Transcurrido mes y medio de la temporada, las piezas van cayendo por su peso y ya hay equipos que se sabe, aunque queden mucho camino por recorrer, que no van a ningún lado.

No hay manera humana de que los Miami Marlins, los Chicago White Sox, los San Francisco Giants, los Kansas City Royals o los Baltimore Orioles salgan de la mediocridad con que transcurren el 2019, sencillamente, porque no tienen con qué.

Incluso, los Washington Nationals, que en el papel lucían en condiciones de pelear en la disputada división Este de la Liga Nacional, se hunden cada vez más en el lodo y si no llegan al sótano es porque ese lugar estaba reservado de antemano por la novena miamense.

Entonces, a sus respectivas gerencias no le queda otra que estar cerca del teléfono, a la espera de ofertas para cambiar a ciertos jugadores que les será imposible retener para el futuro y por quienes es mejor canjear por prospectos que puedan controlar por los años venideros.

A su consideración presentamos cinco peloteros que deben tener desde ya sus maletas listas, para cuando tengan que irse al menos por los últimos meses de la temporada, a equipos necesitados de ayuda que ellos pueden aportar.

1.- Sergio Romo (Marlins)

Al igual que en su momento hizo el panameño Mariano Rivera, el mexicano Romo es de esos pitchers que lanzan avisado.

Slider, tras slider, tras slider, el cerrador de Miami sigue sacando outs y salvando juegos.

Un relevista con su experiencia, con 115 rescates, récord de 39-31 y efectividad de 2.93 de por vida, pero sobre todo, probado en grandes momentos y dueño de tres anillos de campeón de Series Mundiales, es alguien que puede aportar mucho a un equipo contendiente necesitado de ayuda en el bullpen.

Olvídense de que su efectividad ahora ande por 6.00. en su primera aparición con los Marlins permitió cuatro limpias en un tercio de inning y su promedio de limpias se disparó hasta 108.00.

Bajar eso entrada a entrada no es fácil, pero en situación de salvamento, está perfecto, de 6-6 y efectividad de 3.00.

Fue firmado como agente libre en el invierno por una sola temporada, así que lo más probable es que termine la campaña con otro uniforme.

Los Chicago Cubs y Los Angeles Dodgers han tenido dificultades con su bullpen y podrían ser de los equipos que llamen a Miami a interesarse en el experimentado mexicano.

2.- José Abreu (White Sox)

Abreu ha sido uno de los mejores bateadores en todo el béisbol desde que debutó en el 2014 y ganó de forma unánime el Novato del Año de la Liga Americana.

Pero al mismo tiempo, ha sido un talento desperdiciado todos estos años, en que el equipo ha tenido siempre récord perdedor, sin esperanzas de ir más allá del calendario regular.

Agente libre al finalizar la temporada, el cubano de 32 años es, sobre todo, un gran productor de carreras, con un promedio de 109 y 32 bambinazos por cada 162 partidos.

Su poderoso bate derecho sería bienvenido en equipos como Tampa Bay Rays y Minnesota Twins, que desde ya apuntan a incluirse en la postemporada y para él sería una oportunidad especial de probar su talento en esa etapa a la que nunca llegó con Chicago.

Getty ImagesDel 2017 para acá Madison Bumgarner exhibe un engañoso récord de 12-20, pero su efectividad sigue siendo de 3.40, con 261 ponches en 290.1 episodios.

3.- Madison Bumgarner (Giants)

Este es un caballo de mil batallas y al igual que Romo, luce en sus dedos tres anillos de campeón en las Series Mundiales del 2010, 2012 y 2014.

Del 2017 para acá exhibe un engañoso récord de 12-20, pero su efectividad sigue siendo muy buena, de 3.40, con 261 ponches en 290.1 episodios.

En medio de su undécima campaña, tiene balance de 112-84 y efectividad de por vida de 3.06.

Pero es en postemporadas donde su figura se agiganta (sino, pregúntenle a los Kansas City Royals) y esa capacidad no puede pasar por alto para quienes aspiren a jugar béisbol más allá de septiembre.

En 16 juegos de playoffs, 14 como abridor, tiene ocho triunfos y tres reveses, con promedio de limpias de 2.11. Sería ideal para reforzar a los New York Yankees, tan necesitados de abridores con ese extra que no se mide en números.

4.- Anthony Rendón (Nationals)

El tercera base de Washington es uno de los jugadores más subvalorados de todo el béisbol.

Pero año tras año, pone números ofensivos que sin llegar a ser extraordinarios, resultan sólidos, con un promedio de 22 jonrones, 43 dobletes y 90 carreras impulsadas cada 162 partidos.

Comenzó su carrera como segunda base y campocorto, pero desde que se mudó a la antesala, su defensa mejoró considerablemente y aunque no se compara con Nolan Arenado o Manny Machado, es un jugador por encima del promedio en su posición.

Próximo a cumplir 29 años, Rendón se apresta a llegar a la agencia libre al concluir la campaña, luego de que las conversaciones para una extensión contractual con los Nacionales se enfriaran con el inicio de la contienda. Los Milwaukee Brewers han tenido dificultades en la antesala desde que decidieron mover a Mike Moustakas a la intermedia y darle el trabajo a Travis Shaw, un bateador de .172 de average en el 2019.

También ajustaría bien en Minnesota, pues Miguel Sanó está en su estado natural lesionado y Marwin González ha dejado mucho que desear en su producción ofensiva.

5.- José Iglesias (Reds)

Se suponía que el paso del cubano Yasiel Puig por los Reds sería breve y el polémico jardinero sería canjeable.

Pero con su ofensiva actual, el Caballo Loco no es nada atractivo para ningún equipo contendiente, a diferencia de otro cubano que también juega en Cincinnati.

Uno de los mejores defensores del campocorto, José "Candelita" Iglesias se ha destapado además a batear, al punto de desplazar al venezolano Jose Peraza de la titularidad de una posición que le pertenecía.

Es un pelotero baratísimo, pues firmó por 2.5 millones por el 2019 con Cincinnati, así que tiene ese atractivo adicional, además de sus habilidades ofensivas y defensivas.

Puede también jugar en segunda y tercera bases, donde es igualmente seguro con el guante, como hizo el año pasado su compatriota Adeiny Hechavarría con los New York Yankees.

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En las últimas semanas de los entrenamientos primaverales y los primeros días de la temporada del 2019, nueve equipos comprometieron dos mil 61 millones de dólares en los contratos de diez jugadores.

Fue una danza millonaria nunca antes vista en tan breve lapso, luego de que la mayor parte del invierno el mercado se mantuviera estancado al punto de llegar a una amenaza de huelga por parte del Sindicato de Jugadores.

Las cosas se destrabaron cuando el 21 de febrero, los San Diego Padres se llevaron al agente libre Manny Machado por 300 millones y diez temporadas.

A partir de ahí se produjo un efecto dominó que terminó cuando, ya iniciada la campaña, los Atlanta Braves anunciaron el 2 de abril una extensión de contrato por 100 millones para el jovencito venezolano Ronald Acuna Jr. por ocho años.

Entre la firma de Machado y la extensión a Acuña, estos fueron los otros que también aseguraron su futuro financiero:

Nolan Arenado pactó el 26 de febrero una extensión con con los Colorado Rockies por otras ocho contiendas y 260 millones.

El 2 de marzo, los Philadelphia Phillies anunciaron la contratación del agente libre Bryce Harper por 13 campañas y 330 millones. El 20 de marzo, Los Angeles Angels sacudieron los cimientos del béisbol al convertir a Mike Trout en el deportista mejor pagado de la historia: 426.5 millones por 12 temporadas. Dos días después, los Houston Astros aseguraron por otros seis años los servicios de su antesalista Alex Bregman por 100 millones y 24 horas más tarde, los Boston Red Sox y los St. Louis Cardinals le extendieron sus respectivos contratos al lanzador zurdo Chris Sale y al primera base Paul Goldschmidt.

El pacto de Sale con Boston es por cinco contiendas y 145 millones, mientras que el de Goldschmidt con los Cardenales es de 130 millones por el mismo tiempo. El 26 de marzo, los New York Mets le garantizaron a su estrella Jacob deGrom 137.5 millones por cinco años más y el 1 de abril, ya con la temporada andando, los Red Sox acordaron una extensión con su campocorto arubeño Xander Bogaerts por siete temporadas y 132 millones.

A punto de cumplirse el primer mes del calendario regular, ¿cómo han ido estas inversiones que totalizan los dos mil 61 millones?

Después de ver esa cifra global que supera el Producto Interno Bruto de muchos países, uno se imaginaría que esos diez peloteros deberían estar encabezando los liderazgos de los principales departamentos, tanto ofensivos, como de pitcheo, que para eso se les paga y mucho.

Sin embargo, no todo lo que brilla ha sido oro, al menos, en este arranque del 2019.

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1.- Mike Trout (A)

No sólo es el mejor pagado. Es el mejor. Punto. El jardinero de los Angels muestra una línea ofensiva de .317 de average, .522 de promedio de embasamiento (OBP) y slugging de .667, con seis jonrones y 14 carreras impulsadas.

Es Trout siendo Trout, consistente, estable, aunque su juego no se refleja en los resultados de su equipo, último en el oeste de la Liga Americana (9-15).

2.- Paul Goldschmidt (A)

Comenzó lento, pero ya va agarrando su paso normal. Todavía su average anda por .269, pero su OBP es de .358 y su slugging de .581.

Suma nueve cuadrangulares y 19 impulsadas, cuarto y quinto, respectivamente, en la Liga Nacional.

Por cierto, sus Cardenales están en primer lugar de la división central de la Liga Nacional.

3.- Alex Bregman (A)

El antesalista de los Astros (.315-.429-.534) tiene cuatro vuelacercas y 12 carreras remolcadas en 21 juegos, lo que le da una proyección ligeramente inferior al 2018, cuando botó 31 pelotas y empujó 103 carreras.

Pero aun así, su desempeño es encomiable y sigue siendo un factor clave en Houston, ubicado segundo en el Oeste del joven circuito.

Cortesía

4.- Ronald Acuña Jr. (A)

Para el jardinero venezolano de los Braves (.304-.421-.582), el cielo parece ser su límite.

Ya acumula seis palos de vuelta completa y 16 impulsadas, con una proyección para superar todos los números del 2018, cuando fue el Novato del Año de la Liga Nacional.

