Pablo Sandoval
Peter G. Aiken/USA TODAY SportsPablo Sandoval parece poco adecuado para ser utilizado estrictamente como bate zurdo viniendo de la banca y no es viable como reemplazo defensivo en la parte final de los partidos.
KANSAS CITY, Mo. - Se ha convertido en el elefante en el cuarto - o más apropiadamente, el panda en el camerino.

¿Por cuánto tiempo podrán los Medias Rojas de Boston darse el lujo de mantener a Pablo Sandoval en su roster?

Sandoval estuvo en la alineación en la tercera base el lunes en la noche, apenas la tercera vez que apareció como titular en los últimos 10 partidos. Se fue de 3-1 y logró manejar todas sus oportunidades en el terreno. Pero cuando llegó la octava entrada y los Reales de Kansas City trajeron al relevista zurdo Mike Minor con ventaja de dos carreras y dos en base, el manager de los Medias Rojas John Farrell sacó a Sandoval por un bateador emergente.

"La situación de juego dictó una oportunidad para nosotros para buscar un choque que nos gustaba", dijo Farrell luego de la derrota 4-2 en la que los Medias Rojas se fueron de 7-0 con corredores en posición de anotar y dejaron 11 corredores en los senderos. "Ese choque de Chris [Young] ante un zurdo representaba la carrera de la ventaja si lograba sacar una del parque".

OK, bien. Young le batea bien a los zurdos, así que hace sentido enviarlo al plato. Pero los Medias Rojas no tenían ningún jugador del cuadro saludable en la banca, ya que su intermedista Dustin Pedroia no estaba disponible tras ser golpeado por un lanzamiento en sus costillas el domingo en la noche, lo que tuvo como consecuencia que escupiera sangre.

Al sacar de juego a Sandoval, Farrell envió un mensaje claro. En las entradas finales de un partido cerrado, él preferiría tener al receptor Christian Vazquez mudándose a la tercera base - una posición que no ha jugado desde que estaba en liga menor en 2009 - que dejar a Sandoval batear del lado derecho del plato.

Analicemos esto por un momento.

Hace tres años, en el Kauffman Stadium, Sandoval atrapó un elevado en territorio de foul para darle a los Gigantes de San Francisco su tercer campeonato de Serie Mundial en cinco años. El Kung Fu Panda, como se le conoce en el área de la Bahía, bateó .429 en esa Serie Mundial ante los Reales, cimentando su estatus como uno de los mejores jugadores de playoffs en el béisbol, y logró traducir eso en un contrato de cinco años y $95 millones con los Medias Rojas, quienes estaban desesperados por conseguir más ofensiva en la tercera base luego de la desaparición de Will Middlebrooks.

Y ahora, luego de un horrible 2015, una cirugía de hombro el año pasado y un mal arranque en esta temporada, es enteramente posible que Sandoval - ahora con 30 años - podría no volver a ser un jugador productivo.

Los Medias Rojas apostaron en el invierno pasado que Sandoval podría tener una temporada de recuperación. En cambio, promedia .212 con cuatro cuadrangulares y OPS de .623 en 32 juegos. Desde que regresó a juego tras un mes de ausencia por una lesión en la rodilla, lleva de 35-7 con 2 extrabases, 3 boletos y 11 ponches. Y sigue exhibiendo alcance limitado en la tercera base.

Dadas las alternativas internas que tiene Boston y el hecho que a Sandoval se le debe un total de $42 millones en 2018 y 2019, parece que los Medias Rojas tendrán que darle una última oportunidad para reclamar el puesto de titular en la tercera base antes que el presidente de operaciones de béisbol Dave Dombrowski comience a considerar un cambio. Pero Farrell solo pone a Sandoval en la alineación ante lanzadores derechos. E incluso en esos momentos, se fue con Josh Rutledge sobre Sandoval por tres partidos consecutivos en el pasado fin de semana en Houston porque los Astros ponen la pelota en juego con mayor frecuencia que cualquier otro equipo en el béisbol.

Sandoval parece poco adecuado para ser utilizado estrictamente como bate zurdo viniendo de la banca y no es viable como reemplazo defensivo en la parte final de los partidos.

Y cuando los Medias Rojas juegan con una banca corta, como ocurrió el lunes, las limitaciones de Sandoval suelen esposar aún más a Farrell.

Se espera que el mercado de cambios tenga varias opciones en la antesala, incluyendo al toletero de los Medias Blancas de Chicago Todd Frazier. Hace dos semanas, parecía que los Reales pondrían en cambio a Mike Moustakas, quien es elegible para la agencia libre luego de la temporada. Pero ellos han ganado ocho de sus últimos nueve juegos para volver a meterse en la pelea en la División Central de la LA.

"Yo no presto atención a nada de eso", dijo Moustakas sobre el ser mencionado en rumores de cambios. "Yo soy un Real de Kansas City. Voy a seguir siendo un Real de Kansas City hasta que me digan lo contrario. He estado aquí toda mi vida como jugador de béisbol. Ya llevo 10 años en la organización. Es más que una familia para mí. Yo salgo allá afuera cada día e intento ganar los partidos de béisbol para este equipo".

Farrell está bajo la misma obligación para con los Medias Rojas, lo que significa poner a sus jugadores en la mejor posición para tener éxito. El lunes en la noche, eso incluyó el poner un bateador emergente por Sandoval y poner a un receptor en la tercera base.

Fue la señal más clara de cuán bajo ha caído el valor de las acciones de Sandoval, y hay que preguntarse por cuánto tiempo persistirá esta situación.

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


¿Kershaw es el mejor pitcher de todos los tiempos?

FECHA
28/05
2017
por Buster Olney | Escritor Senior de ESPN.com
Este es el décimo año de la carrera de Clayton Kershaw en las Grandes Ligas, lo que significa que si decide regresar hoy a su casa en Texas y dividir el resto de su vida entre la paternidad y el ping-pong o la filantropía u otras búsquedas, él sería elegible al Salón de la Fama.

Sin lanzar otro lanzamiento, él fácilmente ganaría la inducción, y sería un candidato para convertirse en el primer jugador a ser elegido unánimemente, si Mariano Rivera no lo hace en 2019 o Derek Jeter en 2020. Porque usted puede hacer un caso fuerte de que Kershaw es el mejor lanzador de todos los tiempos.

El ERA + adjustado es una estadística diseñada para crear el contexto, para medir el rendimiento de un jugador contra el panorama de su tiempo. Nos permite entender el peso de la dominación de Pedro Martínez dentro de la era de esteroides, o la actuación de Cy Young en comparación con sus compañeros en la era de la bola muerta o lo bueno que fue Lefty Grove después de la explosión de poder y jonrones que siguieron al ascenso de Babe Ruth.

El ERA + ajustado no puede explicar específicamente cada factor que afectó a los lanzadores, por supuesto -la segregación del deporte, que duró hasta 1947; o la evolución de la zona de strike; o el aumento y la caída en la altura del montículo. Pero el ERA + ajustado explica los vaivenes generacionales entre pitchear y batear, y el lanzador clasificado más alto en esta métrica es Rivera, que apareció en 1.115 juegos en su carrera, todos -menos 10- como relevista.

