ese pensamiento sigue teniendo una vigencia eterna.

En un momento ideal de su carrera, cuando no está haciendo campaña para mantenerse en el gobierno, Obama se embarca en un proyecto para cambiar un método que claramente no ha dejado resultados favorables. Algo parecido a lo que hizo el presidente Jimmy Carter en 1979, cuando reconoció el gobierno comunista de la República Popular China como el único representante legal del ahora gran aliado económico de Estados Unidos.

Seguro que los chinos residentes en Estados Unidos y otros lugares del mundo, con sus razones, criticaron agriamente el reconocimiento de Carter. Hoy, es tema enterrado que no se menciona con mucha frecuencia.

En lo que respecta al béisbol, históricamente, el talento cubano ha sido muy apreciado por las Grandes Ligas norteamericanas, pero el sistema actual para reclutar al pelotero de la mayor de las antillas es altamente costoso para los equipos, peligroso para los jugadores e inaceptable desde el punto de vista humano.

La aventura de hombres valientes como Orlando Hernández, que se lanzó a aguas infestadas de tiburones en una rústica balsa para tratar de cumplir el sueño de jugar en Grandes Ligas, fue sustituida por sórdidas historias de traficantes de seres humanos, que aprovechando la necesidad de los cubanos, los sacaron de sus países en modernas embarcaciones para venderlos como esclavos en el mercado del béisbol.

Más de un caso terminó en cortes de La Habana y Miami y otros ni se llegaron a conocer porque los protagonistas simplemente desaparecieron antes que se convirtieran en noticia.

Grandes Ligas lo sabe y quiere desmantelar esa industria ilegal y denigrante antes que la granada le explote en las manos, ya que el velo político que la cubre, se cae por su propio peso. El presidente Obama le está dando las herramientas para hacer posible la creación de un sistema más práctico, más lógico y más humano y lo más inteligente es que MLB aproveche la oportunidad.

Todos los cubanos -- y todos los seres vivos de buena voluntad -- los que están a favor y los que están en contra, sueñan con una situación en la que los ciudadanos de Cuba, sean peloteros o cualquier otro oficio, puedan tener libertad de trabajo, de religión, de pensamiento, de movimiento. Pero ni siquiera Dios pudo hacer el mundo en un solo día. Vamos a darle tiempo.

Cuba no es "Utopía", la isla perfecta de la magistral obra del mismo nombre del teólogo y escritor inglés Thomas More, pero tampoco lo es China, ni Estados Unidos, ni Japón, ni ningún país del mundo.

La visita de Obama y el partido entre Rays y Cuba debe ser visto como lo que es: El genuino intento de conseguir con el diálogo y el intercambio deportivo, lo que no se ha podido conseguir con el embargo comercial, económico y financiero de Estados Unidos contra Cuba.

Un bloqueo que más que minar el poder absoluto del gobierno, ha dado herramientas a los que están en el poder para perpetuarse, ayudó a deteriorar la calidad de vida del ciudadano, al tiempo que estancó a Cuba en el pasado.

Obama y MLB merecen un voto de confianza en esta iniciativa de sembrar la semilla de lo que con el tiempo podría convertirse en el florecimiento de una situación más próspera para nuestros hermanos cubanos y más justa para los peloteros que salen del caimán caribeño.

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