Cada año, antes de comenzar la temporada beisbolera de Grandes Ligas, escogemos una decena de jugadores que por diferentes razones vale la pena seguir durante la campaña.

A menos de una semana de cumplirse el calendario regular, es la hora de la calificación final para los escogidos del 2017.

1.- Bryce Harper (A)

Bryce Harper
Rich Schultz/Getty Images
Cuando Giancarlo Stanton se convirtió en el 2015 en el primer pelotero con un contrato superior a los 300 millones de dólares se comenzó de inmediato a especular quién podría ser el que rompiera la barrera de los 400 millones.

El año pasado se llegó a mencionar incluso que Bryce Harper podría firmar, cuando llegara a la agencia libre, por más de 500 millones, sin escala en los 400.

Independientemente de que la cifra suena a locura, la pregunta era entonces ¿por cuál Harper algún equipo va a desembolsar 500 millones de dólares?

¿Por el que fue Novato del Año de la Liga Nacional en el 2012 y Jugador Más Valioso en el 2015?

¿O por el Harper que vimos en el 2016, cuyos números cayeron estrepitosamente en casi todos los indicadores ofensivos y lo convirtieron de un jugador excepcional a uno promedio?

Pues Harper regresó en su mejor versión este año, aunque una tremenda lesión a mediados de agosto descarriló una temporada en que llevaba paso para ser el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, con average de .326, 29 jonrones y 87 impulsadas.

Recién acaba de reincorporarse al equipo, con la esperanza de ser factor para los Nacionales en la postemporada.

2.- Andrew Benintendi (A)

Rich Gagnon/Getty Images
Llegó con el aval de ser el prospecto número uno de todo el béisbol, para defender el jardín izquierdo de los Boston Red Sox en su primera temporada completa en las Mayores, luego de una breve estancia en Grandes Ligas en el 2016, donde dejó muy buena impresión.

Si Aaron Judge no hubiera explotado a la ofensiva de la manera descomunalmente única en que lo hizo, Benintendi sería quizás el más sólido candidato al premio de Novato del Año en el joven circuito, pues ha sido, a pesar de sus 22 años y su corta experiencia, una de las piezas claves en la alineación de Boston en la era post David Ortiz.

3.- Gary Sánchez (A)

Gary Sanchez
Adam Hunger/Getty Images
Luego de su espléndido debut en el 2016, cuando se reveló como el secreto mejor guardado hasta entonces por los Yankees, el cátcher dominicano tuvo un arranque lento, hasta que fue tomando su paso, en ocasiones avasallador.

Su dupla con Judge le garantiza al equipo una dupla ofensiva de terror, al estilo Ruth-Gehrig o Mantle-Maris.

Sin embargo, lo que enseñó en la defensa apunta que más temprano que tarde cambiará de posición a otra menos exigente que la receptoría, donde exhibe demasiadas deficiencias, imperdonables para quien aspira a conducir el pitcheo de un conjunto con grandes aspiraciones.

4.- Greg Bird (F)

Greg Bird
Kim Klement/USA TODAY Sports
El primera base Greg Bird estuvo ausente por todo el 2016 debido a una lesión que sufrió en los entrenamientos primaverales del pasado año.

En su breve estancia de 46 juegos en las Mayores en el 2015 se ganó las rayas del famoso uniforme, sobre todo, por la oportunidad con que conectó varios de sus 11 cuadrangulares.

Pero luego de un entrenamiento de primavera excepcional, su arranque fue decepcionante y transitó por toda la temporada cargando una bolsa de distintas lesiones, que limitaron su tiempo de acción a menos de 50 partidos, con números miserables.

5.- Pablo Sandoval (F) ¿Existe F-?

Pablo Sandoval Gigantes
AP Photo/Michael Owen Baker
Sólo un milagro le permitiría al venezolano Pablo Sandoval convencer al mundo de que le queda algo de gasolina en su tanque de béisbol.

El Kung Fu Panda tiene méritos para ser considerado el peor pelotero del 2017 en todo el béisbol, dada la relación entre estadísticas y salario.

6.- Eric Thames (B)

Rick Wood/Milwaukee Journal Sentinel via USA Today Network
Los Milwaukee Brewers le dieron a Eric Thames una segunda oportunidad para demostrar si de verdad era capaz de batear el pitcheo de las Grandes Ligas y el jugador la supo aprovechar.

Luego de paso fugaz e intrascendente por las Mayores (2011 y 2012), Thames se fue a jugar en las últimas tres campañas a la liga profesional coreana, donde despachó 124 cuadrangulares y remolcó 379 carreras en 388 partidos.

De vuelta al mejor béisbol del mundo, ya suma 31 bambinazos, aunque con muy baja proporción de impulsadas, apenas 62.

Pero demostró que sí puede batear esta pelota, aunque no llegue a ser una superestrella.

7.- Yuli Gurriel (A)

Photo by Mark Goldman/Icon Sportswire
El pelotero cubano más codiciado por los cazatalentos en los últimos diez años pasó muy bien su verdadera prueba de fuego en el 2017.

Tras desertar de la selección cubana que participó en la Serie del Caribe del 2016 en Santo Domingo, Gurriel firmó con los Houston Astros y el pasado año tuvo una probadita de Grandes Ligas, con 130 turnos al bate en 36 partidos.

Muchas dudas despertaba el cubano, sobre todo por su edad, 32 años al arrancar la contienda y 33 al finalizar, además de enfrentar el reto de un cambio de posición, desde la antesala a la primera base, y la transición de Japón a las Mayores, difícil para la mayoría de quienes han brillado en el béisbol nipón.

Al consumir 130 turnos, ni uno más, quedó justo en el límite para poder ser considerado en el 2017 al premio de Novato del Año, pero le pasa lo mismo que a Benintendi: El Juez de Nueva York los condenó a ver los toros desde la barrera.

Pero muy buena calificación sacó, con su average de .296, sus 18 jonrones y 40 dobletes y 72 impulsadas.

8.- Kris Bryant (C)

Kris Bryant
Daniel Bartel/Icon Sportswire
El antesalista de los Chicago Cubs tuvo en el 2017 un retroceso en su carrera, luego de haber sido el mejor pelotero amateur del país en el 2013, el más sobresaliente de todas las ligas menores en el 2014, Novato del Año en la Liga Nacional en el 2015 y Jugador Más Valioso en el 2016, además de ganar la Serie Mundial y participar en los Juegos de las Estrellas en cada una de sus dos campañas en las Mayores.

Ojo: Aunque en la mayoría de los departamentos sus números disminuyeron en comparación con el 2016, no se considerarían malos para la mayoría de los mortales, pero no es el mismo grado de exigencia para alguien cuyo límite de posibilidades parece ser el cielo.

9.- Mike Trout (B+)

Matt Brown/Getty Images
El mejor jugador de las Grandes Ligas en los últimos cinco años tiene un promedio de embasamiento de .446 e intenta convertirse en el primer bateador de la Liga Americana con un OBP de .450 desde que lo hiciera en el 2002 el dominicano Manny Ramírez.

Pero los promedios son engañosos y no reflejan en su totalidad la labor de un jugador.

Trout ha sido brillante en su tiempo de juego, pero ha estado limitado por lesiones a 110 partidos solamente, por lo que sus globales en los principales indicadores ofensivos bajaron irremediablemente, con la excepción de los jonrones, que ya anda por 31 y necesita uno más para alcanzar los 200 en su carrera.

10.- Yasiel Puig (B)

Yasiel Puig
Thearon W. Henderson/Getty Images
Desde su debut en el 2013, el cubano ha tenido el potencial para ser el mejor pelotero de las Grandes Ligas, aunque lo haya desperdiciado miserablemente por sus acciones dentro y fuera del terreno.

En el invierno, el Caballo Loco mostró una mayor madurez, con un alto grado de compromiso con la comunidad, tanto de Los Angeles, donde juega, como en Miami, donde vive, a través de su fundación Wild Horse.

Finalmente, esa madurez se trasladó al terreno y sus números mejoraron considerablemente, aunque todavía no llegan a ser extraordinarios.

