MILWAUKEE -- Lo que parecía un partido de un solo lado terminó con un dramático ponche a uno de los bateadores más productivos de la postemporada para dejar el empate varado en tercera base en la novena entrada.

El primer encuentro de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional del 2018 dejó buenas y malas noticias para los Cerveceros de Milwaukee y los Dodgers de Los Ángeles.

Buena noticia para Milwaukee, que ganó 6-5 ante 43,615 en el Miller Park: Desde que la final del viejo circuito se agrandó hasta un máximo de cinco a siete partidos hace 32 años, los equipos que ganaron el primer partido tienen foja de 23-9 (.719) en las series. Milwaukee que ganó la Serie de Campeonato de la Liga Americana en 1982, pero que no disputaba ninguna desde que se mudó a la Liga Nacional, tiene 2-2 cuando golpea primero en un playoff.

Mala noticia para los Dodgers: En 18 de los anteriores 19 playoffs en que participaron los Dodgers, el ganador del primer juego terminó llevándose la serie. La única excepción fue la Serie Mundial del año pasado, en la que Los Ángeles ganó el juego 1, pero fueron los Astros de Houston que celebraron al final. Peor aún, el último club que avanzó al Clásico de Otoño, pese a perder en el primer choque, fueron los Gigantes de San Francisco en el 2012.

Buena noticia para Milwaukee: Los Cerveceros han ganado 12 encuentros consecutivos, incluyendo los primeros cuatro de la postemporada. La última derrota de Milwaukee ocurrió el 22 de septiembre, hace exactamente tres semanas.

Mala noticia para Milwaukee: Su hermético bullpen, que lideró las Ligas Mayores en efectividad (2.03) en septiembre y mejoró a 1.17 en las Series Divisionales, fue bateado por los Dodgers, que anotaron cuatro carreras en las últimas dos entradas y dejaron las carreras del empate en circulación en el octavo y noveno actos.

Clayton Kershaw seca sudor (Dodgers Los Angeles)
AP Photo/Matt Slocum

Los relevistas de Milwaukee tenían 14.1 entradas sin permitir carreras hasta que Manny Machado bateó un sencillo que impulsó dos vueltas en el octavo. La marca de la franquicia es de 16.0 innings en el 2008. Un jonrón de Machado en el segundo inning terminó una racha de 20 episodios sin carreras para el staff completo de lanzadores de los Cerveceros, la mejor de la franquicia y la segunda mejor de MLB desde que los Dodgers pusieran una de 21 entradas en el 2016.

Mala noticia para Dodgers y Yasmani Grandal: De acuerdo a Elías Sports Bureau, Los Ángeles es el primer equipo de todos los tiempos con cuatro errores y dos pasbol en un juego de postemporada. El receptor cubano Grandal se convirtió en el primer defensor de la posición dos con dos errores y dos pasbol en un choque de playoffs. De hecho, Cameron Rupp en el 2017 y Pat Borders en 1999 son los únicos catchers con juegos parecidos en serie regular en los últimos 20 años.

Buena noticia para Milwaukee: El 3B Mike Moustakas extendió su racha de juegos con hit en postemporada a 10, comenzando desde el sexto juego de la Serie de Campeonato de la Liga Americana del 2015.

El jardinero Lorenzo Cain tuvo tres hits el viernes, para unirse a Mark Brouhard (juego 4 Serie Campeonato de Liga Americana de 1982 contra California) y Corey Hart (juego 5 de Serie Campeonato Liga Nacional del 2011) en hacerlo para la franquicia de Milwaukee en finales de ligas.

Buena noticia para Dodgers: El dominicano Machado tiene tres jonrones en los primeros cinco juegos de los Dodgers esta postemporada, el cuarto en la historia de la franquicia. Los otros fueron Manny Ramírez (2008), Davey Lopez (1978), Steve Garvey (1978) y Duke Snyder (1955).

Machado, quien será agente libre al final de la temporada, tiene cinco hits, pero cuatro son extravases, con nueve carreras impulsadas, en la postemporada.

Mala noticia para Dodgers: El estelar zurdo Clayton Kershaw volvió a tener una de esas pobres actuaciones de postemporada que han afectado su legado. Kershaw permitió seis hits y cinco carreras (cuatro limpias) en tres entradas, su estadía más corta en un choque de playoffs, donde ahora tiene foja general de 8-8 en 25 apariciones y ha permitido cinco o más carreras en siete de sus últimas 20 salidas.

Buena noticia para Dodgers: En el juego 2, el sábado, el zurdo coreano Hyun-Jin Ryu enfrentará al norteamericano Wade Miley. Ryu terminó la temporada a todo vapor, logrando efectividad de 1.50 en cinco salidas en septiembre, antes de blanquear a los Bravos de Atlanta en siete entradas durante las Series Divisionales.

En su carrera, Ryu tiene 2-0 y efectividad de 1.96 en postemporada. Desde que regresó de la lista de lesionados el 15 de agosto (ingle) permitió 11 carreras limpias en 52.2 entradas (1.83 de efectividad).

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NUEVA YORK -- Los Medias Rojas de Boston avanzaron a la final de la Liga Americana por primera vez en las últimas seis temporadas y una gran cuota debe ir a la cuenta personal del manager puertorriqueño Alex Cora, quien sencillamente superó a su colega, el también novato, Aaron Boone.

Las movidas riesgosas y controversiales de Cora fueron decisivas en el triunfo de los Medias Rojas en cuatro partidos ante los Yankees de Nueva York en la Serie Divisional del joven circuito, en tanto que una indecisión de Boone en el tercer choque con su abridor Luis Severino quedará como una mancha para el joven estratega de Nueva York.

Con el apretado resultado 4-3 del martes ante 49,641 en el Bronx, Boston derrotó por séptima vez en los últimos ocho encuentros de postemporada a los Yankees y por cuarto choque seguido en Yankee Stadium para ganar las últimas dos series entre los grandes rivales (también en el 2004), después caer en las primeras dos, en 1999 y 2003.

''Mucha gente se rindió con nosotros después de perder el Juego 2, y aparecimos ayer, hicimos un trabajo excelente y esta noche hicimos un plan detallado'', dijo Cora, después del encuentro del martes. ''Rick fue excepcional. Y luego el bullpen hizo un excelente trabajo al final, aunque Craig no fue el habitual Craig Kimbrel, pero tuvo tres outs y cerró el juego'', agregó.

''Se mantienen enfocados en el momento. Juegan de la manera correcta, corren bien las bases, juegan una buena defensa. Ayer fue Brock Holt y los zurdos. Hoy fueron Ian Kinsler y Eduardo Núñez y Christian Vázquez. Tenemos un gran equipo. Somos muy versátiles. Contamos con todos, y fue una gran victoria de equipo'', dijo Cora.

