Rich Schultz/Getty ImagesEl venezolano Ronald Acuña Jr perseguirá en 2020 la cifra de 50-50 (50 jonrones y 50 bases robadas), hasta ahora inalcanzable para cualquier pelotero en la historia de las Mayores.
Cada año escogemos diez peloteros que, por diferentes razones, serían interesantes de seguir en la temporada.

En algunos casos, se trata de jugadores jóvenes que mostraron destellos de su potencial y deberían dar un salto mayor hasta establecerse por completo como verdaderas estrellas en el mejor béisbol del mundo.

En otros, hablamos de veteranos que por una u otra causas, necesitan demostrar que aún les queda gasolina en el tanque para seguir adelante.

Estos son los diez peloteros a seguir en el 2020.

1.- Javier Báez (Chicago Cubs)

El puertorriqueño de los Cubs es sencillamente el pelotero más divertido de ver en todas las Grandes Ligas. Divertido y espectacular.

No por gusto lo apodan "El Mago". Siempre tiene un truco debajo de la manga, lo mismo con el bate, que con el guante o en el corrido de las bases.

Con 27 años recién cumplidos, posiblemente no hayamos visto todavía lo mejor de Javier Baéz.

2.- Ronald Acuña Jr. (Atlanta Braves)

¿Cuál es límite para el talentoso jardinero venezolano? ¿El cielo?

Acuña Jr. ha dejado claro su objetivo para la campaña del 2020: convertirse en el primer jugador 50-50 (50 jonrones y 50 bases robadas.

El año pasado, en su segunda temporada en las Mayores, se quedó a tres robos de ser el quinto pelotero 40-40.

La meta es difícil, pero con que sólo lo intente, ya valdrá la pena seguirlo día a día en su progreso.

3.- Luis Robert (Chicago White Sox)

Luis Robert firma con Medias Blancas
AP Photo/Charles Rex ArbogastEl cubano Luis Robert sin jugar un solo minuto en MLB recibió una extensión de $50 millones por parte de los White Sox.

Aunque nunca jugó en Grandes Ligas, todo el mundo del béisbol sabe quién fue Omar Linares, el cubano que desde su adolescencia fue codiciado por los cazatalentos como uno de los peloteros más completos que haya pisado jamás un terreno de pelota en cualquier nivel.

Bueno, según aseguran colegas que lo vieron desde sus inicios en la isla, Luis Robert es lo mejor que ha dado Cuba desde Omar Linares.

No debe haber sido por gusto que los White Sox le dieron una extensión contractual por $50 millones sin haber debutado aún en las Mayores.

4.- Luis Arráez (Minnesota Twins)

Si lo que mostró en el 2019 es real, el segunda base venezolano de los Twins es un firme candidato a ganar el título de bateo de la Liga Americana.

Arráez tuvo average de .334, con 109 imparables en 326 turnos, apenas un punto menos que Tim Anderson, el líder de los bateadores del joven circuito, aunque sin las veces requeridas.

Su promedio de embasamiento fue de .399, con un slugging de .439. El 23 por ciento de sus hits fueron extrabases (20 dobles, un triple y cuatro jonrones) y recibió más boletos (36) que ponches (29).

5.- Félix Hernández (Atlanta Braves)

Es difícil creer que uno de los mejores lanzadores que ha tenido las Grandes Ligas en lo que va de siglo XXI esté acabado a los 33 años.

Lo cierto es que desde que cumplió 30 fue como si le hubieran apagado un interruptor, pues en sus tres últimas campañas tuvo récord de 15-27 y efectividad de 5.42 en 314 entradas, mientras que en sus primeras 12 temporadas dejó balance de 154-109 y promedio de limpias de 3.16.

Tal vez lo que necesitaba el venezolano era cambiar de aires, después de jugar 15 contiendas en Seattle.

Quizás lo veamos incluso lanzar en playoffs, la asignatura pendiente en la carrera del Rey Félix.

6.- Miguel Cabrera (Detroit Tigers)

Mark J. Rebilas/USA TODAY SportsMiguel Cabrera necesita salud para alcanzar varios hitos en la temporada 2020 y que consolidarán en el futuro su candidatura al Salón de la Fama.

¿Alguien duda que Miguel Cabrera es un futuro miembro del Salón de la Fama?

Con los números que tiene, ya debería alcanzarle para la inmortalidad, pero las cifras redondas llaman más la atención y Cabrera podría llegar en esta misma campaña a los 3,000 hits, 500 jonrones, 1,700 carreras impulsadas, 1,500 anotadas y 600 dobles.

Para ello necesita estar saludable y jugar en al menos 140 partidos, para acumular los 185 imparables, 23 bambinazos, seis remolcadas, 71 anotadas y 23 biangulares que les faltan para esos números cerrados.

7.- Yoenis Céspedes (New York Mets)

El cubano le ha robado hasta ahora el dinero a los New York Mets. En sus tres primeros años de un contrato de cuatro cobró 73 millones de dólares y apenas participó en 119 partidos (81 en el 2017, 38 en el 2018 y ninguno en el 2019).

El equipo consiguió una notable rebaja del salario que devengaría Céspedes en el 2020, al bajar de 29 a seis millones, más incentivos.

El pelotero llegó a los campos de entrenamiento más cerrado que una tumba, negado a conceder entrevistas y dispuesto a que su bate hablara por él en la temporada.

Luego suavizó y dijo a los medios su disposición a estar listo para el Día Inaugural y recuperar todo el camino perdido.

El talento le sobra, aunque la salud no lo ha acompañado y ya son 34 años en las costillas.