Sus espectaculares jugadas en el jardín derecho aparecen casi a diario en los titulares, mientras aporta alegría y buena vibra en un clubhouse donde hace dos años su presencia era considerada tóxica.

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Aaron Judge
Photo by Elsa/Getty ImagesAdemás de sus 50 jonrones, Aaron Judge es segundo en la LA en impulsadas (108), en slugging (.620), en promedio de embasamiento (.418), en OPS (1.038) y en WAR (7.3).
La extraordinaria campaña de Aaron Judge, el jardinero derecho de los Yankees de Nueva York, debería darle de golpe no sólo el premio de Novato del Año de la Liga Americana, sino también el de Jugador Más Valioso.

¿Cómo podrían los votantes de la Asociación de Escritores de Béisbol de América ignorar a alguien que encabeza el joven circuito en jonrones (50), carreras anotadas (124) y bases por bolas (120)?

Que además, es segundo en la liga en impulsadas (108), en slugging (.620), en promedio de embasamiento (.418), en OPS (1.038) y en WAR (7.3), para complacer también a los amantes de las estadísticas sabermétricas.

Y sí, va también de primero en ponches, con 203, departamento que en el 2014 encabezó Mike Trout cuando ganó el primero de sus dos JMV.

El Juez ha tenido posiblemente el debut más impresionante de cualquier pelotero en la historia y merece convertirse en el tercer jugador en archivar ambos galardones de MVP y Novato del Año, algo que anteriormente consiguieron Fred Lynn, de los Medias Rojas de Boston en 1975, y el japonés Ichiro Suzuki, con los Marineros de Seattle, en el 2001.

"Batear 50 jonrones y cargar con el equipo hasta los playoffs... honestamente todos sabemos que estamos en la postemporada gracias a él. Eso lo hace el Más Valioso", opinó el veterano lanzador CC Sabathia de su compañero.

En los últimos 40 años, sólo tres jugadores de los Yankees han ganado el premio de JMV: Thurman Munson en 1976, Don Mattingly en 1985 y Alex Rodríguez, quien lo consiguió dos veces, en el 2005 y 2007.

El joven de 25 años ha sido la pieza fundamental en el renacer de una franquicia en pleno proceso de reconstrucción y que pocos esperaban ver en los playoffs tan pronto como esta campaña.

Obviamente, no será cosa de coser y cantar. Judge tiene rivales y muy serios, con méritos de sobra también para ser tomados en cuenta.

AP Photo/Chris SzagolaJosé Altuve tiene en el bolsillo su tercera corona de bateo de la Liga Americana y segunda consecutiva en su carrera.
Uno de ellos es el pequeño venezolano José Altuve, de los Astros de Houston, con un pie y una pulgada menos de estatura que el gigante de Nueva York, pero que crece hasta el infinito cuando entra a la caja de bateo.

Altuve necesita un solo hit para completar su cuarta temporada consecutiva con 200 o más imparables y lidera las Grandes Ligas en promedio, con 348.

El venezolano tiene en el bolsillo su tercera corona de bateo y segunda consecutiva en su carrera.

Además, encabeza la liga en WAR (victorias sobre reemplazo) con 8.2 y va segundo en anotadas (107) y en bases robadas (32) y tercero en OBP (.414) y OPS (slugging más OBP), con .968.

A pesar de su diminuto tamaño, ha despachado 24 bambinazos, igualando su tope del 2016 y ha remolcado 81 carreras.

Ha sido el alma de los Astros, echándose sobre sus hombros el peso del equipo, sobre todo durante la ausencia por lesión de Carlos Correa.

Jose Ramirez
Frank Jansky/Icon SportswireJosé Ramírez es líder absoluto en las Mayores en total de bases recorridas, con 329, gracias a sus 86 extrabases (51 dobles, primero en ambos circuitos, seis triples, 29 cuadrangulares y 93 sencillos).
Otro de baja estatura, pero inmenso con el madero ha sido José Ramírez, antesalista y segunda base de los Indios de Cleveland, hombre imprescindible en aquella racha histórica de 22 victorias seguidas, nueva marca para la Liga Americana.

La Maquinita de batear de Cleveland es líder absoluto en las Mayores en total de bases recorridas, con 329, gracias a sus 86 extrabases (51 dobles, primero en ambos circuitos, seis triples, 29 cuadrangulares y 93 sencillos).

Ramírez es tercero en slugging (.583), cuarto en average (.317), anotadas (101), WAR (6.5) y OPS (.953).

Mike Trout
EPA/PAUL BUCKMike Trout tiene buenos números en slugging (.623), OBP (.444) y OPS (1.068) en la Liga Americana.
No descarten a Mike Trout, ganador del premio en el 2016 y quien ejerce una fascinación a veces inexplicable sobre muchos miembros de la BBWAA.

Los números del jardinero de Angelinos de Los Angeles no se comparan con los de Judge, Altuve o Ramírez, en cuanto a aporte al equipo se refieren.

Pero en los engañosos promedios, va delante en slugging (.623), OBP (.444) y OPS (1.068).

Lo siento, señor Trout, pero una cosa son los promedios y otra las cifras concretas.

Jose Abreu
Quinn Harris/Icon SportswireJosé Abreu nadie lo menciona entre los candidatos, así que este año no debería figurar entre los favoritos al JMV, a pesar de tener mejores números que Mike Trout
José Abreu, de los Medias Blancas de Chicago, tiene más hits (182 por 119), más dobles (41 por 25), anotadas (182 por 119), impulsadas (100 por 67), triples (seis por tres) y jonrones (31 por 30) que Trout y nadie lo menciona entre los candidatos, así que este año no debería figurar entre los favoritos.

¿Y Corey Kluber y Chris Sale? Bien, gracias. Para ellos queda la disputa por el Cy Young.

Por muy buenas temporadas que hayan tenido ambos, nunca he sido partidario de darle el JMV a un pitcher, que trabaja unos 33 juegos en el año, equivalentes al 20 por ciento de todo el calendario.

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Una máxima beisbolera reza que las Series Mundiales no se ganan en octubre, sino entre julio y agosto.

Y no le falta razón. Son esos los meses en que los equipos con aspiraciones de llevarse la corona suman piezas que pueden resultar decisivas en la postemporada.

En un cambio de último momento, los Astros de Houston adquirieron al derecho Justin Verlander, de los Tigres de Detroit, para reforzar una rotación abridora que venía cayéndose en pedazos en fechas recientes.

Si bien a sus 34 años Verlander ya no es aquel super pitcher que ganó en el 2011 los premios Cy Young y Jugador Más Valioso de la Liga Americana, sigue siendo un hombre confiable, que ha tomado un segundo aire en su carrera, después de perderse casi todo el 2015.

Verlander (10-8) llega a los Astros en su mejor momento de la temporada, con cinco victorias en sus últimas siete aperturas con los Tigres, con una derrota y otro partido en que salió sin decisión, lo cual le ha permitido mejorar su efectividad de 4.50 a 3.82, además de propinar 50 ponches en 49 episodios.

Sin dudas su llegada a Houston viene a apuntalar a una rotación que ha despertado demasiadas dudas en el último mes.

El zurdo Dallas Keuchel, con una primera mitad impecable (9-0, 1.67), apenas suma dos triunfos con tres derrotas en la segunda parte, con 23 limpias permitidas en 38.2 innings, para una efectividad de 5.28.

Mike Fiers (8-9, 4.55) perdió cuatro de cinco decisiones en agosto, con 27 limpias permitidas en 32.2 episodios.

Joe Musgrove tuvo que ser enviado al bullpen por inefectivo y Lance McCullers (7-3, 3.92) no lanzó en todo el mes de agosto por problemas en la espalda. McCullers podría incorporarse a mediados o finales de la semana próxima, lo cual, junto con la llegada de Verlander, pondría a los Astros nuevamente en condiciones de llegar lejos en la postemporada y quién sabe si hasta la Serie Mundial.