Alex Cora manager (Medias Rojas Boston)
AP Photo/Bill Kostroun

El pitcheo de Boston detuvo a los bateadores de Nueva York en un promedio de .214 en la serie y no le dejó sacar la pelota del parque al equipo más poderoso de la historia en una temporada (los Yankees impusieron un récord de jonrones con 265 este año) en uno de los estadios más favorables al batazo largo.

Nada de eso fue producto de la casualidad y por supuesto tuvo mucho que ver con el desempeño de los jugadores, pero también con la estrategia del cuerpo técnico de los Medias Rojas.

Cora, quien condujo a Boston a 108 triunfos (marca de la franquicia) en la temporada regular, logró superar la maldición de la primera ronda que frenó las aspiraciones del club en las dos campañas anteriores, cuando conquistó el banderín de la División Este bajo el mando de John Farrell. En 1961, Ralph Houk guió a los Yankees a un récord de 109-53 en su primera temporada en las Ligas Mayores.

Cora estuvo acertado en casi todas sus decisiones importantes y hasta adivinó un vaticinio. Veamos:

Trajo a Rick Porcello, su abridor del juego 3, en relevo para retirar a los dominicanos Miguel Andújar y Gary Sánchez en la octava entrada del juego 1. El desempeño de Porcello permitió que el cerrador Craig Kimbrel entrara a buscar un salvamento de cuatro outs, que finalmente convirtió, para que Boston picara adelante en la serie.

Luego de perder el juego 2, Cora adelantó a Nathan Eovaldi para abrir en el juego 3 y dar un día extra descanso a Porcello. Eovaldi lanzó una joya monticular para mejorar su efectividad contra los Yankees a 0.39 en cinco salidas en la temporada y dirigir una paliza de Boston 16-1. En ese encuentro, Severino había permitido tres carreras en tres entradas e inexplicablemente, Boone lo mandó al box en el cuarto, cuando Boston anotó siete carreras para sentenciar el choque y, quizás, toda la serie.

Cora comenzó el juego 3 con el utility a Brock Holt en 2B en lugar de Kinsler y Holt respondió convirtiéndose en el primer jugador en la historia de postemporada en batear para el ciclo. Ese día, también insertó en la alineación al 3B dominicano Rafael Devers, quien bateó de 5-2 con dos anotadas y una impulsada, y el receptor Vázquez, quien se fue de 5-2 con dos impulsadas, incluyendo la primera carrera del partido.

Para el juego 4, el piloto boricua dejó sentado al hombre del ciclo (Holt) y regresó a Kinsler, quien metió un doble clave, impulsó y anotó, en el rally del tercer inning contra Sabathia en el juego decisivo. También regresó a juego a Núñez sobre su compatriota Devers y mantuvo en la alineación titular a Vázquez para recibirle a Porcello por primera vez en la temporada. Núñez bateó de 4-2 y Vázquez, además del buen trabajo defensivo, bateó su primer jonrón desde el 26 de junio y el primero de su carrera en playoffs.

''Yo estoy aquí para aportar cuando me use el manager'', dijo Vázquez, quien fue dejado en la banca en los dos primeros encuentros. ''Sentí que el dirigente me ofreció una tremenda confianza al dejarme recibirle a Porcello'', agregó.

''Estamos demostrando que podemos jugar, que podemos ser campeones mundiales. Me siento con suerte y bendecido por Dios por estar en este equipo. Gracias a Alex por darme la oportunidad, confiar en mí en el momento más importante y me siento bien de ni hacerlo quedar mal'', dijo Núñez, quien defendió la tercera base en tres de los cuatro partidos de la serie contra los Yankees, el equipo con el cual alcanzó las ligas mayores.

Y para rematar con sus movimientos de ajedrecista, ganando 4-1 en la octava entrada del choque del martes, Cora trajo a relevar al estelar zurdo Chris Sale, quien ganó el primer juego y estaba programado para abrir en un potencial quinto encuentro el próximo jueves en el Fenway Park.

Sale, quien fue limitado a pocas entradas en los últimos dos meses de la temporada regular por inflamación en el hombro, solamente necesitó 13 lanzamientos para retirar a los tres bateadores que enfrentó y dejar el escenario al cerrador Kimbrel en el noveno.

''Él lleva tres días hablando de eso. En el séptimo inning, nos juntamos, [los coaches] Dana [], Ron [] y yo. Ya hablamos con el personal de preparación física sobre si estaba bien para lanzar. Estaba en el bullpen, pero era como su día. Todos estaban a bordo. Incluso le gritó al dugout: Hey, todos estamos disponibles. Entonces entra'', dijo Cora.

''Hizo un excelente trabajo, le pasó la batuta a Craig y cerramos el trato'', apuntó.

''Me siento muy orgulloso. Muy orgulloso. Se necesitaron 26 hombres para ganar esta serie. Steven Wright se lastima a las 4:00 pm antes del juego 1. Tenemos que ir por Heath Hembree, quien hizo un excelente trabajo a lo largo de la serie. Como dije, ayer fueron Brock, Devers y Christian. Hoy tenemos que emparejarnos con CC, e Ian viene con un pequeño golpe, Núñez hizo un excelente trabajo ofensiva y defensivamente, Christian también hizo un buen trabajo'', dijo.

''Como he estado diciendo todo el tiempo, somos un equipo completo y contamos con todos para ganar partidos. Los dos últimos juegos, si lo piensas, fueron divertidos de ver'', apuntó el capataz.

Cora estuvo tan acertado con sus planes y movimientos, que bien pudo jugar la Loto de Nueva York y guardar el ticket para el sábado, cuando comenzará la Serie de Campeonato contra Houston, con los que ganó un anillo de campeón en su debut como coach de Grandes Ligas el año pasado.

El lunes, antes del primer encuentro en el Bronx, con la serie empatada 1-1, a Cora le preguntaron sobre qué tipo de actuación esperaba de Eovaldi, un pitcher que Boston adquirió desde los Rays de Tampa Bay a mediado de temporada y quien nunca había laborado en un juego de postemporada: ''Siete entradas, dos hits, una carrera'', respondió Cora.

Eovaldi lanzó siete entradas con de cinco hits y una carrera. Así de acertado estuvo Cora con sus ejecutorias.

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Los cambios funcionaron para Cora

FECHA
09/10
2018
por Enrique Rojas | ESPN Digital

NUEVA YORK -- Los cambios realizados por el manager Alex Cora funcionaron a la perfección para que los Medias Rojas de Boston se pusieran a un triunfo de avanzar a la Serie de Campeonato de la Liga Americana por primera vez en seis años.

Boston vapuleó 16-1 a los Yankees de Nueva York en su propio feudo para ponerse en ventaja 2-1 en la Serie Divisional pactada al mejor de cinco encuentros. El juego #4 está programado para celebrarse el martes en el Yankee Stadium.

Las 16 carreras anotadas por los Medias Rojas representan el segundo mayor total en 178 partidos de postemporada en su historia, detrás de las 23 que marcaron contra Indios de Cleveland en el juego 4 de las Series Divisionales de 1999. Para los Yankees es la mayor cantidad de vueltas que han permitido a un rival en playoffs, superando las 15 que cedieron ante los Diamondbacks de Arizona en el sexto encuentro de la Serie Mundial del 2001.