El abridor número 1 en ERA +: Kershaw. Y no está realmente tan cerca.

1. Clayton Kershaw 160
2. Pedro Martínez 154
3. Jim Devlin (un lanzador del siglo XIX) 150
4. Lefty Grove 148
5. Walter Johnson 147

Kershaw tiene una efectividad de por vida de 2,35, y casi todos los lanzadores que están por delante de él en la lista de todos los tiempos eran lanzadores de la era de la bola muerta. En el campo de lanzamiento independiente, una métrica diseñada para separar el funcionamiento de un lanzador de la defensa detrás de él, él está empatado en el puesto 27 de todos los tiempos, y él es el único pitcher activo entre los primeros 128. (Chris Sale es No. 129, y Madison Bumgarner es No. 170.) Kershaw es segundo de todos los tiempos en WHIP (boletos y hits por entradas lanzadas) en 0.9996. El lanzador N º 1 en esta lista, Addie Joss, lanzó en la primera década del siglo XX.

Clayton Kershaw
Jamie Squire/Getty ImagesCuando se habla de quién es el mejor pitcher de todos los tiempos en las Grandes Ligas hay que mencionar al zurdo de los Dodgers de Los Ángeles, Clayton Kershaw.
Así que Kershaw es históricamente grande en cuántos hits, boletos y carreras que permite por inning y por juego, mientras lanza en un tiempo en el que la tasa de jonrones está subiendo.

Pero él también se ha distinguido de sus compañeros en un momento en que los lanzadores nunca han tirado tan duro. Hace veinticinco años, un lanzador que consistentemente lanzara en el rango de las 90 mph con movimiento era inusual. Este año, 79 de los 91 lanzadores actualmente calificados para el título de efectividad tienen una velocidad promedio en su bola rápida de 90 mph o más.

Hay 49 relevistas que comenzaron el domingo con una velocidad de bola rápida promedio de al menos 95 mph. El miembro del Salón de la Fama Bob Feller fue considerado uno de los lanzadores más duros de su tiempo, y en 1938, la primera temporada en la que lideró la liga en ponches por nueve entradas, promedió 7.8. En 2017, hay 46 lanzadores con una tasa más alta de ponches por nueve entradas.

Si crees en la evolución del béisbol, en el impacto de una mejor nutrición y entrenamiento físico durante todo el año, entonces crees que los lanzadores son más grandes y más fuertes que nunca, e incluso dentro de ese contexto, Kershaw se ha separado completamente. Durante cuatro años consecutivos ha liderado la Liga Nacional en ERA, y la última vez que su ERA estaba por encima de 2.53 al final de una temporada fue 2011. Él fue limitado a 149 entradas debido a una lesión el año pasado, pero lo que logró en esas entradas fue extraordinario: 172 ponches y 11 boletos, para un 15.64 promedio de ponches por boletos. Como Madison Bumgarner preguntó retóricamente a principios de la temporada de 2016: ¿Estamos viendo al mejor de todos los tiempos en su mejor momento?

Bumgarner, por supuesto, generó el mejor desempeño de postemporada de todos los tiempos en los playoffs de 2014, dominando al mismo tiempo que lanzaba más del doble de entradas que cualquier lanzador. Kershaw ha lanzado en 18 partidos en la postemporada, y en esos, tiene una efectividad de 4,55. Para algunos fans, eso sería un descalificador en la conversación sobre si es el mejor de todos los tiempos. Probablemente necesite conducir a los Dodgers a un campeonato para despejar completamente esas dudas.

Pero usar la postemporada como prueba decisiva sería clasificar a Mickey Lolich como el mejor de todos los tiempos, o descartar a Greg Maddux porque perdió más de lo que ganó en la postemporada. Kershaw probablemente tendrá más oportunidades de ascender en octubre, pero incluso sin eso, lo que ha hecho durante los veranos de su carrera es lo mejor que hemos visto, o que nadie haya visto nunca.

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


Piratas Mets celebraciones
AP Photos
Los Piratas de Pittsburgh no han ganado la Serie Mundial desde 1979. Los Mets de Nueva York no se coronan desde 1986. Y los Indios de Cleveland han estado esperando desde 1946.

Añadan esos a la lista de equipos que nunca han ganado el campeonato -- Astros de Houston, Cerveceros de Milwaukee, Marineros de Seattle, Vigilantes de Texas y Rockies de Colorado -- y tienen muchas bases de fanáticos esperando por un gran desfile.

Así que, ¿cuáles de estos equipos están más próximos a ganar una Serie Mundial?

¡Voten ahora! Entonces, en nuestro Domingo de Grandes Ligas, nuestro equipo de producción de Béisbol Esta Noche hará sus selecciones durante el partido del domingo en la noche entre los Piratas y los Mets (ESPN Deportes, 8 p.m. ET).

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


Doce años de juego en Boston le han dado información a Dustin Pedroia para saber que aquí los equipos son juzgados casi diariamente como "una mier---", como dijo él mismo el otro día, o "el mejor de todos los tiempos". En raras ocasiones, dice, Pedroia, hay puntos de vista en medio de esas dos posiciones.

Pero los Medias Rojas de este año están refutando la teoría del intermedista.

Justo al pasar la marca del primer cuarto de temporada, los Medias Rojas juegan para 23-21, medio juego más cerca del primer lugar del Este LA que del sótano. Han anotado 13 carreras más que las permitidas. Ellos no han ganado más de dos juegos en fila desde una corrida de cuatro victorias del 15 al 18 de abril, pero tampoco han perdido más de tres consecutivos. Se ubican en el medio del paquete en la LA en anotadas y slugging pero están últimos en cuadrangulares. Cada cinco días, ellos envían al mejor lanzador en la liga al montículo. Pero entre las salidas de Chris Sale, no hay nada que se aproxime al nivel de interés que generó el retirado toletero dominicano, e ícono de la franquicia, David Ortiz por los últimos 14 años.

Los Medias Rojas han sido enloquecedoramente mediocres. Aunque no se les puede considerar todavía como una causa perdida, se supone que su nómina de $197 millones y su colección de jóvenes estrellas los convirtieran en los reyes del Este LA. En cambio, andan dando tumbos en una desesperada necesidad de algo, lo que sea, que los impulse a jugar como se supone.

Con esto en mente, hay tres maneras de convertir a los Medias Rojas en el equipo que se supone que sea - o por lo menos hacerlos más interesantes para un mercado que bosteza con equipos que apenas sobreviven con records de .500.

1. Cambio por un bateador de poder.

Dave Dombrowski no tiene que esperar hasta después del Día de la Recordación para admitir sus dos peores cálculos en la temporada baja: Subestimó cuánto los Medias Rojas iban a extrañar a Ortiz y apostó por una temporada de recuperación del antesalista de $95 millones Pablo Sandoval.

La temporada pasada, los Medias Rojas lideraron la LA en anotaciones por más de 100 carreras. Ellos trajeron de vuelta casi la misma alineación - liderada por Mookie Betts, Pedroia, Xander Bogaerts, Hanley Ramírez, Andrew Benintendi y Jackie Bradley Jr. - pero están empatados en sexto puesto en la LA en carreras luego de apalear a los Vigilantes Texas 11-6 el martes en la noche.