Si está saludable y logra ser el pelotero que fue, será de gran ayuda para los Mets y una diversión ver de nuevo sus kilométricos jonrones y certeros disparos desde los jardines.

8.- Chris Sale (Boston Red Sox)

El zurdo Chris Sale tuvo en el 2019 la peor temporada de su carrera, con registro de 6-11 y efectividad de 4.40.

Desde que se estableció como un abridor estelar en el 2012, nunca tuvo números tan bajos en aperturas (25) e innings lanzados (147.1).

De hecho, se perdió por primera vez en ocho años ser invitado al Juego de las Estrellas.

Los Boston Red Sox esperan desesperadamente un rebote de su astro, sobre todo después de ceder al también zurdo David Price a Los Angeles Dodgers y pasarse de tacaños en el arbitraje salarial con el venezolano Eduardo Rodríguez, hecho que podría haber dañado la relación entre el pitcher y el equipo.

9.- Gerrit Cole (New York Yankees)

El pitcher mejor pagado de la historia tiene ahora la oportunidad de hacer realidad un sueño de su infancia: jugar para los Yankees.

Ahora bien. No es lo mismo lanzar en Yankee Stadium que en el Minute Maid Park. No es lo mismo encabezar la rotación del equipo más emblemático de todas las Grandes Ligas, que ser el segundo de los Houston Astros, con Justin Verlander por delante.

Pero hoy mismo, Gerrit Cole es tal vez el mejor lanzador que hay y tiene por delante el reto adicional de liderar a un grupo que ya perdió a Luis Severino por toda la campaña y a James Paxton por las primeras semanas de temporada.

10.- Los Houston Astros

No es uno, sino varios. José Altuve, Carlos Correa, Alex Bregman, George Springer, Yuli Gurriel ...todas las principales figuras de Houston estarán bajo la lupa este año.

Nadie duda de su talento, pero muchos queremos ver si sus números anteriores son legítimos y si pueden repetirlos en el 2020, sin trampas, ni ayudas adicionales.

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Por segundo año consecutivo ha vuelto la danza de los millones a las Grandes Ligas.

Si en el invierno pasado, entre Mike Trout, Bryce Harper y Manny Machado se comprometieron 1,058 millones de dólares, esta vez entre siete peloteros ya se han invertido 1,154 millones.

A diferencia del año pasado, en esta ocasión el mercado se ha movido bastante rápido, sin esa angustiante espera con la que Harper y Machado tuvieron paralizados muchos negocios que dependían de sus respectivas firmas.

Gerrit Cole ($324 millones), Stephen Strasburg (245), Anthony Rendón (245), Zack Wheeler (118), Madison Bumgarner (85), Yasmani Grandal (73) y Mike Moustakas (64), son los peces gordos que se han llevado los mayores contratos.

Demasiado dinero, dirán algunos. Y sí, son muchos dólares que a los fanáticos les preocupan -con o sin razón- por lo que puedan significar en los precios que deberán pagar en los estadios.

Eso es lo de menos. La cuestión es que mientras algunos de estos contratos son altamente riesgosos, no sólo por las cifras involucradas, sino por la extensión en tiempo, algunos de ellos pueden ser redituables en títulos para las franquicias, mientras que otros son, a primera vista, dinero botado por nada.

Cole tendrá 38 años cuando termine su pacto de nueve campañas con los New York Yankees y lo más probable es que para ese entonces su efectividad esté al nivel de un simple mortal.

Los Yankees lo saben, pero si en ese lapso el mejor serpentinero del 2019 es capaz de darle a la franquicia al menos dos títulos de Serie Mundial, ya la inversión estará pagada.

Strasburg es un caso similar. Los Washington Nationals estaban obligados a hacer una gran inversión en uno de sus jugadores emblemáticos para tratar de defender con éxito -o al menos con decoro- su corona.

Esto le permitirá a Washington mantener su rotación junto a Max Scherzer, Patrick Corbin y el venezolano Aníbal Sánchez, aunque es imperativo para la gerencia seguir hurgando en el mercado para reforzar la ofensiva que perdió a Rendón, uno de sus pilares fundamentales.

Lo mismo pasa con Wheeler. Los Philadelphia Phillies siguen metiéndole dinero a la plantilla y hasta ahora han fracasado estrepitosamente.

Esos 118 millones no guardan proporción con los números mostrados hasta ahora por el lanzador a lo largo de su carrera, con 44-35 y efectividad de 3.77 en cinco temporadas y ninguna de ellas con 200 o más entradas.

Pero Wheeler estuvo saludable sus dos últimas con los New York Mets y los Phillies confían en que justo ahora entre en el pico de su rendimiento, para ayudar al equipo a rememorar las épocas gloriosas de Jimmy Rollins, Chase Utley, Cole Hamels, Jamie Moyer y Pat Burrell.

El cubano Grandal y Moustakas son piezas que van encajando en los rompecabezas de los Chicago White Sox y los Cincinnati Reds, respectivamente, equipos que han terminado sus procesos de reconstrucción y parecen listos para dar un salto en el 2020.

Gerrit Cole, Anthony Rendon and Madison Bumgarner
ESPN Illustration

Pero los casos de Rendón, con Los Angeles Angels, y Bumgarner, con los Arizona Diamondbacks, carecen, a primera vista, de todo sentido.

Los Angels pueden ser mejores con el aporte que hará el antesalista por el cual pagaron $245 millones. Por supuesto. Cualquier equipo que tenga a Rendón será mejor que antes de tenerlo. Pero esa no es la interrogante a responder.

La pregunta es si esta nueva adición es lo que necesita el equipo para salir a competir en la dura división Oeste de la Liga Americana.