Además de nombrar a Nathan Eovaldi en lugar de Porcello para abrir apenas 24 horas antes del juego, Cora también introdujo en su alineación titular al antesalista dominicano Rafael Devers (en lugar del dominicano Eduardo Núñez), al intermedista Brock Holt (por Ian Kinsler) y al receptor puertorriqueño Christian Vázquez (por el venezolano Sandy León) contra el lanzallamas dominicano Luis Severino.

Brock Holt ciclo en SDLA (Medias Rojas Boston)
AP Photo/Julie Jacobson

Eovaldi lanzó siete entradas de una carrera, Holt se convirtió en el primer pelotero de todos los tiempos que batea para el ciclo en playoffs, Devers conectó de 6-2 con dos anotadas y una empujada y Vázquez, además de un gran trabajo detrás del plato, de fue de 6-2 con anotada y empujó la primera carrera del partido.

Los Medias Rojas han ganado 110 partidos oficiales desde abril, pero aún necesitan uno más para conquistar su primera serie desde el 2013, cuando se coronaron campeones de las ligas mayores por tercera vez desde el 2004.

''No sé si fue un mensaje, pero creo que mucha gente como que se rindió con el equipo después [de la derrota del sábado], la serie es 5-3 y sabíamos que estamos enfrentando a uno de los mejores equipos de las Grandes Ligas y es una serie dura'', dijo Cora. ''Desde el primer pitcheo del juego, Mookie Betts hizo un buen swing y como que dejamos saber a todo el mundo que estábamos preparados para el juego'', agregó.

''Los cambios tuvieron mucho que ver con el rival que enfrentábamos. Luis Severino es uno de los mejores lanzadores de las Grandes Ligas, es excepcional contra bateadores zurdos y pensamos que era la mejor alineación para atacarlo. 'Carita' Devers en su primer turno conectó bien la bola, Holt hizo lo que hizo hoy, primero de la historia en batear para el ciclo, Christian hizo un trabajo excelente detrás del plato, puso la bola en juego'', dijo Cora.

''Esta es una noche que no voy a olvidar por largo tiempo'', dijo Holt, quien conectó jonrón contra el receptor Austin Romine en la novena entrada para completar la escalera y terminar bateando de 6-4 con cinco impulsadas y tres anotadas. Romine es apenas el segundo jugador de posición que lanza en un juego de postemporada. El primero fue Cliff Pennington, de los Azulejos de Toronto, en el juego 4 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana del 2015 contra los Reales de Kansas City.

Eovaldi (1-0), quien tuvo efectividad de 1.93 en cuatro aperturas contra los Yankees en la temporada regular, ponchó cinco bateadores, no otorgó base por bolas y aisló hits para apagar la poderosa ofensiva de los lideres jonroneros de la temporada regular en su debut en postemporada y, al mismo tiempo, silenciar a una de las aficiones más ruidosas del béisbol.

Los Yankees anunciaron que 49,657 pagaron boletas para asistir a La Catedral del Bronx el lunes.

''Siempre he disfrutado lanzar aquí. Se siente como que lo único que importa es el béisbol. Grandes asistencias y una divertida atmósfera de béisbol'', dijo Eovaldi, el séptimo antiguo miembro de los Yankees que abre un partido contra ellos en el Bronx.

Luis Severino removido de loma (Yankees NY)
AP Photo/Frank Franklin II

''Cuando llegas aquí, sabes que el público estará en tu contra. Trato de mantenerlos aislados. Sabes qué si otorgas una base por bolas y te pegan dos hits consecutivos, los fanáticos se meterán de nuevo en el juego y no quieres que eso pase'', dijo Eovaldi, quien tiene 2-0, efectividad de 0.39 (una carrera limpia en 23 entradas) con 18 ponches y tres boletos contra Nueva York desde que fue cambiado a Boston por los Rays de Tampa Bay.

Eovaldi es el primer lanzador de los Medias Rojas con al menos siete episodios en un juego de postemporada desde el que el zurdo Jon Lester laboró 7.2 innings en el quinto choque de la Serie Mundial del 2013 contra los Cardenales de San Luis. Severino (1-1), quien permitió siete hits y seis carreras limpias en un poco más de tres episodios, fue el derrotado en la paliza del lunes, cuando el bullpen del manager Aaron Boone fue destruido con 11 hits, 10 carreras y seis bases por bolas en seis innings.

En total, el pitcheo de los Bombarderos permitió 18 hits y otorgó ocho bases por bolas en una noche negativa que pasará a la historia del orgulloso club.

''No hay más opción que olvidarlo'', dijo Boone. ''La buena noticia es que solamente fue un juego y por más feo que haya sido para nosotros, tenemos que cambiar la página y enfrentar que mañana será resolver o morir'', agregó.

Nueva York nunca tuvo una oportunidad en el partido del lunes. Devers bateó un sencillo a una velocidad de salida de 115.7 millas por hora, el segundo imparable más fuerte de todo el año, se robó segunda base y anotó por hit al cuadro de Vázquez en la segunda entrada.

En el tercero, Betts y Andrew Beninendi pegaron sencillos consecutivos y el bateador designado J.D. Martínez impulsó al primero con elevado de sacrificio al prado izquierdo. Un rodado de Devers remitió al plato a Benintendi para el 3-0.

Los Medias Rojas hicieron saltar del montículo a Severino en el cuarto acto, cuando Holt y Vázquez pegaron sencillos al jardín derecho y Jackie Bradley negoció base por bolas. Boone trajo a Lance Lynn para enfrentar la punta de la alineación bostoniana.

Después que Lynn transfirió a Betts para forzar la cuarta raya, Boone ordenó una formación especial donde el jardinero derecho Judge se movió un poco al jardín central, lo que aprovechó el bateador zurdo Benintendi para meter la pelota por la raya del RF y limpiar las bases para poner el marcador 7-0. El inicialista Steve Pearce impulsó la octava con sencillo y Holt metió triple que completó el abultado rally y empató el récord de carreras en una entrada en postemporada para Boston.

Los Medias Rojas han anotado siete carreras en un episodio en cuatro ocasiones y sus 18 hits se quedaron a tres de los 21 que batearon contra los Yankees en el tercer juego de la Serie de Campeonato de 1999.

''Uno quiere poner su granito de arena y cuando llega la oportunidad, hay que aprovecharla'', dijo Vázquez. ''Es un privilegio estar ahí afuera en una serie tan grande, en Yankee Stadium. Es difícil jugar en el Bronx, contra esa gran fanaticada'', agregó el boricua.

''Es bueno, se nota que estamos en equipo. Cualquier pelotero que está en la banca puede entrar a jugar y se nota que está activo'', dijo Devers.