Perder a Ortiz fue como apagar el interruptor de poder. Los Medias Rojas lideraron la LA en dobles y se ubicaron segundos en hits y porcentaje de embasamiento. Pero estuvieron octavos en slugging y octavos en total de bases, lo que significa que ellos no están recibiendo suficientes extrabases para remolcar carreras. Y solo han conectado 38 jonrones en 43 juegos.

Dombrowski esperará hasta el regreso de Sandoval de la lista de lesionados para buscar grandes cambios. Pero el presidente de los Medias Rojas debe saber ya que Sandoval no es una fuente confiable de poder. Solo ha tenido dos temporadas de 20 temporadas en su carrera, y la más reciente (2011) fue hace mucho tiempo.

El Dave cambiador no titubeó la pasada temporada en atender las necesidades de pitcheo de boston. Adquirió al zurdo Drew Pomeranz de los Padres de San Diego dos semanas antes de la fecha límite de cambios directos. Como tal, no resulta sorpresa que los Medias Rojas han estado atentos al antesalista de los Medias Blancas de Chicago Todd Frazier.

Existe un nombre aún mejor: El antesalista de los Reales de Kansas City Mike Moustakas. Al igual que Frazier, él será elegible para la agencia libre luego de la temporada, por lo que no bloquearía el paso del cotizado prospecto de 20 aos Rafael Devers. Pero él se está ganando $8.7 millones (Frazier se gana $12 millones) y batea a la zurdas (Frazier es bateador derecho). Los 11 jonrones de Moustakas son cuatro más que los que tiene el resto de los bateadores de la alineación de los Medias Rojas.

Moustakas no haría que todos se olviden de Ortiz. Pero colocar ese bate en el medio de la alineación haría que más de esos sencillos de Bogaerts y dobles de Betts se conviertan en carreras.

2. Asegurarse que Price está bien.

Tres de cada cinco días, el manager John Farrell puede contar con una salida sólida de su lanzador abridor. Mientras Rick Porcello, Sale y el ascendente zurdo Eduardo Rodríguez sigan luciendo de confiables a dominantes, los Medias Rojas se puedan dar el lujo de no apresurar a David Price en su asignación de rehabilitación en las menores.

Es cierto que el venidero regreso de Price de un susto en el codo en los entrenamientos primaverales es primordial para la suerte de Boston, y los Medias Rojas no quieren que Price desperdicie balas en un montículo de Triple-A cuando ellos lo necesitan para que lance lo más posible en Grandes Ligas. Pero ellos también necesitan a Price para el resto de la temporada - no meramente por un puado de aperturas antes de sufrir un retroceso.

Price no fue eficiente (65 pitcheos en dos entradas) ni particularmente efectivo (tres carreras con cinco hits, incluyendo un cuadrangular) el viernes en su primera salida de rehabilitación para el Triple-A Pawtucket. Está pautado para salir de nuevo el miércoles en la noche con la posibilidad de unirse de nuevo a la rotación la semana que viene en Chicago.

Si Price puede lanzar incluso al nivel que alcanzó la temporada pasada, cuando admitió que estaba más inconsistente que lo usual, ayudaría mucho a estabilizar la parte trasera de una rotación que en la actualidad tiene a Pomeranz y el vacío que los abridores Brian Johnson, Kyle Kendrick y Hector Velazquez no han podido llenar.

Si Price necesita otra salida de afinamiento en Triple-A antes de estar listo, los Medias Rojas deben asegurarse de que la haga.

3. Darle a Farrell más relevo.

Cuando comenzó la temporada baja, Dombrowski puso como objetivo principal en su lista encontrar un preparador. Luego de dos meses en la temporada, los Medias Rojas siguen en esa búsqueda.

Se suponía que Tyler Thornburg fuese el hombre luego que él fuese adquirido desde los Cerveceros de Milwaukee por el antesalista de poder Travis Shaw. Pero una lesión en el hombro en los entrenamientos primaverales ha evitado que Thornburg llegue al montículo.

Más tarde en la temporada, Carson Smith podría terminar siendo la respuesta. Por ahora, sigue trabajando en su recuperación de su cirugía Tommy John.

El derecho lanzallamas Joe Kelly ha mostrado destellos pero sigue con interrogantes con su control. Heath Hembree ha lucido bien, excepto por algunas salidas en las que se infló su efectividad, mientras que Matt Barnes sigue siendo propenso a permitir cuadrangulares.

Con el cerrador Craig Kimbrel en su mejor momento (0.92 ERA, 12-en-13 en salvamentos, 36 ponches, dos boletos), en ocasiones Farrell debe resistir la tentación de utilizarlo por más de tres outs. Si Dombrowski puede conseguir otro relevista confiable antes de la fecha límite de cambios, será una cosa menos por la que Farrell debe preocuparse.

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


Patrick Gorski/Icon SportswireNo quedaban muchos fanáticos en una noche fría en Chicago cuando los Yankees y los Cachorros batallaron por 18 entradas.
Era alrededor de la medianoche que la búsqueda de una carrera por parte de los Cachorros de Chicago que terminaría con la locura en entradas extras ante los Yankees de Nueva York se volvió desesperada. Con Chicago al bate - creo que estábamos en la parte baja de la entrada 16, aunque el sueño le coloca un velo alrededor de los detalles específicos - alguien en el dugout de los Cachorros comenzó a disparar semillas de girasol hacia el terreno. Docenas de semillas, una a la vez; un par de ellas llegaron a la línea de foul de tercera base, y entonces una o dos de ellas cayeron en el terreno, mientras el oficial de la antesala Alan Porter lo observaba.

En ocasiones los jugadores lanzan semillas como estas hacia el terreno en algunos partidos, pero la súbita llegada de la sexta hora de juego el domingo sugirió un brillante intento de alterar el karma de los dioses del béisbol. Semillas para cambiar la suerte. Pero al igual que los bateadores en ambos equipos en entradas extras, el truco de las semillas no funcionó; los Cachorros no pudieron anotar, de nuevo, y al final de la media entrada, el jugador responsable por haber lanzado las semillas lanzó otro puñado, como si fuera un último envío en un espectáculo de fuegos artificiales.

En la siguiente entrada, Kyle Schwarber se puso una careta de receptor en el dugout, y Ben Zobrist se puso un casco al revés. Todo para terminar el juego, el que finalmente terminó luego de 18 frías entradas, 6 horas y 5 minutos de duración y 583 lanzamientos. Como un reportero que busca cosas interesantes que ocurran, pensé que era divertido, un maratón de béisbol para contárselo en el futuro, dentro de 25 años, a los nietos. Yo amo la oportunidad del caos - el ejemplo base para el caos podría ser el partido de 19 entradas, demorado por lluvia, entre los Mets de Nueva York y los Bravos de Atlanta que comenzó el 4 de julio de 1985, y que terminó con los fuegos artificiales prometidos justo antes del desayuno.