La respuesta es un no rotundo. Entre Rendón y Mike Trout, el dueño, Arte Moreno, ha comprometido 663 millones de dólares, pero ha olvidado reforzar el área de los lanzadores.

Sin pitcheo no hay paraíso. Tanto dinero invertido en tres hombres (no hay que olvidar los $240 millones de Albert Pujols, a quien le faltan por cobrar 59 millones hasta el 2021), ha hecho imposible cubrir otras áreas y "el otro equipo de Los Angeles" tiene más huecos que un queso suizo.

Y Bumgarner tampoco parece ser el hombre que cambie la suerte de los Arizona Diamondbacks.

No se entiende mucho la estrategia de un equipo que en un año sale de su mejor bateador (Paul Goldschmidt) y su mejor pitcher (Zack Greinke) y luego suelta $85 millones por un lanzador que si bien está más que probado en los grandes momentos, genera demasiadas dudas sobre su futuro.

El zurdo MadBum tiene 30 años, seis menos que Greinke, pero en las últimas tres campañas con los San Francisco Giants su salud no lo acompañó y sus números cayeron estruendosamente.

Entre el 2017, 2018 y 2019, Bumgarner tuvo récord de 19-25 y efectividad de 3.58 en 448.1 entradas de trabajo.

Luego de que entre el 2013 y 2016 tuviera cuatro años con efectividad inferior a las tres carreras limpias por cada nueve entradas, sus promedios fueron en ascenso, a ritmo de 3.32 en el 2017 hasta 3.90 en el 2019.

Este último año volvió a estar saludable y logró lanzar 207.2 entradas, pero permitió 90 carreras limpias y 30 jonrones, las mayores cifras de su carrera en esos departamentos.

Sus estadísticas todavía son bastante buenas, pero ya no son de élite. Su declive es gradual y todavía no resulta tan evidente, pero el tiempo se encargará de demostrar cuán equivocada estaba la gerencia de un equipo que ni siquiera se ve como un contendiente inmediato.

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En términos beisboleros, a Scott Boras no se le puede acercar la pelota por estos días, porque con cualquier lanzamiento, la saca de jonrón.

Ahora le tocó a otro de sus encumbrados clientes, Anthony Rendón, firmar un megacontrato, éste por siete temporadas y $245 millones con Los Angeles Angels.

De esta manera, entre el lunes con Stephen Strasburg, el martes con Gerritt Cole y el miércoles con Rendón, el agente más poderoso de toda la industria ha conseguido pactos por un monto total de $814 millones.

Boras explotó la desesperación y frustración de Arte Moreno, el dueño de los Angels, por haber perdido la puja por Cole y le presentó al antesalista como la última Coca-Cola del desierto.

Getty Images/Mike EhrmannEl tercera base Anthony Rendon se convirtió en uno de los peloteros más codiciados en la agencia libre y capitalizó su valor con los Angels.

Moreno mordió el anzuelo y le dio a Rendón un contrato que no tiene dinero diferido y tiene una cláusula absoluta de no cambio.

El pelotero de 29 años está en el pico de su carrera y en las últimas tres de las siete temporadas con los Washington Nationals bateó para .310, promedió 43 dobles, 28 cuafrangulares y 106 impulsadas por campaña con un OPS de .952.

Si vale ese dinero o no es cuestionable, pero la cifra la dicta el mercado y las necesidades del equipo que lo contrató o en este caso, más que las necesidades, los deseos de dar un golpe de efecto para impresionar al nuevo manager Joe Maddon, aunque la pregunta es: ¿qué puede representar Anthony Rendón en las aspiraciones “del otro equipo de Los Angeles”?

Además de este pacto que los ata a Rendón hasta 2026, los Angels tienen comprometidos $390.5 millones hasta 2030 con Mike Trout, $72 millones hasta 2022 con Justin Upton, $59 millones hasta 2021 con el dominicano Albert Pujols y $15 millones en 2020 con el curazaleño Andrelton Simmons.

Al menos lograron sacarse de encima los $12.6 millones que ganaría Zack Cozart la próxima temporada al conseguir canjearlo a los San Francisco Giants, sin embargo, el equipo sigue sin lucir realmente competitivo, con un cuerpo de serpentineros que fue el cuarto peor de toda la Liga Americana con efectividad colectiva de 5.12 y que hasta el momento no ha recibido ninguna mejoría en el mercado.

Si la temporada comenzara ahora mismo, los Angels serían incapaces de plantarle cara en la División Oeste del Joven Circuito a los Houston Astros o a los Oakland Athletics. Quizás ni siquiera a los Texas Rangers. Tal vez su competencia sería con los Seattle Mariners por no quedar en el sótano del grupo.

Todavía tienen Moreno y la gerencia tiempo para pescar un par de abridores y relevistas de buen nivel en el mercado, pero no se trata de gastar dinero a lo loco y a manos llenas sino de hacerlo con inteligencia.

Basta mirar a la acera de enfrente, a sus propios vecinos de Los Angeles, que han abierto la billetera de par en par por cuanto agente libre les pasa por al lado y para nada.

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Omar Vizquel
MLB Photos/Getty ImagesOmar Vizquel ganó 11 Guantes de Oro y jugó más partidos en el campocorto que ningún otros jugador en la historia de las Grandes Ligas.
Omar Vizquel hizo su debut en Grandes Ligas un par de semanas antes de su 22º cumpleaños, el Día Inaugural de 1989. Ken Griffey Jr. hizo su debut en ese mismo juego. En el octavo puesto en la alineación, un lugar por encima de Vizquel, estaba otro novato llamado Edgar Martínez. Un cuarto novato, Randy Johnson, se unió a esos Marineros de Seattle más tarde en esa temporada. El delgaducho y pequeño torpedero de Venezuela bateó .220 esa temporada, con apenas 11 extrabases y una base robada en 143 partidos. Sin embargo superó en longevidad a sus famosos compañeros, al jugar su último partido en las Grandes Ligas cuando tenía 45 años.