Boston agregó una carrera en el séptimo, tres en el octavo y dos en el noveno para mejorar su marca general a 10-12 en 22 encuentros de playoffs ante Nueva York.

''Lo de hoy es un juego ganado. Puede ser por una carrera, puede ser por dos, ganar es lo importante, por la cantidad de carreras que sean'', dijo Devers.

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¿Cómo enfrentar el juego 163?

FECHA
25/09
2018
por Jorge Morejón | ESPN Digital

Mientras no se han definido los equipos que disputarán el juego de los comodines de la Liga Nacional el 2 de octubre, los Yankees de Nueva York y los Atléticos de Oakland celebrarán el correspondiente al de la Americana un día después.

Muchos consideran que el también llamado juego 163 no debe tomarse como parte de la postemporada y entienden que los playoffs comienzan realmente con las series divisionales.

Por eso abogan por que el duelo de los wildcards sea de tres encuentros, a ganar dos, por aquello de que "un juego lo gana cualquiera".

Khris Davis
Tim Heitman-USA TODAY SportsEn Oakland o en el Bronx, los Yankees no se escapan de Khris Davis
Pero mientras las cosas sigan como están ahora y entretanto en el viejo circuito aún hay varios equipos con posibilidades de avanzar (Cerveceros de Milwaukee , Cardenales de San Luis, Rockies de Colorado o Dodgers de Los Angeles , en dependencia de quién gana o no el Oeste), enfoquemos la atención en el juego de vida o muerte entre Yankees y Atléticos.

A ciencia cierta, todavía no está claro si el escenario será el Yankee Stadium o el Oakland Coliseum. Los Mulos tienen una ventaja de juego y medio, pero dado el complicado final de calendario que tienen, ante los increíbles Rays de Tampa Bay y sus archirrivales Medias Rojas de Boston , es perfectamente factible que las cosas cambien de la noche a la mañana.

Los Atléticos, por su parte, tienen una última semana menos difícil, con series ante los eliminados Marineros de Seattle y Angelinos de Los Angeles.

Pero sea donde sea, habrá que encararlo con la filosofía de que no hay mañana.

El juego de los comodines es una especie de séptimo juego adelantado de la Serie Mundial e incluso, más difícil, porque apenas hay descanso entre el último día de la temporada regular y la fecha de la muerte súbita.

Todo el esfuerzo a lo largo de seis meses se pone a prueba en nueve episodios, quizás algunos más si hay entradas extra.

Y como, tanto Yankees, como Atléticos, tendrán que jugárselo el todo por el todo hasta el domingo 30 de septiembre en busca de ganar la ventaja de la sede, ninguno podrá acomodar demasiado a sus lanzadores para guardar deliberadamente a uno de ellos para el partido en cuestión.

A menos que un manager se resigne de antemano actuar como visitante y prefiera salir a morirse con todas sus armas en el juego 163.

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Getty Images
Lo único seguro hasta ahora en Grandes Ligas es que Medias Rojas de Boston y Indios de Cleveland ganaron sus divisiones en la Liga Americana y que 13 clubes ya están oficialmente eliminados de las posibilidades de alcanzar la postemporada.

Fuera de eso, hay muchos cabos sueltos entrando al penúltimo fin de semana del calendario regular de la campaña del 2018 en el béisbol mayor de Estados Unidos.

En uno de sus torneos menos competido de la historia, la Liga Americana ya tiene dos monarcas divisionales y otros tres potenciales invitados a los playoffs que arrancarán en la primera semana de octubre. Boston (104-49) y Cleveland (85-67) ganaron las divisiones Este y Central, respectivamente, por tercer año consecutivo, y Boston virtualmente garantizó terminar con el mejor récord de MLB y la ventaja de la casa para todas las series que disputen.

En el Oeste, los campeones Astros de Houston (95-57) superan por 3.5 juegos a los Atléticos de Oakland (92-61) y tienen el número mágico en dos para asegurar al menos un puesto comodín a la postemporada. Houston intenta conquistar banderines divisionales consecutivos por primera vez desde que se mudó de la Liga Nacional a la Liga Americana en el 2013. Los Astros ganaron tres años seguidos la Central del viejo circuito de 1997 a 1999.

Los Yankees de Nueva York (93-59) tienen ventaja de 1.5 juegos sobre Oakland en la batalla por el primer comodín y la ventaja de la casa para el juego de muerte súbita del miércoles 3 de octubre. En caso de que Nueva York y Oakland terminaran empatados en el primer comodín, con ambos clasificados, los Yankees serían locales en el choque de Wild Cards debido a su mejor récord intradivisional, que es el segundo criterio para desenredar empates.

Los sorprendentes Rays de Tampa Bay (85-67) y los Marineros de Seattle (84-58) han tenido buenos desempeños, pero están muy lejos (a 6.5 y 7.5 juegos de Oakland) con tan poco espacio (10 juegos) para maniobrar. En resumen: En el joven circuito es cuestión de tiempo para que Astros, Yankees y Atléticos se unan a Indios y Medias Rojas en el cuadro de postemporada.

En la Liga Nacional es todo lo contrario: Nada está decidido y nueve de 15 equipos siguen en la carrera por llegar a la tierra prometida.

Los que se encuentran en la situación más cómoda son los Bravos de Atlanta (85-68), que tienen ventaja de 6.5 juegos sobre los Filis de Filadelfia (78-74) en la División Este. Los Bravos, que tienen el número mágico en cuatro para atrapar su primer banderín divisional desde el 2013 y el segundo en 13 años, solamente necesitan ganar dos de tres a Filadelfia en el fin de semana, para coronarse.

En la División Central, Cachorros de Chicago (89-63), Cerveceros de Milwaukee (87-66) y Cardenales de San Luis (84-69) pelean el banderín al tiempo que dominan las dos plazas comodines del viejo circuito. Los Cachorros tienen el número mágico en ocho para conquistar la división, pero una cómoda ventaja de siete juegos sobre los Rockies de Colorado en el segundo Wild Card de la liga.

La misión de Milwaukee es acosar a los Cachorros y mantener la ventaja de la casa para el potencial encuentro de comodines. Cerveceros y Cardenales jugarán una serie decisiva entre ellos de lunes a miércoles de la próxima semana en e Busch Stadium, mientras que Cachorros y Cardenales cerrarán la vuelta regular con una serie de tres encuentros en el Wrigley Field.

Tras ser barridos en Dodger Stadium comenzando la semana, Colorado (82-70) se alejó a 2.5 juegos de los Dodgers de Los Angeles (85-68) en la recia batalla por el banderín de la División Oeste, en tanto que los Diamondbacks de Arizona se encuentran a seis de Los Angeles y a cinco de San Luis en el segundo comodín.

Los Dodgers, que tienen el número mágico en ocho para quedarse con su sexto banderín consecutivo, enfrentan a los Padres de San Diego en el fin de semana y luego visitarán a sus acérrimos enemigos Diamondbacks y Gigantes de San Francisco para concluir la temporada regular.