Los jugadores y managers tienen una perspectiva muy diferente. Anthony Rizzo fue golpeado en el antebrazo por una recta de 99 mph de Aroldis Chapman en la novena entrada pero tuvo que mantenerse jugando por tres horas y nueve entradas más luego de ese incidente, por el que probablemente debió haber sido sacado de juego. El manager de los Cachorros Joe Maddon tuvo que extender el trabajo de sus relevistas, algunos de ellos ya habían comenzado el juego con mucha carga de trabajo reciente, en un área de riesgo aumentado. Y cuando todo había concluído, los Yankees y los Cachorros tuvieron que viajar toda la noche, y llegar a hotels cerca del amanecer y 12 horas antes de su siguiente juego.

Yo espero que ellos mantengan las reglas actuales en funcionamiento, porque las mismas han creado el nacimiento del ocasional maratón de béisbol memorable, y las Grandes Ligas están bien conscientes que los fanáticos quieren que las entradas extras sigan hasta que alguien gane y alguien pierda. El lunes, yo publiqué una encuesta en Twitter pidiendo la opinión de los fanáticos, y la respuesta fue una paliza: A cerca del 75 por ciento le gusta el status quo.

Pero el enfoque en la seguridad y las condiciones de trabajo en la industria ha aumentado, y sospecho que, inevitablemente, los juegos maratónicos pronto se convertirán en una especie en extinción, y pronto podrían dejar de existir, igual que los choques en el plato y los deslizamientos en la segunda base.

Sin embargo, esta no es una conclusión inevitable, como tampoco lo es la adopción de reglas como las utilizadas en el Clásico Mundial de Béisbol, con las cuales se colocan corredores en posición de anotar en las entradas adicionales para aumentar las probabilidades de anotar. MLB fue la fuerza que impulsó las alteraciones de dichas reglas en la segunda base y el plato, empujando a la unión de jugadores hacia el cambio, pero si van a haber cambios en las reglas de entradas extras luego del 12º episodio u otros ajustes, la asociación de jugadores tendrá que salirse de su cueva y buscar un trueque para ellos. Los jugadores tendrán que dirigir esa conversación.

Si ellos toman ese paso, van a ser alabados en silencio por los ejecutivos de los equipos, muchos de los cuales ven estos juegos maratónicos como una locura sin sentido. Esos oficiales notan que las escalas de riesgo/recompense se inclinan abruptamente hacia los juegos que siguen hasta tarde en la noche, con los juegos siendo empujados hacia el borde de las lesiones, si no más allá, y que sus equipos se ven afectados por días y semanas después en aras del tiempo extra que la mayoría de los fanáticos ni siquiera disfruta porque se han ido del estadio. (El domingo en la noche, un puñado de almas quedaba en los alrededores para el final del partido entre Yankees y Cachorros, pero quizás era una cuarta parte de la concurrencia original).

En esta era, los lanzadores hacen menos pitcheos y trabajan menos entradas, los jugadores de posición están en el terreno por menos partidos, y la lista de lesionados es utilizada con mayor frecuencia. El producto está siendo protegido en formas que nunca se vieron en los días de Babe Ruth y Willie Mays e, incluso, Barry Bonds. Y por esa razón, se cree que, eventualmente, los partidos maratónicos y los cascos al revés y los trucos de semillas serán cosa del pasado.

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


Aaron Judge
Butch Dill/USA TODAY Sports
Apártate a un lado, Andrew Benintendi y ábrele paso a Aaron Judge.

El jardinero derecho de los Yankees de Nueva York se ha robado el show entre todos los novatos de las Grandes Ligas, a pesar de que la clase del 2017 está pletórica de debutantes brillantes.

Lo de Judge ha sido sensacional y desde ya, a fuerza de batazos (y espectaculares fildeos) se ha posicionado como el principal aspirante al premio de Novato del Año de la Liga Americana.

Luego de una breve estancia en las Mayores en el 2016 que no afectó su estatus de novato (no sobrepasó los 130 turnos al bate ni estuvo 45 días en el róster activo), el gigante de 6 pies 7 pulgadas de estatura y 282 libras de peso ha sido todo un espectáculo esta vez, opacando las buenas actuaciones de Benintendi, prospecto número uno de todo el béisbol, y de otros principiantes igualmente sobresalientes.

Por su cierto parecido físico con el también jardinero derecho de los Marlins de Miami Giancarlo Stanton y el poder de sus muñecas ya le llaman 'Baby Stanton', aunque el muchacho de 25 años poco a poco se va labrando su propio nombre en el mejor béisbol del mundo.

Sus diez jonrones en el mes de abril igualan el récord para un novato en su primer mes, que comparten el cubano José Abreu, de los Medias Blancas de Chicago (2014) y Trevor Story, de los Rockies de Colorado (2016).

Bastaron dos días del mes de mayo y ya despachó otros dos bambinazos, para colocarse como líder absoluto de ese departamento en ambos circuitos.

Además, exhibe un average de .313 y ya suma 25 carreras impulsadas, segundo en la Americana, circuito que lidera en anotadas (26), slugging (.795) y OPS (la suma del promedio de embasamiento y el slugging), con 1.219.

De mantener este paso, las proyecciones lo señalan con 78 vuelacercas al concluir la temporada, aunque, lógicamente, el béisbol no es una ciencia exacta y en la medida en que los pitchers lo vayan conociendo mejor harán sus ajustes para limitar el daño de su bate.

Pero sin dudas estamos en presencia de un talento especial que se ha metido a palo limpio en un bolsillo el corazón de la exigente afición de la Gran Manzana.

Y no sólo con su madero. Se lanzó hacia los graderíos del Fenway Park a capturar un elevado de foul e inmediatamente llegaron las comparaciones con aquella emblemática jugada del Gran Capitán Derek Jeter precisamente contra los Boston Red Sox en los playoffs del 2004.

Pero Judge no es el único debutante que ha brillado en este mes y días que llevamos de contienda.

Andrew Benintendi
Michael Ivins/Boston Red Sox/Getty Images
Benintendi, a quien muchos daban como principal candidato al Novato del Año en la Americana, ha cubierto todas las expectativas en un equipo que extraña al retirado David Ortiz.

Hasta los juegos del martes, el muchacho de los Medias Rojas exhibía un robusto average de .330 y sus 32 hits representaban la cifra máxima entre todos los jugadores de primer año.

Suma cuatro dobletes y tres jonrones entre sus imparables y lleva 15 carreras remolcadas, con un OBP de .391.

Yulieski Gurriel
AP Photo/Gail Burton
Al igual que Judge, Benintendi estuvo en las Mayores en el 2016, pero una lesión lo dejó fuera de acción después de 34 partidos.

Desde Cuba llegó a los Astros de Houston Yulieski Gurriel, bastante a destiempo, pues está próximo a cumplir 33 años.

Desde el primer Clásico Mundial en el 2006, cuando contaba con 21 primaveras, Gurriel deslumbró a los cazatalentos, a quienes tuvo salivando por diez años, hasta que finalmente decidió tomar el destino en sus manos.

Se tomó un cafecito en las Grandes Ligas en el 2016 y tras unos días malos, logró hacer los ajustes y despejar las dudas que existían sobre si a su edad podría adaptarse al mejor pitcheo del mundo.

A eso súmenle que al cubano se le exigió un cambio de posición y tras pasar toda su vida entre la antesala y la intermedia, los Astros lo destinaron a la primera base.

Gurriel lo ha hecho todo bien. Se le ve sólido a la defensa y con el madero, con average de .314, siete dobletes, par de vuelacercas, ocho remolcadas y slugging de .465.