5.- Jacob deGrom (B)

El ganador del premio Cy Young del 2018 comenzó la temporada como un extraterrestre, al apuntarse dos victorias en igual número de salidas sin permitir carreras en 13 innings.

Pero de repente comenzó a ser bateado y en las dos siguientes aperturas fue castigado con nueve limpias y cinco jonrones en nueve episodios, señal de que algo andaba mal.

Y sí andaba. El codo empezó a dolerle y deGrom fue a parar a la lista de lesionados. Por ahora no parece nada grave, pero cuando el río suena...

6.- Xander Bogaerts (B)

Boston sorprendió al extenderle contrato primero a Bogaerts que a Mookie Betts.

El arubeño (.286-.371-.500) viene de la mejor temporada de su carrera, cuando por primera vez remolcó más de 100 carreras y despachó 23 jonrones.

Por ahora anda por cuatro cuadrangulares y 13 impulsadas y una proyección parecida, más-menos, a sus números del año pasado.

7.- Nolan Arenado (C)

Sempiterno aspirante al MVP de la Liga Nacional, el tercera base de los Rockies es posiblemente el mejor jugador defensivo de todo el béisbol, sin distinción de posición.

Sin embargo, su inicio de temporada lo tiene con los números ofensivos más bajos de su carrera: .269-.324-.462, muy inferiores a sus promedios de .291-.346-.537 desde que debutó en las Mayores en el 2013.

Lleva hasta el momento cuatro jonrones y 14 impulsadas, con una proyección de 27 y 95, que representaría un bajón considerable para quien promedia 34 y 114 por temporada en su carrera.

¿Será coincidencia la baja ofensiva de Arenado y el último lugar en que se encuentra Colorado en el Oeste del viejo circuito?.

Bryce Harper
Al Bello/Getty Images

8.- Bryce Harper (C)

En sus cuatro primeros juegos con los Phillies, Harper bateó cuatro jonrones e impulsó cinco carreras. Desde el 3 de julio se enfrió y apenas ha conseguido otro bambinazo y nueve remolques en 19 partidos.

Su línea ofensiva de .262-.398-.512 va de acuerdo con sus promedios históricos, nada extraordinario para quien es uno de los peloteros más sobrevalorados de la actualidad.

Lo peor es que ha comenzado a expresar sus frustraciones en público, como cuando se hizo expulsar por protestar un conteo de bolas y strikes que ni siquiera era el suyo, lo cual le valió duras críticas de su compañero Jake Arrieta.

Semejante distracción dentro del clubhouse puede ser sumamente peligrosa en un equipo que apostó 330 millones por él, con la esperanza de verlo repetir cada año sus números del 2015, cuando fue el Jugador Más Valioso de la Nacional.

Manny Machado
Sean M. Haffey/Getty ImagesManny Machado has no reason to look back after deciding his future belonged in San Diego.

9.- Manny Machado (C)

El Ministro de la Defensa ha sido el mismo con el guante, pero no con el bate en San Diego.

Machado (.241-.337-.410) tiene cuatro jonrones y nueve carreras impulsadas, cuando a esta altura del año pasado ya había sacado el doble de cuadrangulares y remolcado 17.

Bateador de más de 30 bambinazos en sus últimas cuatro campañas, la proyección del dominicano con los Padres es de 27 vuelacercas y 61 empujadas, cifras mediocres para quien gana 30 millones por temporada.

10.- Chris Sale (F)

Hasta ahora, el zurdo de los Red Sox no ha justificado ni un centavo de su millonaria extensión contractual.

Su recta ha perdido unas cuatro millas de velocidad y en cinco aperturas tiene balance de 0-4 y efectividad de 7.43.

En 158 innings en el 2018 permitió solamente 11 jonrones y ponchó a 237 rivales, a 1.5 abanicado por episodio.

En lo que va del 2019 ya ha recibido seis vuelacercas y suma 24 chocolates en 23 innings, a un promedio de 1.04.

Y al mismo ritmo que su as van los campeones de la última Serie Mundial, que andan bien abajo en la tabla de posiciones del Este de la Americana, con 9-15.

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ARIZONA -- Llegué a Arizona y apenas había salido del aeropuerto me llevé la primera gran impresión: ver a lo lejos las montañas llenas de nieve y el contraste con otras de tono cobrizo, característico de la zona... fue algo simplemente asombroso.

Aquel fue el preámbulo visual para la segunda parte de una aventura iniciada en 2018 por la producción de Béisbol Esta Noche en conjunto con el departamento digital de ESPN.

No saben cuántas ganas tenía de volver. Hace un año viví una gran experiencia con la cobertura de los campos de entrenamiento de la Liga del Cactus y aquellas vivencias las reviví de solo pisar la casa rodante que es nuestro cuartel general en Arizona.

El primer día de trabajo fue en Scottsdale. Desde que llegué respiré aroma de primavera: un padre estaba junto a su hijo, ambos uniformados con camisetas de los Giants, iban al parque a "soltar el brazo". Era un momento digno de admirar.

Apenas entré a la casa de los Giants, pensé lo de siempre: ¿por qué en nuestros países, especialmente en el mío, no hay ni un estadio así? Un lamento permanente por estas fechas de entrenamientos primaverales.

Ya en el diamante, en medio de la práctica de los locales, otro momento que llevaré por siempre en mi memoria. Un niño en el terreno, como cualquier otro que tiene la dicha de estar ahí, recibió el saludo de Pablo Sandoval y Evan Longoria, este último le regaló uno de los bates que traía, pero eso no fue nada. Lo mejor vino después.

Longoria salió nuevamente buscando al niño para firmarle el bate. No tenía un marcador, y yo corrí a buscarle uno y lo conseguí. El momento llamó tanto la atención que de inmediato las cámaras estaban ahí para captarlo.

"No hago esto para las fotos, ni nada de eso", dijo Longoria ante el emocionado niño. Él no sabía que yo estaba más feliz de ser testigo de tan tierno momento. Le agradecí el gesto con profundo respeto. Esto es béisbol y así es la primavera.

Después vino el agradable encuentro con técnicos y jugadores, ameno como siempre, que terminó con una entrevista cara a cara con un histórico: Bruce Bochy --que seguro van a disfrutar--, y que incluyó unas notas con el venezolano Gerardo Parra y el boricua René Rivera sobre el orgullo de vestir el uniforme nacional y uno de Grandes Ligas.

El comienzo ha sido de ensueño. Junto con Leonte Landino, Gilberto González y Daniel De Malas, durante cada día les iremos contando nuestro día a día, de una óptica personal, en la #PrimaveraESPN porque Béisbol Esta Noche sigue On The Road.

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Getty ImagesEl zurdo Madison Bumgarner será el as indiscutible de la rotación de los Gigantes.

Los Gigantes de San Francisco se han envejecido, pero su núcleo está bajo contrato y sólo podrán salir de algunos jugadores por vía canje.

Buster Posey tendrá 32 años cuando comience la próxima campaña detrás del plato.

Brandon Belt (31), Joe Panik (28), Brandon Crawford (32) y Evan Longoria (33) se ocuparán de la defensa del cuadro, de derecha a izquierda, respectivamente.

Pero en el 2018 vieron partir, ya sea hacia el retiro o por intercambio con otros equipos, a Hunter Pence, Andrew McCutchen, Gregor Blanco y Austin Jackson, todos jardineros, por lo que necesitan invertir en repoblar las praderas del AT&T Park.

Los Gigantes tuvieron una la segunda mayor nómina en el 2018, con más de 205 millones de dólares y ya tienen comprometidos 142 millones en salarios para el 2019.

Si yo fuera el gerente general de los Gigantes, buscaría...

1.- Un jardinero izquierdo:

El venezolano Marwin González es más que un jardinero izquierdo.

El equipo que consiga llevarse sus servicios tendrá varios peloteros en uno solo, por su versatilidad que le permite jugar prácticamente en todas las posiciones.

Firmarlo para que defienda a tiempo casi completo la pradera izquierda, con la eventualidad de que se mueva a los otros dos jardines o los cuatro puntos del infield, sería una movida inteligente, aunque su dinero costará.

Otras opciones más limitadas serían Michael Brantley y el también venezolano Gerardo Parra, pero el primero de ellos ha tenido en su propia salud a su principal enemigo.

Getty ImagesEl zurdo Madison Bumgarner será el as indiscutible de la rotación de los Gigantes.

2.- Reforzar el bullpen

El dominicano Johnny Cueto se perderá toda la campaña del 2019, tras ser sometido a una operación Tommy John en agosto pasado.

Si regresa con salud plena, el zurdo Madison Bumgarner será el as indiscutible de la rotación, que cuenta con Dereck Rodriguez, el hijo del Pugde, como número dos.

Jeff Samardzija debería estar saludable también y Andrew Suarez y Chris Stratton completarían una rotación más o menos decente. Pero los Gigantes necesitan quienes terminen el trabajo y Mark Melancon, hasta ahora, ha sido un fracaso, tras firmar en el 2017 un pacto por cuatro campañas y 62 millones de dólares.

San Francisco necesita no sólo un cerrador confiable, digamos, como el dominicano Jeurys Familia, sino también otros relevistas, como su compatriota Kelvin Herrera o Zach McAllister, que ayuden a Tony Watson o al también quisqueyano Reyes Moronta.

3.- Un jardinero derecho: Bryce Harper

Los Gigantes tienen dinero para gastar, incluso 350 o 400 millones para llevarse hasta la bahía de San Francisco a Bryce Harper.

Posiblemente Harper causaría un impacto mediático no visto en la ciudad desde la era de Barry Bonds, con todo y que después del retiro del Rey de los Jonrones, los Gigantes ganaron tres series mundiales (2010, 2012 y 2014).

Pero entonces, San Francisco contaba, como ahora, con el liderazgo tranquilo y de bajo perfil de Buster Posey.

Pero Harper traería una revolución al entorno de los Gigantes y de paso, dada su personalidad competitiva, se tomaría como propia la rivalidad con los Dodgers de Los Angeles.

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Lo único seguro hasta ahora en Grandes Ligas es que Medias Rojas de Boston y Indios de Cleveland ganaron sus divisiones en la Liga Americana y que 13 clubes ya están oficialmente eliminados de las posibilidades de alcanzar la postemporada.