Mejor aún: para el entrante fin de semana está previsto el regreso del puertorriqueño Carlos Correa a la alineación, ya recuperado de la operación en el pulgar izquierdo. Su vuelta al juego le daría mayor impulso a una ofensiva que encabeza todas las Grandes Ligas en carreras producidas (735), promedio colectivo de bateo (.284), porcentaje de embasamiento (.347), slugging (.484), hits (1,315) y dobletes (277), en tanto va segunda en jonrones (204), apenas uno menos que los Orioles de Baltimore. Entretanto, los Tigres siguieron la limpieza de su casa, pues además de Verlander, se deshicieron del jardinero Justin Upton, transferido a Angelinos de Los Ángeles.

Semanas antes habían salido del jardinero J.D. Martínez, el cátcher Alex Ávila y el relevista Alex Wilson, el primero canjeado a los Diamondbacks de Arizona y los dos últimos a los Cachorros de Chicago.

Detroit ha decidido comenzar a reconstruir su equipo, luego de que el proyecto fabricado en torno al venezolano Miguel Cabrera fracasara sin haber podido ganar la Serie Mundial.

Dura tarea la que tiene por delante la gerencia, pues habrá que remodelar la plantilla a pesar del pesado fardo que representa el contrato de Cabrera, a quien le adeudan todavía 184 millones de dólares, cuando el venezolano parece haber entrado en la curva descendente de su carrera.

Pero por lo pronto ya se quitaron de arriba los 88.5 millones que quedan pendiente en el pacto con Upton hasta el 2021 y los 56 millones que cobrará Verlander hasta el 2020.

Las tragedias naturales tienden a sacar lo mejor de los seres humanos y la solidaridad supera diferencias sociales, políticas y económicas ante la certeza de que nadie queda es inmune a la fuerza de la Madre Naturaleza.

Por eso provoca rabia cuando alguien, nadando contra la corriente, trata de especular con la desgracia o simplemente se mantiene indiferente ante el sufrimiento.

Hoy no hay un equipo más odiado en todas las Grandes Ligas que los Rangers de Texas y merecido lo tiene.

Las redes sociales han estallado contra la gerencia de Texas por su falta de solidaridad cuando parte de ese estado sufre los embates del huracán Harvey.

AP Photo/Mark J. Terrill

Los Astros de Houston debían recibir en el Minute Maid Park a los Rangers para una serie de tres juegos entre martes y jueves, pero con la ciudad bajo las aguas tras el paso del ciclón, era imposible llevar a cabo los partidos en ese escenario.

Fue entonces que los Astros hicieron una propuesta lógica: intercambiemos nuestras series, teniendo en cuenta que los dos equipos tienen previsto otro enfrentamiento en el Ballpark de Arlington, sede de los Rangers, entre el 25 y el 27 de septiembre.

La respuesta fue negativa y los argumentos más que ridículos, sobre todo porque esconden un egoísmo crudo y brutal en momentos donde peligran las vidas de miles de personas y lo menos importante es el béisbol.

Para colmo, se trata de equipos de la misma patria chica, del mismo estado de Texas, independientemente de la rivalidad que pueda existir entre los dos conjuntos.

Caramba, cuando los atentados terroristas del 11 de septiembre del 2001, la gente de los Medias Rojas de Boston tendieron su mano a sus archirrivales Yankees de Nueva York.

De igual modo, los Yankees expresaron su solidaridad con los Medias Rojas tras el ataque de la maratón de Boston el 15 de abril del 2013.

Y son dos equipos que se piden la cabeza, que han protagonizado varias de las reyertas más sonadas en la historia del béisbol.

Pero hay momentos en que todo eso tiene que pasar a un segundo plano para dar paso a lo que realmente importa.

El gerente de Texas, Jon Daniels, dijo que aceptaba recibir a los Astros entre martes, miércoles y jueves en Arlington para la serie que tocaba ahora en Houston, pero sin intercambio de sede, pues, según señaló, el equipo tenía preocupaciones por sus fanáticos que habían comprado ya sus boletos para la serie del 25 al 27 de septiembre.

Además, a Daniels sólo le interesaba que si ellos hacían el intercambio, los Rangers habrían jugado fuera de casa en cuatro de las últimas cinco series de la temporada.

''No sentimos que era correcto darle a nuestros fanáticos un aviso apenas 24 horas antes de que sus boletos para finales de septiembre se tendrían que usar ahora esta semana'', dijo el gerente.

¿En serio? Estas excusas son indignantes y sólo muestran a unos Rangers que tratan de sacar provecho de la desgracia de Houston.

Lamentablemente, la clase no se compra. Es una manera de conducirse en la vida.

Después no se quejen quienes obran malintencionadamente si cae sobre los Rangers una maldición como la del Bambino, que tuvo a Boston sin un título por 86 años, o la de la cabra, por la que los Cachorros de Chicago estuvieron más de siete décadas sin ir a una Serie Mundial.

En su arrogancia y ego obeso, Barry Bonds no era muy dado a elogiar a nadie más que a sí mismo.

Sin embargo, no escondía su admiración y respeto por el campocorto David Eckstein, por el empeño y la energía que ponía en el juego, a pesar de su corta estatura de cinco pies y seis pulgadas.

Habría que preguntarle entonces al rey de los jonrones su opinión sobre el venezolano José Altuve, tan pequeño como Eckstein, pero con cifras muy superiores al antiguo torpedero de Angelinos de Los Ángeles.

Lo de Altuve ya pasa de lo extraordinario. El segunda base de los Astros de Houston es una máquina de batear casi perfecta, que pone a soñar a los amantes de ver romperse récords aparentemente inalcanzables.

José Altuve toca la bola en juego de Astros
AP Photo/Eric Christian SmithEn el mes de julio se calentó para convertirse en una pesadilla para los lanzadores rivales, al sumar 48 cohetes en 23 encuentros y batear para average de .485.

Con apenas 27 años recién cumplidos, el venezolano podría no haber llegado aún al pico de su carrera, a pesar de que ya ha plasmado números de asombro desde su debut en el 2011.

No fue fácil para él abrirse camino en un mundo dominado por hombres de más de seis pies de estatura y musculaturas hercúleas.

Pero lo que la naturaleza no le dio, Altuve lo ha compensado con trabajo incansable, tanto en el gimnasio, como en el terreno, hasta conseguir la excelencia.

En los primeros 933 juegos de su carrera ya acumula 1,194 imparables y a ese paso, si la salud lo acompaña, la emblemática marca de tres mil imparables parece estar al alcance de su mano, con lo que pavimentaría su camino hacia el Salón de la Fama de Cooperstown.

Altuve tiene hasta ahora un promedio de 1.3 hits por partido, el cual es superior a los 1.2 cohetes por encuentro que consiguió Pete Rose, el líder histórico en hits en las Mayores (4.256).

Lleva tres campañas seguidas con 200 o más inatrapables y se encamina a su cuarta temporada con esa cantidad, al acumular 148 a falta de 55 juegos en el calendario regular.

También va en paso hacia su tercer liderazgo de bateo, tras los conseguidos en el 2014 (.341) y el 2016 (.338).

En el mes de julio se calentó para convertirse en una pesadilla para los lanzadores rivales, al sumar 48 cohetes en 23 encuentros y batear para average de .485.

Si la mayoría de los peloteros alcanzan el punto máximo de su rendimiento entre los 27 y los 32 años, entonces lo mejor de Altuve está por llegar.

Debieron pasar 84 años para que el japonés Ichiro Suzuki quebrara la marca de más hits en una campaña, impuesta por George Sisler en 1920.

Ese año Sisler dejó en los libros de récords 257 imparables, que Ichiro elevó hasta 262 en el 2004.

Aunque se trata de una cifra excepcional, es el venezolano el único que parece capaz de alcanzarla y superarla, de acuerdo con su progresión.

Para ello, necesitaría subir su frecuencia de hits a 1.6 por partido y jugar los 162 encuentros del cronograma.

Cuando el japonés rompió el récord de Sisler, tuvo ese mismo promedio de 1.6 y sólo dejó de participar en un desafío.

¿Y qué tal soñar con promediar sobre .400, algo que no ocurre desde que lo hizo el gran Ted Williams en 1941?