Colorado recibe a Arizona en el fin de semana y terminará la campaña jugando en Filadelfia y Washington, en tanto que los Diamondbacks cerrarán el año en San Diego.

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Entrando al antepunúltimo fin de semana de la serie regular de Grandes Ligas, los cinco puestos a playoffs de la Liga Americana lucen estar prácticamente decididos, contrario a la Liga Nacional, donde hay batallas muy cerradas en todos menos uno, creando las condiciones apropiadas para que se produzcan empates en divisiones o puestos comodines.

En la Americana: Medias Rojas de Boston (101-46) ya clasificó a postemporada y tiene el número mágico en seis para ganar su tercer título consecutivo de la División Este; Indios de Cleveland (82-64) posee la mayor ventaja de un líder divisional (15.0 juegos) y tiene el número mágico en 3 para ganar el centro, mientras que los Astros de Houston (92-54) están muy cerca de garantizar u n puesto comodín y dominan por 3.5 juegos el sector oeste.

Los Yankees de Nueva York (90-56) y Atléticos de Oakland (89-58) batallan ferozmente la ventaja de casa para el partido de comodines, pero no están en real peligro de quedarse fuera de la postemporada. Los Marineros de Seattle (80-66) están a 8.5 juegos del segundo Wild Card.

Getty ImagesIndios de Cleveland (82-64) posee la mayor ventaja de un líder divisional (15.0 juegos) y tiene el número mágico en 3 para ganar el centro.
En la Liga Nacional: Lo único que luce casi decidido es la División Este, donde los Bravos de Atlanta (82-64) dominan por 7.5 juegos a los Filis de Filadelfia (74-71). En el centro, los Cachorros de Chicago superan apena por 1.5 juegos a los Cerveceros de Milwaukee (84-63) y por 4.5 a los Cardenales de San Luis (81-66). En el oeste, los Rockies de Colorado (81-65) van 1.5 arriba de los Dodgers de Los Angeles (80-67) y 4.5 por encima de los Diamondbacks de Arizona (77-70).

Milwaukee y San Luis ocupan las plazas de comodides del viejo circuito, pero Los Angeles, Arizona y Filadelfia están a uno, cuatro y seis juegos. Para poner las cosas más sabrosas, Dodgers y Cardenales juegan una serie de fin de semana, cuyos resultados impactarán las divisiones central y oeste y los comodines.

Con las diferentes modificaciones que ha sufrido el sistema de determinar el campeón de la temporada, la pelota estadounidense se ha visto en la necesidad de hacer variaciones a las reglas de resolver embotellamiento en la tabla de lugares a lo largo de sus más de 140 años de historia.

Al principio todo era muy básico. Entre 1876 y 1900, el equipo que más victorias acumulaba durante la temporada regular era declarado campeón de la Liga Nacional y del béisbol (recordando que las ocho series que se jugaron entre los campeones de la Liga Nacional y la Asociación Americana entre 1884 y 1892 fueron considerados eventos de exhibición).

No fue hasta la creación de la Serie Mundial en 1903, por un título máximo entre los campeones de la Nacional y la nueva Liga Americana (fundada en 1901), que nació oficialmente la postemporada de Grandes Ligas.

Hasta 1968, los dos mejores clubes de cada liga iban directo al clásico de otoño. En 1969 se crearon dos divisiones en cada liga y se agregaron las Series de Campeonato para decidir los dos finalistas. En 1994 emergió la figura del Wild Card (comodín) y se creó una tercera ronda en los playoffs, las Series Divisionales, y en 2012, cuando agregaron un segundo comodín, se estableció el formato actual de cuatro instancias.

Desde entonces, los dos mejores equipos de cada liga que no ganaron sus divisiones, juegan un partido de muerte súbita para determinar el rival del conjunto con el mejor récord de liga en las Series Divisionales. La inclusión del segundo comodín también obligó a que se cambiaran algunas reglas en el sistema de definir empates de temporada regular.

EMPATES DE DOS EN DIVISIÓN O COMODINES

Un partido extra de desempate se juegan cuando dos equipos queden empatados con el mismo récord en una de las tres divisiones o el segundo puesto comodín de la liga. Estos partidos se jugarán el día posterior a la finalización de la temporada, en la casa del club que obtuvo la ventaja de local, que se determina usando una serie de criterios que citaremos más adelante.

Desde la implementación de la figura del comodín en 1994 hasta el final de la temporada del 2011, se implementó una regla diferente. Dos equipos empatados para una división no jugaron un desempate si sus récords eran mejores que todos los ganadores fuera de su división en su liga. Básicamente, si dos estaban empatados en la división y como sea estaban clasificados a los playoffs, se usaban varias consideraciones cuál era campeón divisional y cual era comodín. Punto y bolita.

Sin embargo, con la adopción de un segundo puesto de comodín y un juego entre comodines desde el 2012, el ganador de la división con el mejor récord de la liga enfrentaría una posible eliminación en el primer día de la postemporada, lo que obligó a variar las reglas.

Con las nuevas reglas de desempate, si dos equipos quedan empatados en la división, tendrán que jugar un partido extra incluso si ambos equipos ya se han clasificado para la postemporada. El equipo que pierde el juego de desempate ahora calificará para un puesto de comodín solo si su récord de temporada regular se encuentra entre los dos mejores récords de la liga que no ganaron una división. Esto quiere decir que empatar en la divisió no garantiza nada, más allá del juego de desempate.

Si ese equipo está empatado en el segundo puesto de comodín, entonces se jugará un segundo juego de desempate. Si el empate es en el primer comodín, no es necesario un juego extra, sino que ambos avanzan y la ventaja de la casa se determina con los criterios de desempate establecidos. Tampoco se necesita un juego extra para definir el mejor récord de la liga entre dos ganadores de división que terminen con la misma foja.

Para determinar cuál equipo tendrá la ventaja de la casa en un partido extra, tanto para desempatar una división y el segundo comodín y la ventaja de la casa como mejor récord de la liga son:

El equipo con ventaja en la serie particular, el equipo con el mejor récord global en juegos intradivisionales, el equipo con el mejor récord global en juegos intraligas, el equipo con el mejor récord en los últimos 81 juegos de la temporada, ignorando los partidos interligas, el equipo con el mejor récord en los últimos 82 partidos de la temporada (siempre que el juego agregado no esté entre los equipos empatados), se extiende hacia atrás hasta que se rompe el empate (los juegos de interliga se omiten e ignoran en este proceso).

JUEGOS DE DESEMPATE

En la historia de Grandes Ligas, en 14 ocasiones se ha necesitado jugar un partido (10 ocurrencias) o una miniserie (cuatro ocurrencias) para resolver empates de de serie regular. El fenómeno se repitió cuatro veces entre el 2007 y el 2013, pero no fue necesario en las cuatro temporadas anteriores.