Fuera de eso, hay muchos cabos sueltos entrando al penúltimo fin de semana del calendario regular de la campaña del 2018 en el béisbol mayor de Estados Unidos.

En uno de sus torneos menos competido de la historia, la Liga Americana ya tiene dos monarcas divisionales y otros tres potenciales invitados a los playoffs que arrancarán en la primera semana de octubre. Boston (104-49) y Cleveland (85-67) ganaron las divisiones Este y Central, respectivamente, por tercer año consecutivo, y Boston virtualmente garantizó terminar con el mejor récord de MLB y la ventaja de la casa para todas las series que disputen.

En el Oeste, los campeones Astros de Houston (95-57) superan por 3.5 juegos a los Atléticos de Oakland (92-61) y tienen el número mágico en dos para asegurar al menos un puesto comodín a la postemporada. Houston intenta conquistar banderines divisionales consecutivos por primera vez desde que se mudó de la Liga Nacional a la Liga Americana en el 2013. Los Astros ganaron tres años seguidos la Central del viejo circuito de 1997 a 1999.

Los Yankees de Nueva York (93-59) tienen ventaja de 1.5 juegos sobre Oakland en la batalla por el primer comodín y la ventaja de la casa para el juego de muerte súbita del miércoles 3 de octubre. En caso de que Nueva York y Oakland terminaran empatados en el primer comodín, con ambos clasificados, los Yankees serían locales en el choque de Wild Cards debido a su mejor récord intradivisional, que es el segundo criterio para desenredar empates.

Los sorprendentes Rays de Tampa Bay (85-67) y los Marineros de Seattle (84-58) han tenido buenos desempeños, pero están muy lejos (a 6.5 y 7.5 juegos de Oakland) con tan poco espacio (10 juegos) para maniobrar. En resumen: En el joven circuito es cuestión de tiempo para que Astros, Yankees y Atléticos se unan a Indios y Medias Rojas en el cuadro de postemporada.

En la Liga Nacional es todo lo contrario: Nada está decidido y nueve de 15 equipos siguen en la carrera por llegar a la tierra prometida.

Los que se encuentran en la situación más cómoda son los Bravos de Atlanta (85-68), que tienen ventaja de 6.5 juegos sobre los Filis de Filadelfia (78-74) en la División Este. Los Bravos, que tienen el número mágico en cuatro para atrapar su primer banderín divisional desde el 2013 y el segundo en 13 años, solamente necesitan ganar dos de tres a Filadelfia en el fin de semana, para coronarse.

En la División Central, Cachorros de Chicago (89-63), Cerveceros de Milwaukee (87-66) y Cardenales de San Luis (84-69) pelean el banderín al tiempo que dominan las dos plazas comodines del viejo circuito. Los Cachorros tienen el número mágico en ocho para conquistar la división, pero una cómoda ventaja de siete juegos sobre los Rockies de Colorado en el segundo Wild Card de la liga.

La misión de Milwaukee es acosar a los Cachorros y mantener la ventaja de la casa para el potencial encuentro de comodines. Cerveceros y Cardenales jugarán una serie decisiva entre ellos de lunes a miércoles de la próxima semana en e Busch Stadium, mientras que Cachorros y Cardenales cerrarán la vuelta regular con una serie de tres encuentros en el Wrigley Field.

Tras ser barridos en Dodger Stadium comenzando la semana, Colorado (82-70) se alejó a 2.5 juegos de los Dodgers de Los Angeles (85-68) en la recia batalla por el banderín de la División Oeste, en tanto que los Diamondbacks de Arizona se encuentran a seis de Los Angeles y a cinco de San Luis en el segundo comodín.

Los Dodgers, que tienen el número mágico en ocho para quedarse con su sexto banderín consecutivo, enfrentan a los Padres de San Diego en el fin de semana y luego visitarán a sus acérrimos enemigos Diamondbacks y Gigantes de San Francisco para concluir la temporada regular.

Colorado recibe a Arizona en el fin de semana y terminará la campaña jugando en Filadelfia y Washington, en tanto que los Diamondbacks cerrarán el año en San Diego.

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Entrando al antepunúltimo fin de semana de la serie regular de Grandes Ligas, los cinco puestos a playoffs de la Liga Americana lucen estar prácticamente decididos, contrario a la Liga Nacional, donde hay batallas muy cerradas en todos menos uno, creando las condiciones apropiadas para que se produzcan empates en divisiones o puestos comodines.

En la Americana: Medias Rojas de Boston (101-46) ya clasificó a postemporada y tiene el número mágico en seis para ganar su tercer título consecutivo de la División Este; Indios de Cleveland (82-64) posee la mayor ventaja de un líder divisional (15.0 juegos) y tiene el número mágico en 3 para ganar el centro, mientras que los Astros de Houston (92-54) están muy cerca de garantizar u n puesto comodín y dominan por 3.5 juegos el sector oeste.

Los Yankees de Nueva York (90-56) y Atléticos de Oakland (89-58) batallan ferozmente la ventaja de casa para el partido de comodines, pero no están en real peligro de quedarse fuera de la postemporada. Los Marineros de Seattle (80-66) están a 8.5 juegos del segundo Wild Card.

Getty ImagesIndios de Cleveland (82-64) posee la mayor ventaja de un líder divisional (15.0 juegos) y tiene el número mágico en 3 para ganar el centro.
En la Liga Nacional: Lo único que luce casi decidido es la División Este, donde los Bravos de Atlanta (82-64) dominan por 7.5 juegos a los Filis de Filadelfia (74-71). En el centro, los Cachorros de Chicago superan apena por 1.5 juegos a los Cerveceros de Milwaukee (84-63) y por 4.5 a los Cardenales de San Luis (81-66). En el oeste, los Rockies de Colorado (81-65) van 1.5 arriba de los Dodgers de Los Angeles (80-67) y 4.5 por encima de los Diamondbacks de Arizona (77-70).

Milwaukee y San Luis ocupan las plazas de comodides del viejo circuito, pero Los Angeles, Arizona y Filadelfia están a uno, cuatro y seis juegos. Para poner las cosas más sabrosas, Dodgers y Cardenales juegan una serie de fin de semana, cuyos resultados impactarán las divisiones central y oeste y los comodines.

Con las diferentes modificaciones que ha sufrido el sistema de determinar el campeón de la temporada, la pelota estadounidense se ha visto en la necesidad de hacer variaciones a las reglas de resolver embotellamiento en la tabla de lugares a lo largo de sus más de 140 años de historia.

Al principio todo era muy básico. Entre 1876 y 1900, el equipo que más victorias acumulaba durante la temporada regular era declarado campeón de la Liga Nacional y del béisbol (recordando que las ocho series que se jugaron entre los campeones de la Liga Nacional y la Asociación Americana entre 1884 y 1892 fueron considerados eventos de exhibición).

No fue hasta la creación de la Serie Mundial en 1903, por un título máximo entre los campeones de la Nacional y la nueva Liga Americana (fundada en 1901), que nació oficialmente la postemporada de Grandes Ligas.

Hasta 1968, los dos mejores clubes de cada liga iban directo al clásico de otoño. En 1969 se crearon dos divisiones en cada liga y se agregaron las Series de Campeonato para decidir los dos finalistas. En 1994 emergió la figura del Wild Card (comodín) y se creó una tercera ronda en los playoffs, las Series Divisionales, y en 2012, cuando agregaron un segundo comodín, se estableció el formato actual de cuatro instancias.

Desde entonces, los dos mejores equipos de cada liga que no ganaron sus divisiones, juegan un partido de muerte súbita para determinar el rival del conjunto con el mejor récord de liga en las Series Divisionales. La inclusión del segundo comodín también obligó a que se cambiaran algunas reglas en el sistema de definir empates de temporada regular.

EMPATES DE DOS EN DIVISIÓN O COMODINES

Un partido extra de desempate se juegan cuando dos equipos queden empatados con el mismo récord en una de las tres divisiones o el segundo puesto comodín de la liga. Estos partidos se jugarán el día posterior a la finalización de la temporada, en la casa del club que obtuvo la ventaja de local, que se determina usando una serie de criterios que citaremos más adelante.

Desde la implementación de la figura del comodín en 1994 hasta el final de la temporada del 2011, se implementó una regla diferente. Dos equipos empatados para una división no jugaron un desempate si sus récords eran mejores que todos los ganadores fuera de su división en su liga. Básicamente, si dos estaban empatados en la división y como sea estaban clasificados a los playoffs, se usaban varias consideraciones cuál era campeón divisional y cual era comodín. Punto y bolita.

Sin embargo, con la adopción de un segundo puesto de comodín y un juego entre comodines desde el 2012, el ganador de la división con el mejor récord de la liga enfrentaría una posible eliminación en el primer día de la postemporada, lo que obligó a variar las reglas.

Con las nuevas reglas de desempate, si dos equipos quedan empatados en la división, tendrán que jugar un partido extra incluso si ambos equipos ya se han clasificado para la postemporada. El equipo que pierde el juego de desempate ahora calificará para un puesto de comodín solo si su récord de temporada regular se encuentra entre los dos mejores récords de la liga que no ganaron una división. Esto quiere decir que empatar en la divisió no garantiza nada, más allá del juego de desempate.

Si ese equipo está empatado en el segundo puesto de comodín, entonces se jugará un segundo juego de desempate. Si el empate es en el primer comodín, no es necesario un juego extra, sino que ambos avanzan y la ventaja de la casa se determina con los criterios de desempate establecidos. Tampoco se necesita un juego extra para definir el mejor récord de la liga entre dos ganadores de división que terminen con la misma foja.

Para determinar cuál equipo tendrá la ventaja de la casa en un partido extra, tanto para desempatar una división y el segundo comodín y la ventaja de la casa como mejor récord de la liga son:

El equipo con ventaja en la serie particular, el equipo con el mejor récord global en juegos intradivisionales, el equipo con el mejor récord global en juegos intraligas, el equipo con el mejor récord en los últimos 81 juegos de la temporada, ignorando los partidos interligas, el equipo con el mejor récord en los últimos 82 partidos de la temporada (siempre que el juego agregado no esté entre los equipos empatados), se extiende hacia atrás hasta que se rompe el empate (los juegos de interliga se omiten e ignoran en este proceso).