Mitch Haniger
Joe Nicholson-USA Today
Y no saquen de la ecuación a Mitch Haniger, quien se adueñó del jardín derecho de los Marineros de Seattle, aunque ahora mismo se encuentra en la lista de lesionados.

Haniger tiene el average más alto entre todos los novatos, con .342, con siete biangulares, un triple, cuatro cuadrangulares, 20 anotadas y 16 empujadas, con un OPS de 1.054.

Y mientras los debutantes de la Liga Americana sobresalen por su ofensiva, en la Nacional destacan dos lanzadores de los Rockies: el diestro venezolano Antonio Senzatela y el zurdo Kyle Freeland.

Antonio Senzatela
AP Photo/Tony Avelar
Ambos han sido piezas clave en la rotación de Colorado, que contra todo pronóstico disputa cabeza a cabeza con los Diamondbacks de Arizona el liderazgo de la división Oeste del viejo circuito.

Ambos tienen números muy parecidos, pues los dos tienen cinco aperturas y récord de 3-1.

El venezolano trabaja para efectividad de 2.81 y Freeland lo hace para 2.93.

Senzatela, de 22 años, suma 18 ponches en 32 episodios de labor, con siete boletos y un WHIP de 1.00.

Freeland, de 23, ha abanicado a 16 en 27.2 capítulos, aunque ha regalado 12 pasaportes y su WHIP es más alto, de 1.45.

Y aunque apenas ha visto acción en ocho juegos, Cody Bellinger tiene encantada a la fanaticada de Los Angeles.

Cody Bellinger, Los Angeles Dodgers
Rob Tringali/Getty Images
Prospecto número uno de la organización de los Dodgers, Bellinger ha dejado números sólidos en su estreno, con average de .345, un doble, un triple, dos bambinazos, siete anotadas y cinco impulsadas en sus primeros 29 turnos al bate.

Todavía falta mucho camino por recorrer, pero estos chicos han comenzado a escribir ya su historia.

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


Si te metes en una pelea en un estadio, vas a ser expulsado. Todo el que entra a un estadio sabe esto, porque antes de cada juego, los anunciadores locales leen una advertencia sobre las normas de conducta.

Si tocas una pelota dentro del terreno de juego, vas a ser expulsado. Todo el que entra a un estadio sabe esto, porque antes de cada juego, los anunciadores locales leen una advertencia a los fanáticos sobre esta causa y efecto en particular.

Si entras al terreno, vas a ser expulsado, y te van a acusar de traspasar propiedad privada. Todo el mundo sabe esto, porque antes de cada juego, los anunciadores locales le recuerdan a los fanáticos sobre lo que puede ocurrir.

En esta forma, las Grandes Ligas y los 30 equipos podrían declararle la guerra al tipo de lenguaje que los fanáticos le dirigieron al jardinero central de los Orioles de Baltimore Adam Jones en Boston el lunes en la noche. Es un gesto simple que podría hacer una gran diferencia en proteger a los jugadores de este tipo de basura.

En su versión actual, los anunciadores locales en los estadios mencionan el lenguaje "abusivo" en sus anuncios pre juego: El lenguaje abusivo no va a ser tolerado...

Pero esa advertencia puede ser mucho más explícita, contundente y poderosa: Cualquier fanático que diga cosas racistas, antisemitas y anti-gay a personal del terreno o fanáticos será expulsado de inmediato y se le prohibirá su entrada al estadio de forma permanente.

Es algo que le vuelta la mente a cualquiera que este tipo de paso sea necesario, pero es ahí donde estamos y donde hemos estado. Setenta años y 17 días han pasado desde Jackie Robinson jugó su primer partido para los Dodgers de Brooklyn, pero generaciones de jugadores han reportado incidentes similares al que Jones le mencionó a los diarios USA Today y Boston Globe luego del partido del lunes: La palabra 'N' y otras palabras o frases dichas desde las gradas como armas de degradación masiva.

Muchos jugadores se relacionan con estos episodios fuera de record, intentando eludir el conflicto y tratando las burlas racistas como algo que tienen que aguantar. Pero, ¿por qué alguien tiene que aguantar algo como esto dentro de los confines de un establecimiento comercial privado?

¿Por qué Adam Jones tiene que escuchar esto? ¿Por qué cualquier jugador, cualquier fanático tiene que escuchar esto sin consecuencias, más que lo que tolerarían a algún idiota corriendo dentro del terreno por nueve entradas, o a alguien que lance puños en las gradas del jardín central?

Si las Grandes Ligas y los equipos refuerzan el lenguaje de las advertencias pre juego hechas por los anunciadores locales, entonces ellos podrían ayudar a envalentonar una mayoría silente - las decenas de miles de aficionados en cada juego que no están gritándole estupideces racistas a los jugadores y que pueden señalarle a los oficiales de seguridad a aquellos que logran degradar a todo el mundo mediante el uso de palabras como las dichas a Jones.

Las apuestas se elevarán, la culturá cambió: Si dices esas cosas, la seguridad te va a encontrar con la ayuda de 40 mil fanáticos autorizados y preparados para hacer que este sea el último día que puedas entrar al estadio.

Si dices cosas como estas, vas a ser expulsado. Y todo el mundo lo va a saber.

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


Antes de arrancar la temporada mencionamos a diez jugadores que por diferentes razones valía la pena seguir en la temporada del 2017.

¿Cómo les ha ido después de un mes?

Algunos han tenido un comienzo monstruoso, otros no tanto y algunos no han hecho el más mínimo ruido, aunque todavía queda mucho camino por recorrer y tiempo para recuperarse.

1.- Bryce Harper, Nacionales de Washington

Bryce Harper
Geoff Burke/USA TODAY Sports
Después de ganar el premio de Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en el 2015, los números de Harper cayeron considerablemente el año pasado, cuando el jardinero derecho de los Nacionales se vio aquejado de múltiples molestias.

Un Harper saludable y más maduro ha tenido un arranque devastador: average de .391 (tercero de todas las Grandes Ligas), nueve jonrones (quinto), 26 impulsadas (segundo), 32 anotadas (primero), 36 hits (segundo), ocho dobletes (noveno), 22 bases por bolas (primero), promedio de embasamiento de .509 (primero) y slugging de .772 (cuarto). Desde ya es candidato al MVP, si la salud lo acompaña.

Calificación: A+

2.- Andrew Benintendi, Medias Rojas de Boston

Andrew Benintendi
Maddie Meyer/Getty Images
Aclamado como el prospecto número uno de todo el béisbol, el jardinero izquierdo de los Boston Red Sox está en la que debe ser su primera temporada completa en las Mayores.

En su breve estancia en Grandes Ligas en el 2016, Benintendi cumplió con las expectativas y llevaba un paso ascendente, cuando una lesión lo sacó de juego desde el 25 de agosto hasta el 15 de septiembre.

En los primeros 23 juegos del 2017 disparó 30 hits en 90 turnos (.333), con 15 anotadas y 14 impulsadas, cuatro dobles y tres jonrones. Su OBP es de .392 y su slugging de .478.

Es una de las principales figuras ofensivas de los Boston Red Sox y desde ya gran aspirante al Novato del Año de la Liga Americana.