Si le preguntan a cada jugador de Grandes Ligas a quién creen capaz de hacerlo, la gran mayoría mencionará al pequeño venezolano como principal candidato.

Es cierto que nadie puede ver el futuro y todo entra en el campo de la especulación, pero me robo la frase de A.J. Hinch, su manager en los Astros, en ocasión de que el venezolano consiguiera la rareza de batear dos dobles y dos triples en un mismo juego ante los Marlins en Miami.

''¿Altuve? De él nada me extraña''.

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Como el chiste del gran humorista cubano Guillermo Álvarez Guedes, siempre hay un león sordo que echa a perder el concierto de violín en medio de la selva.

Los Astros de Houston, en la Liga Americana, y Dodgers de Los Angeles, en la Nacional, han cabalgado cómodamente en la cima de su división hasta esta altura de la temporada, rumbo a los playoffs.

Pero las lesiones de dos jugadores claves en la última semana vienen a ser el león sordo del cuento de Alvarez Guedes, que podría descarrilar, o al menos hacer tambalear el dominio impuesto por los dos equipos.

El campocorto puertorriqueño Carlos Correa estará ausente entre seis u ocho semanas, tras someterse a una operación del pulgar izquierdo, lo cual abre un hueco inmenso en el medio de la alineación de los Astros.

El zurdo Clayton Kershaw, algo tan simple como el mejor lanzador de todo el béisbol, fue colocado en la lista de lesionados tras abandonar el juego del domingo en el segundo inning por molestias en la espalda y desde ya se sabe que no regresará en principio de aquí a un mes o mes y medio.

La pregunta es ¿cuál ausencia tendrá un impacto mayor? ¿La de Correa con Houston o la de Kershaw con Los Angeles?

Carlos Correa
Shanna Lockwood-USA TODAY SportsCarlos Correa estaba en una temporada de MVP, con average de .320, 20 cuadrangulares, 67 carreras impulsadas, 39 extrabases entre sus 104 hits y un promedio de embasamiento de .400.
En 84 partidos, el boricua estaba en una temporada de MVP, con average de .320, 20 cuadrangulares, 67 carreras impulsadas, 39 extrabases entre sus 104 hits y un promedio de embasamiento de .400.

Su proyección hasta el momento de lesionarse lo llevaba a paso de 33 cuadrangulares, 111 remolques y máximas en todos sus indicadores ofensivos.

Perder de pronto al principal motor en el ataque puede resultar grave, independientemente de que la alineación tenga a otras piezas poderosas como el venezolano José Altuve, George Springer, el debutante cubano Yuli Gurriel o el suplemente de lujo Marwin González, inmerso en su campaña consagratoria.

De hecho, es el versátil González quien ha asumido el papel de torpedero de todos los días mientras dure la ausencia del titular de la posición.

Marwin, un bateador de .257 en sus primeras cinco campañas, ha explotado en el 2017, con un average de .320, 18 bambinazos y 58 impulsadas, cifras que ya constituyen una máxima en su carrera.

Tal ha sido su mejoría que el manager A.J. Hinch se ha visto obligado a colocarlo, día tras día, en la alineación, ya como defensor del cuadro, ya en los jardines, por aquello de que "el que batea tiene que jugar".

Ahora le tocará a Hinch encontrar a quien asuma la función de cuarto palo y ya ha experimentado con el veteranísimo Carlos Beltrán, con Evan Gattis y con Gurriel.

Si la ausencia de Correa se va a sentir en los Astros, más se extrañará a Kershaw en los Dodgers. Pueden apostarlo.

Clayton Kershaw
AP Photo/Alex GallardoClayton Kershaw es líder en victorias (15) y efectividad (2.04) de todas las Grandes Ligas y andaba camino a su cuarto premio Cy Young en el viejo circuito.
El zurdo es líder en victorias (15) y efectividad (2.04) de todas las Grandes Ligas y andaba camino a su cuarto premio Cy Young en el viejo circuito.

Su lesión le haría perderse entre seis a ocho aperturas, demasiadas para una rotación que con la excepción del también zurdo Alex Wood, no ha sido para nada extraordinaria.

Y el propio Wood, invicto en sus primeras 14 aperturas, se derrumbó en su más reciente salida, al ser castigado con siete limpias en 4.2 episodios por los Bravos de Atlanta.

Seamos honestos. En sus primeros cuatro años en las Mayores, Wood fue un lanzador promedio, sin penas, ni glorias.

Hay que ver si esas 11 victorias consecutivas antes de su primera derrota es el inicio de una consistencia que lo lleve a un nivel superior en su carrera o si es simplemente fruto de una buena racha, como le ha ocurrido a muchos serpentineros a lo largo de la historia.

¿Podrá Wood asumir el liderazgo de un cuerpo de pitcheo que ha perdido a su macho alfa? No es lo mismo trabajar a la sombra de un astro que dar un paso adelante y decir aquí estoy yo.

Peor aún. ¿Cuán seria es la lesión de Kershaw, que ni el mismo manager Dave Roberts se atreve a poner una fecha para su posible regreso?

Si bien la falta de Correa es importante, la de Kershaw podría tener proporciones devastadoras.

Ojalá pueda regresar a tiempo para los playoffs, aunque, sin querer ser ave de mal agüero, les recuerdo que el calvario del difunto José Fernández que lo obligó a perderse más de un año de acción comenzó en el 2014 con dolores similares en la espalda, después de haber sido bateado libremente el 9 de mayo en un partido ante los Padres en San Diego.

Una semana más tarde era sometido a una operación Tommy John para repararle los ligamentos del codo y no pudo regresar hasta el 3 de julio del 2015.

Lo demás es historia.

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Los amigos de Andrew Friedman en la industria y los ejecutivos que han tratado con el presidente de operaciones de béisbol de Dodgers de Los Ángeles a través de los años pueden atestiguar que él no es fan de las transacciones de julio. Friedman prefiere dar forma a su lista en el silencio del invierno, cuando las discusiones comerciales tienen tiempo para marinar y los negocios no son impulsados por la emoción o un "sentido de urgencia generado externamente". Esta es la forma en que trabaja.

El verano pasado, cuando los Dodgers estaban luchando por un puesto de postemporada, Friedman salió de su zona de comodidad y negoció a los prospectos de pitcheo Jharel Cotton, Frankie Montas y Grant Holmes a los Atléticos de Oakland por el pitcher Rich Hill y el jardinero Josh Reddick. Los Dodgers siguieron ganando el Oeste de la Liga Nacional, pero fue el tipo de contrato a corto plazo que Friedman intentó con esmero evitar durante más de una década con los menos pudientes Rays de Tampa Bay.

Este verano, Friedman está operando desde una posición de fuerza. Los Dodgers están jugando para .760 desde el 24 de abril, y lideran el Oeste con 11 juegos de diferencia sobre los Rockies de Colorado. Ellos pueden tomarse una siesta y un café con leche durante el plazo del 31 de julio y aun así estar seguros de la ventaja de campo en los playoffs de la Liga Nacional - y muy posiblemente en la Serie Mundial.

"Creo que todo el trabajo que Andrew hizo fue ponerse en una posición en la que no tenía que estar desesperado en julio", dijo un directivo de la Liga Americana. "Ellos tienen un equipo muy profundo, entonces ellos no necesitan necesariamente más profundidad. Necesitan impacto".

Jeff Luhnow, contraparte de Friedman con los Astros de Houston, tiene libertad similar para hacer lo que prefiere en lugar de lo que otros esperan que haga. Los Astros tienen 63-32 y 15½ juegos por encima de Seattle en el Oeste de la Liga Americana. Incluso la pérdida del campocorto y candidato a MVP, Carlos Correa, durante seis a ocho semanas por un ligamento roto del pulgar no disuadirá su cómodo camino a un título de división.

Luhnow, que mantiene un estrecho círculo de asesores y nada le gusta más que golpear Twitter con sus anuncios comerciales, no ha compartido muchas pistas sobre sus intenciones para el plazo que separa de la fecha límite. Pero él es más un espadachín que lo que sugiere su reputación de estadístico, y él está listo para saltar si surge la oportunidad.