JUEGOS DE DESEMPATE

En la historia de Grandes Ligas, en 14 ocasiones se ha necesitado jugar un partido (10 ocurrencias) o una miniserie (cuatro ocurrencias) para resolver empates de de serie regular. El fenómeno se repitió cuatro veces entre el 2007 y el 2013, pero no fue necesario en las cuatro temporadas anteriores.

En 1946, Dodgers y Cardenales debieron chocar en una serie al mejor de tres juegos para decidir el campeón de la Liga Nacional. San Luis ganó en dos choques y avanzó a la Serie Mundial, donde venció a los Boston Red Sox.

En 1948, Cleveland derrotó a Boston en un juego extra para definir el monarca de la Liga Americana y siguió inspirado para vencer a los Bravos de Boston en el clásico de otoño. En 1951, cuando Dodgers y Gigantes de Nueva York empataron en la cima del viejo circuito, se juegó una serie de tres encuentros, que terminó con el famoso jonrón de tres carreras del 3B Bobby Thomson al derecho Ralph Branca en la novena entrada para dejar a los Dodgers en el terreno en el Polo Grounds de Manhattan.

El campeón de la Nacional también se decidió en mini series después de la serie regular en 1959 (Dodgers venció a Milwaukee) y 1962 (Gigantes superó otra vez a Dodgers).

Boston y Nueva York quedaron empatados en la División Este de la Americana con 99-63 en 1978 y se tuvo que jugar un partido extra, que ganaron los Yankees 5-4 en el Fenway Park. Dos años después, Houston y Dodgers empataron en el oeste de la Nacional con 92-70 y en el juego de muerte súbita, los Astros superaron a los Dodgers en Dodger Stadium. En 1995, los Marineros ganaron a Anaheim en un encuentro por desempatar el oeste de la Americana.

Hubo desempates por el puesto comodín en 1998 (Cachorros sobre Gigantes), 1999 (New York Mets sobre Cincinnati Reds), 2007 (Colorado sobre San Diego Padres) y 2013 (Tampa Bay Rays ganó a Texas Rangers), en tanto que la División Central de la Americana necesitó un día extra en 2008 (Medias Blancas de Chicago derrotó a Mellizos de Minnesota) y 2009 (Minnesota doblegó a Tigres de Detroit).

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Madison Bumgarner
Brian Rothmuller/Icon Sportswire
Los Gigantes de San Francisco Giants jugaron tal y como lo indica el libreto escrito por su gerencia en la noche del lunes. Chris Stratton, quien se establece rápidamente como fuerza confiable dentro de la rotación, lanzó bien contra los Nacionales. Igualmente, el poder hizo acto de presencia, en esta ocasión gracias a Mac Williamson, quien chocó la pelota para llevarla a un sitio casi inalcanzable para los bateadores diestros en el AT&T Park.

Sin embargo, si no se producen muchos días buenos para los Gigantes antes de la fecha límite de cambios del 31 de julio (y si caen fuera de contención dentro de la División Oeste de la Liga Nacional), entonces el equipo debe hacer todo lo que esté en su poder para evitar caer en el abismo en el cual se hundieron los Filis de Filadelfia en temporadas recientes. Si los Gigantes confrontan dificultades en el próximo par de meses, deberían colocar a su leyenda de octubre Madison Bumgarner en el mercado de canjes.

Un evaluador rival charló sobre los Gigantes a principios de mes, discutiendo con respecto a la acumulación de jugadores que podrían encontrarse en la fase de declive de sus respectivas carreras. "Tienen que reiniciar y comenzar a pasar la página, pero no cuentan con muchas formas de hacerlo", indicó.

Pues, no las tienen. Si los Gigantes pasaran a ser vendedores, no conseguirán mucho a cambio de Andrew McCutchen, cuando le quedan pocos meses antes de convertirse en agente libre. El inicialista Brandon Belt acaba de cumplir 30 años recientemente y se le deben aproximadamente $65 millones hasta la temporada 2021. Entonces, como consecuencia de la saturación del mercado en cuanto a inicialistas, no tiene valor para formar parte de un pacto. Igualmente, San Francisco le debe al antesalista Evan Longoria, de 32 años, $60 millones. Incluso, si San Francisco ha pensado en canjearle, prácticamente no aportaría valor para servir como carnada de cambio.

El campocorto Brandon Crawford podría aportar algo a cambio en un potencial pacto, pero se le deben cerca de $55 millones hasta 2021 y es prácticamente un producto muy especializado dentro de un mercado limitado, debido a los activos con los que ya cuentan otros contendores en su posición: los Astros tienen a Carlos Correa, los Angelinos disponen de Andrelton Simmons, los Yankees cuentan con Didi Gregorius, los Medias Rojas, con Xander Bogaerts; los Cardenales acaban de firmar a Paul DeJong a un pacto a largo plazo; los Mets tienen a Amed Rosario; los Nacionales, a Trea Turner y los Dodgers a Corey Seager (y ciertamente los Dodgers y Gigantes no considerarán seriamente hacer un cambio).

La idea que permanece firme dentro del resto de los equipos es que los Gigantes jamás negociarán a su estelar receptor Buster Posey, porque es un pelotero que representa un legado dentro de la franquicia y su contrato a largo plazo podría concluir con el fin de su carrera. Johnny Cueto y Jeff Samardzija no aportarían mucho a cambio en una tentativa negociación, debido a los altos montos que se les deben.

Pero. ¿y Madison Bumgarner? ¿El Paul Bunyan de la postemporada? ¿El hombre que lanzó el doble de entradas de cualquier otro pitcher en aquel octubre en el cual los Gigantes ganaron por última vez la Serie Mundial?

El zurdo se convertiría en el objetivo más cotizado del béisbol a la hora de plantear cambios (quizás sería una de las piezas más ansiadas en el mercado veraniego en la historia del béisbol) si los Gigantes deciden hacerlo disponible, y probablemente traería a cambio por lo menos dos prospectos de alto nivel a una organización que no cuenta con amplitud de talentos en Ligas Menores. "Posiblemente, dos chicos de primer nivel y otros dos de segunda categoría", dice un evaluador. "Quiero decir, si algún equipo decide negociar para hacerse con los servicios de Bumgarner, es porque quiere (moverse a fin de) ganar la Serie Mundial".

Claro. Porque Bumgarner es experto en ganar en postemporadas. En 16 apariciones en octubre, tiene efectividad de 2.11, con los Gigantes ganando todos los compromisos en los cuales se ha puesto en la lomita, con la excepción de tres.

El verano pasado, la industria del béisbol mostró alto interés en Justin Verlander, pero la capacidad que tenían los Tigres para hacerlo atractivo a los ojos del mercado se complicó debido a todo lo que estaba atado a él: la cláusula de veto a cambios de la que dispone el diestro, los $56 millones a pagarle entre 2019 y 2020 y su edad de 35 años.

Bumgarner cumplirá 29 años el día posterior a la fecha límite para hacer cambios. Antes de que sufriera esa extraña lesión en su dedo meñique con un batazo de línea a finales de los entrenamientos primaverales, los miembros del cuerpo de lanzadores de los Gigantes indicaban que Bumgarner estaba lanzando tan bien o mejor de lo que siempre ha mostrado, con su velocidad rozando las 94 millas por hora. No posee ninguna prerrogativa para vetar cambios dentro de los términos del contrato que firmó siendo muy joven. Bumgarner ganará $12 millones este año, y los Gigantes tienen una opción del equipo para 2019 por $12 millones, la cual lo convierte en pieza de increíble valor.

Se podría argumentar, de forma muy razonable, que los Gigantes deberían hacer todo lo que puedan a fin de atar a Bumgarner mediante una extensión contractual durante este verano para luego construir un futuro inmediato con él y Stratton como bases fundamentales, mientras se reconstruye al sistema de granjas. Ambos abridores podrían servir como vehículo que ayude a la transición de los Gigantes para avanzar más allá del núcleo de los años en los cuales fueron campeones entre 2010 y 2014.

Sin embargo, si los Gigantes deciden ir por esa ruta, podrían entonces caer en la misma trampa ante la cual sucumbieron los Filis, cuando la generación campeona conformada por Ryan Howard, Chase Utley y Jimmy Rollins comenzó a envejecer y, por ende, a decaer en desempeño. Al esperar demasiado tiempo para remozar su roster, los Filis se condenaron a sufrir una sequía competitiva que lleva ya casi la misma cantidad de tiempo que sus años de gloria. Los Filis no han tenido una temporada ganadora desde 2011 y durante las tres campañas anteriores, sumaron 63, 71 y 67 victorias. Este año, Filadelfia ha logrado revertir esa tendencia.

Si los Gigantes hacen un canje y despachan a Bumgarner este verano o el próximo invierno, evitarán también lidiar con el dilema y los riesgos inherentes a pagarle a un lanzador durante el ocaso de su carrera. Bumgarner podría exigir, de forma razonable, un pacto por siete temporadas y $245 millones, considerando su hoja de vida y los contratos firmados por Clayton Kershaw, Zack Greinke y otros pitchers. Ocasionalmente, esos mega contratos para un abridor de élite con edad cercana a los 30 años pueden funcionar (como ha sido el caso de los Nacionales y Max Scherzer). Pero en su mayoría, no es así. Si los Gigantes deciden invertir grandes sumas de dinero en una extensión a Bumgarner, deberán entonces asumir el riesgo sin aprovechar el valor que éste podría atraer en el mercado de cambios. Los Gigantes, una de las organizaciones más acaudaladas del béisbol, podrían aspirar a hacer lo mismo que los Yankees lograron con Aroldis Chapman: negociarlo a cambio de prospectos y luego repescarlo cuando se convierta en agente libre.

Los Gigantes en su versión 2018 podrían terminar siendo mejor de lo que han mostrado en este comienzo de temporada y eso podría cambiar todo el contexto alrededor de Bumgarner. Pero si no logran hacerlo, entonces San Francisco haría bien en pensar con respecto a cómo sería su equipo en 2021 y 2022. Para ese momento, ese equipo parece requerir de muchísima ayuda y los Gigantes podrían conseguirla si están dispuestos a escuchar ofertas a cambio de un pitcher deseable para cualquier contendor por el título.

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¡Gigantes contracorriente! Apuestan por los veteranos

FECHA
23/02
2018
por Jerry Crasnick | Escritor Senior de ESPN.com
Evan Longoria
Rick Scuteri/USA TODAY Sports

Nota del Editor: Esta historia se publicó originalmente el 23 de febrero de 2018.