Calificación: A

3.- Gary Sánchez, Yankees de Nueva York

Gary Sanchez
Dan Hamilton/USA TODAY Sports
Bien, gracias. El cátcher dominicano de los New York Yankees se pasó casi todo el mes de abril en la lista de lesionados.

Apenas jugó cinco partidos y en 20 turnos disparó tres hits (.150).

Un desgarro en el bíceps derecho lo ha tenido fuera de la fiesta que están montando los Baby Bombers, de quienes Sánchez apunta a ser la nueva cara.

Calificación: F

4.- Greg Bird, Yankees de Nueva York

Greg Bird
Adam Hunger/Getty Images
Bien, gracias, segunda parte. El primera base de los Yankees, ausente por todo el 2016 debido a una lesión que sufrió en los entrenamientos primaverales del pasado año, no ha llenado als expectativas.

Seis hits en 56 turnos, para un anémico promedio de .107, es lo que ha conseguido hasta ahora Bird, quien se ha ponchado 21 veces.

Candidato a ser enviado a las Menores para que reajuste su swing, sino mejora en las próximas semanas.

Calificación: F

5.- Pablo Sandoval, Medias Rojas de Boston

Pablo Sandoval
Tom Szczerbowski/Getty Images
El venezolano Pablo Sandoval bajó de peso y se presentó en gran forma a los campos de entrenamientos.

Pero luego de una gran pretemporada, sus números en el primer mes de campaña han sido mediocres y decepcionantes.

Average de .213, tres jonrones y diez impulsadas es lo que dejó el Kung Fu Panda, quien el 25 de abril fue colocado en la lista de lesionados por problemas en un rodilla y no tiene fecha de regreso.

Calificación: D

6.- Eric Thames, Cerveceros de Milwaukee

Eric Thames
John Fisher/Cal Sport Media/AP Images
Después de desforrar pelotas por tres temporadas en la liga coreana, los Milwaukee Brewers le dieron a Thames una segunda oportunidad y hasta ahora el primera base no los ha hecho quedar mal a quienes confiaron en él.

Thames tuvo un paso fugaz e intrascendente por las Mayores (2011 y 2012), pero ahora ha vuelto como uno de los bateadores más temidos en todo el béisbol: con 11 cuadrangulares comparte con Ryan Zimmerman el liderazgo en ese departamento en ambos circuitos.

Además exhibe un alto average de .345 (de 84-29), seis biangulares, 28 anotadas y 19 remolcadas. Su slugging de .810 es el segundo mejor en ambas ligas.

Calificación: A+

7.- Yulieski Gurriel, Astros de Houston

Yulieski Gurriel
AP Photo/Gail Burton
No por gusto fue el pelotero cubano más codiciado por los cazatalentos en los últimos diez años.

Tras un inicio lento, que incluía la adaptación a su nueva posición de primera base, Gurriel hizo los ajustes necesarios y hoy exhibe el promedio más alto en la alineación de los Houston Astros (.329).

Ubicado en la parte baja de la alineación, sin la presión que implica estar entre tercero, cuarto o quinto, el cubano sin mucho ruido va demostrando que puede batear en el mejor béisbol del mundo, como ya lo hizo a su antojo en la liga profesional de Japón o en su país natal.

Al consumir 130 turnos, ni uno más, quedó justo en el límite para poder ser considerado en el 2017 al premio de Novato del Año.

Calificación: A

8.- Kris Bryant, Cachorros de Chicago

Caylor Arnold-USA TODAY Sports
El antesalista de los Cachorros de Chicago fue el mejor pelotero amateur del país en el 2013, el más sobresaliente de todas las ligas menores en el 2014, Novato del Año en la Liga Nacional en el 2015 y Jugador Más Valioso en el 2016, además de ganar la Serie Mundial y participar en los Juegos de las Estrellas en cada una de sus dos campañas en las Mayores.

Bryant, sin embargo, no ha comenzado a todo vapor en el 2017, aunque en la última semana de abril levantó un poco, como si ya fuera entrando en calor.

Average de .289, cuatro cuadrangulares, 18 anotadas y 14 empujadas en un mes son buenos números para la mayoría de los mortales, aunque inferiores para un jugador del calibre del antesalista de los Chicago Cubs.

Calificación: B

9.- Mike Trout, Angelinos de Los Angeles

Brian Rothmuller/Icon Sportswire
El mejor jugador de las Grandes Ligas en los últimos cinco años necesitaba 32 cuadrangulares para llegar a los 200. Ya suma siete y si consigue los 25 que le faltan antes de su cumpleaños, el 7 de agosto, se convertirá en apenas el octavo pelotero en alcanzar esa cifra antes de cumplir 26 años.

Además, ya superó en estos primeros 30 días de competencia las 500 remolcadas en su carrera y está a 47 imparables de los mil, a 16 dobletes de los 200 y a 52 bases robadas de las 200, pavimentando aún más su camino hacia Cooperstown.

Su arranque en el 2017 es uno de los mejores de su aún joven carrera. Va segundo en hits (36), cuarto en biangulares (9), décimo en vuelacercas (7), noveno en OBP (.443) y sexto en slugging (.707).

Calificación: A

10.- Yasiel Puig, Dodgers de Los Angeles

Kirby Lee/USA TODAY Sports
El jardinero derecho de los Dodgers comenzó impetuoso el 2017 y fue el primero en disparar tres cuadrangulares, cuando la temporada apenas había arrancado.

Pero el cubano ha sido inestable, con flashazos de grandeza, algún batazo enorme, un disparo certero desde los jardines, un buen corrido de bases.

Su inconsistencia puede ser resultado de la inestabilidad de la alineación de los Dodgers. Es díficl habituarse a batear cada día en un turno diferente de la tanda.

Calificación: C

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


Maddie Meyer/Getty ImagesSale, de 28 años, ha tenido un comienzo históricamente bueno para los Medias Rojas.
BOSTON - Era el turno de lanzar de Chris Sale, y tampoco en un partido de liga menor en algún campo remoto de prácticas. Tuvo que tomar un autobús por dos horas y media hacia Tampa para un juego a las 7 pm, lanzar seis sólidas entradas, volver al autobus y llegar a casa poco después de la medianoche. Gran cosa.

Además, eso le dio una probada - una probada en entrenamiento primaveral, si se quiere - de la rivalidad entre Medias Rojas y Yankees.

Si lanzar en la postemporada era lo más grande que Sale no había tenido la oportunidad de hacer en siete temporadas con los Medias Blancas de Chicago, tomar parte en la encarnizada rivalidad podría ser el No. 2 en esa lista. Los Medias Blancas han luchado durante décadas por la supremacía divisional con equipos como los Indios de Cleveland, los Tigres de Detroit y los Reales de Kansas City, pero ninguno de ellos cualifica como una rivalidad tan intensa como esta. Aunque el choque anual entre primos de ciudad con los Cachorros de Chicago provocó alguna vez roces entre los receptores A.J. Pierzynski y Michael Barrett, siempre se ha sentido como una creación forzosa gracias a los partidos interligas.