Vizquel está en la boleta del Salón de la Fama por primera vez, y aunque no va a ser electo este año, luce razonablemente bien para ser un candidato fronterizo, al acumular el 30.3 por ciento de los votos revelados públicamente, según se han registrado en el listado compilado por Ryan Thibodaux. Que Vizquel sea un serio candidato al Salón de la Fama es un milagro en menor escala por si mismo, dado su anémico bateo en los comienzos de su carrera. Aunque luego mejoró en el plato, su argumento es un testamento y longevidad: Ganó 11 Guantes de Oro y jugó más partidos en el campocorto que cualquier otro hombre en la historia de las Grandes Ligas.

Lo que es interesante sobre el total de votos de Vizquel es que esa boleta tiene otros dos candidatos que aparecen por primera vez y que fueron conocidos por su defensa superlativa: Andruw Jones y Scott Rolen. Contrario a Vizquel, ambos fueron amenazas consistentes en el plato. Sin embargo, Jones tendrá problemas para mantenerse en la boleta, al tener apenas el 5.4 por ciento del voto público, mientras que a Rolen le ha ido un poco mejor, con 11.9 por ciento.

El 30 por ciento obtenido por Vizquel lo ubica lejos del 75 por ciento necesario para ser electo, pero lo pone potencialmente en el camino para ser electo a largo plazo. De los 22 jugadores que la BBWAA ha electo al Salón desde 2006, cinco han comenzado con un tercio del total de votos o menos:

Bert Blyleven: 17.5 por ciento

Bruce Sutter: 23.9 por ciento

Tim Raines: 24.3 por ciento

Jim Rice: 29.8 por ciento

Goose Gossage: 33.3 por ciento

Más allá de ese grupo, Martínez, compañero de Vizquel en los Marineros, comenzó con 36.2 por ciento, luego bajó a 25 y 27 por ciento en 2014 y 2015, pero actualmente tiene el 81.1 por ciento de los votos publicados en su penúltima oportunidad en la boleta.

La eventual elección de Vizquel depende del punto de vista con el que se vea la forma en que fue un torpedero defensivo importante, el Ozzie Smith de la Liga Americana en la década de los 90 y principios de los 2000. Mientras Smith poseía una forma física increíble así como habilidad acrobática, Vizquel hacía parecer fácil su defensiva. Era conocido por sus manos grandiosas. "Podía pasarme todo el día viéndolo recoger rodados", dijo una vez Buddy Bell, su coach con los Indios. Ciertamente Vizquel podía hacer la jugada acrobática - era conocido por sus atrapadas con la mano sin guante - pero su éxito siempre parecía basado en los fundamentos. Mientras su contemporáneo Derek Jeter tenía una mecánica terrible, mayormente por tirar con el pie equivocado, y Alex Rodriguez pareció pasar como una aplanadora por el campocorto, Vizquel siempre parecía en balance perfecto, el tipo que podía pararse sobre una gran pelota de goma y nunca caerse.

¿Fue igual de bueno que Ozzie? Mi opinion es que no. Pese a lo fluido y suave que era, Vizquel no tuvo un gran brazo. En la cima de la carrera de Vizquel, Bill James escribió, "Vizquel es un torpedero defensivo muy bueno; Si él es realmente el mago con el guante que se refleja en la votación del Guante de Oro es una pregunta que genere debate, y a mí no me gusta tanto la práctica en los medios de señalar a un jugador como el rey de los torpederos, habiendo otros jugadores (Neifi Pérez, Rey Ordóñez, Miguel Tejada) que pienso que son igual de buenos".

Todo esto se mete en las complicaciones que crea la medición de la defensiva para los candidatos al Salón de la Fama. ¿Por qué apoyar a Vizquel y no a Jones, quien ganó 10 Guantes de Oro y conectó 434 jonrones? ¿Por qué Vizquel y no Rolen, quien ganó ocho Guantes de Oro en la tercera base y bateó .281/.364/.490 con 316 jonrones y casi 1,300 remolcadas en su carrera?

El actual porcentaje de Vizquel sobresale en esta gráfica de otros jugadores con reputaciones defensivas sobresalientes que no están ni cerca de Cooperstown, pese a que algunos de ellos fueron grandes bateadores en diferentes partes de sus carreras:

Explicación rápida: Tenemos los años en la boleta, el mayor total de votos recibido para cada jugador, Guantes de Oro, carreras en fildeo por encima del promedio según Baseball-Reference.com, WAR defensivo (que incluye un ajuste por posición) y WAR total.

Es la métrica de las carreras en fildeo que es un poco engañosa porque estimados diferentes son utilizados basados en la información disponible. Desde 2003, Baseball-Reference utiliza las Carreras Salvadas por la Defensiva, que incluye revisiones en video de cada jugada por Baseball Info Solutions. Antes de eso, el portal utilizaba la Zona Total, un estimado retroactivo.