SCOTTSDALE, Arizona - Los Gigantes de San Francisco agotaron la boletería de 530 partidos consecutivos en una racha terminada en julio pasado. Por ende, se sintieron obligados a colocar un producto competitivo en el campo para todos esos acérrimos aficionados en la bahía que adquirieron sus entradas. Incluso, en años difíciles, los Gigantes siguen comprometidos a mantener su camino en vez de proceder a vender sus peloteros cotizados, renunciando a ser contendores y tratando de apaciguar a su afición con prospectos y deliciosas patatas fritas con ajo en el AT&T Park.

Esa filosofía no arrojó resultados positivos en 2017, cuando los Gigantes terminaron en el sótano de la División Oeste de la Liga Nacional por primera vez desde 2007. Sin embargo, los jugadores que forman el núcleo de la alineación y corazón del clubhouse están agradecidos por haber tenido la oportunidad de mantenerse juntos y poder intentar así la reivindicación.

"Estoy muy feliz por formar parte de una organización que hace justamente eso", dijo el receptor Buster Posey. "Pensé al respecto cuando los Rays (designaron) a Corey Dickerson (en asignación) tras haber bateado 27 cuadrangulares. Estoy contento de que los Rays no me seleccionaron en el draft".

Posey, Hunter Pence, Brandon Crawford y Brandon Belt tendrán una edad por lo menos de 30 años durante la venidera temporada, y han tenido que soportar la especulación inevitable sobre la pérdida de velocidad por aquí o no contar con el mismo swing por allá.

En vez de infundir una dosis de juventud para cambiar las cosas, los Gigantes insisten en su relato de "presencia veterana" esta primavera.

Las dos grandes adquisiciones hechas por San Francisco esta primavera dieron esperanza y consuelo a los veteranos que se sienten poco queridos en el clima actual del mercado. Poco antes de Navidad, los Gigantes adquirieron al tercera base Evan Longoria proveniente de Tampa Bay a cambio del outfielder Denard Span, el jugador del cuadro Christian Arroyo y los lanzadores de ligas menores Matt Krook y Stephen Woods. En enero pasado, agregaron a Andrew McCutchen proveniente de Pittsburgh a cambio del lanzador Kyle Crick, el jardinero de ligas menores Bryan Reynolds y $500,000 en dinero para bonos en la bolsa internacional.

Longoria y McCutchen tienen la suma de ocho apariciones en Juegos de Estrellas, un premio al Novato del Año, un Más Valioso, cinco Bates de Plata y cuatro Guantes de Oro en sus resúmenes curriculares. A las edades de 32 y 31 años, respectivamente, son mayores que Giancarlo Stanton, Christian Yelich, Marcell Ozuna y otros peloteros que han causado expectativas similares en el mercado de cambios invernal.

Ambos han estado pasando últimamente por dificultades. El OPS de .737 de Longoria en la pasada campaña fue el segundo menor en sus 10 campañas con Tampa Bay. McCutchen pudo superar un lento arranque para sumar estadísticas de .279/.363/.486 con los Piratas la pasada zafra, aunque sólo lo pudo conseguir tras sufrir una serie de contrariedades. Fue llevado del jardín central al derecho por un declive en sus estadísticas defensivas, además de pasar buena parte de su temporada final en Pittsburgh soportando rumores de cambio y la especulación con respecto a la disminución de sus habilidades.

McCutchen y Longoria han encontrado un ambiente en San Francisco que les da la bienvenida, en una temporada baja sumamente difícil, con docenas de agentes libres (con la vasta mayoría superando los 30 años) debiendo conformarse con pactos de ligas menores o se mantienen desempleados.

"Creo que es nuestra labor como grupo el salir y demostrar el valor del pelotero veterano", dijo Longoria. "Hay muchos equipos, por cualquier motivo, que están dejando de hacerse un favor al no firmarlos. Es una vergüenza que existan equipos que están evitando, de manera consciente, hacer esfuerzos para mejorar: bien sea por dinero o por mantener control, o no quieren firmar a algunos peloteros debido a la edad. Hay muchos sitios en los cuales los agentes libres disponibles bien podrían encajar y, sin embargo, no los están buscando".

Los Gigantes tenían la edad promedio de 29.6 años durante la pasada temporada (cuarta cifra más alta en el béisbol, detrás de los Azulejos, Angelinos y Marineros) y ese número podría aumentar tras sumar a Longoria, McCutchen, Austin Jackson, Gregor Blanco y Tony Watson. San Francisco contrató a cinco peloteros de 30 años o más, en un momento en el cual los agentes y peloteros han expresado su preocupación que los veteranos de nivel medio en particular están siendo perjudicados por el actual Contrato Colectivo en las Mayores, además del impacto de la sabermetría y los cambios dentro de la economía en el béisbol.

"Estaba leyendo algunos comentarios del comisionado (Adam) Silver durante el Juego de Estrellas de la NBA con respecto a algunos jugadores que están empezando en la liga cada vez más jóvenes y a la vez están poniendo presión sobre hombres mayores y veteranos", expresó Rob Manfred, comisionado de las Grandes Ligas. "Sólo hay una cantidad de empleos disponibles, y mucho tiene que ver con lo anterior. Se debe a que hemos visto la llegada de una gran cantidad de talento joven en nuestro deporte, y en parte se debe al análisis estadístico. Pero el béisbol es un deporte de equipo, por ello, creo que siempre habrá espacio para ese pelotero veterano quien aporta cosas en el clubhouse que el análisis estadístico no puede medir".

Muchos ejecutivos dentro de las Grandes Ligas han expresado en privado su escepticismo con respecto a la capacidad de peloteros mayores de mantener su nivel ahora que el béisbol ha hecho grandes esfuerzos a fin de eliminar el uso de sustancias prohibidas para mejorar el desempeño y la anfetamina, mediante mayores pruebas antidopaje. El gerente general de los Gigantes Brian Sabean considera que esa visión es sumamente simplista.

"Si se revisa la hoja de vida y el récord de un pelotero, se es un jugador por encima del promedio, o de nivel aceptable o sobresaliente a una joven edad; y si se cuenta con condiciones atléticas en el lugar preciso en el momento preciso dentro de equipos que te ayudan a aprovechar tus condiciones al máximo, probablemente vas a madurar de mejor manera", dijo Sabean.

"No creo que la industria se reconozca a sí misma lo suficiente con las iniciativas que hemos tomado en cuanto a ciencia deportiva, descanso y recuperación, nutrición, acondicionamiento en temporada baja, acondicionamiento durante la temporada, la nueva cantidad de días libres en el calendario y nuevas formas de viajar, cada vez más elitistas y de primera clase. Se puede creer que tenemos la habilidad de aprovechar más y más a un pelotero que llega a una edad X".

Longoria demostró que aún cuenta con mucho combustible en su tanque durante la campaña 2016, cuando conectó 36 vuelacercas y sumó porcentaje de slugging de .521 en 160 partidos; sin embargo, tuvo cierto descenso estadístico durante la pasada zafra. Algunos evaluadores de talento creen que se beneficiará al salir de la grama artificial del Tropicana Field, dándose ahora el lujo de formar parte del reparto en un roster en San Francisco que cuenta con Posey y Madison Bumgarner como principales protagonistas. Un scout veterano consideró que Longoria, nativo de California, tendrá nuevas energías al regresar a la Costa Oeste y disfrutar de llenos noche tras noche en el AT&T Park, luego de pasar años jugando frente a discretas asistencias en St. Petersburg, Florida.

Longoria está ansioso de visitar tres estadios de Grandes Ligas (San Francisco, San Diego y Atlanta), en los cuales aún no ha jugado partido alguno. Igualmente, deberá acostumbrarse a un estilo de juego ligeramente distinto, además de los movimientos de roster que encontrará en la Liga Nacional.

"Es algo a lo cual me tendré que acostumbrar, pero sigue siendo béisbol", dijo Longoria. "Seguimos jugando con tres outs y nueve innings y existen muchas similitudes. Los puestos 7, 8 y 9 de la alineación usualmente se estructuran de forma muy distinta, y hay muchos más toques de bola. Los cambios dobles me han confundido en el pasado, cuando jugamos encuentros interligas. Pensaba: '¿a dónde va este hombre? No sé lo que están haciendo'. Pero es algo sumamente fácil para acostumbrarse".

Mientras Longoria ganará la cifra garantizada de $86 millones hasta 2022, McCutchen cuenta con motivaciones económicas para tener buen desempeño este año. Si no firma una extensión contractual con los Gigantes, estará en el mercado de agentes libres el próximo invierno, con 32 años.

La División Oeste de la Liga Nacional será formidable esta temporada, con Dodgers, Diamondbacks y Rockies tratando de reeditar sus apariciones en la postemporada pasada, además de unos Padres fortalecidos por la llegada de Eric Hosmer. Los Gigantes tratarán de superar sus retos en el campo e intentarán restaurar el orgullo que históricamente ha tenido la organización, asestando un golpe a los peloteros que no están del lado de una tendencia a la cual se adhieren en la Bahía.

"¿Acaso creo que los equipos están desestimando el valor de los peloteros entre 30 y 35 años? Sí lo creo", dijo Posey. "Tenemos un equipo importante aquí a fin de mostrar el valor que tienen. Creo que, si eres un buen pelotero y te dedicas a este deporte, tendrás mucho valor. Hay jugadores de 31, 32 y 33 años que no deberían estar rogando por ofertas en el mercado".

En un tiempo no muy distante, en el otro lado de la Bahía, los Atléticos de Oakland causaron conmoción al navegar contra la corriente, creando el concepto del "Moneyball". ¿Han encontrado los Gigantes una nueva ineficiencia del mercado actual y la están explotando? Los resultados que veremos este verano en San Francisco podrían darnos la respuesta.

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Oct. 15 - Kirk Gibson beats Dennis Eckersley, A's (1988)
AP Photo/Rusty Kennedy¿Habrá algún otro momento más emocionante en la postemporada que el batazo de Kirk Gibson en 1988?
¿A quién ustedes le van en el torneo de la NCAA? Yo siempre selecciono a Gonzaga. Oigan, ¡el truco casi me salió el año pasado!. En honor a la Locura de Marzo, mi editor me propuso esta idea: ¿Cuál ha sido la mayor sorpresa en postemporada para los 30 equipos de Grandes Ligas?