En 1946, Dodgers y Cardenales debieron chocar en una serie al mejor de tres juegos para decidir el campeón de la Liga Nacional. San Luis ganó en dos choques y avanzó a la Serie Mundial, donde venció a los Boston Red Sox.

En 1948, Cleveland derrotó a Boston en un juego extra para definir el monarca de la Liga Americana y siguió inspirado para vencer a los Bravos de Boston en el clásico de otoño. En 1951, cuando Dodgers y Gigantes de Nueva York empataron en la cima del viejo circuito, se juegó una serie de tres encuentros, que terminó con el famoso jonrón de tres carreras del 3B Bobby Thomson al derecho Ralph Branca en la novena entrada para dejar a los Dodgers en el terreno en el Polo Grounds de Manhattan.

El campeón de la Nacional también se decidió en mini series después de la serie regular en 1959 (Dodgers venció a Milwaukee) y 1962 (Gigantes superó otra vez a Dodgers).

Boston y Nueva York quedaron empatados en la División Este de la Americana con 99-63 en 1978 y se tuvo que jugar un partido extra, que ganaron los Yankees 5-4 en el Fenway Park. Dos años después, Houston y Dodgers empataron en el oeste de la Nacional con 92-70 y en el juego de muerte súbita, los Astros superaron a los Dodgers en Dodger Stadium. En 1995, los Marineros ganaron a Anaheim en un encuentro por desempatar el oeste de la Americana.

Hubo desempates por el puesto comodín en 1998 (Cachorros sobre Gigantes), 1999 (New York Mets sobre Cincinnati Reds), 2007 (Colorado sobre San Diego Padres) y 2013 (Tampa Bay Rays ganó a Texas Rangers), en tanto que la División Central de la Americana necesitó un día extra en 2008 (Medias Blancas de Chicago derrotó a Mellizos de Minnesota) y 2009 (Minnesota doblegó a Tigres de Detroit).

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Getty ImagesA 24 horas para que expire el plazo para realizar cambios vía waivers en las Grandes Ligas, los Yankees adquirieron al jardinero Andrew McCutchen de los Gigantes.
A 24 horas para que expire el plazo para realizar cambios vía waivers en las Grandes Ligas, los Yankees de Nueva York adquirieron al jardinero Andrew McCutchen de los Gigantes de San Francisco.

McCutchen, Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en el 2013, es aún un buen pelotero, aunque a sus casi 32 años parece haber entrado en la curva descendiente de su rendimiento.

En 130 partidos con los Gigantes dejó average de .255, con un promedio de embasamiento de .357 y slugging de .415.

Su cifra de jonrones anda por 15, la menor desde el 2010, con 55 carreras impulsadas.

¿Necesitaban realmente los Yankees añadir a un jardinero más? ¿No hubiera sido preferible reforzar el pitcheo, que ha estado tambaleante en las últimas semanas?

Si Nueva York sumó a McCutchen, eso significa una cosa muy preocupante: que el regreso de Aaron Judge tomará mucho más tiempo de lo imaginado.

El más reciente reporte, publicado el martes 28 de agosto, señalaba que Judge todavía no está listo para hacer swings.

El Juez dijo que el dolor en su muñeca está disminuyendo, pero todavía siente molestias al tacto al intentar algunos movimientos.

Hasta que no haya un progreso adicional, es imposible establecer un calendario para su regreso.

Judge ha estado fuera desde el 26 de julio, cuando recibió un pelotazo que le provocó una pequeña fractura.

¿Qué tal si no estará listo para los playoffs?

Entonces ahí entraría McCutchen en la ecuación, porque es un hombre con experiencia y buenos números en postemporadas, mientras que Shane Robinson, el hombre que el manager Aaron Boone ha estado usando como cuarto jardinero en la ausencia del Juez, no tiene nada que hacer en Grandes Ligas.

Colocar a Robinson en la alineación respondía a la necesidad de darle descanso, al menos a la defensiva, a Giancarlo Stanton, quien ha venido lidiando con problemas en el tendón de la corva de una de sus piernas.

Pero ahora que además de Judge, están fuera Didi Gregorius y Gary Sánchez, el equipo necesita mejorar su ofensiva, para lo cual McCutchen es mejor respuesta que Robinson, bateador de .143 en la temporada y de .221 de por vida.

La llegada de McCutchen significa que por primera vez en la historia de la franquicia, los Yankees suman en una misma temporada a dos MVP de la Liga Nacional, pues anteriormente, durante el invierno, habían adquirido a Stanton, ganador del premio en el 2017, de los Marlins de Miami.

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Getty ImagesLos Yankees pelean por un boleto comodín en la Liga Americana.
¡Caballeros, enciendan sus motores! Por ahí viene septiembre, último mes de la temporada regular en Grandes Ligas, con la promesa de muchas emociones en la lucha por los diez boletos disponibles a la postemporada.

Mientras algunas plazas para la fiesta de octubre parecen aseguradas por completo, hay otras donde la lucha será a brazo partido hasta el último día.

He aquí algunas de las batallas que generan más interés de cara a septiembre.

El Oeste salvaje

Mucho antes de que John Wayne y Bat Masterson impusieran su ley a tiros en las películas de Hollywood, ya el Oeste era violento y salvaje.

Este año no lo es menos y promete emociones hasta el último out del 30 de septiembre.

En la Liga Americana, los Astros perdieron momentáneamente el paso hace dos semanas y los increíbles Atléticos de Oakland se les pegaron e incluso les dieron alcance en algún momento.

Mientras los Marineros de Seattle se alejan cada vez más de la zona de clasificación, la lucha entre Astros y Atléticos, separados por 2.5 juegos, se ve reñida, aunque lamentablemente, ya no quedan partidos entre ambos.

En la Nacional, la guerra es entre tres. De momento, los Diamondbacks de Arizona comandan la división, pero los Rockies de Colorado les respiran en la nuca, a juego y medio, mientras los Dodgers están a dos.

A Arizona le faltan 13 partidos frente a estos dos rivales.

Colorado tiene pendientes 13 ante Diamondbacks y Dodgers de Los Angeles, mientras que a estos últimos les restan también 13 contra Arizona y Colorado. Para alquilar balcones.

Los comodines de la Liga Nacional

Mientras todo apunta a que los Yankees de Nueva York y los Atléticos se llevarán los comodines de la Liga Americana, el panorama luce muy complicado en el viejo circuito.

Ahora mismo, los Cardenales de San Luis son los dueños del primer wildcard, con medio juego de ventaja sobre los Cerveceros de Milwaukee.

Pero detrás de los Cerveceros, a dos juegos, se ubican los Rockies, mientras que los Dodgers están a dos y medio. Igualmente, los Filis de Filadelfia están a tres partidos, lo mismo que del segundo comodín, como del primer lugar de la división Este, que ocupan los Bravos de Atlanta.

La batalla está tan cerrada que cada día hay que chequear los resultados en busca de posibles variaciones.

Son sólo dos boletos disponibles y no hay cama pa´tanta gente, porque basta con que Arizona y Atlanta resbalen y también pasarían a ser aspirantes a los comodines.