Pero la rivalidad Medias Rojas-Yankees es algo bien real - no solo en el béisbol, sino más allá del deporte. Seguro, ha perdido algo de brillo en los últimos años, mayormente por el hecho que los equipos no han sido contendientes serios en postemporada al mismo tiempo. Pero sigue siendo una Rivalidad con R mayúscula que data desde los tiempos de Babe Ruth e incluye algunos de los nombres más grandes en el deporte, desde Ted Williams, Joe DiMaggio y Carlton Fisk hasta Thurman Munson, Reggie Jackson, David Ortiz, Pedro Martínez, Derek Jeter y Alex Rodríguez.

Chris Sale
Winslow Townson/USA TODAY SportsObviamente, cualquiera que sabe algo sobre deportes conoce sobre Boston y Nueva York", dijo Chris Sale. "Incluso mirando desde afuera, uno lo puede ver. Se puede sentir el impulso competitive entre estos equipos y en esta serie".
Con el inicio de la serie 2017 esta semana en el Fenway Park, Sale está a punto de convertirse en la nueva estrella en entrar al ring cuando tome la lomita del Fenway por los Medias Rojas el jueves en la noche.

Sale ha mantenido un perfil bajo desde que comenzó la temporada, limitando su disponibilidad a los medios luego de haber lanzado. Pero el derecho del as zurdo de medirse a los Yankees el 21 de marzo, más allá de pasar por la ruta de liga menor, y sus comentarios luego del mismo indican que está al tanto que estos juegos tienen una relevancia mayor que los respectivos lugares de los equipos en la tabla de posiciones.

"Obviamente, cualquiera que sabe algo sobre deportes conoce sobre Boston y Nueva York", dijo Sale. "Incluso mirando desde afuera, uno lo puede ver. Se puede sentir el impulso competitive entre estos equipos y en esta serie".

Sale, de 28 años, ha tenido un comienzo históricamente bueno para los Medias Rojas. En cuatro salidas ante los Piratas de Pittsburgh, Tigres, Rays de Tampa Bay y Azulejos de Toronto, ha permitido tres carreras con 15 hits y seis boletos en 29 2/3 entradas mientras es líder en ponches en la liga con 42. Su dominio ha sido comparado con el de Martínez en su primera temporada con los Medias Rojas, y de hecho, es "muy cercano", según dijo el miembro del Salón de la Fama Dennis Eckersley. Luego de cuatro aperturas, Pedro permitió tres carreras con 16 hits y siete boletos en 32 entradas mientras ponchaba 44.

"Es algo impresionante", dijo el intermedista Dustin Pedroia sobre Sale. "'Él ataca la zona y supera a los rivales con sus pitcheos. Tienes que ir allí e intentar batearle, y no puedes. Entonces es cuando te das cuenta que su repertorio es superior. Es impresionante".

El cerrador Craig Kimbrel dijo: "Ha sido grandioso. No se le puede pedir que haga más".

En otra época, el gran arranque de Sale habría sido suficiente para hacer enfurecer a George Steinbrenner. Nada irritaba más al Jefe que Boston hiciera una movida para conseguir a una estrella como Sale, especialmente luego que los Yankees lo dejaran pasar. Algunas cabezas, o por lo menos una como la del gerente Brian Cashman, habrían rodado.

Luego que Sale fuese adquirido en diciembre por un paquete de jugadores de liga menor, incluyendo el cotizado prospecto de 21 años Yoan Moncada y el lanzallamas de Doble A Michael Kopech, Cashman respondió catalogando a los Medias Rojas como "los nuevos Golden State Warriors del béisbol". Fue una declaración que vino en parte por deportivismo, y en parte por admiración genuina. Cashman habló sobre la rotación de abridores de Boston compuesta por Sale, David Price y Rick Porcello diciendo que, "Ellos tienen a su [Kevin] Durant, su [Draymond] Green, su [Klay] Thompson y [Stephen] Curry."

Pero Cashman explicó además que los Yankees no estaban en posición de hacer una oferta comparable por Sale, aunque su sistema de fincas estaba repleto de buenos prospectos. Aunque los Medias Rojas tiene un nucleo de estrellas jóvenes (Mookie Betts, Xander Bogaerts y Andrew Benintendi tienen menos de 25 años), los Yankees están un paso atrás, con Gary Sánchez, Aaron Judge y Greg Bird estableciéndose ahora a nivel de Grandes Ligas mientras Gleyber Torres, Clint Frazier y Justus Sheffield vienen en camino.

"Tenemos un plan de juego que vamos a seguir que nos permitirá mantenernos diligentes y decididos, y pienso que nos va a funcionar bien con el tiempo", dijo Cashman. "Pienso que donde está sentado Boston ahora mismo y donde estamos nosotros, son dos zonas de tiempo diferentes".

Sin embargo, los Yankees entraron a la serie esta semana con marca de 11-7, medio juego mejor que los Medias Rojas (11-8), que se estremecen de solo pensar dónde estarían sin Sale. Price se recupera lentamente de una lesión de codo ocurrida en los entrenamientos primaverales y que probablemente lo mantendrá fuera de acción hasta junio. El resto de la rotación -- Porcello, el nudillista Steven Wright y los zurdos Eduardo Rodríguez y Drew Pomeranz -- han variado de inconsistente a horrible.

Sale trajo a Boston su reputación de lanzador dominante sobre los Yankees. En 10 partidos (siete aperturas) ante el equipo en su carrera, tiene marca de 4-1 con efectividad de 1.17, la más baja de cualquier lanzador que haya trabajado al menos 50 entradas ante Nueva York en los últimos 100 años.

"¿Puedes tocar algo de madera por mí?", dijo Sale en la primavera. "Yo no sé por qué tengo tanto éxito ante ellos. Esa es una buena pregunta. Definitivamente han tenido grandes equipos. Pero algunas veces, solo es cuestión de suerte, supongo".

Entonces consideren desafortunado para los Yankees que tengan que medirse a Sale. Con 19 juegos ante los Medias Rojas, es posible que los Yankees tengan que ver a Sale varias veces.

Pueden apostar que Sale va a estar listo. Y no tendrá que recorrer otras cinco horas de camino en autobús.

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


Mookie Betts
Jim Rogash/Getty ImagesHa pasado más de una década desde que un jugador en MLB ha pasado tanto tiempo sin un ponche, y Mookie Betts espera mantener viva esa racha.
TORONTO - De todas las cosas que Mookie Betts hizo para llamar la atención del cazatalentos de los Medias Rojas de Boston Danny Watkins, fue algo que no hizo lo que más sobresalió.

"Yo no recuerdo haberlo visto abanicar y fallar", dijo Watkins.

Y no fue como que Watkins hubiese observado a Betts una o dos veces. Él pasó semanas alrededor del equipo de béisbol de la escuela secundaria John Overton en los suburbios de Nashville, Tennessee, en 2010 y 2011 y vio docenas de partidos. Watkins tiene muchas historias sobre la facilidad con la que Betts bateaba líneas para cada parte del terreno, cómo aterrorizaba a los contrarios en las bases y atrapaba líneas silbantes en el campocorto.

Pero ¿abanicar y fallar? No, eso nunca fue algo que Betts hiciera.