Gran error que cometiste, Dan, porque este que está aquí va a despacharse con la cuchara grande y va a escribir mucho - pero va a valer la pena. Bono: No solo voy a seleccionar la sorpresa para cada equipo, sino que también voy a hacer un ranking de las sorpresas en orden descendente desde el No. 30 (la menos impresionante) al No. 1 (el equivalente en la postemporada del béisbol de la victoria de North Carolina State sobre Phi Slamma Jamma). ¡Qué lo disfruten!

30. Rockies de Colorado: Vencieron a los Filis en la SDLN del 2007

Los Rockies han llegado a la postemporada cuatro veces en la historia de la franquicia y han ganado dos series de playoffs, ambas en 2007, el año de la famosa corrida del 'Rocktober' a la Serie Mundial. Ellos jugaron para 13-1 en sus últimos 14 juegos, vencieron a los Padres en un juego de desempate para ganar el comodín y luego barrieron la SDLN y la SCLN, una impresionante corrida de 21-1. Realmente, la sorpresa en primer lugar fue llegar a la postemporada. El grupo de equipos de playoffs de la Liga Nacional en el 2007 fue uno de los más débiles de la historia. Los Diamondbacks tuvieron el mejor record con 90-72, pero tuvieron un diferencial de carreras negativo. Los Rockies terminaron con 90-73 y tuvieron el mejor diferencial de carreras. Los Filis ganaron 89 juegos y los Cachorros se quedaron con la Central con apenas 85 triunfos. Así que en realidad no fue tanta la sorpresa.

Momento clave/juego: Kaz Matsui conectó un grand slam con dos outs ante Kyle Lohse en la cuarta entrada del Juego 2 para darle a los Rockies ventaja de 6-3.

29. Cerveceros de Milwaukee: Vencieron a los Angelinos en la SCLA del 1982

Los Rockies han ido a postemporada cuatro veces en 25 temporadas, pero los Cerveceros tienen cuatro viajes en 49 campañas - una historia de miserias que tiende a pasarse por alto. El equipo de 1982, conocidos cariñosamente como los Harvey's Wallbangers por el manager Harvey Kuenn y su equipo de toleteros - fue la mejor edición en la historia de la franqucia. Esto califica como una sorpresa solo por el hecho de que los Angelinos ganaron los primeros dos partidos antes que los Cerveceros se llevaran los siguientes tres en casa.

Momento clave/juego: Abajo en el marcador 3-2 en la séptima entrada del Juego 5, Cecil Cooper conectó sencillo remolcador de dos carreras con dos outs ante Luis Sánchez para darle a los Cerveceros ventaja de 4-3.

28. Expos de Montreal: Vencieron a los Filis en la SDLN de 1981

Los Nacionales han perdido sus cuatro series de playoffs en su historia, así que tenemos que remontarnos al extraño año de 1981, dividido por la huelga, y la única aparición en postemporada -- y su única victoria - en los días de la franquicia en Montreal. Los Expos eran el mejor equipo, aunque los Filis eran los campeones defensores de la Serie Mundial.

Momento clave/juego: El gran Steve Rogers trabajó una blanqueada de seis hits para vencer a Steve Carlton 3-0 en el decisivo Juego 5.

27. Azulejos de Toronto: Vencieron a los Bravos en la Serie Mundial de 1992

Vamos a etiquetar la primera de las dos Series Mundiales conseguidas por los Azulejos como una sorpresa menor. Los Azulejos jugaron para 96-66, los Bravos para 98-64 (aunque con una ventaja de siete juegos en el record Pitagoreano). En una Serie Mundial que muchos pasan por alto - cuatro de los seis juegos se decidieron por una carrera - los Azulejos ganaron el partido final en 11 entradas.

Momento clave/juego: El doble de Dave Winfield con dos outs que trajo dos carreras al plato en la parte alta de la entrada 11, los Bravos anotaron una carrera antes que Mike Timlin lograra el out final cuando Otis Nixon intentó tocar para hit.

26. Rangers de Texas: Vencieron a los Yankees en la SCLA de 2010

Liderados por su JMV Josh Hamilton, los Rangers estuvieron en los playoffs por primera vez desde 1999. Jugaron para 90-72 con un diferencial de carreras de más-100 mientras que los Yankees jugaron para 95-67 y un más-166. Hamilton bateó .350 con cuatro cuadrangulares, ocho boletos y siete remolcadas mientras los Rangers ganaron la serie en seis juegos.

Momento clave/juego: Bengie Molina conectó cuadrangular de tres carreras ante A.J. Burnett en el Juego 4 para darle a los Rangers ventaja de 5-3 en la sexta entrada. Ellos siguieron su camino para llevarse la victoria 10-3 y colocar la serie 3-1 a su favor.

25. Cachorros de Chicago: Vencieron a los Cardenales en la SDLN de 2015

La Serie Mundial de 2016 pudo haber sido la que quebró la maldición de la Cabra, pero no fue una sorpresa. El año antes los Cachorros mejoraron de 73 victorias a 97 y luego vencieron a sus rivales, que habían logrado 100 victorias, en la serie divisional. Aunque los Mets los barrieron en la SCLN, el vencer a los Cardenales dejó el escenario establecido para el 2016.

Momento clave/juego: Los Cachorros conectaron seis jonrones en el Juego 3 para tomar ventaja 2-1 en la serie.

24. Angelinos de Los Angeles: Vencieron a los Yankees en la SDLA de 2002

Los Angelinos del 2002 ganaron 99 partidos, pero esto se sintió en ese momento como una sorpresa monumental. Los Yankees habían ganado cuatro banderines consecutivos de la Liga Americana, llevaban record de 56-22 en la postemporada desde 1996 y ganaron 103 juegos en el 2002. Los Angelinos, que llegaban a los playoffs por primera vez desde 1986, los barrieron en cuatro juegos, al promediar .376 en la serie.

Momento clave/juego: Los Angelinos anotaron tres carreras en la octava entrada del Juego 3 en ruta a la victoria 9-6. Tim Salmon conectó cuadrangular de dos carreras ante Steve Karsay para la victoria decisiva. Los Angelinos siguieron su ruta hasta su primer y único cetro de Serie Mundial.

23. Diamondbacks de Arizona: Vencieron a los Yankees en la Serie Mundial de 2001

Quizás los Angelinos deban agradecerle a Curt Schilling y Randy Johnson, quienes le pusieron una abolladura a la casi invencible armadura de los Yankees el año antes con su victoria en la Serie Mundial. Recuerden, los Marineros que lograron 116 victorias parecían destinados a la inmortalidad antes que los Yankees con 95 victorias los sorprendieran en la SCLA. Los Diamondbacks lograron 92 victorias, pero se apoyaron en sus dos caballos en la postemporada.

Momento clave/juego: El elevado corto de Luis González ante Mariano Rivera que coronó el ramillete de dos carreras que evitó que los Yankees ganaran su cuarta corona de Serie Mundial consecutiva, pero no olvidemos que Mark Grace fue quien inició el ramillete con un sencillo para abrir la entrada.

22. Atléticos de Oakland: Vencieron a los Dodgers en la Serie Mundial de 1974

Los Atléticos tienen nueve Series Mundiales en su historia contando las conseguidas en sus días en Filadelfia, aunque ninguna de ellas cumple con los estándares de una gran sorpresa. Esta si tuvo como protagonista un diferencial de carreras importante, ya que los Atléticos llegaron con 90 victorias mientras los Dodgers habían logrado 102. Los Atléticos lucieron muy por debajo de lo que indicaba su record Pitegoreano (97-65) y, oh, además eran los dos veces campeones defensores. Pero ganaron su tercer cetro en fila con una victoria en cinco partidos.

Momento clave/juego: Ken Holtzman conectó cuadrangular y lanzó 7T fuertes entradas para ganar el Juego 4.

21. Yankees de Nueva York: Vencieron a los Bravos en la Serie Mundial de 1996

Antes de la dinastía, estuvieron los valientes Yankees de 1996, una mezcla de estrellas jóvenes en ascenso -- Derek Jeter era novato mientras Mariano Rivera tuvo su temporada de salto al estrellato en el bullpen - y veteranos que habían visto pasar sus mejores días como Wade Boggs, Cecil Fielder y Tim Raines. Los exMets Dwight Gooden y Darryl Strawberry también formaron parte de esto, 10 años después de sus días de gloria en 1986. Esta mezcla extraña en la primera temporada de Joe Torre como manager terminó con marca de 92-70 y entonces vencieron a los Bravos, que llegaron con marca de 96-66, en la Serie Mundial.

Momento clave/juego: Mark Wohlers, te presento a Jim Leyritz.

20. Orioles de Baltimore: Vencieron a los Dodgers en la Serie Mundial de 1966

Cuando eran los St. Louis Browns, esta franquicia era la broma más grande en el béisbol. Tras su mudanza a Baltimore en 1954, eventualmente se convirtió en la franquicia por excelencia en la Liga Americana por un periodo de dos décadas, con apenas una temporada perdedora entre 1963 y 1985. Este fue el primer viaje de Baltimore a la Serie Mundial y los Orioles barrieron a los Dodgers de Sandy Koufax y Don Drysdale de forma impresionante, con blanqueadas en los tres partidos finales. Los tres abridores de Baltimore eran Dave McNally de 23 años, Wally Bunker de 21 y Jim Palmer de 20.

Momento clave/juego: Palmer venció a Koufax 6-0 en el Juego 2 mientras el jardinero central de los Dodgers Willie Davis cometía tres errores en la quinta entrada (dejó caer dos elevados en el sol e hizo un error en tiro) mientras los Orioles tomaban ventaja de 3-0 en la serie.

19. Marineros de Seattle: Vencieron a los Yankees en la SDLA de 1995

Los Yankees estaban en la postemporada por primera vez desde 1981. Los Marineros estaban en ella por primera vez en su historia, tras vencer a los Angelinos en un juego de desempate en la División Oeste. Eso significaba que su as Randy Johnson no estaría listo hasta el Juego 3. Los Marineros perdieron los primeros dos juegos en el Yankee Stadium, Johnson ganó el Juego 3, Edgar Martínez rompió un empate 6-6 en el Juego 4 con un cuadrangular ante el cerrador John Wetteland, y luego volvió a ser el héroe en el Juego 5.