El club de las 100 victorias

En el 2017, tres equipos terminaron el calendario regular con más de 100 victorias, en un hecho inédito desde que se establecieron las seis divisiones, tres por cada liga, en el béisbol.

Los Dodgers (104), Indios de Cleveland (102) y Astros de Houston (101) dominaron sus respectivas divisiones de principio a fin para completar este exclusivo trío, que podría repetirse en el 2018, aunque con integrantes diferentes.

Hasta los juegos del jueves 30 de agosto, los Medias Rojas de Boston sumaban 93-42 y llevan una proyección para terminar el año con 111 triunfos, lo cual superaría la mejor marca de la franquicia, que es de 105 y data de 1912, el año en que se inauguró el Fenway Park.

Sus archirrivales Yankees llevaban balance de 84-50, lo que les da una proyección de 102 éxitos. Si lo consiguen, sería la decimonovena vez que los Mulos suman triple dígito en la casilla de los éxitos.

Y los Astros, que entre el 2011 y 2013 sumaron tres campañas en fila con más de un centenar de derrotas, podrían lograr su segundo año seguido con más de 100 triunfos.

Su récord de 82-52 los proyecta para cerrar la temporada regular justamente con 100 victorias.

El club de las 100 derrotas

Ningún equipo perdió 100 juegos el año pasado, pero en el 2018, al menos dos conjuntos deben superar el centenar de fracasos: los Reales de Kansas City y los Orioles de Baltimore.

A un día del inicio del último mes del calendario regular, los Reales sumaban ya 91 perdidos, con 29 partidos por jugar.

La proyección indica que Kansas City terminaría con récord de 52-110.

Más cerca del centenar de derrotas están los Orioles, con 94, a falta de 28 encuentros. De seguir con este paso, Baltimore concluiría con 48-114.

Otros dos conjuntos podrían coquetear con los 100 fracasos: los Padres de San Diego y los Marlins de Miami.

San Diego, antes de los juegos de este jueves, ostentaba balance de 53-83 y su proyección lo llevaría a terminar justo con 62-100.

Por su parte, Miami juega para 53-81 y basta con que entre en una mala racha más profunda de la que ha tenido a lo largo de la campaña, para que sobrepase las 100 derrotas.

Ahora mismo, su pronóstico da un récord final de 64-98.

¿Más ponches que hits?

La posibilidad se vio venir desde que arrancó la temporada, cuando en el mes de abril por primera vez los bateadores se poncharon más veces que los hits conectados.

Hasta los juegos del miércoles 29 de agosto, la tendencia se había revertido ligeramente, pues los bateadores sumaban 33,970 imparables, por 33,674 abanicados.

Pero de que es posible que por primera vez en la historia haya más ponches que cohetes, lo es.

¿Más de 264 jonrones por un equipo?

Los Marineros de 1997 despacharon 264 bambinazos, récord para un equipo en una campaña.

Los Yankees sumaban 218 en 134 juegos, a un promedio de 1.6 bambinazos por encuentro.

Seis bateadores de Nueva York ya superaron la veintena de vuelacercas y con Didi Gregorius, Gary Sánchez y Aaron Judge próximos a regresar de la lista de lesionados, la marca histórica de Seattle estaría temblando.

La proyección ahora mismo es de 261, pero el béisbol no es una ciencia exacta, así que perfectamente los Mulos podrían, o bien superar el récord de Seattle, o enfriarse y quedar por debajo.

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El zurdo Chris Sale y el derecho Max Scherzer han estado al frente de las carreras por el premio Cy Young de ambas ligas mayores desde el inicio de la segunda mitad de la temporada, pero cuando se acerca el inicio del último mes de la temporada, las disputas se han cerrado tanto que aparentemente habrá que recurrir a los sistemas "Photo Finish" o "TV replay" para determinar los ganadores.

De lo que no hay mucha duda es acerca de que el derecho Jacob deGrom, de los Mets de Nueva York, es probablemente el pitcher más valioso del verano, y que eso probablemente no le garantizaría un trofeo de la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA) en noviembre.

Sale, quien solamente ha realizado una apertura en un mes, tiene marca de 12-4, efectividad de 1.97 y 219 ponches en 146 entradas en el 2018. Pese a que ha estado dos veces en la lista de lesionados por asuntos relacionados al hombro, todavía el "Ace" de los Medias Rojas de Boston encabeza a todos sus colegas de la Liga Americana en WAR (6.5 en ESPN/Baseball-Reference y 6.1 en Fangraphs), pero la distancia cada vez es menor.

El derecho Trevor Bauer, de los Indios de Cleveland, (5.6 WAR en ESPN/Baseball-Reference y 5.9 en Fangraphs) le pisa los talones, pese a que no ha podido aportar mucho recientemente por estar en lista de lesionados debido a un golpe que recibió en la pierna derecha el 11 de agosto. Bauer tiene foja de 12-6, efectividad de 2.22 y 214 ponches en 166 innings.

El dominicano Luis Severino, de los Yankees de Nueva York, y el veterano Justin Verlander, de los Astros de Houston, no han aprovechado al máximo el parón laboral de Sale y Bauer, quienes podrían regresar en algún punto después de la primera semana de septiembre.

Severino (4.5 WAR en ESPN/Baseball-Reference y Fangraphs) lidera las Grandes Ligas con 17 triunfos, pero ha dañado sus promedios de dominio en la segunda mitad de la temporada, mientras que Verlander (4.5 WAR en ESPN/Baseball-Reference y 4.6 en Fangraphs) mantiene números excepcionales (13-8, 2.72 y 229 ponches en 175.2 innings) aunque bajó recientemente.

Los que sí han ascendido en la carrera son el derecho Blake Snell, de los Rays de Tampa Bay, y el cerrador puertorriqueño Edwin Díaz, de los Marineros de Seattle. Snell, quien tiene 16-5, 2.05, acumula 5.5 WAR en ESPN/Baseball-Reference y 3.3 en Fangraphs, en tanto que "Sugar" Díaz, el líder de salvamentos de las ligas mayores, ya tiene 50 rescates y podría convertirse en el tercer cerrador de la historia con 60 en una temporada.

En la Liga Nacional hay una batalla sin cuartel que se pelea en tres frentes diferentes actualmente.

Por un lado está Scherzer, quien ganó el premio en las dos temporadas anteriores y tiene tres estatuillas de ese tipo en su carrera, incluyendo la de la Liga Americana del 2013. El caballo de los Nacionales de Washington (8.1 WAR en ESPN/Baseball-Reference y 5.8 en Fangraphs) lidera el circuito en triunfos (16), ponches (249) y entradas (186.2) y es segundo en efectividad (2.22) para mantenerse en el liderato de la pugna.

Pero el derecho Aaron Nola, de los Filis de Filadelfia, viene empujando fuerte, y deGrom puede gritar a los cuatro vientos que ha sido el lanzador menos bateado del béisbol desde el día inaugural de la temporada.