"Sabiendo lo que sé acerca de Jeff, hay algunas serias y agresivas maquinaciones para encontrar ese tipo de abridor o pitcher del bullpen", dijo un evaluador de talento de la Liga Americana.

Ahora que los Nacionales de Washington, Cachorros de Chicago, Diamondbacks de Arizona y Yankees de Nueva York han hecho importantes adquisiciones, la atención está a punto de cambiar a los principales animadores de la MLB y su actividad en la fecha límite de comercio. ¿Los Dodgers harán presión por el abridor de Oakland Sonny Gray, fortificarán el bullpen o agregarán un bateador derecho que se desempeñe en los jardines? ¿Y los Astros agregarán un lanzador para ayudar a complementar la ofensiva más prolífica de MLB?

En medio del drama de la fecha límite, las oficinas principales tienen dos cosas en común: (1) Se están enfocando en el impacto de postemporada, dado que los playoffs son inevitables; y (2) ambos tienen la flexibilidad para decir no.

Chris Williams/Icon SportswireCon una gran ventaja en el Oeste de la Liga Nacional, los Dodgers no tienen muchos agujeros para completar en su alineación.
Los Dodgers, en medio de una carrera de 31-4, tienen que preguntarse si están tentando el destino jugando con algo bueno. Pero esto está claro:

" Ellos tienen un interés legítimo en el relevista de Baltimore, Zach Britton, y creen que es capaz de unirse con el cerrador Kenley Jansen para traer a Chavez Ravine la dinámica que tenían los Reales de Kansas City con Wade Davis-Greg Holland en 2014-15. Pero los Dodgers se muestran escépticos de que el dueño de los Orioles, Peter Angelos, firmará un cambio por Britton, y no están seguros de si él está listo para la rutina de importantes presentaciones después de faltar dos meses con una tensión en el antebrazo. Britton aún no ha lanzado en días consecutivos desde su regreso de la lista de lesionados el 5 de julio.

" Los Dodgers han dicho a potenciales socios comerciales que están extremadamente vacilantes en separarse del jardinero de liga menor Alex Verdugo y los lanzadores Walker Buehler y Yadier Álvarez. Ellos podrían clasificarse como el trío de prospectos "intocables", son lo más parecido a lo que los Dodgers tienen como suelo sagrado ocupado por Corey Seager, Cody Bellinger y Julio Urías en los últimos años.

" Los Dodgers se consideran "compradores oportunistas" porque el equipo no tiene debilidades evidentes, es tercero en la Liga Nacional en carreras, lidera la liga en efectividad entre los abridores (3.09) y el bullpen (2.92), y ocupa el segundo lugar en carreras salvadas, lo que deja claro que ellos son un equipo muy bien redondeado. El año pasado, la alineación del entrenador Dave Roberts fue vulnerable ante el pitcheo zurdo. Este año, Justin Turner, Logan Forsythe y Chris Taylor han remediado ese problema. Los Dodgers ocupan el primer lugar entre los clubes de la Liga Nacional con 43 jonrones y un OPS de .818 contra zurdos.

Mientras que Friedman y su grupo están constantemente agitando las ideas y manteniéndose ligeros de pies, todavía tienen que encontrar una propuesta que les atraiga a dar el paso. Una lesión o un cambio repentino en el mercado podría cambiar eso, pero no será una sorpresa tremenda si se abstienen de buscar un gran acuerdo. Las cosas son un poco más complicadas en Houston, donde Luhnow tiene múltiples objetivos de lanzadores en su radar. Pero la combinación de un mercado delgado y los altos estándares de Luhnow han nublado la imagen.

Los Astros lideran la Liga Americana en efectividad del pitcheo abridor (3.87) y en promedio de bateo de la oposición (.241), y tienen un par de All-Stars en la parte superior de la rotación. Dallas Keuchel demostró que la velocidad abrumadora no es un requisito previo para el éxito en octubre contra los Yankees y los Reales en los playoffs de 2015. Lance McCullers Jr. ofrece un buen contraste con su poder, y los Astros tienen la posibilidad de reducir su carga de trabajo para que pueda estar fresco en octubre.

Entonces, ¿quién viene después de eso? "Creo que si consiguen un abridor, será alguien que empiece un partido de playoffs para ellos", dijo un gerente general de la Liga Americana. Los Astros vieron al extitular de los Medias Blancas José Quintana en ese orden, pero los Cachorros se lo arrebataron con un paquete con el jardinero prospecto Eloy Jiménez y otros tres ligas menores. La mayoría de los otros abridores que Luhnow codicia son, o inalcanzables, o a un costo prohibitivo en términos de desembolso de talentos.

Chris Archer no va a ninguna parte con Tampa Bay en la cacería de comodines. Los Azulejos de Toronto moverían a Marco Estrada, Francisco Liriano y posiblemente J.A. Happ, pero Marcus Stroman y Aaron Sánchez están fuera de los límites. Los Tigres de Detroit han puesto a Justin Verlander disponible, pero prefieren aferrarse a Michael Fulmer.

Para toda la especulación en torno a Julio Teherán, los Braves de Atlanta parecen claros en su intención de mantenerlo porque lo ven como parte del futuro del equipo a largo plazo. No obstante, Teherán ha estado discreto este año. Gerrit Cole requeriría un gran prospecto para que Houston hiciera un trato con los Piratas de Pittsburgh, que están lo suficientemente cerca del puesto de comodín como para disuadirlos de convertirse en vendedores. Y el béisbol oficialmente se asustaría si los Rangers de Texas intercambian a Yu Darvish o Cole Hamels a Houston para ayudar a los Astros a hacer una carrera en la Serie Mundial.

Si Luhnow no puede aterrizar un abridor, el gerente A.J. Hinch tiene varias opciones internas. Tal vez él va con Mike Fiers, que tiene 5-2 con una efectividad de 2.50 desde el 30 de mayo. O Charlie Morton, que ha ponchado a 78 bateadores en 68 innings. O Collin McHugh, que vuelve a la rotación el sábado después de faltar 3½ meses por un problema en el codo.

Bob Levey/Getty ImagesLos Astros tienen suficiente profundidad y bastante ventaja en la clasificación para resistir a la lesión de Carlos Correa.
Los Indios de Cleveland llegaron a la Serie Mundial el año pasado con una rotación tan fina que Ryan Merritt llegó de Triple-A para lanzar contra Toronto en el partido decisivo de la Serie de Campeonato de la Liga Americana. Por esa definición, Houston no está en tan grandes apuros.

Los Astros en última instancia tienen que decidir si Gray es suficiente mejora sobre sus otros abridores para merecer una inmersión en la bolsa de prospectos.

"¿Dejas al [jardinero] Kyle Tucker o al [lanzador] Francis Martes por una pequeña y marginal diferencia en ese Juego 3?", Dijo un explorador. "No lo sé. ¿Lo dejas para conseguir a Britton? Tal vez lo haga".

Bajo un escenario de Plan B, Luhnow tiene la opción de reforzar el bullpen. Si puede agregar a Britton o al zurdo Brad Hand de San Diego a una mezcla de bullpen que incluye a Ken Giles, Chris Devenski, Will Harris y Luke Gregerson, cinco entradas podrían ser suficientes. Como lo han demostrado los Reales y los Indios en los últimos años, todos esos días libres del calendario hacen que sea más fácil para los equipos sacar 12 outs de un partido en la postemporada.

La ofensiva de Houston le da al equipo de lanzadores mucho margen de error. Los Astros lideran la MLB con 557 carreras y un porcentaje de slugging de .500. Ellos se han ponchado 634 veces, la cifra más baja de MLB, y han quedado décimos entre los 30 clubes en bases robadas, por lo que son un equipo diferente al grupo cargado de ponches que perdió ante Kansas City en los playoffs hace dos años. Esa combinación de poder, contacto y velocidad hace que sea difícil imaginar que caerán en octubre, independientemente de la oposición.