Momento clave/juego: Con Johnson lanzando en relevo, los Yankees anotaron en la parte alta de la entrada 11, pero el doble de dos carreras de Martínez ante Jack McDowell trajo al plato a Ken Griffey Jr. desde la primera base para darle la victoria y dejar tendido al rival.

18. Tigres de Detroit: Vencieron a los Cachorros en la Serie Mundial de 1935

Una explosión del pasado ya que los Tigres con 93 victorias vencieron a los Cachorros con 100 victorias en seis partidos. Fue la primera victoria de Detroit en una Serie Mundial, ya que habían perdido las series de 1907, 1908, 1909 y 1934. Seis semanas después de la victoria, el veterano dueño del equipo Frank Navin sufrió un ataque cardiaco al montarse en un caballo y falleció.

Momento clave/juego: Tommy Bridges lanzó partido completo en el juego decisivo y el sencillo de Goose Goslin trajo al plato al jugador/manager Mickey Cochrane con la carrera que les dio la victoria para dejar tendido al rival.

17. Indios de Cleveland: Vencieron a los Yankees en la SDLA de 1997

Los Indios llegaron a los playoffs en cinco temporadas consecutivas en la década de los 90, pero no todos esos equipos eran considerados poderosos. Esta edición terminó con marca de 86-75 con un diferencial de carreras de más-53 (nadie más en la Central LA terminó por encima de los .500). Los Yankees jugaron para 96-66 con un diferencial de carreras de más-203. Por supuesto, cualquier equipo con Jim Thome, Manny Ramírez, David Justice y Matt Williams en su alineación es capaz de dar una sorpresa. Rayos, incluso Sandy Alomar bateó .324/.354/.545 ese año.

Momento clave/juego: Alomar empató el Juego 4 en la octava entrada con un cuadrangular ante Mariano Rivera y el hit de Omar Vizquel para ganar el partido en la novena ante Ramiro Mendoza y que evadió a Derek Jeter para traer a Marquis Grissom al plato desde la intermedia.

16. Rays de Tampa Bay: Vencieron a los Medias Rojas en la SCLA de 2008

¿Una sorpresa? Quizás no. Después de todo, los Rays ganaron la división con 97 victorias mientras que los Medias Rojas terminaron con 95 triunfos. Aun así, estos eran los Rays - conocidos como los Devil Rays antes del 2008 - y habían perdido 96 juegos en 2007. Y 101 en 2006. Fue una corrida un tanto divertida hacia la postemporada, pero no había manera que ellos pudieran vencer a los campeones defensores de la Serie Mundial. Pero lo lograron en siete juegos.

Momento clave/juego: El novato David Price, con 14 entradas de experiencia en Grandes Ligas, entró en la parte baja de la octava entrada del Juego 7 con ventaja 3-1, las bases llenas y dos outs. Abanicó a J.D. Drew y luego terminó la labor para conseguir su primer salvamento en Grandes Ligas.

15. Astros de Houston: Vencieron a los Cardenales en la SCLN de 2005

Detrás de Jeff Bagwell y Craig Biggio, los Astros tuvieron algunos equipos poderosos al final de la década de los 90 y el 2000. Pero este no fue uno de esos. Bagwell se perdió la mayor parte del año, Biggio estaba en declive y apenas ganaron 89 juegos. Los Cardenales consiguieron 100 victorias por segunda temporada seguida. Sin embargo, los Astros tenían un imponente trío de abridores -- Roger Clemens, Andy Pettitte y Roy Oswalt - quienes terminaron con efectividad por debajo de 3.00 (Clemens terminó con 1.87). Todo el mundo recuerda el batazo de Albert Pujols para ganar el Juego 5, pero Houston ganó la serie en seis juegos.

Momento clave/juego: Oswalt permitió una carrera y tres hits en siete entradas para ganar el Juego 6.

14. Piratas de Pittsburgh: Vencieron a los Yankees en la Serie Mundial de 1960

Esta parece una sorpresa mayor de la que es en realidad, en parte porque los Yankees ganaron partidos con anotaciones de 16-3, 10-0 y 12-0. Los Piratas terminaron con marca de 95-59 mientras los Yankees jugaron para 97-57 y los Piratas tuvieron el mejor diferencial de carreras. Aun así, estos eran los Yankees de Mickey Mantle y Yogi Berra y Whitey Ford y los Piratas, que fueron perdedores perennes durante gran parte de la década de los 50, habían ganado su primer banderín desde 1927. La derrota le costó a Casey Stengel su trabajo como manager de los Yankees.

Momento clave/juego: Bill Mazeroski ganó el dramático Juego 7 con un cuadrangular para dejar tendido al rival y darle a los Piratas la victoria 10-9 en lo que muchos consideran el mejor juego jamás disputado.

13. Cardenales de San Luis: Vencieron a los Filis en la SDLN de 2011

Los campeones de la Serie Mundial 2006 solo ganaron 83 juegos, así que podemos seleccionar su victoria en la SCLN ante los Mets con 97 victorias, o su triunfo en la Serie Mundial sobre los Tigres con 95 victorias, pero yo seleccioné su sorpresa sobre los Filis. Los Filis eran una de las potencias de ese momento, con 102 victorias y una de las mejores rotaciones de todos los tiempos. Los Cardenales habían logrado 90 victorias, alcanzando la postemporada en el último día de la campaña regular.

Momento clave/juego: Chris Carpenter venció a Roy Halladay 1-0 en el Juego 5 con un juego completo de apenas tres hits. Los Cardenales terminaron ganando la Serie Mundial.

12. Marlins de Florida: Vencieron a los Yankees en la Serie Mundial de 2003

Los Marlins nunca han terminado en primer lugar, y comoquiera tienen dos cetros de Serie Mundial - nunca han perdido una serie de postemporada. El béisbol es extraño e injusto, alegre y horrible. ¿Cuál fue la sorpresa más grande? ¿Los Marlins de 1997 con 92 victorias venciendo a los Bravos con 101 victoria en la SCLN o los Marlins de 2003 con 91 triunfos venciendo a los Yankees con 101 victorias en la Serie Mundial? Yo le doy la ventaja a la sorpresa en la Serie Mundial.

Momento clave/juego: Los Marlins ganaron el Juego 4 gracias al cuadrangular de Alex González para dejar tendido al rival en la entrada 12 ante Jeff Weaver -- Mariano Rivera nunca entró al partido - pero esta Serie Mundial es recordada por la blanqueada de cinco hits lanzada por Josh Beckett en el Juego 6 con tres días de descanso.

11. Filis de Filadelfia: Vencieron a los Bravos en la SCLN de 1993

Los Filis del 93 eran un grupo de locos que vivía duro y les gustaba la diversión. Por un año, fueron un equipo legítimamente grande - el 1993 fue la única temporada ganadora de la franquicia entre 1987 y 2000 - pero nadie esperaba verlos vencer a los Bravos con 104 victorias en la SCLN. Los Bravos, quizás agotados por una cruenta contienda divisional con los Gigantes, se llevaron dos de los primeros tres juegos antes que los Filis ganaron los últimos tres.

Momento clave/juego: En el Juego 5, los Filis tomaron ventaja de 3-0 detrás de Curt Schilling al llegar a la baja de la novena. Luego de un boleto y un error, entró en relevo Mitch Williams y lo próximo que supimos era que el partido se había empatado. Se puede llamar un presagio. Sin embargo, Lenny Dykstra rescató el día con un cuadrangular ante Mark Wohlers en la 10ª entrada.

10. Padres de San Diego: Vencieron a los Bravos en la SCLN de 1998

Los Padres ganaron 98 juegos, aunque con un record Pitagoreano de 93-69, y luego vencieron a los Astros con 102 victorias en la SDLN y los Bravos con 106 triunfos en la SCLN. En el camino ellos vencieron dos veces a Randy Johnson, a Tom Glavine dos veces, y una a Greg Maddux, antes de perder ante los Yankees en la Serie Mundial. Probablemente este fue el mejor de todos aquellos grandiosos equipos de los Bravos de esta era, ya que tuvieron cinco abridores con más de 16 victorias cada uno y cuatro toleteros con más de 30 cuadrangulares. Ellos superaron a sus rivales por 245 carreras. Pero entonces chocaron contra Sterling Hitchcock.

Momento clave/juego: Hitchcock venció a Maddux en el Juego 3 y entonces a Glavine en el Juego 6 (con cinco entradas en blanco).

9. Rojos de Cincinnati: Vencieron a los A's en la Serie Mundial de 1990

Eran los 'Nasty Boys' versus los 'Bash Brothers', el máximo choque de poder contra poder. Los Atléticos eran grandes favoritos, en búsqueda de su segundo título seguido tras ganar 103 partidos - 12 más que los Rojos. Pero los Rojos no dejaron espacio para nada. Y mayormente, fue todo gracias a José Rijo. Permitió una carrera en 15 1/3 entradas al ganar los Juegos 1 y 4.

Momento clave/juego: En la parte baja de la 10ª entrada del Juego 2, el poco utilizado utility Billy Bates - había tenido solo cinco apariciones en el plato con los Rojos y bateaba .088 en la temporada (3-en-34) - llegó a base con un rodado en el cuadro ante Dennis Eckersley y luego anotó la carrera de la victoria. Fue la última aparición del jugador en su corta carrera en Grandes Ligas.

8. Bravos de Boston: Vencieron a los Atléticos en la Serie Mundial de 1914

Considerando todas las veces que los Bravos de Atlanta han sido sorprendidos en la postemporada (¡ver arriba!), no es una sorpresa que usemos a los Bravos de Boston para entonces su propia sorpresa. Los milagrosos Bravos estaban en último lugar al 18 de julio - octavos entre ocho equipos - pero jugaron para 31-8 en septiembre/octubre para ganar el banderín de la LN. En la Serie Mundial, ellos barrieron a los Atléticos de Connie Mack, quienes habían ganado en 1910, 1911 y 1913. Mack, desilusionado por la derrota y encarando problemas financieros, desmanteló el equipo luego de la derrota.

Momento clave/juego: En el Juego 3, los A's tomaron ventaja con dos carreras en la 10ª. Sin embargo, los Bravos lo empataron con una carrera gracias al cuadrangular del receptor Hank Gowdy - en ese momento los jonrones eran escasos - y entonces ganaron en 12 entradas.