Eso significa métricas diferentes para jugadores diferentes. James recientemente levantó dicho asunto en Twitter cuando argumentó en contra de las calificaciones de Jones al Salón de la Fama, apuntando que las métricas defensivas sugieren que Jones fue un jardinero central superior a Willie Mays. Durante su pico de 11 años de 1997 al 2007, a Jones se le acreditan 238 carreras por fildeo. A Mays, durante una corrida similar de 11 años, de 1954 a 1965, se le acreditan 156 carreras por fildeo. Ahora, James no está diciendo necesariamente que Jones fue mejor que Mays; mientras estuvo activo, ciertamente fue algo popular sugerir que Jones era el mejor jardinero central desde Mays y quizás superándolo. Jones jugó un jardín central bastante corto y quizás eso le permitía cortar muchos hits cortos mientras retenía su habilidad de llegar atrás a batazos largos. Pero ¿Jones fue mucho mejor? Sus argumentos para llegar al Salón de la Fama descansan en la creencia de que sí, que sí fue mucho mejor que Mays.

De todos modos, James siguió su argumento con un artículo para rematar su punto:

Digamos en aras de la argumentación que yo me siento 100 por ciento cómodo con los estimados de carreras salvadas derivadas a nombre de Andruw Jones; de hecho, podría ser el 85 o el 90 por ciento, pero eso no importa. Digamos que estoy 100 por ciento confiado con esos números. El problema es que los estimados de Carreras Salvadas derivadas de esta manera son mucho más grandes que los estimados derivados de otros métodos, los que son conservadores por las limitaciones de la información. Estas no son solo más grandes para Andruw Jones; son más grandes en general. Son más grandes para Andrelton Simmons que para Luis Aparicio. El dWAR de Andrelton Simmons como titular en su primer año en 2013 fue más grande que el número de por vida de Ozzie Smith.

De hecho, si busco la mayor cantidad de carreras en fildeo en una temporada desde 1950 en Baseball-Reference, se inclina pesadamente a las temporadas más actualizadas. Las primeras cinco temporadas para jardineros centrales pertenecen a Kevin Kiermaier, Darin Erstad y Carlos Gómez, seguidos de dos años de Andruw Jones. Las tasa de Kiermaier en el 2015 es de más-42 carreras, mientras que la mejor temporada de Mays lo ubica empatado en el puesto 49 con más-21 carreras.

En el campocorto, ocho de las 10 mejores temporadas han venido desde 1999, con solo una temporada de Mark Belanger y una de Ozzie rompiendo las primeras 10. Simmons tiene tres de las 10 mejores temporadas, lo que nos lleva de vuelta a la pregunta de Vizquel: ¿Cómo se sienten sobre Andrelton Simmons como miembro del Salón de la Fama? Simmons es un Vizquel con mejor brazo, y por lo menos, con un mejor bate. En apenas poco más de cinco temporadas en las mayores, Simmons ya tiene más carreras en fildeo que Vizquel.

Las métricas sugieren que Vizquel fue muy bueno, pero no al nivel de Smith o Simmons o Belanger. Quizás las métricas están fallando en algo, y la reputación y los Guantes de Oro deberían tener mayor valor que - por el lado de la carrera de Vizquel - los números defensivos estimados.

En su mayor parte, los jugadores son seleccionados al Salón de la Fama por su bate. Desde la Segunda Guerra Mundial, solo cuatro jugadores de posición han sido seleccionados esencialmente por su defensa: Ozzie, Brooks Robinson, Aparicio y Bill Mazeroski. Los primeros tres fueron electos por la BBWAA y Mazeroski por el Comité de Veteranos (en su año final alcanzó el 42.3 por ciento de los votos de la BBWAA, el máximo que llegó a conseguir). Como vemos en la gráfica arriba, incluso jugadores con habilidad en más de un aspecto tales como Jim Edmonds, Kenny Lofton y Keith Hernández - ampliamente reconocido como el mejor primera base defensivo de todos los tiempos - recibieron poco apoyo.

Por supuesto, esos tipos no eran torpederos. Aparicio presenta una comparación interesante con Vizquel, y no solo por el hecho que ambos son torpederos de Venezuela. Aparicio terminó con el Mismo OPS+ de 82 que Vizquel. Ganó nueve Guantes de Oro y logró algunas carreras por fildeo adicionales. Aparicio tiene una ventaja en las bases, ya que se le acreditan más-91 carreras y lideró la Liga Americana nueve temporadas seguidas en robo de bases, en comparación con el menos-1 para Vizquel, pese a sus 404 bases robadas. Una ventaja más para Aparicio es que si echamos una mirada a las Victorias Sobre Promedio en vez de las Victorias Sobre Reemplazo, él luce mucho mejor, con 20.4 comparado con apenas 5.0 para Vizquel. Aparicio tuvo siete temporadas con WAR de 4.0 en comparación con apenas dos de Vizquel.

No estoy argumentando aquí a favor o en contra de Vizquel o a favor o en contra de Jones o a favor o en contra de Rolen (aunque Rolen tiene claramente el caso más claro de los tres y sería por el que yo consideraría votar). Es realmente un argumento sobre la defensa y cómo la misma debe ser valorada y cómo los números que tenemos deben ser considerados. En gran parte, los votantes al Salón de la Fama no han prestado mucha atención a la defensa en décadas recientes (los buenos jugadores defensivos que han sido electos también fueron buenos bateadores). Pero de repente, en el caso de Vizquel, a un gran porcentaje de votantes les importa eso.

¿Tienen o no tienen razón?

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John Hefti/USA Today Sports¿Qué tan bien Gerrit Cole lanzará para los Astros ahora que los Piratas lo han cambiado?
Ahora que el pase de Gerrit Cole de los Piratas de Pittsburgh a los Astros de Houston finalmente ocurrió, aquí tienen mi reacción inicial: Gran trabajo, Jeff Luhnow. Los Astros hicieron una negociación en base a su amplio reservorio de talento para así adquirir a un lanzador abridor con talento suficiente para alcanzar estatus de Juego de Estrellas, sin dar a cambio ningún pelotero de los proyectados a ser piezas claves para el equipo en 2018.