"El marcador de anotaciones definitivamente se suprime en los playoffs, pero este equipo va a anotar en la postemporada", dijo un explorador. "No creo que necesiten un pitcheo con una efectividad de menos de 2.00 para ganarla".

Al igual que sus compañeros poderosos en Los Ángeles, los Astros han pasado cuatro meses probando lo buenos que son. En los próximos 10 días, tendrán que decidir el precio que están dispuestos a pagar para mejorar.

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Aaron Judge
Butch Dill/USA TODAY Sports
Apártate a un lado, Andrew Benintendi y ábrele paso a Aaron Judge.

El jardinero derecho de los Yankees de Nueva York se ha robado el show entre todos los novatos de las Grandes Ligas, a pesar de que la clase del 2017 está pletórica de debutantes brillantes.

Lo de Judge ha sido sensacional y desde ya, a fuerza de batazos (y espectaculares fildeos) se ha posicionado como el principal aspirante al premio de Novato del Año de la Liga Americana.

Luego de una breve estancia en las Mayores en el 2016 que no afectó su estatus de novato (no sobrepasó los 130 turnos al bate ni estuvo 45 días en el róster activo), el gigante de 6 pies 7 pulgadas de estatura y 282 libras de peso ha sido todo un espectáculo esta vez, opacando las buenas actuaciones de Benintendi, prospecto número uno de todo el béisbol, y de otros principiantes igualmente sobresalientes.

Por su cierto parecido físico con el también jardinero derecho de los Marlins de Miami Giancarlo Stanton y el poder de sus muñecas ya le llaman 'Baby Stanton', aunque el muchacho de 25 años poco a poco se va labrando su propio nombre en el mejor béisbol del mundo.

Sus diez jonrones en el mes de abril igualan el récord para un novato en su primer mes, que comparten el cubano José Abreu, de los Medias Blancas de Chicago (2014) y Trevor Story, de los Rockies de Colorado (2016).

Bastaron dos días del mes de mayo y ya despachó otros dos bambinazos, para colocarse como líder absoluto de ese departamento en ambos circuitos.

Además, exhibe un average de .313 y ya suma 25 carreras impulsadas, segundo en la Americana, circuito que lidera en anotadas (26), slugging (.795) y OPS (la suma del promedio de embasamiento y el slugging), con 1.219.

De mantener este paso, las proyecciones lo señalan con 78 vuelacercas al concluir la temporada, aunque, lógicamente, el béisbol no es una ciencia exacta y en la medida en que los pitchers lo vayan conociendo mejor harán sus ajustes para limitar el daño de su bate.

Pero sin dudas estamos en presencia de un talento especial que se ha metido a palo limpio en un bolsillo el corazón de la exigente afición de la Gran Manzana.

Y no sólo con su madero. Se lanzó hacia los graderíos del Fenway Park a capturar un elevado de foul e inmediatamente llegaron las comparaciones con aquella emblemática jugada del Gran Capitán Derek Jeter precisamente contra los Boston Red Sox en los playoffs del 2004.

Pero Judge no es el único debutante que ha brillado en este mes y días que llevamos de contienda.

Andrew Benintendi
Michael Ivins/Boston Red Sox/Getty Images
Benintendi, a quien muchos daban como principal candidato al Novato del Año en la Americana, ha cubierto todas las expectativas en un equipo que extraña al retirado David Ortiz.

Hasta los juegos del martes, el muchacho de los Medias Rojas exhibía un robusto average de .330 y sus 32 hits representaban la cifra máxima entre todos los jugadores de primer año.

Suma cuatro dobletes y tres jonrones entre sus imparables y lleva 15 carreras remolcadas, con un OBP de .391.

Yulieski Gurriel
AP Photo/Gail Burton
Al igual que Judge, Benintendi estuvo en las Mayores en el 2016, pero una lesión lo dejó fuera de acción después de 34 partidos.

Desde Cuba llegó a los Astros de Houston Yulieski Gurriel, bastante a destiempo, pues está próximo a cumplir 33 años.

Desde el primer Clásico Mundial en el 2006, cuando contaba con 21 primaveras, Gurriel deslumbró a los cazatalentos, a quienes tuvo salivando por diez años, hasta que finalmente decidió tomar el destino en sus manos.

Se tomó un cafecito en las Grandes Ligas en el 2016 y tras unos días malos, logró hacer los ajustes y despejar las dudas que existían sobre si a su edad podría adaptarse al mejor pitcheo del mundo.

A eso súmenle que al cubano se le exigió un cambio de posición y tras pasar toda su vida entre la antesala y la intermedia, los Astros lo destinaron a la primera base.

Gurriel lo ha hecho todo bien. Se le ve sólido a la defensa y con el madero, con average de .314, siete dobletes, par de vuelacercas, ocho remolcadas y slugging de .465.

Mitch Haniger
Joe Nicholson-USA Today
Y no saquen de la ecuación a Mitch Haniger, quien se adueñó del jardín derecho de los Marineros de Seattle, aunque ahora mismo se encuentra en la lista de lesionados.

Haniger tiene el average más alto entre todos los novatos, con .342, con siete biangulares, un triple, cuatro cuadrangulares, 20 anotadas y 16 empujadas, con un OPS de 1.054.

Y mientras los debutantes de la Liga Americana sobresalen por su ofensiva, en la Nacional destacan dos lanzadores de los Rockies: el diestro venezolano Antonio Senzatela y el zurdo Kyle Freeland.

Antonio Senzatela
AP Photo/Tony Avelar
Ambos han sido piezas clave en la rotación de Colorado, que contra todo pronóstico disputa cabeza a cabeza con los Diamondbacks de Arizona el liderazgo de la división Oeste del viejo circuito.

Ambos tienen números muy parecidos, pues los dos tienen cinco aperturas y récord de 3-1.

El venezolano trabaja para efectividad de 2.81 y Freeland lo hace para 2.93.

Senzatela, de 22 años, suma 18 ponches en 32 episodios de labor, con siete boletos y un WHIP de 1.00.

Freeland, de 23, ha abanicado a 16 en 27.2 capítulos, aunque ha regalado 12 pasaportes y su WHIP es más alto, de 1.45.

Y aunque apenas ha visto acción en ocho juegos, Cody Bellinger tiene encantada a la fanaticada de Los Angeles.

Cody Bellinger, Los Angeles Dodgers
Rob Tringali/Getty Images
Prospecto número uno de la organización de los Dodgers, Bellinger ha dejado números sólidos en su estreno, con average de .345, un doble, un triple, dos bambinazos, siete anotadas y cinco impulsadas en sus primeros 29 turnos al bate.

Todavía falta mucho camino por recorrer, pero estos chicos han comenzado a escribir ya su historia.

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Antes de arrancar la temporada mencionamos a diez jugadores que por diferentes razones valía la pena seguir en la temporada del 2017.

¿Cómo les ha ido después de un mes?

Algunos han tenido un comienzo monstruoso, otros no tanto y algunos no han hecho el más mínimo ruido, aunque todavía queda mucho camino por recorrer y tiempo para recuperarse.

1.- Bryce Harper, Nacionales de Washington

Bryce Harper
Geoff Burke/USA TODAY Sports
Después de ganar el premio de Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en el 2015, los números de Harper cayeron considerablemente el año pasado, cuando el jardinero derecho de los Nacionales se vio aquejado de múltiples molestias.

Un Harper saludable y más maduro ha tenido un arranque devastador: average de .391 (tercero de todas las Grandes Ligas), nueve jonrones (quinto), 26 impulsadas (segundo), 32 anotadas (primero), 36 hits (segundo), ocho dobletes (noveno), 22 bases por bolas (primero), promedio de embasamiento de .509 (primero) y slugging de .772 (cuarto). Desde ya es candidato al MVP, si la salud lo acompaña.

Calificación: A+

2.- Andrew Benintendi, Medias Rojas de Boston

Andrew Benintendi
Maddie Meyer/Getty Images
Aclamado como el prospecto número uno de todo el béisbol, el jardinero izquierdo de los Boston Red Sox está en la que debe ser su primera temporada completa en las Mayores.