7. Reales de Kansas City: Vencieron a los Cardenales en la Serie Mundial de 1985

La postemporada de 2014 y 2015 fueron de alegría trascendente, pero esta fue la mayor sorpresa de todas. Este equipo tenía a George Brett en su pico y el ganador del Cy Young de 21 años Bret Saberhagen, pero era un equipo de 91 victorias y no era tan bueno como algunos de los equipos de los Reales de años atrás que habían fallado en ganar una Serie Mundial. Los Cardenales habían ganado 101 juegos.

Momento clave/juego: Los Cardenales tenían ventaja 1-0 en la baja de la novena del Juego 6, a tres outs del título. Jorge Orta conectó un rodado por la primera base, y el lanzador Todd Worrell salió a cubrir para el out. Excepto que el oficial Don Denkinger falló la jugada. Los Cardenales se autodestruyeron desde ese momento en adelante con un elevado de foul que no pudieron atrapar y un passed ball y los Reales anotaron dos veces y luego ganaron el Juego 7 detrás de la blanqueada de Saberhagen con marcador de 11-0.

6. Mellizos de Minnesota: Vencieron a los Cardenales en la Serie Mundial de 1987

Uno de los peores campeones de Serie Mundial de todos los tiempos, los Mellizos ganaron 85 partidos y fueron superados por 20 anotaciones. Si hicieron una cosa bien: Ganaron en el Metrodome. Ellos jugaron para 56-25 en casa y 29-52 como visitantes, pero gracias a las peculiaridades de un calendario preestablecido tuvieron ventaja de local tanto en la SCLA como en la Serie Mundial. Jugaron para 6-0 en casa. Larga vida al Homer Hankie. Los Cardenales habían jugado de 95-67, aunque Jack Clark, su mejor bateador (.286/.459/.597, 35 jonrones), se perdió la serie y Terry Pendleton jugó tres de los siete juegos.

Momento clave/juego: El grand slam de Kent Hrbek abrió el Juego 6 y lo envió al Juego 7, el que ganaron los Mellizos gracias a Frank Viola.

5. Gigantes de Nueva York: Vencieron a los Indios en la Serie Mundial de 1954

Los Gigantes tenían al JMV de la LN Willie Mays, al ganador de 21 juegos Johnny Antonelli y a los ases del bullpen Hoyt Wilhelm y Marv Grissom y jugaron para 97-57 - y comoquiera esta fue una gran sorpresa. Esto debido a que los Indios habían ganado 111 juegos, en ese momento un record para la Liga Americana, detrás de la estelar rotación de Early Wynn, Bob Lemon, Mike García y un todavía efectivo Bob Feller. Larry Doby lideró la LA en jonrones y remolcadas. Y entonces los Gigantes barrieron la serie.

Momento clave/juego: La famosa atrapada de Mays llegó en la octava entrada del Juego 1, conservando el empate 2-2, y los Gigantes eventualmente ganaron en 10 entradas gracias al cuadrangular de tres carreras como emergente de Dusty Rhodes para dejar tendido al rival.

4. Medias Blancas de Chicago: Vencieron a los Cachorros en la Serie Mundial de 1906

Si tu apodo es "The Hitless Wonders (Las Maravillas que No Batean)", probablemente califique como una sorpresa. De hecho, esto podría considerarse como la mayor sorpresa en la historia de la postemporada ya que los Medias Blancas jugaron para 93-58 y los Cachorros jugaron para 116-36. Si a ustedes les gusta el béisbol de 1906 y quieren poner esta en la cima de su lista, adelante. De todos modos, los Medias Blancas batearon .230 ese año, el peor de la Liga Americana. Sin embargo, los Medias Blancas usaron el método de Moneyball 95 años antes del verdadero "Moneyball", al liderar la liga en boletos y terminando terceros en carreras anotadas. Además tuvieron un cuerpo de lanzadores que permitió la menor cantidad de carreras en la liga, liderados por el experto en la bola ensalivada Ed Walsh, quien logró 10 blanqueadas ese año.

Momento clave/juego: Walsh lanzó una blanqueada de dos hits y 12 ponches en el Juego 3. Los Medias Blancas ganaron en seis juegos con Jiggs Donahue remolcando tres ante Three Finger Brown en el juego decisivo. Nunca dejen pasar la oportunidad de escribir "Jiggs Donahue."

3. Medias Rojas de Boston: Vencieron a los Yankees en la SCLA de 2004

Se puede discutir que esta califica como la mayor sorpresa de la historia, no solo por el historial entre ambas franquicias, sino por el hecho de que los Medias Rojas se convirtieron en el único equipo en la historia en recuperarse de un déficit 0-3 en una serie postemporada. En realidad, ambos equipos estaban muy parejos: los Yankees ganaron 101 partidos, los Medias Rojas 98 y en realidad los Medias Rojas tuvieron un mejor diferencial de carreras (más-180 a más-89). Así que ¡quizás ni siquiera se podría considerar una sorpresa!

Momento clave/juego: Dave Roberts se roba la segunda base y pone todo en movimiento.

2. Dodgers de Los Angeles: Vencieron a los Atléticos en la Serie Mundial de 1988

Los Dodgers tuvieron dos jugadores que conectaron más de 10 cuadrangulares y uno de ellos solo tuvo un turno al bate en la Serie Mundial (y que clase de turno). Su tercer bateador en la Serie Mundial conectó un cuadrangular en toda la temporada. Su segundo bateador promedió .223 con OBP de .288. Su antesalista tuvo OBP de .268. Su torpedero bateó .199. Los Atléticos habían ganado 104 juegos, y los Dodgers 94. Esto se trató de la heroicidad de Kirk Gibson y Orel Hershiser cargando a un equipo sobre su espalda y un recordatorio que absolutamente cualquier cosa puede ocurrir en una serie corta.

Momento clave/juego: Como dijo Vin Scully, "Y miren quien viene a batear".

1. Mets de Nueva York: Vencieron a los Orioles en la Serie Mundial de 1969

En un nivel, quizás esto sea sobrevalorado como la mayor sorpresa. Después de todo, los Mets ganaron 100 juegos. Pero por otro lado, los Orioles ganaron 109, así que había una gran diferencia en la columna de victorias. Los Mets también superaron su record Pitagoreano por ocho victorias, así que se podría argumentar que su verdadero nivel de talento no era realmente el de un equipo de 100 victorias. Puntualmente, ellos ganaron apenas 83 partidos la temporada siguiente. Lo que hace a los Milagrosos Mets el mejor milagro en la historia de la postemporada es la historia de fondo. Ellos jugaron para 73-89 en 1968, lo que era el mejor -- ¡por 12 victorias! - en la corta historia de la franquicia. Era un equipo extremadamente joven. Hasta que consiguieron vía cambio a Donn Clendenon, el titular de posición más viejo tenía 26 años. Los primeros cuatro abridores tenían 26 años o menos. Ellos salieron de la nada y vencieron a unos poderosos Orioles en cinco juegos.

Momento clave/juego: Muchos momentos locos y grandes atrapadas a lo largo de la serie, pero la joya fue la victoria de Tom Seaver 2-1 en el Juego 4 cuando lanzó las 10 entradas.

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Aficionados y Fanáticos al "Rey de los Deportes": El equipo que había sido protagonista, el que había dominado la primera mitad de esta década, el que se había llevado todos los elogios por el gran trabajo y por la consistencia que había demostrado, terminó el 2017 con 98 derrotas y a 40 juegos de distancia del líder de su división.

Los Gigantes no pueden permitirse temporadas consecutivas tan malas y por eso tuvieron que sacar la chequera para reforzar lo que fue una de las peores ofensivas de las Grandes Ligas el año pasado. San Francisco conectó 128 jonrones en el 2017, la marca más baja entre los 30 equipos de las mayores, anotaron 639 carreras (lugar 29), robaron 76 bases (20) y su bateo colectivo de .249 fue el 19o. en todo el béisbol ligamayorista.

Para dejar atrás esa campaña tan pobre, hicieron algo que no se ve con frecuencia en ningún deporte organizado: se llevaron a los mejores peloteros de dos equipos: Evan Longoria, el símbolo histórico de los Rays de Tampa Bay, y Andrew McCutchen, el otrora consentido de los Piratas de Pittsburgh en la década reciente.

Longoria conectó 20 para la calle con 86 remolcadas el año pasado; McCutchen 28 cuadrangulares y 88 producidas, números que, de ser similares, serán muy bien recibidos este año en San Francisco. La columna vertebral del equipo se mantiene con Buster Posey, Brandon Crawford y Joe Panik, en los jardines regresa un Hunter Pence repotenciado, por lo que la ofensiva debe mejorar mucho en el 2018.

La rotación contará, ahora sí, con Madison Bumgarner, a quien seguramente no se le ocurrirá practicar deportes extremos en plena temporada, además de Johnny Cueto, Jeff Samardzija, Chris Stratton y Tyler Beede, que ciertamente no es una rotación de la calidad de la que tuvieron los Gigantes en sus años de Serie Mundial, pero puede llegar a meterlos a la pelea.

Rick Scuteri/USA TODAY SportsEvan Longoria es uno de los grandes refuerzos de San Francisco para la temporada 2018.
El otro grave problema es el bullpen. Desde la mitad de la temporada 2016, los relevistas de San Francisco han sido los peores de las Grandes Ligas. Antes de la temporada anterior se llevaron a Mark Melancon, a quien le dieron 60 millones de dólares por 4 años para estabilizar el bullpen que se caía a pedazos. Pero Melancon no fue la solución. Salvó solo 11 juegos, terminando con 4.50 de efectividad en un año lleno de lesiones. La directiva trajo a Sam Dyson de los Rangers y aunque pudo estabilizar el bullpen, era ya demasiado tarde.

Lejos de hacer movimientos, los Gigantes confían en que con Melancon ya bien físicamente hablando, Sam Dyson, ese grupo inconsistente de relevo intermedio que incluye a Derek Law, Ty Blach, Will Smith y Hunter Strickland, puedan llevarle los juegos a su combinación de octava y novena entradas.

El equipo ha mejorado mucho. La directiva tomó cartas en el asunto. Es difícil pensar que un conjunto que terminó a 40 juegos el año anterior, pueda reponerse para pelear por la postemporada, pero después de todo, en San Francisco ya suena esa frase que ha sido tan común en esta década: "es año par".

¡No hay nada mejor!

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