Esto no necesariamente significa que esta negociación termine como una gran victoria para Houston ni tampoco que los Piratas no hayan recibido suficiente a cambio. Para aquellos decepcionados por la compensación recibida por Pittsburgh (especialmente los aficionados de los Piratas), les decimos que recibir a Forrest Whitley o Kyle Tucker como pieza central de la operación era algo que nunca iba a ocurrir. Se puede decir que ambos se encuentran entre los 10 o 15 mejores prospectos del béisbol y los Astros no iban a conceder a ninguno de ellos a cambio de dos años de Cole.

Además, los Piratas hicieron su debida diligencia. Esta era la mejor oferta de acuerdo a su criterio, al recibir tres peloteros que tendrán carreras en las Mayores, en el caso de Joe Musgrove, Colin Moran y Michael Feliz, más el prospecto Jason Martin. Quizás se sienta como poca cosa; pero los Piratas decidieron apostar a la profundidad y certeza por encima del potencial riesgoso; y es sumamente obvio que ninguno de los dos equipos realmente percibió que Cole tuviese nivel de as.

Por qué los Astros hicieron este cambio: Durante más de cuatro temporadas con los Piratas, Cole (primer seleccionado en el draft 2011) ha tenido solamente una campaña dominante, la de 2015, cuando ganó 19 encuentros con efectividad de 2.60, terminando en el cuarto puesto en la votación por el premio Cy Young. Durante las últimas dos temporadas, está en el puesto 48 en efectividad dentro de un grupo de 92 pitchers con al menos 250 innings en su haber, en el medio de Jeff Samardzija y Sean Manaea. A pesar de una velocidad promedio en su recta de 95.8 millas por hora en 2017 (la cuarta mejor entre lanzadores abridores), su promedio de ponches durante esas dos temporadas se encontró en el lugar 38 entre los 92 lanzadores a los cuales hicimos referencia anteriormente.

Los Astros buscarán que ese talento salga a relucir. Su mayor problema, en comparación con su temporada 2015, fue el incremento en su cifra de cuadrangulares tolerados: de 11 a 31. Si se arregla eso, su efectividad descenderá de manera importante. Contará con todos los beneficios de trabajar con una organización inteligente (aunque los Piratas también se encuentran entre los mejores en el uso de estadísticas), aparte de contar con apoyo ofensivo, la oportunidad de disfrutar de las glorias de la postemporada y utilizar a Justin Verlander como mentor. Tiene dos temporadas más antes de convertirse en agente libre; proceso mediante el cual podría recibir un contrato por nueve cifras antes de comenzar la campaña 2020 si todo sale bien en Houston.

Los Astros ahora cuentan con una rotación que se disputa con Indios y Nacionales el título de la mejor en las Grandes Ligas; contando con la presencia de Verlander, Dallas Keuchel, Cole, Lance McCullers Jr. y Charlie Morton, con Brad Peacock y Collin McHugh como piezas de reserva. Los Indios y Nacionales podrían quizás equipararse en cuanto a quintetos de abridores, pero nadie puede igualar la profundidad con la que cuenta Houston.

Calificación para los Astros: A

Por qué los Piratas hicieron este cambio: Los Astros cuentan con tanta profundidad que el mejor hombre que entregaron en la negociación fue Musgrove, un exabridor que brilló tras su paso al bullpen durante la pasada temporada. Tuvo efectividad de 6.12 en 15 aperturas; contra una efectividad de 1.44 en 31 entradas como relevista, ponchando a 31 y otorgando solo 5 boletos. Su velocidad aumentó un par de millas como miembro del bullpen y pudo borrar los problemas que le acecharon como abridor en cuanto a tolerar cuadrangulares. Como mínimo, los Piratas probablemente cuentan con un buen relevista; sin embargo, no se entrega a Cole sólo a cambio de una buena pieza de bullpen. Pittsburgh seguramente se comprometerá a darle a Musgrove otra oportunidad como abridor.

Moran es un tercera base con cierta cotización como prospecto, siendo la sexta selección del draft 2013, hecha por los Marlins. Moran proviene de Carolina del Norte. Los Marlins, sin embargo, lo dejaron ir rápidamente y los Astros lo adquirieron junto a Jake Marisnick y Francis Martes en un cambio por Jarred Cosart y Enrique Hernández que aparentaba ser un robo. Moran tuvo dificultades en las menores hasta que repitió su actuación en Triple-A en 2017 y fue superado por Alex Bregman como el tercera base del futuro en Houston (de hecho, Bregman fue superado por J.D. Davis en las tablas de profundidad en cuanto a antesalistas). Simplemente no había espacio para él en Houston.

¿Puede Moran batear en las Mayores? Tras haber tenido un débil OPS de .697 en Fresno en 2016, Moran bateó para .308/.373/.543 durante 79 partidos en dicha escuadra. Similar al resto de la Liga de la Costa del Pacífico, Fresno es un buen lugar para batear y siempre hay que mantener un poco de escepticismo con respecto a un prospecto que repita el mismo nivel allí. Moran tendrá 25 años, por lo cual ya es hora de ver si es capaz de batear. Manejo proyecciones para Moran como titular de segundo nivel; sin embargo, existe la posibilidad que no batee para poder lo suficiente como para poder mantenerse en un puesto como jugador del cuadro en la inicial o antesala.