En su breve estancia en Grandes Ligas en el 2016, Benintendi cumplió con las expectativas y llevaba un paso ascendente, cuando una lesión lo sacó de juego desde el 25 de agosto hasta el 15 de septiembre.

En los primeros 23 juegos del 2017 disparó 30 hits en 90 turnos (.333), con 15 anotadas y 14 impulsadas, cuatro dobles y tres jonrones. Su OBP es de .392 y su slugging de .478.

Es una de las principales figuras ofensivas de los Boston Red Sox y desde ya gran aspirante al Novato del Año de la Liga Americana.

Calificación: A

3.- Gary Sánchez, Yankees de Nueva York

Gary Sanchez
Dan Hamilton/USA TODAY Sports
Bien, gracias. El cátcher dominicano de los New York Yankees se pasó casi todo el mes de abril en la lista de lesionados.

Apenas jugó cinco partidos y en 20 turnos disparó tres hits (.150).

Un desgarro en el bíceps derecho lo ha tenido fuera de la fiesta que están montando los Baby Bombers, de quienes Sánchez apunta a ser la nueva cara.

Calificación: F

4.- Greg Bird, Yankees de Nueva York

Greg Bird
Adam Hunger/Getty Images
Bien, gracias, segunda parte. El primera base de los Yankees, ausente por todo el 2016 debido a una lesión que sufrió en los entrenamientos primaverales del pasado año, no ha llenado als expectativas.

Seis hits en 56 turnos, para un anémico promedio de .107, es lo que ha conseguido hasta ahora Bird, quien se ha ponchado 21 veces.

Candidato a ser enviado a las Menores para que reajuste su swing, sino mejora en las próximas semanas.

Calificación: F

5.- Pablo Sandoval, Medias Rojas de Boston

Pablo Sandoval
Tom Szczerbowski/Getty Images
El venezolano Pablo Sandoval bajó de peso y se presentó en gran forma a los campos de entrenamientos.

Pero luego de una gran pretemporada, sus números en el primer mes de campaña han sido mediocres y decepcionantes.

Average de .213, tres jonrones y diez impulsadas es lo que dejó el Kung Fu Panda, quien el 25 de abril fue colocado en la lista de lesionados por problemas en un rodilla y no tiene fecha de regreso.

Calificación: D

6.- Eric Thames, Cerveceros de Milwaukee

Eric Thames
John Fisher/Cal Sport Media/AP Images
Después de desforrar pelotas por tres temporadas en la liga coreana, los Milwaukee Brewers le dieron a Thames una segunda oportunidad y hasta ahora el primera base no los ha hecho quedar mal a quienes confiaron en él.

Thames tuvo un paso fugaz e intrascendente por las Mayores (2011 y 2012), pero ahora ha vuelto como uno de los bateadores más temidos en todo el béisbol: con 11 cuadrangulares comparte con Ryan Zimmerman el liderazgo en ese departamento en ambos circuitos.

Además exhibe un alto average de .345 (de 84-29), seis biangulares, 28 anotadas y 19 remolcadas. Su slugging de .810 es el segundo mejor en ambas ligas.

Calificación: A+

7.- Yulieski Gurriel, Astros de Houston

Yulieski Gurriel
AP Photo/Gail Burton
No por gusto fue el pelotero cubano más codiciado por los cazatalentos en los últimos diez años.

Tras un inicio lento, que incluía la adaptación a su nueva posición de primera base, Gurriel hizo los ajustes necesarios y hoy exhibe el promedio más alto en la alineación de los Houston Astros (.329).

Ubicado en la parte baja de la alineación, sin la presión que implica estar entre tercero, cuarto o quinto, el cubano sin mucho ruido va demostrando que puede batear en el mejor béisbol del mundo, como ya lo hizo a su antojo en la liga profesional de Japón o en su país natal.

Al consumir 130 turnos, ni uno más, quedó justo en el límite para poder ser considerado en el 2017 al premio de Novato del Año.

Calificación: A

8.- Kris Bryant, Cachorros de Chicago

Caylor Arnold-USA TODAY Sports
El antesalista de los Cachorros de Chicago fue el mejor pelotero amateur del país en el 2013, el más sobresaliente de todas las ligas menores en el 2014, Novato del Año en la Liga Nacional en el 2015 y Jugador Más Valioso en el 2016, además de ganar la Serie Mundial y participar en los Juegos de las Estrellas en cada una de sus dos campañas en las Mayores.

Bryant, sin embargo, no ha comenzado a todo vapor en el 2017, aunque en la última semana de abril levantó un poco, como si ya fuera entrando en calor.

Average de .289, cuatro cuadrangulares, 18 anotadas y 14 empujadas en un mes son buenos números para la mayoría de los mortales, aunque inferiores para un jugador del calibre del antesalista de los Chicago Cubs.

Calificación: B

9.- Mike Trout, Angelinos de Los Angeles

Brian Rothmuller/Icon Sportswire
El mejor jugador de las Grandes Ligas en los últimos cinco años necesitaba 32 cuadrangulares para llegar a los 200. Ya suma siete y si consigue los 25 que le faltan antes de su cumpleaños, el 7 de agosto, se convertirá en apenas el octavo pelotero en alcanzar esa cifra antes de cumplir 26 años.

Además, ya superó en estos primeros 30 días de competencia las 500 remolcadas en su carrera y está a 47 imparables de los mil, a 16 dobletes de los 200 y a 52 bases robadas de las 200, pavimentando aún más su camino hacia Cooperstown.

Su arranque en el 2017 es uno de los mejores de su aún joven carrera. Va segundo en hits (36), cuarto en biangulares (9), décimo en vuelacercas (7), noveno en OBP (.443) y sexto en slugging (.707).

Calificación: A

10.- Yasiel Puig, Dodgers de Los Angeles

Kirby Lee/USA TODAY Sports
El jardinero derecho de los Dodgers comenzó impetuoso el 2017 y fue el primero en disparar tres cuadrangulares, cuando la temporada apenas había arrancado.

Pero el cubano ha sido inestable, con flashazos de grandeza, algún batazo enorme, un disparo certero desde los jardines, un buen corrido de bases.

Su inconsistencia puede ser resultado de la inestabilidad de la alineación de los Dodgers. Es díficl habituarse a batear cada día en un turno diferente de la tanda.

Calificación: C

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Jose Altuve and Carlos Correa
Thomas B. Shea/USA TODAY Sports

Imagínese que su memoria haya sido borrada completamente, pero de alguna manera usted sabe que ama el béisbol. O quizás creció en Islandia y no tiene una lealtad específica, ninguna obligación al equipo que seguía su papá. Usted podría escoger cualquier equipo para convertirlo en su equipo.

Para el 2017, usted quizás deba escoger a los Astros de Houston, el equipo más divertido de las Grandes Ligas.

He aquí las razones por las que Houston es un equipo que hay que ver:

El núcleo de jóvenes

Aún si usted no fuera un fanáticos de los Astros, es aceptable admitir los siguiente. No habrán repercusiones, no hay necesidad de entregar su carnet de fanático. A uno le encanta cuando José Altuve pega cuatro hits en un partido -- hazaña que logró en ocho ocasiones la temporada pasada --aún cuando lo hace contra su equipo. Cuando vemos a Altuve jugar, vemos en potencial de grandeza en nosotros mismos.

José Altuve y George Springer
APJosé Altuve y George Springer se han convertido en los pilares del núcleo joven de jugadores de los Astros.

Quizás usted conoce la historia. Cuando tenía 16 años, se presentó a una prueba de los Astros en Venezuela y le mostraron la puerta el mismo día. Muy pequeño, claro. No hay oportunidad para un jugador más pequeño que el cargabates para que se convierta en un jugador en las mayores. Altuve regresó el próximo día de igual manera, el entonces escucha de los Astros Al Pedrique vio algo en él y lo firmaron por $15,000. Fue como comprar acciones en Apple en 1997.