Así que Watkins se sintió impresionado, aunque no sorprendido, al conocer que Betts no se ha ponchado en 128 apariciones en el plato consecutivas en temporada regular hasta el partido del martes en la noche, que resultó en victoria para los Medias Rojas 8-7 sobre los Azulejos de Toronto. Es la racha más larga en las mayores desde Juan Pierre tuvo 147 apariciones consecutivas sin poncharse para los Marlins de Florida en 2004, de acuerdo con el Elias Sports Bureau. Desde Denny Doyle en 1975 (159 apariciones en el plato) no ha habido un jugador de los Medias Rojas con tanto tiempo entre ponches.

La corrida de Betts es aún más impresionante cuando consideramos que los ponches han ido en aumento desmedido en todo el béisbol. La pasada temporada, 102 jugadores abanicaron al menos 100 veces, un aumento en comparación con los 63 que lo hicieron en el 2006. Desde que el relevista de los Orioles de Baltimore Oliver Drake hizo fallar a Betts con una recta de dedos separados en la sexta entrada del juego del 12 de septiembre de 2016 en el Fenway Park, cuatro jugadores -- Byron Buxton, Randal Grichuk, Danny Espinosa y Chris Davis -- se han ponchado cada uno más de 40 veces.

Salvo por el ponche que tuvo en su primera aparición en el plato en la postemporada del año pasado, la única "K" asociada últimamente con Betts es la que necesita para escribir su nombre Mookie.

"Cuando estaba evaluando a Mookie, eso era claramente una de las cosas que más me gustaba de él", dijo Watkins. "Tenía comando total de la zona de strike en ese punto, y no solía abanicar y fallar mucho. En general, su contacto salía sólido del bate. No veía que cayera mucho fuera de balance, lo que indicaba que podía identificar bien los giros de la pelota. Por eso es que me quedaba claro que el chico tendría oportunidad de batear".

Mookie Betts
Jim Rogash/Getty Images¿Qué hace tan bueno a Betts con el bate? Un gran nivel de coordinación mano-ojo y una excelente habilidad para reconocer los pitcheos antes que lleguen a la zona de strike.
Betts se ponchó 13 veces en sus cuatro años en Overton, de acuerdo con los records guardados por el veterano coach de béisbol de la escuela, Mike Morrison. Se ponchó una sola vez en su penúltimo año y cuatro veces como senior.

En cada parada en las menores, desde el Lowell de liga corta hasta el Doble-A Portland, Betts tuvo menos ponches que boletos. Desde el inicio de la temporada 2015, ha hecho contacto en el 87.1 por ciento de sus swings al entrar a la serie en Toronto, la sexta mayor tasa en la Liga Americana, de acuerdo a Fangraphs.

No es como que Betts siempre haga swings temprano en los conteos. Sesenta de sus apariciones en el plato durante la racha han llegado a dos strikes, y 21 de ellos han resultado en llegar a base (15 hits, seis boletos). En la séptima entrada del lunes, Betts llegó a conteo de 2-2 ante el relevista de los Rays Chase Whitley antes de calmadamente conectar un doble al hueco en el jardín izquierdo central.

¿Qué es lo que explica la capacidad extrema de Betts para lograr que su bate conecte casi cualquier lanzamiento?

Comencemos con su coordinación mano-ojo, que es fuera de serie, incluso para los estándares de los bateadores de Grandes Ligas. Pero es más que eso. De acuerdo al asistente del coach de bateo de los Medias Rojas Víctor Rodríguez, quien trabajó con Betts en las menores, Betts posee una habilidad asombrosa para reconocer la localización de los pitcheos mucho antes de que lleguen a la zona de strike.

"Él es agresivo y está listo para hacer swing con el bate, pero siempre lo hace a pitcheos buenos. En raras ocasiones lo vemos abanicando lanzamientos malos, y cuando haces eso, las oportunidades es que vas a poner siempre la pelota en juego", dijo Rodríguez. "Estábamos en la liga instruccional [en 2011], y yo vi eso de inmediato, una habilidad para controlar la zona de strike, la habilidad para batear la pelota hacia todas las bandas, una habilidad de conectar la cabeza de la pelota con el bate. Eso es algo que no se puede enseñar. Es algo que viene innato, y lo ha tenido desde el día uno".

De hecho, las habilidades cognitivas quedaron en evidencia tras salir bien en una serie de pruebas neurocientíficas administradas por los Medias Rojas antes del sorteo. A Betts, quien resolvió un Rubik's Cube en menos de dos minutos en un segmento prejuego en 2015, se le pidió que apretara la barra espaciadora en una computadora tan pronto como comenzara a ver el giro de una pelota en una dirección en particular.

"Mookie era el chico más observador que yo jamás haya dirigido", dijo Morrison. "Solía entender las cosas en un juego mejor que los chicos a su edad suelen hacerlo. Observaba como los lanzadores trabajaban con sus compañeros. Observaba las secuencias que utilizaban los lanzadores - lo que tiraban en conteos de bateadores, lo que tiraban cuando estaban atrás en los conteos y lo que lanzaban en conteos de dos strikes. Y utilizaba esa información para mejorar y convertirse en un bateador extremadamente bueno".

Curiosamente, Betts solo tiene dos jonrones desde que comenzó su racha de turnos sin ponches, incluyendo su primer cuadrangular de la temporada el martes en la noche ante el relevista de los Azulejos Joe Smith. No ha tenido un gran inicio de temporada, con solo cuatro extrabases en 45 turnos, aunque una ausencia de tres días por la influenza afectó su ritmo en el plato al salir de los entrenamientos primaverales.

Pero Rodríguez dijo que la habilidad de Betts de hacer contacto le permite tener turnos productivos en el plato aun cuando no produzca carreras. De hecho, Betts sigue ayudando a los ramilletes de anotaciones al tener promedio de embasamiento de .420 y moviendo los corredores cuando no logra embasarse.

Betts es tan adepto a poner su bate en la pelota que el derecho de los Rays de Tampa Bay Chris Archer dijo que es mejor si un lanzador no piensa en intentar poncharlo, incluso con dos strikes en la cuenta.

"Pienso que lo que hace bueno a Mookie es que él nunca se sale de su modo de batear", dijo Archer. "Con dos strikes, sigue siendo un bateador muy balanceado. No se desespera. Es un bateador bien balanceado con habilidades supremas con el madero. Yo no sé si es algo de su coordinación mano-ojo. Tipos como él que no se ponchan, uno no debe intentar poncharlos. Uno tiene que ejecutar su pitcheo y dejar que todo transcurra".

Que nadie se sorprenda si la racha de Betts sigue vigente. Todavía tiene un largo camino por recorrer para igualar al ex intermedista de los Filis de Filadelfia Dave Cash, quien tiene el record en la era de la expansión (desde 1961) con 223 apariciones consecutivas en el plato sin un ponche, de acuerdo a Elíaas.

"Pienso que él aprendió mucho en las menores a través de los instructores de bateo que tuvo sobre la importancia de un buen turno al bate", dijo Rodríguez. "No necesariamente tiene que ser siempre un cuadrangular o un doble. Es poder ver pitcheos, trabajar los conteos, poner la pelota en juego con dos strikes. Si sigues haciendo eso, los jonrones y los dobles van a llegar".

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


AL INICIO