A fin de maximizar las posibles ventajas de la negociación, los Piratas requieren colocar a Musgrove como abridor y utilizar a Moran en la tercera base, lo cual quizás represente un cambio potencial para David Freese. (El gerente general Neal Huntington dijo en diciembre que Jung Ho Kang, quien aún está lidiando con temas de visa, no cuenta con muchas posibilidades de regresar a Pittsburgh en 2018).

Feliz es un comodín. Es un gigantesco diestro que lanza fuerte, pero mostró una horrible efectividad de 5.63 en 48 entradas como miembro del bullpen en 2017. Hay ciertas razones para el optimismo: Feliz ponchó a 165 en 113 innings durante dos campañas como relevista. También toleró 18 cuadrangulares y ha se le ha bateado más de lo esperado con semejante promedio de ponches. Ya conocen la historia aquí: Necesita mayor control y consistencia con su slider.

Martin ha sido uno de los jugadores más jóvenes dentro de su nivel en Ligas Menores durante los dos últimos años. El jardinero, quien bateó para .278/.332/.487 con 18 cuadrangulares y 16 robos entre Clase A alta y Doble-A apenas cumplirá 22 años en septiembre. Es un pelotero interesante, más podría proyectarse como cuarto jardinero, al no contar con suficiente rango para permanecer en la pradera central; además de carecer de la fortaleza en su brazo que uno aspiraría en un jardinero derecho.

¿Es acaso una contraprestación decepcionante? Moran no me convence mucho. Sin embargo, quizás la temporada 2017 fue el momento en el cual cambió para mejor. Musgrove y Feliz podrían ciertamente convertirse en algo interesante si desean darle el máximo beneficio de la duda a Ray Searage. Igualmente, se recibe la suma de 21 años de control para el equipo con respecto a los cuatro peloteros; por ende, si a uno de ellos le va aceptablemente bien y los otros dos tienen resultados moderados, habrá sido una buena operación para los Piratas. Es posible que critiquen a los Piratas por no haber negociado a Cole durante la temporada baja anterior; sin embargo, éste necesitaba demostrar que tenía plena salud y no había manera de anticipar que sus cifras de cuadrangulares fuesen una locura.

Calificación para los Piratas: B-

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Dos lanzadores de 24 años que están en la cima de la lista de más victorias en la Liga Nacional están pautados para estar en el montículo este miércoles cuando los Piratas de Pittsburgh se midan a los Cardenales de San Luis (8 p.m. ET, ESPN/ESPN Deportes/WatchESPN).

Gerrit Cole de los Piratas lidera la Liga Nacional en victorias con 14, y Michael Wacha de los Cardenales está empatado en el segundo puesto con 13 triunfos. El Elias Sports Bureau dice que el último choque en la Liga Nacional de lanzadores de menos de 25 años que estuvieran en los primeros dos puestos en victorias en agosto o más tarde fue hace más de 100 años.

Elias dice que la única otra vez en la era de la bola viva (desde 1920) cuando dos lanzadores de menos de 25 años se midieron tan tarde como en agosto estando en los puestos No. 1 y No. 2 en su liga en victorias fue en 1960, cuando Jim Perry de los Indios chocó ante Chuck Estrada de los Orioles.

La recta no es la única arma de Cole

Cole y Félix Hernández de los Marineros lideran las mayores con 14 victorias, y Cole podría ser el primer lanzador de los Piratas en ser el primero en las Grandes Ligas en llegar a 15 victorias en una temporada desde Vern Law en 1960. Law ganó el premio Cy Young ese año, y los Piratas ganaron la Serie Mundial.

Cole ha promediado 95.6 mph con su recta esta temporada, la tercera mayor velocidad entre los lanzadores calificados. Ha hecho 1,029 pitcheos de por lo menos 95 mph esta temporada, sólo detrás de Matt Harvey de los Mets.

Pero un elemento que quizás sea más importante en el éxito de Cole esta temporada es su slider. Lo está utilizando con mayor frecuencia en esta campaña con grandes resultados.

Kris Bryant and Carlos CorreaESPN DatosGerrit Cole ha utilizado su slider con más frecuencia este año, y los bateadores han sufrido las consecuencias.

Claves del resurgir de los Piratas

Desde el 22 de mayo, los Piratas juegan para 47-23 (.671), el mejor porcentaje de victorias en el béisbol en ese periodo. El segundo mejor record desde el 22 de mayo le pertenece a los Cardenales (45-26, .634).

El principal trío de jardineros de los Piratas (Andrew McCutchen en el central, Gregory Polanco en el derecho y Starling Marte en el izquierdo) se ubica desde el primero al tercer puesto en apariciones en el plato en el equipo desde el 22 de mayo. Ningún otro equipo tiene un trio de jardineros con un mayor porcentaje de embasamiento que los Piratas -- .363 - en ese periodo. Ellos estuvieron en el promedio de la liga con porcentaje de embasamiento de .323 antes del 22 de mayo (15º en las Grandes Ligas).

Desde el 22 de mayo, McCutchen tiene OPS de 1.000, el quinto mejor en todo el béisbol. Su porcentaje de embasamiento de .429 desde el 22 de mayo lo ubica en el segundo puesto entre todos los jardineros de Grandes Ligas.

Wacha utiliza la recta cortada con mayor frecuencia

Wacha de los Cardenales ha aumentado el uso de su recta cortada, desde el 2 por ciento del tiempo en 2013 al 14 por ciento del tiempo esta temporada. Los contrarios le batean para .275 ante dicho lanzamiento esta temporada (un aumento desde el .219 que le conectaron en 2014), pero su porcentaje de rodados con dicho lanzamiento ha aumentado de un 38 a un 48 por ciento este año.