Nola (9.2 WAR en ESPN/Baseball-Reference y 5.7 en Fangraphs) ha superado a Scherzer en duelos particulares dos veces una semana y tiene foja de 15-3, efectividad de 2.10 y 177 ponches en 176 entradas.

Mientras que el flaco de los Mets es el #1 en efectividad de ambas ligas mayores con un microscópico promedio de 1.68 y va segundo del viejo circuito en entradas (182.0) y ponches (224) y es tercero en WHIP (0.98). De acuerdo a Fangraphs, deGrom lidera a todos los lanzadores del béisbol con 6.9 WAR, mientras que ESPN/Baseball Reference lo ubica tercero con 8.0, detrás de Nola y Scherzer.

DeGrom tiene una modesta marca de ganados y perdidos (8-8), pero después de tirarle ocho entradas de una carrera y 10 ponches a los Cachorros de Chicago el martes, extendió su liderato de aperturas de siete o más innings y una o menos carreras (11) en la actual temporada de Grandes Ligas.

Mejor aún, en su carrera deGrom tiene 60 aperturas de una o ninguna carrera, la mayor cantidad en las primeras 133 presentaciones de un lanzador desde 1913. No descarten al derecho de los Mets de la carrera por el Cy Young simplemente por ser el pitcher menos apoyado del juego.

Para finalizar, deGrom lidera a todos los lanzadores de Grandes Ligas en valor probable en dinero por su desempeño en el campo, de acuerdo a una fórmula que usa Fangraphs, que se basa en el gasto anual de los clubes en salarios y el valor final de cada WAR (siglas de Victoria Sobre Nivel Reemplazo en inglés).

De acuerdo a esa tabla, en el 2018 una WAR le sale a los clubes en $7,7 millones de dólares.

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Siete managers en la cuerda floja

FECHA
29/08
2018
por Jorge Morejón | ESPN Digital
En lo que va de temporada, solamente dos managers ha perdido su trabajo.

El primero fue Bryan Price, de los Rojos de Cincinatti , despedido sorpresivamente apenas tres semanas después de iniciada la campaña, cuando el equipo exhibía récord de 3-15.

David Kohl-USA TODAY SportsBryan Price fue el primer manager despedido de la temporada por los Rojos de Cincinatti.

Y el 15 de julio, durante la pausa del Juego de las Estrellas, los Cardenales echaron a Mike Matheny en su séptima campaña al frente del equipo.

A falta de poco más de un mes para completar el calendario regular, lo más probable es que los equipos esperen hasta el final antes de tomar decisiones sobre sus dirigentes.

Hay varios de ellos en la cuerda floja, incluidos dos que recién se estrenaron en esas funciones este año, en lo que podría ser debut y despedida.

Dave Roberts

Si Los Dodgers de Los Angeles no logran clasificar a la postemporada, probablemente sea Roberts el primer manager despedido tan pronto terminen las acciones regulares el 30 de septiembre.

Harry How/Getty ImagesDave Roberts

Como estratega es de lo peor que hay en la Mayores, con todo y el premio de Manager del Año de la Liga Nacional que recibió en el 2016.

Y no le echen la culpa a las lesiones, porque en una temporada tan extensa, todos los equipos pasan por eso.

Roberts es malo, muy malo, con uno de los mejores equipos posibles en sus manos, con el que no pudo ganar la Serie Mundial del 2017 debido en gran medida por sus errores de juicio.

Buck Showalter

Todo indica que después de nueve años, el camino de Showalter al frente de los Orioles de Baltimore se acabará con el último out de la campaña regular.

Tenía en las manos un equipo con posibilidades de plantar batalla en la competitiva división Este de la Liga Americana, con todo y el favoritismo de los Medias Rojas de Boston y los Yankees.

Pero los Orioles son hoy el peor conjunto de todo el béisbol, con una proyección para terminar con 115 derrotas.

Después de 20 campañas al frente de los Yankees, los Diamondbacks de Arizona , los Rangers de Texas y Baltimore, ni siquiera llegó a una Serie Mundial.

Mike Scioscia

Con un título de Serie Mundial en el 2002, Mike Scioscia lleva 19 temporadas al frente de Angelinos de Los Angeles, toda una rareza en estos tiempos de poca paciencia de las gerencias.

Pero Scioscia parece haber agotado su largo ciclo, encaminándose a su tercera campaña negativa consecutiva.

Mike Scioscia
Matt Brown/Angels Baseball LP/Getty ImagesMike Scioscia

Aunque el veterano estratega ha negado rumores de que vaya a renunciar después de esta temporada, cuando el río suena, piedras trae y para los Angelinos sería conveniente un cambio.

Ned Yost

No tenía mucho con qué competir Yost, tras perder de golpe a varias piezas claves del núcleo del equipo que fue a dos Series Mundiales seguidas en el 2014 y 2015, con trofeo incluido en la última de estas.

Pero la reconstrucción iniciada por los Reales de Kansas City podría requerir nueva dirección y según la prensa local, el equipo está mirando para el 2019 hacia Matheny, el despedido manager de los Cardenales.

Dave Martínez

"Ya no sé qué más hacer". Así lo reconoció el manager de los Nacionales de Washington el pasado 14 de agosto, en medio de una racha perdedora de su equipo.

Y con esa frase se puso él solo la soga al cuello.

Si un conjunto partió como superfavorito para arrasar en su división, ese fue el de Washington, que a duras penas coquetea con récord de .500.

Luego de años a la sombra de Joe Maddon, primero en los Tampa Bay y luego en los Cachorros de Chicago, Martínez recibió en el 2018 su primera oportunidad para dirigir...y no ha podido hacerlo peor.

USA TODAY SportsDave Martínez

Mickey Callaway

Otro debutante en el 2018, Callaway no ha podido sacarle jugo a los Mets, el equipo llamado a luchar con los Nacionales por la división Este de la Liga Nacional.

Tan mal lo han hecho los Mets, que en cierto momento llegaron a estar en el último lugar de su grupo, por debajo incluso de los Marlins de Miami , conjunto que acababa de sufrir una profunda reestructuración.

Don Mattingly

Los jóvenes Marlins necesitan un verdadero líder para llevar adelante el proceso de reconstrucción que planea Derek Jeter.

Ese líder no es Mattingly, cuya personalidad aparentemente indiferente y conformista exaspera a los reporteros que cubren día a día sus ruedas de prensa en el Marlins Park.

Ha tenido récord perdedor en cada una de las tres temporadas que lleva en Miami y sus constantes errores en el ABC del béisbol lo hacen blanco permanente de críticas de la fanaticada.

Su posible reemplazo sería un viejo conocido de Miami, Joe Girardi, quien ganó el premio de Manager del Año en el 2006, cuando debutó como director con los Marlins, a pesar de lo cual, el entonces dueño Jeffrey Loria lo despidió por diferencias con él.

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