Los Astros han construído su zapatilla alrededor de un emocionante frupo de cuatro estrellas, todos de 27 años o menos esta temporada. Carlos Correa, George Springer y Alex Bregman todos fueron selecciones de primera ronda con cuerpos clásicos de béisbol, magros y poderosos. Altuve, fue el boleto de lotería de 5 pies, 6 pulgadas que se convirtió en el alma y corazón de la franquicia. Lo que fue más impresionante de su campaña de 2016 fue que Altuve encontró la manera para mejorar, aún después de haber ganado el título de bateo en el 2014, caputardo dos títulos de robar base en el 2014 y 2015 y liderar la Liga Americana en hits en ambas temporadas. Mejoró su paciencia en el plato y añadió más poder, registrando las mejores marcas de su carrera en porcentaje de embasarse con .396 y cuadrangulares con 24. Terminó tercero en la votación para Jugador Más Valioso.

Los otros tres son bastante buenos también. Corey Seager y Francisco Lindor quizás le robarón la atención el año pasado a Correa en el panteón de los grandes torpederos jóvenes, pero la refinada manera con la que Correa juega y con su potencial de poder signfica que podría traducirse a que podría ser el que terminará entre los primeros tres para JMV en el 2017.

He aquí una estadística divertida para considerar: Solo dos equipos desde el 1901 han tenido cuadro jugadores de posición de 27 años o menos con WAR de +5 en la misma temporada -- los Medias Rojas de Boston y Yankees de Nueva York lo hicieron en el 1942. Los Astros podrían hacerlo este año considerando que Altuve, Correa y Springer fueron jugadores de cinco victorias en el 2016. Quizás eso sea un poco ambicioso para Bregman es su primera temporada completa, pero aún si bajamos el estandar a WAR de +4, solo dos equipos lo han logrado en los últimos 30 años.

Más allá de los números, Altuve Correa y Springer poseen un placer infectuoso para el juego. Si, está el atletismo y destrezas obvias que uno puede apreciar, pero estos jugadores son favoritos de los fanáticos por firmar autográfos, jugar con vasos en la cueva, divirtiéndose con Miguel Cabrera y convirtiéndose en memes en el internet y, si, conectando cuadrangulares para los pacientes de cáncer.

Vamos a ponerlo de esta manera: Los fanáticos de los Astros adorarían a Altuve si promediara .238 en vez de .338. Pero el que promedia .338 ayuda mucho.

La presencia de los veteranos

Los Astros tenían el equipo, en promedio, más joven de la Liga Americana en el 2016. Ese no será el caso en el 2017 luego que Houston firmara a Carlos Beltrán y Josh Reddick, hicieran un cambio para conseguir a Brian McCann y reclamaran a Nori Aoki. Beltrán ya no es el jugador de Guante de Oro en el jardín central y probablemente se relegado a bateador designado (cumple 40 años el 27 de abril), pero su consistencia tarde en su carrera lo ha convertido en un fuerte candidato para el Salón de la Fama. También está en una conquista: Ha jugado en seis postemporadas con cinco equipos distintos y nunca ha ganado una Serie Mundial.

Uno de apenas 37 jugadores con al menos 1,500 carreras anotadas y 1,500 carreras empujadas, Beltrán podría convertirse en el quinto miembro del Salón de la Fama puertorriqueño, uniéndose a Roberto Clemente, Orlando Cepeda, Roberto Alomar e Iván Rodríguez, quien será exhaltado este verano. Es un héroe en Puerto Rico y su Carlos Beltrán Baseball Academo -- una de cinco academias privadas en la isla -- ha ayudado a crear un renaciemiento de béisbol tras una sequía de talento entre temprano en la década de los 90 hasta los 2000. Correa es parte de ese renacimiento.

Si usted quiere drama, mire los 19 partidos entre los Astros y los Vigilantes de Texas. Como Beltrán, Adrián Beltré está en busca de su primera corona. Los Vigilantes han ganado los últimos dos títulos de la División Oeste de la Liga Americana en parte porque han dominado a los Astros al son de marca de 15-4 contra Houston en el 2016 y 13-6 en el 2015. Además, la adición de McCann y los filosofía de "juega esto como yo lo juego" significa que hay un 92.4 de probabilidad que él y Rougned Odor se enreden en algún momento esta temporada.

El mejor bullpen que usted no conoce

Ken Giles
Getty ImagesKen Giles tiene el potencial de convertirse en cerrador más dominante en la Liga Americana.

Pase de lista, por favor:

Ken Giles. Los Astros entregaron mucho para conseguir a Giles, y cuando tuvo problemas al principio -- tuvo dos derrotas y una oportunidad peridida en abril con efectividad cerca de 9.00 temprano en mayo tras permitir cuatro cuadrangulares más en sus primeras 10 entradas -- todo el mundo en seguida catalogó el cambio como el apocalipsis de Jeff Luhnow (no, ese fue el seleccionar a Mark Appel por encima de Kris Bryant). Al final de la temporada, el ERA de Giles aún estaba en 4.11, pero ponchó a 102 bateadores en 65T de entradas con combinación de recta de 97 mph y slider. El es quien los Astros pensaban que era: un cerrador dominante.

Luke Gregerson. Este tirador de lado con su sinker y slider ha lanzado ocho temporadas en las mayores y su ERA de 3.28 fue el peor de su carrera. Aunque ha sido utilizado como cerrador en las últimas dos temporadas, probablemente sea el hombre de la octava para Giles este año mientras continúa estableciéndose como uno de los mejores relevistas en el deporte. Es divertido verlo precisamente porque no tira a 98 mph.

Chris Devenski. Uno de los "¿quién es ese?" que salieron a la superficie el año pasado, Devenski fue adquirido de los Medias Blancas de Chicago en el 2010 por Brett Myers. Sus números lo hará salivar como a un perro cuando le sirven un filete: 108S IP, 79 H, 20 BB, 104 K, 4 HR. Fue abridor por cinco partidos, pero a menudo A.J. Hinch lo utilizó como relevista largo. Lanzó dos entradas o mas en 25 de sus 43 apariciones y tuvo efectividad de 1.61 saliendo del bullpen.

Will Harris. Ah. Recuerda que fue un Todos Estrellas y tiene un ERA de 2.07 en las últimas dos temporadas.

Esto es potencialmente un bullpen dominante, tan dominante como cualquier en las grandes ligas. Me encanta la variedad, desde el fuego de Giles hasta el slider de Gregerson, el cambio de Devenski y la curva de Harris. Y ni siquiera menciono a Michael Féliz, un gran candidato a hacer ruido tras ponchas a 95 en 65 entradas. Y lo acabo de mencionar.

Un historial del cual uno se puede identificar

Hay un dicho que dice que "ser fanático de los Yankees es como ser fanático de U.S. Steel". Bueno, podemos cambiar eso en el 2017 a algo como "ser fanático de los Cachorros de Chicago es como ser fanático de Facebook". Nada divertido en eso. Además, los Cachorros ya borraron su tortuoso historial. Los Astros todavía tienen el de ellos: 1980, 1986, los problemas en los playoffs en la era de Jeff Bagwell/Craig Biggio, el desplome ante los Reales de Kansas City en el 2015.

Los Astros han existido desde 1962 y nunca han ganado un partido de Serie Mundial. Eran tan malos hace apenas unos años atrás que tras ganar el primer partido de la temporada de 2014, el lanzador Bud Norris dijo: "El estar en 1-0 en estos momentos se siente bastante bien". (Perdieron sus próximos seis partidos).

Así que ser fanático de los Astros significa el desearlo a los fanáticos de antaño que se olviden de Del Unser, Jerry Reuss, Lenny Dykstra y Bob Knepper y la inhabilidad de Nolan Ryan de ganar el partido grande y Bagwell y Biggio no poder jugar el bombo que Albert Pujols pegó contra Brad Lidge, y el cuadrangular de Scott Podsednick contra Brad Lidge y el sencillo contra el guante de Correa, la grama artificial y los ridículos uniformes en arcoiris, y esa temporada de 111 derrotas.

Buenos, diremos encontes que si usted sigue a los Astros toda la temporada y acaban ganando la Serie Mundial, usted se va a divertir muchísimo.

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