La velocidad promedio en la recta de Wacha alcanza las 92.0 mph esta temporada, una ligera baja respecto al año pasado (93 mph). La máxima velocidad alcanzada con su recta esta campaña es de 98.3 mph.

Wacha (con efectividad de 2.92) es parte de un cuerpo de lanzadores con la mejor efectividad en todo el béisbol, con 2.61. Los Mets son segundos en ese renglón, con 3.21, seguidos de los Piratas con 3.24.

Rapiditas

Desde el 9 de junio (cuando Matt Holliday fue puesto en la lista de lesionados por una lastimadura en la pierna), Randal Grichuk se encuentra segundo en la Liga Nacional en slugging y poder aislado pero el peor en porcentaje de ponches.

Los Cardenales se encuentran quintos y los Piratas sextos en la Liga Nacional en carreras salvadas por la defensiva.

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Si el 2013 puede tomarse como anticipo, la temporada del 2014 debe marcar una explosión de buenos lanzadores jóvenes, de 25 años o menos, que podrían estar llamados a ser las estrellas del montículo en las Grandes Ligas por largo tiempo.

Más allá de Clayton Kershaw, que ya es una realidad y que a sus 25 años de edad atesora dos premios Cy Young con los Dodgers de Los Ángeles, hay en este momento en las Mayores una abundancia de brazos jóvenes que prometen marcar a toda una generación.

José Fernández (21 años), Marlins de Miami

fernandez
Fernández
El primero, no por ser el más joven, sino el más prometedor, es el cubano José Fernández, de los Marlins de Miami, quien a sus 21 años parece mucho más maduro, con un dominio del arte del pitcheo rara vez visto en alguien de tan corta edad.

Esta vez, Fernández no tendrá limitadas sus aperturas, como ocurrió el pasado año, cuando dejó de trabajar cuando aún faltaban tres semanas del calendario regular.

Novato del Año en la Liga Nacional, no sería extraño verlo muy pronto como ganador del Cy Young, premio para el cual terminó tercero en la votación del 2013.

Michael Wacha, Shelby Miller, Joe Kelly y Trevor Rosenthal, Cardenales

Wacha
Wacha
El derecho Michael Wacha (22), de los Cardenales de San Luis, fue una sensación en los finales de la campaña pasada, cuando fue subido de las Ligas Menores, pero sobre todo, resultó un espectáculo verlo lanzar en los playoffs, en los que dejó marca de 4-1 y efectividad de 2.73.

Wacha será una de las piezas fundamentales de la rotación de San Luis, plagada de brazos jóvenes altamente prometedores, como son Shelby Miller (23) y Joe Kelly (24) entre los abridores, así como el cerrador Trevor Rosenthal (23).

Todos ellos serán el complemento del líder de la rotación, Adam Wainwright y tendrán la ventaja de contar con la conducción detrás del plato del mejor catcher de todas las Grandes Ligas en la actualidad, el boricua Yadier Molina.

Julio Teherán (23), Bravos de Atlanta

Teherán
Teherán
El derecho colombiano Julio Teherán es una de las grandes apuestas de los Bravos de Atlanta.

Luego de efímeras apariciones en el 2011 y 2012, Teherán se ganó por derecho propio un lugar en la rotación de Atlanta y terminó con balance de 14-8 y efectividad de 3.20.

Ahora tendrá un papel más importante aún en el staff, sobre todo después de la lamentable pérdida del diestro Kris Medlen, lesionado en su brazo de lanzar, quien podría ausentarse por todo el 2014.

Danny Salazar (24), Indios de Cleveland

Salazar
Salazar
Muy bueno ha de ser el dominicano Danny Salazar cuando un manager tan experimentado como Terry Francona se decidió a darle la pelota en el juego de comodines con que arrancó la postemporada pasada.

El derecho dominicano de los Indios de Cleveland apunta para convertirse en la gran figura del pitcheo de su equipo.

Ya pasó la prueba del año de novato y ahora sabe que cuenta con toda la confianza de Francona, lo cual debe ayudarlo a brillar como una de las estrellas jóvenes ascendentes del pitcheo.

Sonny Gray (24), Atléticos de Oakland

Sonny Gray
Gray
El derecho Sonny Gray, de los Atléticos de Oakland, fue otro de los tiradores jóvenes que llegaron a las Mayores en los finales de la campaña y tuvieron un impacto inmediato en sus respectivos equipos. Memorable fue su duelo a ceros con Justin Verlander en la serie divisional frente a los Tigres de Detroit, que Oakland terminó ganando 1-0, aunque Gray se fue sin decisión tras ocho episodios en blanco.

El duelo se repitió cinco días más tarde, aunque esta vez fue Verlander quien se llevó la sonrisa.

Pero eso habla mucho del jovencito de Oakland, a quien no le tembló la mano ante la magnitud del compromiso.

Gerrit Cole (23), Piratas de Pittsburgh

Cole
Cole
Si los Piratas de Pittsburgh anhelan regresar a la postemporada en el 2014, mucho dependerán sus aspiraciones de lo que pueda hacer el derecho Gerrit Cole.

Detrás del dominicano Francisco Liriano, quien vio renacer su carrera en Pittsburgh, Cole será el otro hombre grande de la rotación, tras la partida del veterano A.J. Burnett.

Tanto el de los Piratas, como Gray, Wacha, Kelly y Salazar tendrán esta vez que resistir los rigores de la temporada completa, algo que ya hicieron Fernández, Miller, Teherán y Rosenthal en el 2013.

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